Restauración de la monarquía borbónica en España

Durante el Sexenio Democrático y el gobierno de Serrano, se preparó cuidadosamente la restauración de la monarquía borbónica con Alfonso XII, liderada por Antonio Cánovas del Castillo. Cánovas fundó el partido alfonsino, con un programa centrado en el liberalismo y la lealtad al príncipe Alfonso, atrayendo a las clases medias y altas con la promesa de ‘Paz y orden’. La abdicación de Isabel II en favor de su hijo en 1870 facilitó el proceso.

El objetivo de Cánovas era establecer un ejército subordinado al poder civil y a la constitución, aunque el pronunciamiento de Martínez Campos supuso un desafío. El Manifiesto de Sandhurst, redactado por Cánovas y firmado por Alfonso, recogió las ideas básicas del proyecto restaurador: carácter abierto e integrador de la monarquía absoluta, tradición católica compatible con la libertad y la creación de una constitución duradera.

El plan de Cánovas recibió apoyo del lobby esclavista en las Antillas. Las bases ideológicas del sistema incluían: el pragmatismo, defensa de la ‘constitución histórica/interna’ de España, mantener la monarquía como esencial para la identidad nacional, soberanía compartida entre el rey-Cortes, ejército apartado de la política y un sistema electoral basado en la abstención y en el falseamiento electoral.

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El sistema de la Restauración se basó en una nueva constitución y en el turno pacífico en el poder de 2 grandes partidos. La Constitución de 1876, vigente hasta 1923, logró la estabilidad, carecida desde 1808, con 89 artículos. Fue aprobada por las Cortes surgidas de elecciones con sufragio universal.

Basada en el principio del pacto, dejaba el sufragio y la cuestión religiosa en manos del partido en el poder. Sus rasgos esenciales incluían: la soberanía compartida rey-Cortes, la monarquía como médula esencial del poder y el rey como poder moderador, soldado y jefe del ejército, regulando los 3 poderes. También 2 leyes electorales que desarrollaron el derecho de sufragio, recuperando el sufragio universal masculino. Y la cuestión religiosa generó debates, declarando al Estado como confesional y manteniendo el culto, introduciendo libertad religiosa limitada al ámbito privado.


El turno pacífico de dos grandes partidos, el Conservador liderado por Cánovas y el Liberal liderado por Sagasta, garantizaba el funcionamiento del sistema bipartidista. Otros partidos como los republicanos, los carlistas y los movimientos obreros socialista y anarquista, quedaban excluidos del poder. El turnismo se inició en 1881 con la demanda de Sagasta al rey para que su partido gobernara, inaugurando un relevo pacífico en el poder entre conservadores y liberales. Para lograrlo se acordó la manipulación electoral.

Joaquín Costa calificó el régimen de la Restauración como oligárquico y corrupto. El sistema caciquil se basaba en redes clientelares donde el cacique local actuaba como intermediario entre el gobierno y los gobernadores civiles, garantizando el triunfo del partido en el poder mediante la compra de votos, coacción y pucherazo, el proceso electoral caía en el gobierno y no en los electores ‘Al amigo, el favor, al enemigo, la ley’. Aunque en 1890 se introdujo con una nueva ley electoral, el sufragio universal para hombres mayores de 25 años, España seguía con fraude electoral, a pesar de estar a la vanguardia europea.

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Durante el reinado de Alfonso XII, el Partido Conservador liderado por Cánovas del Castillo dominó el gobierno de 1876 a 1881, buscando consolidar la monarquía restaurada y establecer un sistema político autoritario y centralizado.

El recorte de libertades de expresión y la censura en la prensa intentaron silenciar las protestas republicanas, y la limitación a la libertad de reunión en la ley de junio de 1880, dividiendo los partidos en legales e ilegales. Esta ley fue revocada por el Partido Liberal de Sagasta en 1881. Además, la ley electoral de 1878 redujo el censo de votantes considerablemente.

Alfonso XII optó por la alternancia en el poder, lo que llevó al ascenso del Partido Liberal de Sagasta en 1881. Este gobierno implementó medidas librecambistas, reorganizó el ejército, amplió la base electoral y otorgó libertades y derechos postergados por el Partido Conservador.


El gobierno de Sagasta finalizó en 1883 y la muerte del rey en 1885 inició el periodo de regencia de su viuda, María Cristina. Ante la falta de un heredero varón, se llegó a un acuerdo de turno pacífico, el Pacto de El Pardo, en el que Cánovas cedía el gobierno al Partido Liberal para evitar la vuelta de Isabel II al trono.

El ‘gobierno largo’ de Sagasta fue el más largo de la Restauración y se caracterizó por reformas liberales: Ley de asociaciones, que legalizó los sindicatos obreros y reguló la presencia pública de órdenes religiosas. Ley del jurado, favoreció la libertad de prensa al suprimir la censura previa. Ley de sufragio universal. El Código civil y la ley de procedimiento administrativo. Reforma del ejército, modernizándolo.

Esto marcó el período siguiente al asesinato de Cánovas y el desastre de 1898, cuando la crisis de las colonias, la cuestión social y el crecimiento de los regionalismos como nacionalismos desataron la crisis de 1898.

Al sistema canovista se opusieron diversos sectores sociales e ideológicos, como carlistas con el Carlismo, republicanos, nacionalismos periféricos y movimientos obreros anarquistas y socialistas.

El nacionalismo catalán y vasco se enfrentaron a la concepción uniforme y esencialista de la nación española de Cánovas. Surgieron 2 corrientes en el catalán: el republicanismo federal catalán y el signo conservador y corporativo. Además del nacionalismo vasco, liderado por Sabino Arana, quién fundó en 1895 el Partido Nacionalista Vasco (PNV). También en contra estaban la oposición republicana y el movimiento obrero.


En 1879, Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y en 1888 se creó la Unión General de Trabajadores (UGT). Durante la Restauración, el anarquismo se convirtió en la ideología obrera más influyente. Su oposición a cualquier forma de poder y la acción violenta contra miembros del gobierno lo convirtieron en una amenaza. Como el asesinato de Cánovas por un anarquista.

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En 1895, estalló la última guerra cubana, la explosión del acorazado Maine llevó a EEUU a declararle la guerra a España.

Tras la firma del Tratado de París en diciembre de 1898, España reconocía la independencia de Cuba, cediendo Puerto Rico y Filipinas a EEUU a cambio de 20 millones de dólares. La derrota no afectó al gobierno ni a la monarquía, pero hizo surgir el regeneracionismo, que buscaba mejorar la política, modernizar la sociedad y superar el atraso cultural.

Finalmente el nuevo rey Alfonso XIII juró la constitución en mayo de 1902, cerrando la etapa política del siglo XIX y legaba muchos problemas al nuevo siglo.

La dictadura de Primo de Rivera (1923-1931)

Desde 1917 el sistema político de la restauración está desprestigiado y bloqueado, por lo que crean un gobierno de concentración, y tras el desastre de Annual en Marruecos se realizó el informe Picasso, provocando enfrentamientos entre los políticos y el ejército. La economía iba fatal, y durante la primera guerra mundial los precios estaban muy altos, y tras acabar las exportaciones los precios no bajaron. Por todo esto la oposición al régimen se intensificó, había republicanismo, nacionalismos periféricos, con la Lliga y el PNV, el movimiento obrero y clases populares. El movimiento obrero adoptó el modelo soviético, que en España desencadenó el trienio bolchevique, además ocurrió la guerra social de Barcelona, el asesinato de Salvador Seguí y el Cardenal Soldevila y en Italia apareció el fascismo.

El 13 de septiembre de 1923 Miguel Primo de Rivera hace un pronunciamiento junto al manifiesto ‘Al país y al ejército español’. Lo hizo en nombre del rey y de España, triunfa con apoyos por ser conocido como ‘el cirujano de hierro’, prometiendo curar a España de todo mal, con discursos regeneracionistas y con apoyos militares, de empresarios, clases medias, UGT, PSOE y por políticos tradicionalistas. Los liberales, conservadores, CNT y PCE no lo apoyan, y los últimos piden una huelga que nunca llega. Entre el 23 y el 25 comienza un directorio militar, dirigido por Primo de Rivera, sobre el que recae el poder ejecutivo, y prácticamente el legislativo y judicial, junto a 8 militares.

Primo de Rivera no tenía un programa, sino un discurso regeneracionista, además declaró el estado de guerra por 2 años, suprime la Constitución y la Mancomunidad catalana, disuelve las Cortes, suspende partidos políticos y sindicatos e ilegaliza a los obreros radicales. Crea el Estatuto municipal del 24 contra el caciquismo, eliminando ayuntamientos y colocando juntas vocales, también crea el estatuto provincial del 25, un movimiento de patriotas y la Unión Patriótica Nacional, un movimiento antiparlamentario, católico y monárquico.

Primo es elegido alto comisario de Marruecos en 1924, en el mismo año se alía con Francia, que dará lugar al desembarco de Alhucemas contra Abd-el Krim, esto consolida el régimen. Cuando termina el estado de guerra incluye civiles en el directorio, además crea la Asamblea Nacional Consultiva, con 400 miembros designados por las Institución del estado, que intentan crear una Constitución Comparatista, y un instrumental político, que destruye el instrumental de la restauración. Primo de Rivera consiguió mucho desarrollo económico, pero quería una autarquía.

Para ello realiza mucho intervencionismo y funda el Consejo Superior de Trabajo, Comercio e Industria. Crea monopolios estatales como Telefónica o Campsa, y un plan para infraestructuras, conferencias hidrográficas, la red de carreteras nacional y obras de producción eléctrica y para el regadío en el Ebro. Consigue inversión extranjera y moderniza industrias, desarrollando la minería o siderurgia. Pero hace un presupuesto extraordinario y España se endeuda. Después ocurre el crack del 29 a nivel mundial, hundiendo la economía, la peseta y el sistema, que acaba con los créditos. El estado controla los conflictos sociales, con represión a la UGT y al PCE, y con la Organización Corporativa Nacional, un sindicato vertical, a la UGT, que organiza comités parlamentarios, mitad obreros y mitad patronos.

Más tarde se comienza una oposición hacia la dictadura de Primo que aumenta con el tiempo, a la dictadura se oponen los partidos dinásticos, los republicanos que en el 26 crean la alianza republicana, el rey, el PCE, la CNT y el PSOE que colabora al principio. Además el Estat Catalá intenta invadir España desde Francia, los intelectuales y universidades se suman a la oposición, creando el FUE, un sindicato republicano estudiantil, que hacen un manifiesto contra el rey y el gobierno.

Por último parte del ejército se opone, provocando levantamientos como el de la Sanjuanada. En 1929 hay una crisis económica, y en 1930 el rey hace declaraciones alejándose de Primo. Por todo esto Primo hace una cuestión de confianza al ejército, que no se la da a favor, y se va el 30 de enero de 1930. Tras Primo llegaron diferentes gobiernos impuestos por el rey, primero el de Berenguer, que intentó volver a la Constitución de 1876, pero los partidos estaban enfrentados y contra el rey. Además la Unión Patriótica Nacional tiene más poder. Entonces el 17 de agosto de 1930 se firma el Pacto de San Sebastián entre republicanos de derechas, izquierdas, centro, nacionalismos periféricos y después el PSOE. Este Pacto era una estrategia para echar a Alfonso XIII y restaurar la república, mediante una huelga y un levantamiento militar, pero fracasan porque en Jaca se levantan de antes y les descubren, deteniendo al Comité provisional republicano. El rey destituye a Berenguer y tras ofrecérselo a varios candidatos llega el Almirante Aznar, que reclama que sus ministros sean del comité provisional republicano, que proclama elecciones municipales. Tras estas elecciones que se toman como referéndum se ve que España quiere volver a una república, ya que en 41 de las 50 capitales ganan los republicanos o socialistas. Por ello Alfonso XIII se exilia, y se proclama la segunda república el 14 de abril de 1931.

Aníbal era con diferencia el primero de los jinetes y el mismo de los soldados de a pie. Iba en cabeza a la batalla, acabado el combate, se retiraba el último. Estas tantas virtudes del hombre las igualaban sus enormes vicios: crueldad inhumana, traición más que la púnica, nada de verdadero, nada de sagrado, ningún temor a los dioses, ningún juramento, ninguna religión.

Aníbal, dejando en Hispania a su hermano Asdrúbal, atraviesa el Pirineo. Los Alpes, todavía intransitables por esa parte, abre para sí mismo. Se cuenta que condujo a Italia ochenta mil soldados de infantería, diez mil jinetes y treinta y siete elefantes. Mientras tanto, muchos ligures y galos se unen a Aníbal. Sempronio Graco desde Sicilia atravesó el ejército a Rímini.

Viriato fue asesinado por los suyos después de haber liderado a los hispanos contra los romanos durante catorce años. Primero fue pastor, luego líder de bandidos y finalmente incité a tantas tribus a la guerra que se consideraba que España estaba en contra de los romanos. Y cuando los asesinos de Viriato permitieron una recompensa del cónsul Cayo Cepión, se respondió que nunca había sido del agrado de los romanos que los asaltantes fueran asesinados por sus propios soldados.

Siendo cónsules Marco Emilio Lépido y Quinto Catulo, al haber preparado Sila una república, incitaron unas nuevas guerras. Pues Sertorio, que era del partido de Mario, temiendo la fortuna de los demás, los cuales habían sido asesinados, avanzó las hispanias hacia una guerra.

Pues setenta y cuatro gladiadores, siendo jefes Espartaco, Crixo y Enomao, después de romper (las puertas de su) escuela en Capua, se escaparon y deambulando por Italia organizaron una guerra casi más importante (LITOTES: no más insignificante

) que la que Aníbal había promovido. Pues vencidos muchos generales y dos cónsules de los romanos al mismo tiempo, reunieron un ejército de casi sesenta mil hombres armados.

Excedebat: 3aprsn. Sng. Pretérito imperfecto del indicativo, activa. excedere, excedo, exceds, excessi, excessum. irse

Aequabant: 3aprsn. Plural. Pretérito imperfecto del indicativo, activa. aequo, aequas, aequare, aequavi, aequatum. 

Ibat: verbo sum , 3aprsn. Sng. Pretérito imperfecto del indicativo, activa. eo, is, ire, i(v)i, itum. ir

Traditur 3a persona, singular, presente, indicativo, voz activa. Trado, tradis, tradere, tradidi, traditum.

Adduxisse Infinitivo del pasado. Adduco, adducis, adducere, adduxi, adductum. 

Traiecit 3a persona, singular, perfecto, indicativo, voz activa. Traicio, traicis, traicere, traieci, traiectum. lanzar

Interfectus est:  Singular Masculino Pretérito perfecto Participio Pasiva. interficiô, is, ere, interfêcî, interfectum. matar

putaretur: 3ª persona Singular Imperfecto Subjuntivo Pasiva. putô, âs, âre, putâvî, putâtum. Considerar

interfici. pres, inf, pasiva.  interficiô, is, ere, interfêcî, interfectum. matar

Composuisset: 3ap, sg, pret. pluscuamperfecto, subjuntivo, activa. Compono, is, ere, composui, compositum.
Exarserunt: 3ap, pl, pret. perfecto, indicativo, activa. Exardesco, is, ere, exarsi, exarsum.

Occisus est: 3ap, sg, perfecto, pasiva. Occîdô, is, ere, occîdî, occîsum

-Effracto: participio de perfecto, effringor, effrinoi, effringeris, effractus sum . romper

vagantes: participio de presente, vagor vagaris , vagari, vagatus sum. ir de una parte a otra

victis: participio de perfecto. vinco , vincere, vici , victum. vencer


N. Inhumana crudelitas            Inhumanae crudelitates
V. Inhumana crudelitas            Inhumanae crudelitates
Ac. Inhumanam crudelitatem  Inhumanas crudelitates

G. Inhumanae crudelitatis       Inhumanarum crudelitatum

D. Inhumanae crudelitati         Inhumanis crudelitatibus
Abl. Inhumana crudelitate       Inhumanis crudelitatibus

Nominativo Ea pars       Eae partes                             Nominativo: multus dux
Acusativo Eam partem Eas partes                              Vocativo: multe dux
Genitivo Eius partis       Earum partium                     Acusativo: multum ducem
Dativo Ei parti              Eis partibus                            Genitivo: multī ducis
Ablativo Ea parte          Eis partibus                           Ablativo: multō duci

                                                                                        Dativo: multō duce

Nominativo populus populi                    Nominativo Miles Milites
Genitivo      populi populorum                Genitivo Militis Militum
Dativo        populo populis                    Dativo Militibus Militibus

Acusativo populum populos                 Acusativo Militem Milites
Ablativo    populo populis                    Ablativo Militibus Militibus

NOMINATIVO res publicae                      NOMINATIVO bellum novum
VOCATIVO res publicae                           VOCATIVO bellum novum
ACUSATIVO res publicas                          ACUSATIVO bellum novum
GENITIVO rerum publicarum                  GENITIVO belli novi
DATIVO rebus publicis                            DATIVO bello novo
ABLATIVO rebus publicis                       ABLATIVO bello novo


El autor en cuestión es Marcial, un destacado poeta latino conocido por su maestría en el género del epigrama. Se considera a sí mismo influenciado por Catulo y Domicio Marso. Recopiló más de 1.500 epigramas en varios libros, con prólogos en verso o prosa. Su obra más temprana fue el “Liber spectaculorum”, que trata sobre los festivales circenses durante el reinado de Tito.Escribió libros como “Xenia” y “Apophoreta” entre los años 84-85, que contenían versos para acompañar obsequios en las Saturnales. Posteriormente, entre los años 86-98, produjo once libros de epigramas que abordaban diversos temas literarios, sociales y personales.Regresó a su ciudad natal, Bílbilis, donde publicó doce libros de epigramas en el invierno del año 101. Su obra refleja la sociedad de su tiempo con penetración pero sin juicio moral, caracterizándose por la ironía sin irritación. Aunque sus epigramas obscenos y sus quejas sobre la “pobreza” pueden resultar repetitivos, su uso predominante del dístico elegíaco muestra su destreza en este género. A pesar de dedicarse exclusivamente al arte menor del epigrama, su influencia perduró a lo largo de la historia. En la Edad Media, se realizaron antologías de su obra, y durante el Renacimiento y el Barroco, autores como Navagiero y Gracián se vieron influenciados por él. También recibió admiración de figuras ilustres como Lessing y Goethe.


Historiografía

La historiografía tiene origen en Grecia durante durante los siglos VII y VI a. C. Nace de la palabra ἱστορέω que significa investigación. Será un griego, Polibio de Megalópolis, quien introduzca esta literatura en Roma. En Roma, la historiografía surge tras la Segunda Guerra Púnica en el siglo III a. C. con la intención de dar a conocer los éxitos de la ciudad y de transmitir las costumbres de los antepasados. Fueron los analistas los primeros historiadores latinos.

Características:  La historiografía relata los sucesos que han ocurrido en un determinado pueblo. Es el género de prosa más importante en Roma. Es menos rigurosa que la griega y de intención más moralizante. No se narran los hechos objetivamente, se juzgan y se cuentan desde el punto de vista del autor. Se utiliza como instrumento político. Este género se clasifica en: analistas, monografías históricas, comentarios y biografías. Se utilizan expresiones arcaicas. Se inicia con un prólogo con la intención del autor. La etnografía completa el relato histórico. Se explican racionalmente los mitos tradicionales.

Evolución: 

Las primeras obras historiográficas romanas fueron escritas en griego. Será Catón el Viejo, con su obra ‘Orígenes’ quien escriba la primera obra de este género en latín.

Se desarrolla por completo la historiografía a finales de la república y durante el imperio. De los historiadores más importantes en la evolución de la historiografía destacan, durante la época republicana:
Catón el Viejo. “Orígenes”, Julio César. “Comentarios de la Guerra de las Galias”. Salustio. “Conjuración de Catilina”
Más tarde, durante la época imperial:
– Tito Livio. “Ab urbe condita”
– Tácito. “Anales”
– Suetonio. “De vita Caesarum”


Se sabe poco sobre la biografía de Viriato,nació en el 139 a.C en Lusitania y antes de ser caudillo del ejército lusitano fue pastor actividad muy común en la península.En el 150 el pretor romano Galba les tiende una trampa en una entrega de tierra y sale vivo de milagro,en el 147 al estar cercado por el pretor Cayo consiguió romper las líneas defensivas.Al llevar la guerra hacia la meseta derrotó a Cayo Plaucio y a Claudio Unimano en Segóbriga pero en el 145 fue vencido en la batalla de Numancia y se replegó a Lusitania. En Lusitania venció en el año 141 al cónsul Serviliano y consiguió un tratado de paz con Roma pero enviaron a un ejército bajo el mando del cónsul Cepión que aprovechó una negociaciones con los lusitanos para sobornar a militares de alto rango cercanos a Viriato para que lo asesinen y así pasó tras su muerte la rebelión fue perdiendo fuerzas y en pocos años Roma se hizo con Lusitania.

Cornelio Nepote:

Es un autor que nace en Galia en el año 100 y muere en Roma en el año 25 a .C.,sobre este autor se sabe muy poco de su biografía. Sobre los ilustres hombres se conserva de los 16 libros solo el 3 y trata sobre personajes extranjeros y personajes de Roma. Sobre los historiadores latinosde esta obra solo nos ha llegado las vidas de Catón y de Ático

Cayo Salustio Crispo:

Salustio nació en la Sabinia,alrededor del año 86 a.C. Hizo carrera política en Roma primero en el grupo de Craso, y tras la muerte de éste, pasó a formar parte del «partido» de los populares liderado por César,fue expulsado poco después a consecuencia de las luchas políticas. La guerra civil entre César y Pompeyo le permitió regresar a la vida pública y ejercer cargos de cuestor, pretor y posteriormente, una gobernación en África. De regreso a Roma, en el 45, se vio envuelto en un proceso proceso por corrupción, que marcó su alejamiento definitivo de la política; desde ese momento su vida estuvo, al parecer, consagrada a la escritura de la historia, que según los prólogos de sus obras concebía como una tarea en la que continuaba sirviendo, aunque de manera diferente


TITO LIVIO (59 a.C – 17 d.C): Después de la victoria de Octavio, Tito Livio se integra al círculo de intelectuales liderado por Mecenas. Es conocido por su monumental obra “Ab urbe condita” en 142 libros, que narra la historia general de Roma desde su fundación hasta la época de Augusto. Livio retrata a Roma como la protagonista de su obra, exaltando las hazañas del pueblo romano y sus líderes. Su enfoque en glorificar el pasado romano refleja un profundo patriotismo y una convicción en el destino superior de Roma.

TÁCITO (c.55.c- 120): Tácito, destacado historiador del Imperio bajo los Flavios, aprovechó el período de relativa libertad durante los reinados de Nerva y Trajano para plasmar su visión crítica de la evolución del régimen imperial en su primer siglo de existencia. Sus obras más importantes son las “historiae”, que abarcan desde el año 69 hasta el final de la dinastía Flavia, y los “Annales”, que exploran la historia interna y externa de Roma desde la muerte de Augusto hasta la de Nerón. Además, Tácito escribió monografías como “Agrícola”, un tributo personal a su suegro, que también analiza las campañas militares en Britania, y “Germania”, donde describe las costumbres germanas en contraste con las romanas.


Oratoria y retórica. Origen y caracteristicas:

La oratoria en la antigua Roma era una habilidad crucial para la vida pública y política. El dominio de la palabra era considerado un arte llamado oratoria, que se aprendía a través del trabajo y la técnica. La retórica, como género literario, estudiaba discursos elaborados según sus reglas y se definía como el arte de hablar ante un auditorio para persuadirlo.

La retórica se originó en Grecia, desarrollada por los sofistas y sistematizada por Aristóteles. En Roma, se convirtió en una parte esencial de la educación para la política y la abogacía. Aunque hubo una oratoria primitiva que enfatizaba el contenido sobre la forma, la oratoria más elaborada y enfocada en la forma , terminó triunfando.

Obras: Grandes discursos:

Discursos de defensas particulares:  1. Verrinas: Cicerón acusa a Verres de extorsión en siete discursos demoledores. Verres se destierra antes del fallo del tribunal.
2. Catilinarias: Cicerón denuncia la conspiración de Catilina en cuatro discursos en el Senado, presionándolo para que abandone Roma.
3. Filípicas: Cicerón pronuncia sus últimos discursos contra Marco Antonio, que le cuestan la vida. Son qconsiderados sus mejores obras por su calidad oratoria.

Cicerón defendió o acusó a personajes políticos y sociales en discursos como: “Pro Archia poeta”, “Pro Ligario”, “Pro Milone”, “Pro Murena”, “Pro Marcello” y “Pro Sulla”.

Tratados de retoria: 1. Brutus: Cicerón presenta la historia de la elocuencia en Roma, desde sus orígenes hasta su época, precedida de un resumen sobre la elocuencia en Grecia.
2. De Oratore y Orator: Cicerón describe el concepto del orador ideal, destacando las cualidades innatas y la formación necesaria en áreas como leyes, historia, filosofía y literatura.