Fernando VII fue rey de España entre el 19 de marzo y 6 de mayo de 1808 y entre 1814 y 1833. Era hijo de Carlos IV, con quien mantuvo muy malas relaciones y contra quién conspiró para derrocarlo. Tras su vuelta a España, Fernando VII restableció el Absolutismo. Este restablecimiento se realizó, entre otras causas, por la convocatoria del congreso de Viena que tenía como objetivo restablecer el orden político y social anterior a la revolución francesa.

Sus protagonistas fueron por un lado Francia y las grandes potencias vencedoras frente a Napoleón. Los resultados de este congreso fueron un nuevo mapa europeo, se confirma el principio de legitimidad derecho de las dinastías sobre el territorio en el que históricamente habían reinado y la creación de la Santa Alianza para que intervenga en cualquier país que vea amenazada su estabilidad por la revolución.

El reinado de Fernando VII

Se caracterizó por varias fases de conflicto entre liberales y absolutistas, estas se conocen como, la primera restauración o Sexenio Absolutista (1814-1820), El Trienio liberal (1820-1823) y La reacción absolutista o Década Ominosa (1823-1833).

La primera etapa (Sexenio Absolutista)

Coincide con El regreso del “EL deseado” a principios de 1814 cuando grupos absolutistas le entregan el manifiesto de los persas en el que reclaman la vuelta al absolutismo. Por ello decreta La promulgación del decreto del 4 de mayo donde se anula la constitución de 1812 y las reformas aprobadas por las cortes, se disuelven las cortes y se detienen a los liberales más importantes.

La segunda etapa (Trienio liberal)

Se inicia con el pronunciamiento militar de Riego en Las Cabezas de San Juan provocando que el rey jure la constitución de 1812 y el establecimiento de un Estado liberal.

El programa del gobierno liberal

Se basó en el restablecimiento de la constitución de Cádiz y de las leyes aprobadas por las cortes de Cádiz, la supresión definitiva de la inquisición, la abolición del régimen señorial, la supresión de los mayorazgos, la reducción de monasterios y órdenes religiosas, se crea la primera legislación de enseñanza y el primer código penal, la división de España en 52 provincias y la creación de la Milicia Nacional.

La reacción absolutista o Década Ominosa

Destacó por las detenciones y ejecuciones de la mayoría de los liberales que se exiliaron, la reestabilización de las instituciones de la monarquía absoluta pero evolucionando hacia un reformismo moderado donde las reformas eran de carácter técnico. Los ultraconservadores fueron la oposición más beligerante, el movimiento campesino de Malcontents en Cataluña se sublevó frente a la política más reformista del gobierno. Al final de este periodo, estalla la I Guerra Carlista.

Personalidad de Fernando VII

En relación a la personalidad del monarca es importante resaltar su perseverancia por introducir el absolutismo con el único objetivo de hacer suyo el poder absoluto sin perder ni un solo privilegio. El liberalismo trajo una serie de avances para el pueblo español. A nivel político, los liberales buscaban eliminar la monarquía absoluta, los títulos nobiliarios, la confesionalidad del Estado y el derecho divino de los reyes y fundar un nuevo sistema político basado en la democracia representativa y el Estado de derecho. A nivel ciudadano se introdujo una libertad social más plena. Y a nivel de derecho se produjo un desarrollo de los derechos individuales y, a partir de estos, el progreso de la sociedad.