A finales del XIX, España mantenía el dominio sobre Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Las grandes potencias mundiales se disputaban las colonias por razones económicas y Estados Unidos, que no participó en el reparto de África ni de Asia, fijó su área de expansión inicial en la región del Caribe.

Febrero 1895, se produjo un movimiento independentista en Cuba, rica colonia de plantación con poca dependencia económica con España y mayor con Estados Unidos. Sometida a una política proteccionista (más…)