La Generación del 27: Un Legado Poético Inmortal en la Literatura Española del Siglo XX
Entre 1918, año en el que comienzan a desarrollarse los movimientos de vanguardia en España, y 1936, la literatura española conoció un momento de esplendor. De entre los muchos escritores que publicaron durante estos años, destacó un grupo de poetas en los que, a pesar de las profundas diferencias que separaban su obra, se advirtieron desde muy temprano unas inquietudes y unos gustos estéticos comunes, llegando a constituir muy pronto un grupo de verdaderos amigos.
Comenzaron a publicar entre 1920 y 1930. Desde entonces se les han adjudicado diversos nombres: “Generación de la Vanguardia” por considerar que fueron estos poetas quienes trajeron y asimilaron todas las novedades literarias europeas del momento; “Generación de los Años Veinte”, “Generación del 21″… La denominación más aceptada ha sido la de la Generación del 27.
¿Por qué el año 1927? La Cohesión de un Grupo Literario
El Homenaje a Góngora: Un Punto de Encuentro
El acontecimiento que más contribuyó a dar cohesión a todo el grupo fue la celebración en 1927 del tercer centenario de la muerte de Góngora. Frente a la indiferencia de las instituciones oficiales (RAE), todos ellos (excepto Emilio Prados), dedicaron al poeta cordobés ensayos, conferencias, libros de homenaje y ediciones críticas. Hay que precisar, sin embargo, que estos poetas nunca imitaron directamente a Góngora. Se limitaron a reivindicar su figura y a reinterpretar las metáforas gongorinas, aportándoles un carácter más intuitivo y menos racional (por ejemplo, en la obra de Gerardo Diego).
Madurez Literaria y Revistas Clave
Debe tenerse en cuenta también que en 1927 y 1928 la mayor parte de los poetas del 27 habían alcanzado la madurez literaria y habían publicado o publicaron libros fundamentales. También por estas fechas aparecieron diferentes revistas en las que casi todos ellos colaboraron (Revista de Occidente, La Gaceta Literaria, Litoral…).
Rasgos Comunes y Contexto de la Generación del 27
Lugares de Encuentro y Convivencia
La Residencia de Estudiantes de Madrid era un lugar privilegiado de encuentro: allí vivían algunos y allí acudían todos, atraídos por sus tertulias y actividades culturales. Otro lugar de convivencia era el Centro de Estudios Históricos, donde varios trabajaban y compartían el fervor por autores medievales y clásicos.
La Importancia de las Antologías y la “Poética”
La antología Poesía española 1915-1931, preparada por Gerardo Diego (1932), fue de gran importancia. Junto a algunos maestros anteriores (Unamuno, Machado, Juan Ramón Jiménez), apareció un significativo muestrario de la obra realizada hasta la fecha por los poetas del 27. Las explicaciones sobre la “poética” de cada autor componían un manifiesto de la nueva poesía.
Perfil Socioeconómico y Cultural
La mayor parte de ellos fueron profesores de instituto, críticos y eruditos a la par que creadores. La situación económica desahogada que les proporcionaba provenir de familias burguesas les permitió entregarse a sus aficiones literarias, editar sus propias obras, viajar al extranjero y mantener un estrecho contacto con las innovaciones literarias que se producían en Europa por esos años.
Trayectoria Literaria: Etapas de la Generación del 27
Pueden establecerse en la trayectoria que siguieron todos estos poetas algunos rasgos comunes, de forma que pueden agruparse en tres etapas:
Primera Etapa (hasta 1927-1928): Vanguardia y Poesía Pura
En sus producciones se notaba la presencia de tonos becquerianos, así como posmodernistas, si bien se dejó sentir pronto el influjo de las primeras vanguardias: Ultraísmo y Creacionismo. A la vez, el magisterio de Juan Ramón Jiménez los orientó hacia la “poesía pura”, por lo que en ocasiones fueron acusados de fríos, herméticos, deshumanizados. No obstante, lo humano había penetrado en su poesía a través de la lírica popular (Lorca, Alberti…). Paralelamente, la sed de perfección formal los llevó hacia los clásicos (los místicos, Góngora), como se ve en Cernuda, Alberti o el Cántico de Guillén.
Segunda Etapa (hasta la Guerra Civil): Rehumanización y Surrealismo
Comenzó a notarse un cansancio del puro formalismo y se inició el proceso de rehumanización (más rápido en unos que en otros). Coincidió con la irrupción del Surrealismo, radicalmente opuesto a la “poesía pura”. De este modo, pasaron a un primer plano los más hondos sentimientos humanos: amor, frustraciones, inquietudes existenciales o sociales. Gracias a las técnicas surrealistas, se abría ante estos poetas la posibilidad de expresar con entera libertad sus conflictos íntimos, así como prestaron atención al mundo contemporáneo (Espadas como labios de Aleixandre, Los placeres prohibidos de Cernuda, Poeta en Nueva York de Lorca o Sobre los ángeles de Alberti). No hay que olvidar la importancia que tuvo la llegada a España en 1935 del poeta chileno Pablo Neruda, en cuya revista Caballo Verde para la Poesía publicó un editorial contra la poesía pura. De ahí arrancó el distanciamiento de Juan Ramón con los poetas del 27.
Tercera Etapa (después de la Guerra Civil): Exilio y Humanismo Angustiado
Tras la Guerra Civil, Lorca había muerto. Los demás (excepto Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego) partieron a un largo exilio en el que el grupo se dispersó. Cada cual siguió su rumbo, pero ninguno abandonó ya los caminos de una poesía esencialmente humana. Con el tiempo, la nota dominante fue la nostalgia de la patria perdida. En España, la poesía derivó hacia un humanismo angustiado con tonos existenciales (Hijos de la ira, Dámaso Alonso). Todos ellos siguieron en plenitud creadora hasta una edad avanzada. Por la concentración de autores y obras de calidad, cuando se hizo referencia a este periodo, se habló de una Edad de Plata de nuestra literatura (J. C. Mainer).
Integrantes y Alcance de la Generación del 27
Aunque no existe total unanimidad en ello, los poetas que integran esta generación son:
Poetas Masculinos Destacados
- Pedro Salinas, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Jorge Guillén, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre.
Las Mujeres del 27: “Las Sinsombrero”
- No obstante, la Generación del 27 también contó con autoras de gran talento: Ernestina de Champourcin, Rosa Chacel, María Zambrano, Concha Méndez, Josefina de la Torre y María Teresa León.
- Muchas de estas mujeres, aunque dejaron sobrada muestra de su talento, quedaron relegadas al anonimato durante años. Hoy comienza a recuperarse su memoria con el proyecto Las Sinsombrero.
Expansión del Grupo a Otras Artes
Algunos críticos van más allá y consideran que el Grupo del 27 no es un movimiento exclusivamente literario, sino que puede y debe abrirse a otras artes. Por esa razón entienden que artistas como Luis Buñuel o Salvador Dalí deben formar parte de la nómina del Grupo, así como pintoras como Maruja Mallo o escultoras como Marga Gil.