Fundamentos y Evolución de la Didáctica en la Práctica Educativa
La Didáctica: Conceptos Fundamentales y Evolución
La Didáctica se define como una disciplina teórica, científica y global, con una profunda práctica social.
Origen y Evolución Histórica de la Didáctica
El origen de la Didáctica se remonta a figuras clave:
- Comenio: Propuso reglas para lograr la organización en la escuela, enfatizando la necesidad de “enseñar todo a todos”.
- Herbart: Se centró en la institución y el derecho del sujeto a aprender. Sostuvo que la educación debe seguir pasos, no solo reglas. Para él, la psicología debería proporcionar los medios para la educación, y la filosofía, los fines.
Posteriormente, otras corrientes influyeron en su desarrollo:
- Conductismo: Aportó un programa de investigación científica.
- Cognitivismo: Ofreció una perspectiva psicológica más amplia, proporcionando nuevas bases a la Didáctica.
Desafíos y Crisis de la Didáctica
El principal desafío de la Didáctica es construirse como oferente y dadora de teoría en el campo de la acción social y del conocimiento.
La Didáctica ha enfrentado diversas crisis y problemas, siendo uno de los más difíciles la asincronía (un suceso que no tiene correspondencia temporal con otro) en el desarrollo de las teorías sociales y la elección de los criterios de integración a aplicar. Además, la disciplina ha tenido dificultades para definir su campo propio, utilizando aportes de múltiples disciplinas.
A pesar de esto, la Didáctica es una disciplina heredera, lo que demuestra que no se aísla de las ciencias de cada época en la que ha sido construido su discurso. Por ello, la Didáctica comenzó a convertirse en una disciplina científica en el momento en que se apoyó en la psicología.
Paradigmas de la Didáctica
Paradigma Normativo-Instrumental
Este paradigma representa una construcción del saber didáctico que intentó normar la enseñanza para regular prácticas que no fueron investigadas, buscando la homogeneización. Por lo tanto, el modelo de enseñanza se basó en el cumplimiento de principios, criterios y normas preestablecidas que intentaban regular la labor docente.
Paradigma Interpretativo-Crítico
Con este paradigma, surge una crisis de identidad en la Didáctica. Se pierde la identidad porque se extravía el objeto de estudio, que era el proceso de enseñanza-aprendizaje, y de pronto se comienza a cuestionar a la Didáctica como campo del saber. Los didactas se quedaron sin objeto de estudio. En respuesta, la Didáctica comenzó a construir un discurso desde un paradigma interpretativo-crítico, dejando de lado la normativa y construyendo teorías desde la interpretación de la vida del aula como eje de la producción del discurso.
Paradigma Interpretativo-Propositivo
Este paradigma, sin abandonar lo interpretativo, también busca proponer, manteniendo una postura crítica en la práctica. Se considera que es el momento de que la Didáctica proponga, no que norme y regule, y que además, vuelva a construir un discurso sobre pautas generales que sirvan en todo contexto de la enseñanza. Este paradigma no desecha a los anteriores, sino que los complejiza.
Didácticas Específicas y Didáctica General
Las Didácticas Específicas
Son más cercanas a las prácticas que la Didáctica General. Se desarrollan en campos sistemáticos del conocimiento didáctico que se caracterizan por partir de una delimitación de regiones particulares del mundo de la enseñanza. Los criterios de diferenciación de estas regiones son variados, y esta diversidad responde al gran dinamismo de la sociedad y del conocimiento.
Diferencia entre Didáctica Específica y General
Ambas responden a diferentes enfoques teóricos, tienen distintas tradiciones de investigación, referentes y problemas. Las didácticas específicas no devienen directamente de la Didáctica General. Las didácticas disciplinares, además de nutrirse de los aportes de la pedagogía, la didáctica general, la historia y la filosofía, han incorporado conocimientos y metodologías de investigación de la sociología, la antropología, entre otras.
Desafío de Coordinación entre Ambas
El desafío radica en la importancia de un marco referencial integrador que ofrezca dimensiones de la enseñanza que amplíen la mirada, incluyendo la multicondicionalidad social, el oficio del alumno, la reflexión sobre las prácticas y el pensamiento del docente, entre otros aspectos.
La posibilidad de contribuciones recíprocas entre la Didáctica General y las específicas o disciplinares invita a una mirada que trasciende los niveles de enseñanza del sistema educativo formal. Esto nos permite pensar en un proyecto que promueva la reflexión sobre puntos de encuentro para abordar problemáticas comunes a la enseñanza de las disciplinas entre sí, así como problemáticas comunes sobre la enseñanza en la misma disciplina en los diferentes niveles educativos.
Según Camilloni, ambas deben coordinarse en un esfuerzo teórico y práctico que es difícil de lograr, ya que esta coordinación encuentra, a la vez, buenos motivos y grandes obstáculos.
- Los buenos motivos: Atienden a preservar la unidad del proyecto pedagógico y del sujeto que aprende diferentes disciplinas en un mismo año de un nivel educativo, y que se forma en un mismo marco curricular e institucional.
- Los obstáculos: Surgen de la heterogeneidad teórica de las didácticas, que son construidas por diferentes grupos académicos con distinta formación y, en consecuencia, desde diversas perspectivas.
¿Por qué es Necesaria la Didáctica?
La Didáctica renace sobre la crítica de ciertos supuestos, porque siempre se puede enseñar mejor. Es necesario revisar permanentemente los currículos, seleccionar y usar adecuadamente las estrategias de enseñanza, y crear nuevas maneras de enseñar y evaluar. Esto se debe al compromiso de lograr que los alumnos aprendan, y a la necesidad de integrar los aportes de diferentes disciplinas, entre otras razones.
La Perspectiva Situada: Acontecimiento e Intervención
Esta perspectiva se abre en el plano del acontecimiento en nuestro camino didáctico, generando una inquietud frente a sujetos que nos desafían a reconocerlos constantemente y a bucear en los “Saberes de Alteridad”, que son cambiantes y siempre renovados.
La Enseñanza
La Enseñanza como Actividad Práctica
La enseñanza es una actividad práctica que implica momentos clave: anticipación, puesta en práctica y evaluación.
Para enseñar algo, una vez decidido qué enseñar, se indican varios tipos de actividad:
- Asegurarse de que existe la necesidad de enseñanza.
- Explicar los resultados u objetivos que se quieren alcanzar con la enseñanza.
- Verificar si se ha llegado a su objetivo.
La Enseñanza y la Autoridad
La enseñanza supone construir formas de autoridad, decidiendo qué, cómo y a quién enseñar. Es una responsabilidad político-pedagógica. Lo político-pedagógico se refiere a la acción docente relacionada con la autoridad reflexiva y democrática, y con el saber.
La Enseñanza como Relación No Causal
Es una relación no causal, porque no siempre que hay enseñanza, hay aprendizaje directo y garantizado. Es no causal porque existen mediaciones sociales (interacciones enriquecedoras y grupales) y cognitivas. Ambas mediaciones influyen significativamente en el aprendizaje.
La Escuela
La escuela es un espacio social especializado que enseña de modo descontextualizado. Segmenta el tiempo en ciclos y delimita roles (docente-alumno). Cada escuela produce una cultura institucional y enseña de manera colectiva. Sus prácticas pedagógicas suelen ser uniformes, con tareas organizadas bajo normas para todos los establecimientos, sin importar el contexto. Además, la escuela evalúa los saberes.
El Docente
El Docente como Actor Social
Pensar al docente como actor social implica reconocer las intenciones que dan sentido y dirección a sus reflexiones y decisiones sobre qué y cómo enseñar. El docente acciona con una finalidad pedagógica, desempeñando un papel de mediador entre el contenido y los alumnos. Su acción está orientada hacia el otro y con el otro, lo que implica diálogo y comunicación. Atraviesa diversos ámbitos en momentos diferentes y se enfrenta a situaciones diversas e inciertas. El docente debe mantener una atención “flotante” hacia los distintos planos de la clase, manejar los tiempos, organizar recursos, entre otros. Estos saberes son propios del momento interactivo.
El Docente como Artesano
El docente es un artífice, artesano de su propio trabajo: la enseñanza. Es en situación con otros como se construye la labor docente: artesanalmente, en el sentido del producto (hacerlo bien) pero también del procedimiento (hacerlo paso a paso).
En síntesis, la profesión docente hoy puede ser considerada como una artesanía (oficio): transformar al otro para que se emancipe con intencionalidad, pero también con libertad.
Responsabilidad Político-Pedagógica
La transmisión de la cultura es el eje del trabajo docente. Un docente que se esfuerza por desarrollar puentes, no solo con su saber específico sino también con la sociedad, constituye una autoridad que es, a su vez, una responsabilidad político-pedagógica que habilita caminos. El docente debe ofrecer lo mejor de la cultura que posee.
Lo político-pedagógico se define como el cruce de una relación de autoridad (reflexiva y democrática) y una relación con el saber.
Relación entre Didáctica y Enseñanza
Los aspectos didácticos se relacionan directamente con la promoción del aprendizaje del alumno y su acceso a determinadas formas culturales contenidas en el currículo.
En los procesos de enseñanza, la Didáctica es auxiliada por diversas disciplinas del campo de las ciencias sociales y humanas, cuyos aportes han permitido desarrollar nuevos modelos de inteligibilidad de los fenómenos, así como idear formas más adecuadas de intervención pedagógica. Esto enfrenta al didacta a mantener una mirada amplia que permita captar la complejidad de las cuestiones en estudio y preservar la especificidad de las preguntas, los propósitos y las perspectivas de análisis.
La enseñanza es entendida como la práctica social de transmisión cultural con el fin de favorecer la inserción creativa de los sujetos en las culturas. Enseñar es transmitir conocimientos, prácticas sociales, normas, lenguajes y generar situaciones de aprendizaje para su construcción y reconstrucción. En este proceso se aprende en relación con otros (interacción), además de producirse saberes.
Las escuelas deben articular la enseñanza con la consideración de las vidas de los alumnos, es decir, atender, amparar y ofrecer políticas de cuidado.