Imigrantes europeos en Estados Unidos y Canadá

El principal polo de atracción en América anglosajona fue Estados Unidos. El flujo migratorio hacia este país ha sido el más grande de toda la historia. Por su parte, Canadá también recibió un importante grupo de inmigrantes en este periodo. Entre la segunda mitad del siglo XIX y 1955, Estados Unidos desarrolló una flexible política de inmigración que posibilitó la llegada de alrededor de 40 millones de personas al territorio.

Desarrollo en Estados Unidos

En este país se conformó un amplio mercado interno con una gran variedad de actividades que generaron diversas oportunidades de trabajo en el campo y en la ciudad. Dos de los pilares de este dinamismo han sido la importante oferta de tierras para cultivar y el proceso de industrialización en las ciudades.

Destacados inmigrantes

Entre los inmigrantes se destacaron los irlandeses que huían de varias crisis en su país. Durante la Guerra Civil de Estados Unidos (1861-1865), el gobierno fomentó la inmigración de Europa, especialmente poblaciones de origen alemán, ofreciendo concesiones de tierra a los inmigrantes que sirvieron en el ejército para luchar en nombre de los Estados Unidos. En 1854, 2115 alemanes desembarcaron en puertos estadounidenses, muchos de ellos escapando de situaciones de conflicto político en Alemania. Entre estos inmigrantes había un gran número de profesionales (médicos, abogados, profesores, ingenieros).

Inmigrantes europeos en Argentina

Entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del XX, llegaron a Argentina varias oleadas de inmigrantes que conformaron el inicio de un proceso con gran influencia. Los primeros inmigrantes eran profesionales y gente con oficios diversos; luego, a partir de 1880, la ola migratoria fue masiva y trajo inmigrantes que en general provenían de zonas rurales. Estos inmigrantes se incorporaron como cosecheros, peones o productores agrarios, especialmente en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Mendoza y en el Alto Valle de Río Negro. Algunos llegaron a ser propietarios de tierras mediante la organización de colonias agrícolas y otros, en especial en el campo bonaerense, fueron fundamentalmente arrendatarios. Muchos de los que no pudieron acceder a la propiedad de la tierra se asentaron en la ciudad de Buenos Aires. El censo nacional argentino de 1895 registró 500.000 italianos, de los cuales 200.000 vivían en la ciudad de Buenos Aires.

Inmigraciones europeas en Brasil

En este país, durante las primeras décadas del siglo XIX, los inmigrantes de origen europeo, polacos, portugueses o alemanes, poblaron las zonas rurales dedicándose al sector agrícola, en el que aportaron nuevos conocimientos. Una parte de esta inmigración adquirió tierras en propiedad y se concentró en el cultivo y en la elaboración del café. Tras el fin del tráfico de esclavos y la necesidad de mano de obra para las plantaciones de café, se implementó una nueva política de fomento a la inmigración dirigida a los países europeos.

Políticas de fomento

Los gobiernos de los estados brasileños promovieron políticas para traer nuevos migrantes de otras partes de Europa. Italia, España y Alemania se convirtieron, junto con Portugal, en los principales países de origen de la emigración brasileña. Se calcula que en las dos últimas décadas del siglo XIX llegaron a Brasil cerca de dos millones de europeos.

La inmigración asiática

En las migraciones a mediados del siglo XIX y XX, también participaron grupos asiáticos, en especial de China y Japón. En gran medida, los grandes contingentes de población fueron atraídos para suplir la falta de mano de obra en las plantaciones, sobre todo luego de la abolición de la esclavitud. Estos inmigrantes fueron tratados prácticamente como servidumbre, tanto en el Caribe como en Perú y Panamá, a donde llegaron contratados. En Cuba, fueron clave para el desarrollo de las plantaciones azucareras; en Panamá, constituyeron la mano de obra más activa para las construcciones del canal; en Canadá y los EE. UU., en la construcción de las líneas de los ferrocarriles. Sin embargo, en el transcurso del siglo XX, los inmigrantes asiáticos, tanto chinos como japoneses, se consolidaron en el continente americano en varios países, muchos se convirtieron en propietarios de tiendas de importación, restaurantes y fábricas textiles y químicas.

Migraciones recientes: se invierten los movimientos

Desde 1960 y especialmente en las últimas décadas, los movimientos de la población en América han cambiado. América Latina, tras ser un foco importante de emigración entre fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, pasó a ser en general una región de emigración. La movilización de población se dirige sobre todo hacia los países desarrollados que demandan fuerza de trabajo poco calificada a la que se le pagan bajos salarios.

Causas de emigración latinoamericana

El factor económico es el más importante para los latinos a la hora de decidir emigrar. Si bien la población emigrante de este último periodo tiene diferentes grados de calificación, una característica particular en las últimas décadas es que un importante número de científicos de los países menos desarrollados han elegido migrar hacia otros países más desarrollados. Aunque los motivos de este movimiento son diversos, es importante tener en cuenta que, entre fines de las décadas de 1960 y 1970, en muchos países de América Latina se establecieron dictaduras militares que aplicaron una política de persecución contra todos aquellos que pensaban de manera diferente, y entonces gran parte de la población universitaria, alumnos y docentes que se oponían a estos gobiernos, tuvieron que migrar. Este tipo de migraciones se llama fuga de cerebros.

Las remesas

La población que emigra por lo general no pierde sus vínculos con su lugar de procedencia. Por ejemplo, muchos de los grupos migrantes ayudan a sus familias enviándoles dinero que permite sostener la economía de los grupos familiares. Este aporte se denomina remesas, que son muy comunes y de gran importancia para toda la economía de algunos países de América Latina.

La identidad del emigrante

Los emigrantes son grupos muy heterogéneos. Entre ellos pueden encontrar diferencias culturales, así como en su situación laboral, de integración social, o en su inserción laboral y niveles de organización y calificación. Sin embargo, lo que caracteriza a las personas de este grupo particular son los fuertes lazos que mantienen con sus países de origen y que refuerzan la tendencia del transnacionalismo.

Segregación residencial/espacial

Una de las estrategias utilizadas por los inmigrantes para mantener estos contactos culturales con su lugar de origen en países extranjeros es la segregación residencial.

Migraciones ilegales

El crecimiento de flujos migratorios hacia los países desarrollados ha hecho que se incrementen las medidas que controlan y restringen el ingreso de personas. Muchos migrantes se convierten en ilegales, es decir, ingresan sin autorización y sin cumplir con los requisitos que cada país receptor impone.