TEMA 2: LITERATURA Y PERIODISMO ESCRITO.

Relación de la Literatura y el periodismo desde sus orígenes: Los artículos de costumbres de Larra, el folletín y la novela por entregas decimonónica. La cuestión palpitante de Pardo Bazán. El periodismo noventayochista: La crónica parlamentaria y el Decálogo de Azorín. Universalismo de Ortega. El Norte de Castilla, periódico emblemático de los años sesenta en España: El espíritu de Delibes y la destreza verbal de Umbral.

2.1. Relación de la Literatura y el periodismo desde sus orígenes.

Las interferencias entre la simbiosis del periodismo y la literatura no es algo nuevo. El periodismo surge a principios del siglo XIX. Su nombre se debe a que es una publicación periódica.

En la segunda mitad del XIX la prensa escrita, sirve para canalizar la actitud crítica de la sociedad, ya que el periódico surge como noticiario, como manera de acuñar por escrito y transmitir las noticias que ocurren en un determinado sitio.

A mediados del XIX el periódico da cavidad también a una manera de enjuiciar la sociedad pero no solamente para transmitir noticias sino sobre cuestiones sociales, culturales, etc.

·El artículo de costumbres.

En literatura surge el cuadro de costumbres que da lugar al artículo de costumbres propio de la mentalidad del Romanticismo. Todo ello deriva en la novela de costumbres que toma los caracteres de la novela realista.

Lo más característico del Romanticismo es el “yo” que reivindica su lugar, su paisaje, su lengua. Este culto del individualismo del hombre romántico se extiende a la plasmación de lo local. Cuando se escribe en prosa se quiere dejar constancia de la estampa de su lugar y sus costumbres surgiendo así el cuadro de costumbres.

De este cuadro de costumbres, deriva el artículo de costumbres originado en Europa que describe situaciones y acontecimientos cotidianos intercalando en ello opiniones políticas. Un importante representante de este artículo de costumbres es Larra.

·El folletín y la novela por entregas.

Los periódicos han sufrido dificultades desde sus comienzos para conseguir ventas. Los directores decidieron adoptar la idea dada en Francia que consistía en incluir al final de los periódicos unos fascículos denominados novelas por entregas o folletín.

Como tales, tenían las características de todo elemento que intenta “enganchar” al lector. Así, el final de cada publicación quedaba inconcluso para despertar la curiosidad y el interés del receptor. Se perseguía en interés de que el receptor coleccionara las novelas.

Las novelas por entregas incrementaron mucho las ventas de los periódicos que los incluían y fueron la inspiración para el periodismo como industria.

En resumen, las novelas por entregas persiguen un final de intriga, de suspense, finales abiertos, etc. También tienen que guardar una mínima coherencia de estructura cerrada cada uno de los fascículos y una relación entre todas las entregas. Es más, incluso sus técnicas literarias de confección de la obra eran especiales. A sus autores se les denominaba escritores entreguistas.

Las novelas por entregas que se publicaban en España, trataban sobre todo de la historia donde destacan los Episodios Nacionales de Galdós. También había otras novelas sensacionalistas que recogían la tradición española, como los romances de ciegos, historias de crímenes… Baroja destaca por escribir este tipo de novela sensacionalista.

Las novelas por entregas más importantes es lo que conocemos como folletín (que proviene del francés y significa “hoja suelta”).

El folletín casi siempre trataba de la mujer joven y pobre que no era muy guapa pero que tenía un gran corazón y que se enamoraba de un hombre de avanzada edad con mucho dinero.

Con el paso del tiempo la temática de los folletines dio un giro donde ya no se trataban temas amorosos que tenían un final feliz, sino que se trataba de temas amorosos que acababan en drama, de relaciones de incesto, etc.

Tanto el artículo de costumbres como el folletín (publicación por entregas adosada al periódico) fueron las primeras relaciones internas que podemos registrar entre periodismo y literatura. Por eso las relaciones entre periodismo y literatura surgen desde el momento de su nacimiento.

2.2. El artículo de costumbres de Larra.

El romanticismo se da en la primera parte del siglo XIX donde prima el individualismo anteponiendo lo más cercano a su yo. En este sentido no es de extrañar que el romanticismo cultive el cuadro de costumbres que ya de alguna manera había sido creado pero que es ahora cuando adquiere importancia. El cuadro de costumbres señala algo que es propio y peculiar de cada uno.

Por otra parte hay una temática muy patriótica y crítica que se desarrolla en el siglo XVIII con algunos autores como Jovellanos. Su corriente se llama reformismo y está influida por el espíritu de la ilustración francesa.

En el siglo XIX ya tenemos forjado que el cuadro de costumbres lo afianza el romanticismo, así como el reformismo ya se encuentra perfectamente construido. También vemos que los inicios del periodismo están facilitados por las novelas por entregas de los periódicos. Debido a esto, la literatura se ve muy favorecida donde muchos periodistas deciden publicar en los periódicos a través de artículos.

Existe una figura que encarna estas tres directrices, nos estamos refiriendo al escritor Mariano José de Larra. Larra es reformista, es cultivador del cuadro de costumbres, es periodista, escritor, etc. Es un escritor que pone pasión y personalidad en todo lo que trata de ahí que muchos artículos suyos se vieran censurados ya que muchos de ellos se caracterizaban por una enorme acritud con una ironía satírica.

Es un escritor muy comprometido con su tiempo, su país y su lugar. Donde pronto se produce en él ese choque entre su espíritu sensible y sus ansias de verdad donde el afán es querer mejorar las cosas contra el mundo en que le toca vivir. Luchó mucho por hallar la verdad, por desterrar la hipocresía de la vida española.

Escribió alguna obra de teatro como Macías, o una novela histórica como es El Doncel de Don Enrique el Doliente.

La labor literaria de Larra está muy vinculada con el periodismo donde con solo 19 años funda la revista El Duende, que es un periódico satírico de los cuales solo 5 números vieron la luz.

            Amplió el género ensayístico llevando el ensayo al periódico. Dentro de sus ensayos podríamos dividir dos grupos: Artículos políticos y sociales y artículos de costumbres, aunque a decir verdad todos deberían de permanecer en un único volumen puesto que ambos tipos de artículo mezclan aspectos del otro.

            Llevó una vida romántica, donde siempre tuvo un culto exacerbado del yo, donde exclamaba su lugar y su país, corriente que procede del reformismo.

            Se implica personalmente en sus artículos desde una primera persona sin disimular donde expresa su opinión (idea romántica del yo), describe sus gustos, reproduce diálogos y sobre todo es muy irónico, donde su sentido del humor cae en la sátira.

2.3 La segunda mitad del siglo XIX.

            Nos encontramos en la segunda mitad del siglo XIX donde coincidimos con la novela realista, que evoluciona a partir del costumbrismo. En esta segunda mitad se da el ascenso político y social de la burguesía, surge el ideal económico de aspiración al bienestar y al lujo, el reformismo… Todo ello marcado en un pensamiento propio del momento que se da en toda Europa, aunque en España se conoce como la tendencia positivista que es un movimiento ideológico y filosófico que va emparejado a un momento en el que toman gran importancia ciertos descubrimientos científicos, pero sobre todo, descubrimientos en las ciencias biomédicas.

Por ejemplo las leyes de Mendel que establecieron los principios de la genética humana, o las teorías experimentalistas de Claude Bernard. Tampoco podemos olvidar el psicoanálisis de Sigmund Freud donde apela al subconsciente humano.

Todo ello habría que enmarcarlo dentro del pensamiento positivista, que se centra en los resultados positivos de algo que es así porque lo puedo demostrar.

En la literatura tanto Galdós, Clarín como Pardo Bazán son novelistas que cultivan el periodismo, y escriben en los diarios más prestigiosos de la época.

En este último tercio empiezan a surgir muchos periódicos, de los cuales muchos de ellos ya no necesitan el apoyo de la literatura para incrementar sus ventas, sino que ya han tomado importancia por sí mismos. Ya comienza a haber un periodismo cultural, literario, artístico… es decir ya surgen las publicaciones periódicas especializadas en alguna disciplina.

El género que cultivan es la novela aunque todos ellos son grandes periodistas, por eso en la mayoría de las ocasiones su labor periodística es recuperada en recopilatorios, que se  consideran libros de ensayo.

2.4 Emilia Pardo Bazán y La Cuestión Palpitante.

Emilia Pardo Bazán, es una escritora muy representativa de este momento al igual que todos los autores de esta época con una literatura muy amplia y completa. Pardo Bazán cultivó la novela, el cuento, el ensayo, el teatro, el periodismo… y además fue una gran conferenciante.

No tuvo impedimento para tener una intensa vida social, viajando incansablemente. Su espíritu creador y su carácter voluntarioso hicieron de ella una mujer símbolo en la época. Siempre fue una mujer muy respetada desde el punto de vista literario.

Como periodista escribió más de 1500 artículos, muchos de ellos, que se han perdido o que han quedado inéditos al no haber sido recogidos en volúmenes. Sus artículos periodísticos son un extraordinario documento de las costumbres y de la vida de la España de su momento.

Su variedad temática es tal, que en sus artículos hallamos todas las cuestiones sobre la vida política, los temas sociales que más ocupan su momento, la vida cultural y geográfica de España, la vida de los museos y el arte pictórico etc. de su momento histórico. Pero también cultiva otros temas lúdicos, aparentemente simples aunque con un grado de complejidad, como es el mundo de la cocina, o personajes sociales importantes en la sociedad y junto a ello artículos de viajes, la situación de la mujer en la España del momento y artículos que se refieren a la escritura en sí misma, es decir, que giran en torno a la estilística literaria (lenguaje literario, obra literaria, periodismo).

Muchos de sus artículos están recogidos en un libro que se llama La Vida Contemporánea, donde figuran sus artículos más conocidos.

Afronta la realidad que relata con audacia, es decir, sin andarse con rodeos. Su gran bagaje cultural se centra en su tono “campechano”, al margen de lo que se está diciendo porque todo ello confiere amenidad y todo ello es básico para entablar una buena comunicación.

Doña Emilia censura las costumbres ancestrales o anquilosadas, así como el atraso de las costumbres, las injusticias sociales que son denunciadas constantemente por la autora. Dentro de la injusticia social nos encontramos con la injusticia social en el papel de la mujer. En este sentido se identificó con la mentalidad regeneracionista del momento.

Su objetivo era fomentar la cultura para combatir el elevado nivel de analfabetismo. Además tuvo una gran intención divulgadora que tuvo éxito por su estilo tan ameno.

Destacan sus artículos sobre la preocupación de la utilización de un lenguaje adecuado a la hora de hacer periodismo que la convierten en una de las primeras periodísticas que estudia lo específico de la escritura periodística.

Defiende, por supuesto, la libertad de expresión al mismo tiempo que advierte y percibe las transformaciones y la modernización que sufre el periodismo. Todo ello va mucho en relación con los avances tecnológicos (como por ejemplo la imprenta que conlleva la creación de las editoriales) que ya advertimos al principio.

Doña Emilia entra en el debate tan importante que comienza entre las relaciones del periodismo con la literatura, que ella llama literatura periodística, empleando de manera indistinta la palabra escritor y periodista para la misma persona. En otras palabras, funde las dos teorías tanto periodística como literaria.

Pardo Bazán censura de manera directa y sin contrapisas a algunos profesionales del la prensa de su momento, los cuales estaban excesivamente motivados por un afán mercantilista. Por otra parte también acusa a otros compañeros de profesión por su afán sensacionalista también muy ligado al afán de ganar dinero.

Para ella lo primero que ha de interponerse ante todo era la cultura y la educación. Para ella la actividad periodística ha de estar condicionada por un afán didáctico. Inicialmente ella considera el periodismo como un canal de divulgación con la mirada puesta en la educación. Eso sí, nunca abandona el propósito estético literario.

Es una mujer que no es estática, sino que avanza con el tiempo a velocidades vertiginosas y que se sitúa siempre al frente de la evolución. Siempre le concede más importancia al aspecto lúdico que a lo demás.

Éste carácter lúdico va relacionado en sus artículos con el lenguaje hablado y las expresiones familiares que aparecen en los artículos, a medida que avanza y va tomando la madurez de la edad. En ella la madurez de la edad también va vinculada a la edad literaria.

·Los pazos de Ulloa.

En esta obra, la autora relata el mundo gallego del pazo (palacio). Hace un estudio psicológico profundo de los personajes. Personajes que de alguna manera están muy condicionados por el medio. Este desarrollo de personajes se verá más exagerado en su segunda parte, La Madre Naturaleza.

Podemos decir que Doña Emilia trata los mismos temas y las mismas formas de escribir tanto en sus novelas como en sus artículos.

La novela realista tiene el objetivo principal de reflejar la realidad tal y como es. Además todo el positivismo y el experimentalismo dado en Francia, llevan a la consideración de que el hombre está condicionado por su forma de ser y su conducta. El hombre no puede salir de esas fuerzas (verticales y horizontales) que le rodean.

La forma de ser de cada uno se debe a la herencia personal y familiar que adquiere cada uno. Por otro lado, tenemos la herencia social y cultural que es el condicionamiento del medio en el que nos ha tocado vivir. Todo esto lo contemplan los escritores franceses, de los que surge el naturalismo.

El naturalismo equivale a decir que el hombre está privado de libertad, está determinado en sus actos y su conducta (determinismo). Esta tendencia que cuaja en Francia, sin embargo en España no se dio con la profusión que se dio en Francia, sino que únicamente quedaron algunas influencias que salpican la novela realista del momento, pero nunca es un naturalismo pleno.

En los Pazos de Ulloa y en La Madre Naturaleza de Pardo Bazán podemos ver esta influencia. En Galdós se aprecia sobre todo en Fortunata y Jacinta y en Clarín podemos verlo en La Regenta.

Si decimos que la novela realista surge del cuadro de costumbres, y si éste último resaltaba lo que es propio de cada lugar, esto lo conservarán los autores anteriores mencionados.

2.5 El periodismo noventayochista.

            Galdós escribió  Los Episodios Nacionales en forma de novelas por entregas publicadas en los periódicos. Fueron publicaciones por entregas agregadas en los periódicos del momento, en concreto en La Nación.

            Las novelas por entregas se caracterizan por ser publicaciones con una coherencia propia en su totalidad, y a su vez, con coherencia interna de manera individual. En estas novelas se trataba el tema histórico o la novela rosa.

            Valera también fue un novelista periodista que destacó por su gran cultura universal que se ve reflejada en su faceta periodística.

            Leopoldo Alas Clarín también colaboró en los periódicos del momento, sobre todo en los diarios locales de Oviedo, su ciudad natal.

·Escritores del período del 98.

            Las diferencias entre un escritor realista de un escritor del período del 98. Se llama así, ya que son los que se sitúan al principio del siglo XIX. Pertenecen a este período: Unamuno, Baroja, Azorín y Maeztu. En otro término se encuentran Machado, Valle-Inclán y Jacinto Benavente.

             Suelen cultivar el teatro y la poesía aunque su característica fundamental es que son ensayistas y novelistas. Nos centraremos en ellos, pero en el ámbito del periodismo.

            En esta época, surge el existencialismo, que es una corriente europea que tiene como objetivo el planteamiento y el análisis de todo lo que tenga que ver con la existencia del hombre y sus relativas teorías sobre ello.

            Esta existencia humana se puede plantear de diferentes maneras: La relación con el mundo, qué es el mundo donde vivimos, con quién puedo relacionarme, etc. Este concepto se diferencia del metafísico que se cuestiona problemas tales como: De dónde venimos y hacia dónde vamos, es decir, pasado y futuro, y no presente.

            Estas tendencias de pensamiento tienen relación con una serie de corrientes artísticas que comienzan a surgir en Europa, conocidas como –ismos. El Modernismo tiene la prioridad de preocuparse de la estética porque el hombre se siente preso en el mundo y decide evadirse mediante una decoración y musicalidad del verso, así como la búsqueda de una nueva estética en la obra literaria.

            En España el influjo de este pensamiento existencialista que se está produciendo en Europa, llega de forma de diferente. El individuo no quiere evadirse del mundo que no le gusta sino que toma otra salida.

            Respecto al contexto histórico, en España, se produce un suceso peculiar, y es que en el año 1898, perdemos las últimas colonias que nos quedaban: Cuba y Filipinas.

            Este hecho hace meditar a ciertos pensadores, de los cuales, algunos de ellos son escritores. Éstos se plantean que ha habido una serie sucesiva de desgobierno, y que hay algo más en el país, ya que se ha perdido lo último que a España le quedaba en América.

            En base a esto, hay una línea de pensamiento que predomina en España, que es denominado como Regeneracionismo (Comenzado con Larra y Pardo Bazán). Esta línea está compuesta por políticos y articulistas como Joaquín Costa.

            A principios del siglo XX, surgen una serie de escritores que asumen este pensamiento existencial porque leen a filósofos existencialistas como Nietzsche y lo aplican al problema de las pérdidas de las colonias. Por eso reciben el nombre de escritores del 98 al reaccionar como si fueran un hombre ante lo que ellos denominaban el “Desastre del 98”.

            El planteamiento que estos escritores tienen es que hay que analizar las raíces que forman la base del desastre y tratar de ponerle remedio buscando soluciones. Esto lo harán de una forma muy sencilla: En un primer lugar, todos ellos propugnan el “mirar hacia Europa” ya que ellos saben hacerlo mejor que los españoles. Sus gobiernos intentan llevar el país hacia una situación más próspera.

            Pero esta actitud un poco radical, deja paso a una más relajada, que es tomar como modelo las pautas que han seguido diferentes países europeos, pero no desde cero, sino en base a la esencia de España, buscando el alma de la realidad a través de los pequeños hechos.

            Esta búsqueda de la esencia se realiza a través de:

            El vivir cotidiano: 

Analiza el vivir cotidiano de todos los hombres y mujeres de los pueblos de España, incluso de los más pequeños, que con su quehacer diario van poniendo su grano de arena para conducir a la historia de los grandes hechos y batallas. El descubrimiento de América surge gracias a la colaboración de esta gente del pueblo. Es lo que Unamuno denominó como intrahistoria.

            El paisaje según la persona que lo habita: 

El paisaje es testigo de la historia pero no considerado como algo físico y estático, sino como un escenario que muestra lo peculiar de cada lugar español: Folklore, monumentos, etc.

            La literatura: 

En todos aquellos personajes literarios y conflictos que, de alguna manera, son simbólicos y sintomáticos de “lo español”. Destaca la obra de Maeztu, Don Quijote, Don Juan y La Celestina.

            Don Quijote se muestra como el hombre para el cual el fin justifica los medios, el hombre idealista. Don Juan se plantea como símbolo de todo aquel que lo que hace no es por sí mismo, sino para aparentar una imagen. La Celestina aparece analizada como ejemplo de la astucia: Mujer para la cual nada se le interpone y que sabe cómo actuar en cada momento para conseguir lo que quiere.

2.6 La crónica parlamentaria y el Decálogo de Azorín.

            Azorín, procedente de Alicante, muy pronto se afincó en Madrid centrando allí su obra literaria. Sus novelas y sus ensayos caracterizados por su brevedad se dedicó además a revitalizar obras clásicas aportando nuevas tramas y nuevos finales.

            Azorín destaca como ensayista pero lo estudiaremos en su labor periodística. Escribe dentro de la crónica parlamentaria, modo de periodismo nacido a partir de la Constitución de 1912. Las sesiones parlamentarias no eran públicas, y por ello, los periodistas acudían a las reuniones para escribir posteriormente sobre lo tratado en ella para hacerlo saber a la ciudadanía. Eran los intermediarios entre los diputados y la sociedad.

            La crónica parlamentaria iba más allá de la información. Un escritor de esta modalidad fue Azorín. Siempre busca la palabra precisa, exacta y expresiva. Su estilo periodístico se reconoce como “azorismo” como un estilo propio y particular de escritura.

            Así como su labor novelista no fue basta y extensa, y sus ensayos amplios como lo de Unamuno. En Azorín, el grueso de su formación literaria es su labor periodística, ya que no solamente trabajó escribiendo artículos, sino que fue redactor, fue enviado especial y además ocupó diferentes cargos en distintos periódicos. Acuñó enseguida, las cualidades que ha de reunir un buen periodista: Claridad (para que se le entienda) y prontitud (para escribir pronto las noticias).

            Fue escritor periodístico desde principios del siglo XIX hasta 1960 aproximadamente. Escribió alrededor de 5000 artículos. Para él eran inseparables las facetas de literatura y periodismo.

            La frase con la que responde a Umbral es: “Yo soy hombre de un solo folio”, aludiendo a su capacidad para escribir de manera breve. Su prosea está compuesta de pinceladas breves, certeras y muy sintéticas. En sus artículos se plasmó su capacidad como crítico literario y cinematográfico. Con su crítica periodística acercó al gran público la literatura desconocida.

            Las pautas del buen periodista que él mismo estableció basándose en la experiencia, fueron publicadas en enero de 1943 en La Gaceta de la Prensa Española, no han dejado de tener vigencia incluso en la actualidad. Estas pautas fueron:

·Brevedad y concisión.

·Claridad.

·Exposición de una idea única, cada artículo ha de girar a una sola idea.

·Evitar la excesiva erudición, en busca de la admiración o del interés del lector.

·Narrar los hechos tal y como se ven, intentando atender a los hechos corrientes.

·No atacar bruscamente a nada ni a nadie, sino en todo caso, insinuándolo y contemplando las circunstancias.

·Lo que se defiende en el artículo periodístico ha de estar bien argumentado.

·No decantarse tajantemente, llamamiento a la ambigüedad.

2.7 Universalismo de Ortega y Grupo del 27.

            En el año 1914, se desarrolla la Primera Guerra Mundial que convulsionó Europa y la relación con los países del mismo. En este momento, es cuando en España se vuelven los ojos a Europa.

            En Europa se estaban produciendo el desarrollo de las vanguardias tanto en el arte, arquitectura, literatura y música. Algunas de ellas son: Surrealismo, Fauvismo, Dadaísmo, Futurismo, etc.

            En España empiezan a aparecer revistas y publicaciones europeas y algunas españolas que de alguna manera están indicando una nueva concepción del arte que tienen que ver con estas vanguardias. Junto a ello, comienzan a abrirse salas de arte donde no solo se dan exposiciones de pintura, sino que actividades culturales, conferencias, etc.

            De todo esto, podemos decir que tuvo mucha influencia en España ya que empiezan a afincarse dichas vanguardias en el país.

            En este período destaca mucho Ortega y Gasset, el cual parte de la idea de lo selecto y fue el introductor y el difusor de las vanguardias europeas. Donde el arte y el mundo artístico no es para mayorías sino para minorías, para un público selecto. Cuando habla de minorías selectas, se refiere a las minorías intelectualmente actas para captar y percibir los nuevos presupuestos artísticos que están surgiendo en Europa.

            Ortega y Gasset fundó la revista de Occidente y tuvo mucha importancia, ya que en este momento la literatura, la pintura y la música, aparecen fusionados al igual que se fusionan estas artes en la actualidad.

            El nuevo arte va a buscar una estética esmerada. Las nuevas tendencias artísticas parten del ideal de la obra bien hecha. Frente al arte realista, ahora nos situamos en que la obra artística y literaria no sea una copia de la realidad, sino que sea una superación de la misma. Se toma el mundo real como base, pero la obra literaria o artística tiene que consistir en la creación de un mundo artísticamente superior a la realidad misma.

            Para plasmar la realidad, únicamente hay que saber lo que es la vida, ahora hay que buscar una superación del mismo.

            Este ideal de la obra bien hecha puede aspirar a una obra intelectualmente bien hecha, o para algunos es lo mismo decir, estéticamente bien hecha. En uno y otro caso la obra artística al tratar no de copiar la realidad sino de copiarla, ha de ser una obra creativa en donde la originalidad creativa del propio artista ha de ser lo primero a valorar.

            Por tanto, una obra bien hecha, se basa en que no hay que representar lo que se vemos, sino que basándonos en la originalidad creativa, representar cómo lo vemos nosotros y no como realmente son. Nos encontramos pues, con lo pluridimensional y con la perspectiva múltiple que será la base de muchas vanguardias. Por su parte el esteticismo, se basará en la búsqueda de la belleza y la creación de un mundo de sensaciones a través de la pintura o la escritura.

            Si nos centramos en el mundo de la escritura destaca López de Ayala donde muestra a los personajes como él los ve, no como realmente son. Estos personajes se caracterizarán por ser pluridimensional.

            En la obra de Gabriel Miró, incluso aparecen las sensaciones olfativas y afectivas, recreando un mundo total de sensaciones y de esteticismo.

            Estas corrientes estéticas están abriendo los horizontes de la cultura y la literatura española, frente a lo que son las vanguardias o una mentalidad artística y literaria universalista y europeísta.

            A partir de aquí surgen revistas poéticas, destinadas a la publicación de jóvenes escritores y que sirven de ensayo de sus primeras publicaciones.

            Estos artistas literarios, influenciados por las vanguardias, se preocupan enormemente de la poesía bien hecha, o como ya dijimos de la obra bien hecha. En este sentido, van a admirar el cultivo poético y el valor de la metáfora de Góngora del siglo XVII debido al cuidado de las formas poéticas. Aquí es donde se aglutinan todos ellos para celebrar el tricentenario de la muerte de Góngora y se agrupan en lo que se conoce como el grupo de escritores del 27.

            Algunos de los escritores más importantes de este grupo son: Jorge Guillén, García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Pedro Salinas, Gerardo Diego, Vicente Alexandre, etc. Estos escritores abarcan todos los ámbitos de la literatura, incluso el periodismo.

            Federico García Lorca, es poeta, dramaturgo, conferenciante, pintor, pianista, folklorista y periodista. En sus artículos sobre todo habla del nuevo arte y de la forma de hacer literatura. 

            También ocurre lo mismo con Pedro Salinas, el cual el ensayista y periodista, donde muestra su visión nueva de la obra literaria.

            Son escritores muy afincados a la revista periódica, donde además de mostrar sus escritos personales, son muy importantes sus artículos sobre el mundo cultural: Poesía, representación teatral, arte, etc. Escribieron sobre todo en la revista Litoral.

Este grupo del 27 se caracteriza por su cuidado por la obra poética, su atención al mundo artístico que les lleva a cultivar diferentes vanguardias: Futurismo en el caso de Pedro Salinas, Surrealismo en el caso de Lorca, Creacionismo en el caso de Gerardo Diego, etc. Esto no es obstáculo para que esta preocupación por la obra bien hecha no quita para que se de entrada al mundo de los sentimientos, debido a que la poesía siempre va ligada a los sentimientos.

            Así, muchos de ellos cultivan el amor a su tierra y su unión geográfica como es el andalucismo de Lorca y de Alberti. El andalucismo de Lorca muestra mucho el mundo del campo andaluz así como la vera de Granada. El andalucismo de Alberti, en cambio, está vinculado a su mar de Cádiz, que mira con nostalgia y añoranza debido a su marcha de allí.

            El poeta Pedro Salinas, se destaca por representar el amor a la mujer amada con la que entabla una fusión del tú y el yo, en el nosotros amoroso.

            Con la aproximación de la Guerra Civil española, los escritores empiezan a tomar conciencia de lo que va a ocurrir. Así, ellos como poetas que son, implicados en la sociedad, que adentran en estos conflictos del momento. Esto significa que llegado el estallido de la Guerra Civil, un poeta muere que es García Lorca, otro fallece en la cárcel que es Miguel Hernández, y los demás se exilian de España.

            Aquí ya no podemos hablar del grupo del 27 ya que a pesar de que los exiliados cultivaron mucho la literatura fuera de España, ya no se describían como grupo.

2.8 Novela española de Postguerra

Los años de la inmediata posguerra, en cuanto a la literatura de novela, es algo mediocre al no tener personajes con identidad, falta de estructura, falta de cuidado estilístico… Sin embargo hay algunas novelas que rompen con la mediocridad dada como La familia de Pascual Duarte de Cela, Nada de Carmen Laforet y La sombra del ciprés es alargada de Delibes.

Estos autores escriben sobre un antihéroe en una realidad trivial, el mundo real, la calle. Ofrecen una mayor entidad y categoría narrativa, estilística, etc. a sus personajes y sus obras. Se da un planteamiento existencial en los personajes.

Avanzamos hacia los años 50 donde nos encontramos con las relaciones entre España y EE.UU., se comienza a salir de la situación de aislacionismo en la que se situaba España. La novela comienza a restaurarse a partir de la novela realista.

Camilo José Cela publica La colmena donde se plantea la encarnación de una realidad de todos, no de un solo individuo como ocurre con La familia de Pascual Duarte. Necesitará un proceso narrativo que le permita incorporar en una misma realidad narrada esta galería de personajes. Para ello, se basa en el modelo de las corrientes narrativas europeas del momento que consisten en agrupar los 360 personajes mediante flashes fotográficos de cada uno de ellos. En estos flashes se limitan los personajes en un espacio en concreto (Madrid) y en un tiempo determinado (3 días). Se crea así un fresco que da la impresión de simultaneidad, de que todo está sucediendo al mismo tiempo.

Esta ampliación del realismo en la novela, deja claro al lector cómo vive la sociedad española madrileña en unos años determinados. Para saber cómo viven, hay que centrarse en el dato común de todos los personajes: el aburrimiento, la falta de unos ideales, de unos objetivos; su vida se limita a pretender sobrevivir. Recurren al sexo para escapar de la realidad tan aburrida, pero hasta el sexo también lo es. La colmena marca un hito al representar la realidad de un conjunto de personas.

La segunda mitad de los 50 se centra en la obra El Jarama de Sánchez Ferlosio. Marcó hitos en la técnica narrativa. Avanza a la hora de representar la realidad del conjunto, pero esta plasmación siempre es subjetiva ya que depende del novelista. Sánchez Ferlosio intenta ampliar esta visión y no centrarse en la visión subjetiva del autor de la obra, si no intentar ser más objetivo (influencia del behavorismo) plasmando todas las conductas dadas en la realidad. La novela emplea la técnica de la cinta magnetofónica registrando en papel los diálogos dados entre los personajes, no hay intervención del autor de la obra, se centra en transcribir lo que dicen los personajes, ellos son los que van creando la novela.

Al comienzo de los años 60, con una censura algo menor, nos encontramos con autores que apuestan por la denuncia del régimen del momento utilizando las mismas anteriores del conductismo y el behavorismo: Es la novela crítico-social que refleja una realidad injusta.

En estos momentos, la novela comienza a ser un estilo literario algo cansado, siempre son el mismo tipo de personajes, las mismas denuncias, la misma estructura de diálogo en papel. Será en este momento cuando surge la novela de Tiempo de Silencio de Martín Santos.  Recupera la realidad social centrándose en un personaje principal, se recupera el argumento (no la mera trascripción de los personajes), el autor describe, se utiliza el monólogo interior…

Tras esta obra se va rehabilitando el género de la novela en la que surgen muchas obras.

Con el paso del tiempo, se llega a los 80 con las novelas intimistas, novelas que se centran en el subconsciente en el interior de la persona, uso de la cinta magnetofónica pero con intención de mostrar los pensamientos de un personaje. Hay una orientación estilística y estética explorando nuevos métodos de realización de una novela, no se ponen trabas a nuevos temas o técnicas de escribir, aumentan las técnicas de escribir.

También se vuelve a la unión entre la literatura y el periodismo, o la literatura como tema propio para hacer una obra (la literatura dentro de la literatura, la metaliteratura).

Miguel Delibes.

            Delibes fue novelista y periodista de Valladolid y se encuentra vinculado con el periódico El Norte de Castilla al empezar como caricaturista y más adelante como redactor. Al final, cerca de los años 60 llegó a ser director de este diario, aunque pronto tuvo que dejarlo por problemas familiares. Aún así, nunca dejó de colaborar con El Norte de Castilla.

            En este autor existen unas preocupaciones constantes que revierten en los temas narrativos. Estas preocupaciones podemos rastrearlas en sus novelas y en sus artículos periodísticos:

La muerte, donde se refiere a la muerte ajena, es decir, a la de aquellos seres cercanos a uno mismo y a la cadencia que se siente cuando estos seres faltan.

La relación del hombre con su entorno, es decir, la falta de solidaridad y de amor de unos con otros. En una palabra, genera en el hombre, el abandono de unos seres favorecidos con respecto a otros seres más desfavorecidos.

La agresividad y la violencia del hombre y de las sociedades humanas. Esto lo concretiza en el tema de las guerras. Una temática muy frecuente en sus obras. Estos temas de guerra, por ejemplo con la Guerra Civil, no lo trata analizando los hechos, sino las malas consecuencias que ese enfrentamiento ha tenido entre los hombres y las secuelas de la sociedad española que tanto tardan en desaparecer.

La injusticia social y las desigualdades sociales de todo tipo.

Delibes se centra en el paisaje, y en la Tierra. Se preocupa mucho por el mal trato de la naturaleza provocado por el hombre. Aquí establece el razonamiento de que este mal trato que hace el hombre a la naturaleza, pronto se volverá en su contra.

Todas estas características, se refieren a la situación del hombre con el mundo en el que éste se mueve, es decir, el escenario. Todas estas características son temas narrativos del autor.

Si nos centramos en estos temas, podemos observar en Delibes que siempre hay un núcleo de atención, que es la preocupación por el hombre. En este autor, no se origina un planteamiento de la propia existencia humana (pensamiento filosófico), ni un tratamiento poético, etc.

La preocupación del hombre de Delibes se refiere a su manera de vivir en el mundo y por tratar de mejorar sus condiciones de vida, mirando al hombre como un ser cercano y próximo. Todo ello se resuelve en su narrativa en que todos los temas anteriores y esta preocupación por el hombre se revierten en su novela de forma que se puede decir, que Delibes es un novelista de personajes. Esta condición de novelista de personajes nunca estará eclipsada. Los recursos estilísticos y la técnica narrativa la utilizará según la temática que se trate y lo que nos quiera narrar acerca de la preocupación del hombre el diálogo con la vida del mismo.

·Trayectoria literaria de Miguel Delibes.

Con La Sombra del Ciprés es Alargada, Delibes gana el segundo premio Nadal. En esta obra aborda el tema de la muerte. Este premio le forzó a seguir escribiendo más novelas y termina su segunda obra en El Camino.

En El Camino, Daniel recuerda a lo largo de una noche, todo lo que ha sido su vida en el pueblo ya que a la mañana siguiente tiene que ingresar en un internado para, según dice su padre, progresar. Esta situación le produce el dolor al tener que abandonar el pueblo y a sus seres queridos.

Esta novela ya tiene un matiz muy importante en la literatura, donde Delibes se adentra en la mente de un niño de once años. Se mete en su propia piel y se expresa como un niño lo haría. Sabe poner voces a cualquier persona y meterse en la piel de aquel que está contando su propia vida.

Tras su segunda novela, vuelve a la técnica tradicional de narrar. Seguidamente escribe Mi Idolatrado hijo Sisí y es en esta novela donde ya está introduciendo material narrativo cuyos elementos no son propios de la novela. Así, al comienzo de cada capítulo aparece un texto periodístico correspondiente al día en el que ocurre la acción narrativa.

A finales de la década de los 50 y los 60, escribió La Hoja Roja, Diario de un Cazador, Diario de un Emigrante.

En La Hoja Roja, es donde narra el encuentro de dos soledades. El anciano don Eloy y su chica de servicio, Desi. Ambos protagonizan esta historia de su encuentro, sentados en una cocina mientras ella realiza sus labores y don Eloy le cuenta sus historias.

El Diario de un Cazador, es concebido para Delibes como dar una rienda suelta a su pasión que es la caza.

Cuando le entregan a Delibes el manuscrito de su obra, él se marcha de viaje a Sudamérica y empieza a ver todo el paisaje de allí con los ojos de Lorenzo, el protagonista de Diario de un Cazador. Así a la vuelta, escribirá Diario de un Emigrante.

A finales de los años 60, debido a temas conflictivos con la libertad de prensa y la libertad de expresión, el escritor decide abandonar el periódico para el que escribía. Tras retirarse, cayó en una profunda depresión.

Tras superar su depresión, es cuando escribe sus tres obras clave: Las Ratas, Cinco Horas con Mario y Parábola de un Náufrago. Estas tres obras son la libertad absoluta de escritura para Delibes.

En Las Ratas, denuncia la situación de los trabajadores del campo y la gran dureza a la que se exponen durante el verano que puede significar la falta de alimentos durante un año entero.

La segunda novela de esta década es Cinco Horas con Mario, donde aparece el monólogo interior. Carmen vela el cuerpo de su marido que acaba de fallecer y es donde empieza a reprocharle todos aquellos aspectos de la vida que les han distanciado tanto y que ella no comparte (el talante liberal de Mario y el talante conservador de Carmen). Se produce una mezcla de todos los tiempos propio del discurrir del pensamiento: Pasado con presente, presente con pasado, etc.

La tercera novela de esta década es Parábola de un Náufrago, donde escribe sus viajes que ha realizado por Europa y de sus experiencias, y donde escribe sobre las dictaduras de izquierdas que se suceden.

En la década de los 70, se ve muy afectado por la incertidumbre de cómo será el cambio de régimen político debido a la muerte de Franco, así como la muerte de su esposa, Ángeles de Castro.

Esto se verá influenciado en su actividad periodística que la deja por momentos. Al salir de esta crisis, el autor escribe Los Santos Inocentes y El Disputado Voto del Señor Cayo.

En El Disputado Voto del Señor Cayo, se cuenta la situación por la que pasa una serie de jóvenes estudiantes cuando van a conseguir votos para unas elecciones. AL llegar a un pueblo se encuentran con el único habitante que es el señor Cayo. Este ser es analfabeto y su esposa es muda, pero tiene un verdadero conocimiento del entorno en el que vive. Se enfrenta el conocimiento del mundo rural, frente al mundo cultural de los estudiosos y los intelectuales.

Los Santos Inocentes es el encuentro de dos grupos humanos: Los sencillos y los vanos en un espacio concreto que es un cortijo andaluz. Trata a los propietarios del cortijo como grupo humano, frente a los sirvientes.

En los años 80 y 90, tenemos en el autor una serie de libros nostálgicos debido a la avanzada edad del autor. Vuelve los ojos atrás recuperando todo el mundo que ha quedado en el pasado, mirándolo con nostalgia.

Estos temas tratan aspectos fundamentales:

·La Guerra Civil española. Este aspecto se ve tratado en Madera de Héroe. Se caracteriza porque no fue un enfrentamiento entre buenos y malos, sino una lucha entre hermanos. Aquí puso sobre la mesa el concepto de heroicidad sobre la guerra española: La heroicidad no va ligado a la causa, sino la madera de hombre mismo que cree en una causa y que la defiende.

·Homenaje a su difunta esposa. Señora de Rojo sobre el Fondo Gris. Es una recuperación de la memoria de lo que fue su esposa. Donde la trata como a una mujer que con su presencia, alegraba la dura tarea del vivir.

·También vuelve la vista con su personaje favorito: Lorenzo. Así escribe Diario de un Jubilado.

Aquí finaliza su obra principal a parte de todos los libros de viajes que escribió, y toda su actividad periodística donde se muestra presente todo lo dicho con anterioridad y los libros de caza y pesca.

Su última novela que salió a la luz, calificada como novela total, es decir, aquella que recoge todas las perspectivas narrativas de toda su etapa literaria. Estamos hablando de El Hereje, un homenaje a Valladolid, su ciudad. Y un homenaje a su personaje maltratado por la vida, incomprendido y solo, que fue ejecutado por la Inquisición en Valladolid, Cipriano. Los hechos que se muestran en esta novela, son reales.