La Segunda República Española: Constitución de 1931 y Reformas Culturales
La Segunda República: La Constitución de 1931 y el Bienio Reformista
La proclamación de la II República se produjo mediante plebiscito electoral. Tras la dimisión de Primo de Rivera, la imagen del monarca Alfonso XIII se encontraba tremendamente deteriorada por su connivencia con la dictadura. Se celebraron las elecciones municipales en 1931, en las que una conjunción republicano-socialista resultó victoriosa en las principales ciudades del país. Aunque los monárquicos habían obtenido más votos, era evidente que gran parte de los votantes había apostado por un cambio de signo. El rey optó por el exilio, lo que facilitó la inauguración pacífica de la 2ª República el 14 de abril.
Los representantes de los partidos que habían firmado el Pacto de San Sebastián constituyeron un gobierno provisional presidido por el líder de los republicanos conservadores, Niceto Alcalá Zamora. Los miembros de este gobierno representaban a los republicanos, socialistas y nacionalistas catalanes y gallegos. El gobierno provisional convocó elecciones a Cortes Constituyentes que dieron una abrumadora mayoría a la conjunción republicano-socialista.
Constitución de 1931
- Establecimiento de la soberanía nacional.
- Marcada separación de poderes en la que el ejecutivo recaerá en los presidentes del Gobierno y de la República, un legislativo unicameral representado por el Congreso de los Diputados y un poder judicial en cuya cúspide se ubicaba el Tribunal Supremo.
- Sufragio universal; las mujeres acceden al voto en 1933.
- Una ordenación territorial en la que se contempla la concesión de estatutos de autonomía.
- Reconocimiento de una amplísima cantidad de derechos individuales.
- Se reconocía el derecho a la propiedad privada, pero se anteponían los intereses económicos nacionales sobre los privados.
- Separación Iglesia-Estado.
Debido a la aprobación del artículo 26 referido a la cuestión religiosa, los diputados de la derecha abandonaron el Congreso, y los conservadores y católicos, Alcalá-Zamora y Miguel Maura, dimitieron de sus cargos. Alcalá-Zamora sería sustituido por Manuel Azaña en la presidencia del gobierno, y Alcalá-Zamora se convertiría en el presidente de la República.
Este gobierno pretendió desarrollar una batería de reformas que modernizaran el país:
Reforma Agraria
El gran objetivo fue la redistribución de la propiedad agraria a partir de una Ley de Reforma que pretendía satisfacer fundamentalmente a los jornaleros sin tierras. Se intentó aplicar en todo el país y contó con la oposición de pequeños y medianos propietarios. Finalmente, no cuajó.
Reformas Laborales
Promovidas por Largo Caballero, con el objetivo de crear un nuevo marco de relaciones laborales entre empresarios y trabajadores, al tiempo que se extendían los beneficios de la legislación laboral al campo. Entre sus principales medidas destacan:
- La Ley de Contratos de Trabajo.
- La Ley de Jurados Mixtos.
- La Ley de Accidentes del Trabajo.
Reformas Militares
Alentadas por Azaña, se encaminaron a la defensa de un estado más civil. Para ello, se redujo el número de oficiales profesionales, medida que causó gran recelo entre los militares. Además, se sometió la jurisdicción militar a la civil. Asimismo, a fin de lograr una mayor fidelidad a la República, se obligó a los militares a jurar fidelidad al nuevo régimen. También se promovió una reorganización de la administración y de la enseñanza militar, cerrándose instituciones como la Academia Militar de Zaragoza y se creó la Guardia de Asalto.
Reforma Religiosa
Con el objetivo de promover un Estado laico, se adoptaron una serie de medidas comenzando por la propia Constitución y otras leyes como:
- La Ley de Congregaciones Religiosas.
- La Ley de Divorcio.
- La secularización de los cementerios.
- La supresión de la obligatoriedad de la enseñanza religiosa.
- La retirada de crucifijos y otros símbolos religiosos de las instituciones educativas.
Esto desatará notables conflictos tempranamente, derivando en algunas muestras de anticlericalismo popular que se materializaron en la quema de conventos e iglesias.
Reforma Educativa y Política Cultural
Tuvo particular influencia la Institución Libre de Enseñanza, con un programa que, siguiendo el modelo francés, proponía un sistema educativo unificado, público, laico, progresivamente mixto y gratuito, al menos en la enseñanza primaria.
Reforma Autonómica
Que afectará a regiones como Cataluña, País Vasco y Galicia. En el escenario catalán se consigue el ansiado Estatuto en septiembre de 1932, mientras que en el País Vasco la concesión llegará tardíamente en 1936, más que por convicción, para atraer al nacionalismo vasco a la causa republicana iniciada la Guerra Civil. Finalmente, para Galicia se aprueba un Estatuto en 1938 que no llegará a aplicarse ante la temprana inclusión de la zona en el bando franquista.
Impulso de las Obras Públicas
A cargo de Indalecio Prieto, con el objetivo de extender el regadío y llevar a cabo toda una serie de obras hidráulicas que continuará el Franquismo.
El gobierno reformista toca a su fin cuando dos problemas precipitan su crisis. Por un lado, asistimos al reagrupamiento de la derecha antiliberal, patente en algunos intentos de insurrección militar como la “Sanjurjada” y en la formación de diversos grupos políticos afines al fascismo, como las JONS de Ledesma y Redondo, y la FE de Primo de Rivera. Por otro lado, tuvo lugar la ofensiva sindical e insurreccional de la CNT, la huelga general e incluso llegaron a proclamar un comunismo libertario que, en ejemplos como Casas Viejas, será reprimido con dureza.
Estos problemas contribuyen a que el gobierno convoque elecciones en 1933, que se saldaron con el triunfo de la coalición de centro-derecha encabezada por el Partido Radical de Lerroux y la CEDA de Gil Robles.
Las Realizaciones Culturales
La II República supone el momento culminante de lo que ha venido a denominarse como la Edad de Plata de la cultura española. Las causas que se barajan para su despegue suelen apuntarse a algunas condiciones como:
- Una mayor democratización estatal.
- La transformación de la sociedad española.
- La marcada herencia regeneracionista.
- El incremento de la alfabetización y la escolarización.
- La consolidación de dos ciudades como Madrid, capital, y Barcelona.
- La sucesión de varias generaciones de pensadores y artistas: El Modernismo, la Generación del 98, la Generación del 14, la del 27 y la del 36.
Todo el esplendor mencionado quedó paralizado con el Franquismo.