La Organización Territorial en Estados

El Estado: Elementos y Funciones Clave

El Estado es la unidad política y administrativa superior que rige un territorio y a cuya autoridad están sometidos todos sus habitantes.

Los Estados están formados por cuatro elementos básicos:

  • Un territorio delimitado por fronteras: Estas fronteras no son solo terrestres; también abarcan el espacio aéreo que cubre el país y, en el caso de los Estados costeros, las aguas que se extienden desde el litoral hasta 370 km mar adentro.
  • El conjunto de ciudadanos y ciudadanas: Son las personas que viven en el territorio y que poseen derechos reconocidos y obligaciones.
  • Un gobierno: Es la entidad que administra el territorio y regula la convivencia ciudadana y el funcionamiento del Estado a partir de las leyes que aprueba, las cuales deben cumplirse obligatoriamente. En los países democráticos, la ley principal es la Constitución, donde se establecen los principios de los que derivan las demás leyes.
  • Instituciones para hacer efectivas sus decisiones: Para implementar sus políticas, los gobiernos se sirven de una serie de instituciones, como una policía para mantener el orden público, un ejército para defenderse de agresiones externas y un funcionariado que ejecuta las políticas públicas.

Los Estados cumplen diversas funciones esenciales, entre las que podemos destacar las siguientes:

  • Garantizar la seguridad nacional: El Estado es responsable de mantener el orden público dentro de su territorio y de protegerlo, así como a su población, de agresiones externas.
  • Regular la economía y las relaciones laborales: El Estado establece normas que regulan las actividades económicas para evitar abusos y desarrolla políticas dirigidas a lograr un crecimiento económico sostenible.
  • Proporcionar servicios básicos: El Estado presta servicios esenciales a sus habitantes, como sanidad y educación, que les garantizan una vida digna y la oportunidad de desarrollarse plenamente.
  • Establecer relaciones internacionales: El Estado establece embajadas y consulados en otros países, se integra en organizaciones internacionales y alcanza acuerdos directamente con otros Estados para fomentar lazos diplomáticos y económicos.

Tipos de Estados: Democráticos, Dictatoriales y Fallidos

Los Estados Democráticos

La democracia es una forma de gobierno según la cual el poder político reside en la ciudadanía, que mayormente lo ejerce a través de representantes a quienes eligen en elecciones mediante sufragio universal (derecho al voto de todos los ciudadanos y ciudadanas mayores de edad). Estas elecciones deben cumplir unos requisitos fundamentales: las personas y los partidos políticos que se presentan deben poder exponer libremente su programa; han de celebrarse periódicamente para impedir que las personas se perpetúen en el poder; y debe estar garantizada la transparencia y limpieza de los resultados.

En los Estados democráticos, el desarrollo de las distintas funciones corresponde a órganos o poderes separados e independientes:

  • El Parlamento (que ejerce el poder legislativo —aprueba y reforma las leyes—).
  • El Gobierno (con el poder ejecutivo —administra el país según las leyes—).
  • Los jueces y juezas (con el poder judicial —velan por que todas las personas e instituciones cumplan las leyes—).

Para garantizar su independencia, un poder no puede elegir a otro poder, y existen mecanismos de vigilancia y control entre unos y otros.

Los Estados Dictatoriales

En una dictadura, todos los poderes están en manos de una persona o un grupo (como el ejército, un líder religioso o un grupo étnico), que muchas veces toma el poder de forma violenta tras un golpe de Estado o una revolución.

El gobierno de un Estado dictatorial no reconoce los derechos humanos: solo respeta las leyes que él dicta y no existen instituciones que defiendan a las personas si se vulneran sus derechos. El gobierno utiliza la represión para eliminar cualquier oposición política.

Existen muchos países con falsas democracias o dictaduras encubiertas. Sus gobernantes convocan elecciones en las que solo puede presentarse un partido político o, si se presentan más, se manipulan los resultados.

Desde el siglo pasado, hay menos dictaduras puras, pero más regímenes híbridos, es decir, que no se pueden considerar plenamente ni democracias ni dictaduras porque combinan elementos de ambos sistemas.

Estados Fallidos

Se consideran Estados fallidos aquellos cuya fragilidad les impide desempeñar sus funciones con normalidad, ejercer el control práctico sobre el territorio y defender a su ciudadanía de la violencia política y criminal perpetrada por grupos terroristas, paramilitares o de la delincuencia organizada. Estas circunstancias los convierten en Estados inseguros para su población, a la que el gobierno tampoco puede garantizar el acceso a los servicios esenciales. Por todo ello, muchas personas abandonan el país.

En el mundo hay aproximadamente 40 Estados que se califican de fallidos. Entre ellos se encuentran Somalia, Yemen, Sudán del Sur y Afganistán. Todos tienen en común gobiernos débiles y elevados niveles de corrupción.