Introducción

La vegetación natural de nuestro país figura entre las más ricas y variadas de Europa, la situación geográfica del país (zona templada entre dos masas de agua muy diferentes y entre dos continentes muy distintos), la diversidad climática, la variedad de relieves, las diferentes orientaciones (solana/umbría) y los contrastes edáficos (suelos), determinan esta interesante diversidad florística. Sin embargo no debemos olvidar la influencia que ha ejercido el hombre sobre este medio (acción antrópica) a lo largo de los siglos, ocupando y modificando el territorio por medio de roturaciones, talas, incendios y repoblaciones forestales, entre otros aspectos.

Factores que influyen en la distribución de la vegetación natural
La vegetación natural está compuesta por formaciones vegetales que se organizan en función de su tamaño y de su fisonomía, en este sentido los tres tipos básicos son el bosque, el matorral y el prado. En el caso de España, se contabilizan más de 6.000 especies diferentes que surgen por la diversidad de factores que inciden sobre ella, entre los que destacan:

  • Factores físicos: la existencia de diferentes tipos de clima, relieves y suelos, la situación de puente del área peninsular, así como la originalidad y exclusividad que introduce la insularidad canaria, son factores que constituyen y generan una amplia y variada diversidad florística que va desde la vegetación herbácea de alta montaña a la vegetación esteparia del sudeste peninsular pasando por el exuberante y frondoso bosque atlántico.
  • Factores humanos: Son muy diversos e inciden en general de manera negativa sobre la vegetación natural: las repoblaciones con especies alóctonas de rápido crecimiento (eucalipto, pino americano) y con fines económicos, los incendios forestales, las obras de infraestructura (autovías, pantanos, etc.) o la excesiva carga ganadera, son sólo alguno de los factores que repercuten muy negativamente sobre la vegetación natural. La reforestación y repoblación con especies autóctonas y la lucha contra la erosión son factores muy positivos que deben contribuir a mantener el rico patrimonio vegetal del que goza nuestro país.

Distribución de la vegetación natural

A la hora de analizar los espacios vegetales, se recurre a las áreas climáticas, pues el clima constituye el principal factor de la distribución de la vegetación natural.

  • La región eurosiberiana o atlántica: Se extiende por toda la España de clima atlántico, desde Galicia al Pirineo oriental y por las principales alineaciones montañosas hasta una altitud comprendida entre 800 y 1700 metros. Desde el punto de vista climático se trata de una zona con precipitaciones abundantes y regularmente repartidas a lo largo del año, con temperaturas suaves y reducida amplitud térmica, hechos todos ellos que favorecen el desarrollo de una exuberante y frondosa vegetación.
  • La región mediterránea: Se corresponde, en general, con la España de características climáticas mediterráneas (interior y costa); área de escasas e irregulares precipitaciones y de marcada e intensa sequía estival, por lo que las especies predominantes serán de marcado carácter xerófilo (adaptadas a la sequía) y de hoja perenne, únicamente en las zonas de ribera y humedales aparecen especies más exuberantes y de marcado carácter higrófilo (chopos, álamos y fresnos).