Retrato del hombre del turbante rojo

FICHA TÉCNICA

AUTOR: Jan Van Eyck FECHA: 1422-1429 UBICACIÓN: Catedral de San Bavón, Gante (Bélgica) TÉCNICA: Óleo sobre tabla ESTILO: Primitivos flamencos

ANÁLISIS

El Hombre con turbante rojo es uno de los retratos más famosos de Van Eyck, y como la mayoría, de identidad desconocida, lo que ha levantado todo tipo de teorías. Muestra un rostro serio y realista, en el que se deja constancia de las arrugas y la dureza de la expresión, y en el que se deja todo el efecto pictórico sobre el brillante color rojo del turbante. En el marco, que es el original de la época, encontramos las habituales citas del artista: la firma, la fecha y su lema ‘Als ich Kan’, es decir, ‘lo mejor que puedo’.


Descendimiento

FICHA TÉCNICA

AUTOR: Rogier Van Der Weyden FECHA: 1435 UBICACIÓN: Museo del Prado, Madrid DIMENSIONES: 220x252cm TÉCNICA: Óleo sobre lienzo

ESTILO: Primitivos flamencos

ANÁLISIS

Es considerado el cuadro más importante de este pintor. Se trata de la tabla central de un tríptico del que se han perdido las tablas laterales. Los personajes se disponen con arreglo a un único plano, no encontramos perspectiva que nos cree la ilusión de lejanía, sólo existe el primer plano. Esta falta de perspectiva es compensada por la poderosa corpulencia de las figuras, lo que, junto con un dibujo muy marcado, un ligero sombreado tras los personajes y unos pliegues en los paños muy volumétricos y muy angulosos, nos produce una sensación de tridimensionalidad de tal intensidad.


Jardín de las delicias

FICHA TÉCNICA

AUTOR: El Bosco FECHA: 1500-1510 UBICACIÓN: Museo del Prado, Madrid DIMENSIONES: 206×386 cm TÉCNICA: Óleo sobre tabla ESTILO: Primitivos flamencos

ANÁLISIS

Se trata de la obra cumbre del pintor holandés El Bosco, incluida en la exposición permanente del Museo del Prado. Es un tríptico compuesto por una tabla central y dos laterales, realizado en óleo sobre tabla. En la historia del arte es considerada como una de las obras más fascinantes, misteriosas y atrayentes. Es una obra de gran simbolismo, que todavía no ha sido completamente interpretada. Sin embargo, se le atribuye una intención moralizante, comprensible por la gente de la época. El rey Felipe II, adquirió el cuadro.
El tríptico trata de la progresión del pecado y de su castigo. Abierto, en la tabla izquierda se representa al fondo la Fuente de la Vida y en primer plano el jardín del Edén, cuando Dios acaba de crear a Eva, y se la está presentando a Adán, se ha interpretado como una representación de los males del universo que comenzaron con la mujer, continuando con esa idea Medieval; en el panel central se representa un falso paraíso en el que la humanidad ya ha sucumbido al pecado, especialmente a la lujuria y se dirige a su perdición; y por último, en el panel izquierdo aparece el castigo en el infierno, observamos una ciudad en llamas en lo alto e instrumentos musicales transformados en instrumentos de tortura. La imagen que muestra el tríptico cerrado se ha interpretado como el tercer día de la creación, ya que el número tres era considerado un número completo que encierra el principio y el fin.

En todo el cuadro es importante la línea, la minuciosidad para realizar figuras pequeñas y los detalles. Los colores están supeditados a la temática: en el Paraíso predominan los tonos amarillos y verdes, y en el infierno el negro y el rojo.


Tríptico del Carro del Heno

FICHA TÉCNICA

AUTOR: El Bosco FECHA: 1500-1516 UBICACIÓN: Museo del Prado, Madrid DIMENSIONES: 135×100 cm TÉCNICA: Óleo sobre lienzo ESTILO: Primitivos flamencos

ANÁLISIS

El cuadro El carro de heno es una obra maestra y en ella se representa una escena campestre llena de simbolismo y misterio. El autor utiliza colores brillantes para crear una sensación de movimiento y dinamismo. Cada detalle del cuadro tiene un significado simbólico, desde las figuras humanas hasta los animales y plantas que se encuentran en el paisaje.

El carro representa la codicia y avaricia, que atrae a una gran cantidad de personas, siendo la intención del pintor transmitir un mensaje moralizante.
Por lo que respecta al dibujo, la técnica de El Bosco consiste en la realización de un dibujo a pincel con un medio líquido fluido. Un dibujo que se realiza de manera rápida y con trazos simples y esquemáticos.

Los rostros se transforman en caricaturas, siendo apenas unos breves trazos para sugerir los detalles de los rostros. También se remarcan los contornos de las figuras y los pliegues de las vestiduras. Solo algunas figuras reciben un tratamiento más detallista y modelado como, por ejemplo, los ángeles.

Por otra parte, hay elementos que se dibujan pero no se pasan a color, existiendo también varias rectificaciones y variaciones entre los dibujos y la capa pictórica. El tríptico cerrado muestra a un peregrino que, en su camino por la vida, se va apartando de las tentaciones como la avaricia y la lujuria. Sin embargo, el tríptico abierto muestra cómo los pecados del hombre le conducen al infierno.