La creación de un mercado común europeo se inició con el Tratado de Roma (1957), que puso las bases para la libre circulación de bienes, servicios, personas, capitales, y el desarrollo de leyes comunes.
Esto permitía las economías de escala, o sea, abaratar los productos al aumentar la cantidad total producida.
El Tratado de la Unión Europea, firmado en Maastricht en 1992, decidió la unión monetaria, facilitó la participación ciudadana, fijó políticas de solidaridad entre regiones y estableció (más…)