Conceptos Clave y Vínculos Filosóficos: Descartes, Hume y Kant
Conceptos Clave en la Filosofía de Descartes
- Certeza, cierto: La certeza es el estado firme de la mente que asegura el conocimiento de la verdad. En Descartes, la certeza se caracteriza por la claridad y la distinción. En el texto se distinguen dos clases de certeza: certeza metafísica y certeza moral. La certeza metafísica es absoluta; la certeza moral es una certeza probable.
- Duda, dudar: La duda es vacilación. La duda es la indecisión ante una creencia o conjunto de creencias. La duda puede ser de tres tipos: duda vital, duda escéptica y duda metódica. La duda escéptica es una duda como actitud, que es la de aquellos que consideran que no puede alcanzarse la verdad. La duda vital es una duda concreta, que se nos plantea con frecuencia ante las diversas alternativas entre las que tenemos que elegir. La duda metódica es solo un procedimiento para llegar a la verdad. La duda cartesiana es una duda metódica y se constituye en el fundamento del método.
- Razón, razonar: La Razón no es una simple facultad de conocimiento, sino una estructura innata a la mente humana, que se caracteriza por la intuición y la deducción. Por la intuición, la Razón capta las “naturalezas” u objetos simples sin posibilidad de duda o error. Por la deducción, se obtienen los objetos más complejos.
- Idea: Son aquellos contenidos mentales que tienen la función de representar elementos de procedencia diversa y que constituyen la base de las operaciones mentales del sujeto. Descartes, en su teoría epistemológica, diferencia tres tipos: en primer lugar, ideas innatas, que son aquellas con las que nacemos; en segundo término, ideas adventicias, aquellas que proceden de la realidad exterior; y, finalmente, las ideas facticias, elaboradas por el propio sujeto a partir de otras ideas adventicias o innatas. Precisamente, Descartes utiliza una idea innata, la idea de perfección, para salir del solipsismo mediante la demostración de Dios.
- Sustancia: Según Descartes, es aquello que existe de tal manera que no tiene necesidad sino de sí misma para existir, es decir, lo que existe en sí mismo. Dentro de la Sustancia distingue dos tipos: la sustancia infinita, aquella que en términos absolutos es capaz de existir en sí misma (Dios); y la sustancia finita, aquella que en términos relativos es capaz de existir por sí misma dependiendo únicamente de Dios. Además, Descartes distingue tres atributos que dan lugar a tres tipos de sustancias: extensión, que da lugar a la sustancia finita extensa; pensamiento, propio de la sustancia finita pensante; y la perfección, propia de la sustancia infinita (Dios).
- Evidencia: Concepto que utiliza Descartes para dar nombre a la primera regla de su método. Esta regla sostiene que solo se tomarán por verdades aquellas ideas que sean claras y distintas. Serán claras si se presentan de forma manifiesta al espíritu atento, y serán distintas si se muestran de forma precisa y diferente al resto de ideas. Cabe añadir que, junto a esta primera regla de la evidencia, son otras tres las que completan el método: las reglas del análisis, la composición y la comprobación.
- Método: El método cartesiano es un método racional cuyos objetivos son eliminar los errores del conocimiento y quedarse con lo cierto, extrayendo así nuevas verdades a partir de las más básicas. Descartes utiliza este método para poner a prueba toda la metafísica anterior, superando la incertidumbre. Para llegar a este objetivo, se centra en cuatro reglas: evidencia, análisis, composición y comprobación. Este método será aplicado al árbol del saber humano mediante la duda metódica hasta llegar a la primera verdad: cogito ergo sum.
- Cogito: Concepto latino que significa (yo) pienso. Aparece en la teoría cartesiana en dos contextos. En primer lugar, como conclusión de la aplicación del método cartesiano a la metafísica, como primera verdad indubitable: cogito ergo sum, pienso luego existo. Y, en segundo lugar, aparece en su análisis metafísico de las sustancias, como atributo de la sustancia pensante o res cogitans, al señalar que el pensamiento es el atributo propio del alma.
Conceptos Fundamentales en la Filosofía de Hume
- Escepticismo: Doctrina filosófica que sostiene que el conocimiento es necesariamente inseguro y que no existen verdades firmes. David Hume llega a conclusiones escépticas como resultado de su empirismo radical. De esta forma, Hume niega la posibilidad de conocimiento seguro acerca de dos conceptos fundamentales como son la sustancia y la causalidad. El escepticismo de Hume choca de frente con la búsqueda de la certeza de Descartes y será lo que despierte a Kant de su sueño dogmático.
- Experiencia: Forma de conocimiento que se obtiene a partir de la información proporcionada por los sentidos. La Experiencia juega un triple rol en el empirismo radical de Hume: como origen, fin y garantía de validez de todo conocimiento posible. Para Hume, la Experiencia se obtiene a través de las percepciones que pueden ser impresiones, si son más vívidas, o ideas, si son copia de las impresiones. Finalmente, cabe señalar que, frente al Empirismo de Hume basado en la Experiencia, se sitúa el Racionalismo de Descartes, para quien el elemento esencial del conocimiento es la Razón.
- Sentimiento: Un Sentimiento es una disposición emocional hacia un determinado objeto, persona o situación. El Sentimiento es un elemento fundamental en la teoría de David Hume, tanto en su doctrina moral como epistemológica. En lo que se refiere a la moral, Hume propone el emotivismo: una acción es buena o mala en función del sentimiento de aprobación o desaprobación que genere en el sujeto. En cuanto a la teoría del conocimiento, Hume emplea el Sentimiento como fundamento de la creencia: una forma irracional e insegura de explicar la realidad.
- Percepciones: Todo aquello que conocemos por los sentidos. Así, según Hume, en su teoría del conocimiento, el sujeto cognoscente no tiene acceso directo a la realidad, sino meramente un acceso mediado a través de las Percepciones producidas por la excitación de nuestros órganos sensoriales. Estas pueden ser de dos tipos: impresiones, percepciones más vivas y fuertes de algo que está aconteciendo; ideas, percepciones tenues y débiles de algo que no está aconteciendo.
- Impresiones: Para Hume, son aquellas Percepciones más vívidas y fuertes que provienen directamente de un sentimiento, pasión o emoción que está aconteciendo en el presente. Hume incluye este concepto en su teoría del conocimiento y lo sitúa como uno de los tipos de Percepciones, junto a las ideas, que se caracterizan por ser tenues y débiles. Según su procedencia, las Impresiones pueden ser de sensación, externas, o de reflexión, internas.
- Ideas: Para Hume, son aquellas Percepciones tenues y débiles que tienen lugar cuando pensamos en una sensación, pasión o emoción que no está aconteciendo. Se incluye en su teoría del conocimiento y es uno de los dos tipos de Percepciones. Podemos clasificar las Ideas, al igual que las Impresiones, en simples, si proceden de una impresión simple, o en complejas, si proceden de una impresión compleja. Hume, con este concepto, también desarrolla el criterio de legitimidad de las Ideas: solo serán legítimas aquellas Ideas que procedan de alguna Impresión.
- Hábito o costumbre: Disposición que se crea en nuestra mente a partir de la experiencia reiterada de algo y que sirve de base a nuestras inferencias causales y a nuestras expectativas respecto de los acontecimientos futuros. Se incluye dentro de la epistemología de David Hume, y es el elemento que genera la creencia. Este concepto también es utilizado por Hume para sustentar su crítica al método inductivo.
- Causalidad: Es la relación entre dos fenómenos contiguos en espacio y tiempo, donde la causa precede al efecto y existe una conjunción constante entre ambos. Hume propone una extensa crítica de la Causalidad cuando se emplea para predecir el futuro, pues afirma que no podemos percibir ni saber el efecto antes de que suceda. Así, afirma que cuando predecimos algo del futuro no es más que una creencia, fruto de la costumbre. También con esta crítica ataca las demostraciones de Dios basadas en esta, como algunas de las vías tomistas.
- Creencia: Es para Hume una forma irracional, insegura y subjetiva de comprender la realidad. En su crítica de la metafísica tradicional, Hume realiza la distinción entre conocimiento y Creencia. Esta última se encuentra fundamentada en la costumbre, que genera un sentimiento de seguridad, pero no en la Razón. Así, la Creencia es todo lo que cabe en materia de cuestiones de hecho futuras. De este modo, frente a la certeza que buscaba Descartes para los asuntos humanos, Hume va a defender que, en el conocimiento de muchas cuestiones de hecho, la certeza es imposible.
Conceptos Esenciales en la Filosofía de Kant
- Imperativo categórico: Principio de acción universal, válido para todos los seres racionales, que la Razón se dicta a sí misma. A diferencia del imperativo hipotético, el categórico no depende de ningún fin u objeto, sino que expresa el deber sin condiciones ni fines. De las diferentes formulaciones que propone Kant del Imperativo Categórico en su Crítica de la Razón práctica, es posible resaltar la siguiente: Obra de tal forma que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre y al mismo tiempo como principio de una legislación universal. El Imperativo Categórico es la ruptura definitiva con las éticas teleológicas y heterónomas que habían gobernado la filosofía hasta el momento.
- Autonomía: Es la capacidad que posee un sujeto para tomar sus propias decisiones. De acuerdo con Kant, la Autonomía en el caso del ser humano procede de la propia Razón, la cual es capaz de escapar del mecanicismo del mundo y escoger el curso de acción que más le convenga. Como consecuencia de esta capacidad, Kant defiende un nuevo tipo de éticas, las éticas autónomas, en las que los principios y deberes morales los impone cada sujeto de acuerdo con su propia Razón.
- Sensibilidad: La Sensibilidad es la capacidad que tiene el sujeto para recibir representaciones una vez que ha sido afectado por el objeto. La Sensibilidad no representa los objetos tal como son, sino que los elabora a través de nuestros sentidos y de sus dos formas a priori: espacio (sensibilidad externa) y tiempo (sensibilidad interna). Kant, mediante esta facultad, plantea la distinción entre noúmeno, la realidad en sí misma, y fenómeno, situado en el espacio y en el tiempo. Por último, Kant afirma que estas formas a priori hacen posibles dos ciencias como la geometría y la aritmética. Finalmente, la Sensibilidad es estudiada por la estética trascendental.
- Entendimiento: El Entendimiento es la capacidad de organizar los fenómenos procedentes de la Sensibilidad a través de toda una serie de categorías a priori (hasta 12) para formar juicios que dan sentido a los fenómenos. Entre dichas categorías destacan las de causa-efecto y sustancia, nociones criticadas por D. Hume. El Entendimiento hace posible la seguridad en las ciencias naturales como la física. Finalmente, el Entendimiento es estudiado por la analítica trascendental.
- Razón: La Razón es la facultad que permite abstraer y sintetizar los juicios elaborados por el Entendimiento con el objetivo de alcanzar un principio último que les sirva de fundamento. Esto lo hace a través de tres principios unificadores: yo o alma, unifica los fenómenos internos al sujeto; mundo, que unifica los fenómenos externos al sujeto; y, Dios, que unifica ambos. Estos conceptos son estudiados por la metafísica, la cual Kant asegura que no es posible como ciencia, al no basarse tales conceptos en experiencia alguna. Finalmente, la Razón es estudiada por la dialéctica trascendental.
- A priori: De acuerdo con Kant, a priori es aquello que sucede con anterioridad a la experiencia, es decir, un juicio es a priori si no necesita de la experiencia para ser contrastado, siendo así estos juicios universales y necesarios. Los juicios a priori pueden ser, a su vez, analíticos a priori, que no aportan nueva información al sujeto (relaciones de ideas de Hume); y sintéticos a priori, que son aquellos en los que debe fundarse la ciencia al aportar nueva información. En su obra, Kant distingue los juicios a priori de los a posteriori, que son aquellos que sí necesitan de la experiencia para ser contrastados, siendo así particulares y contingentes.
- A posteriori: De acuerdo con Kant, a posteriori es aquello que sucede con posterioridad a la experiencia, es decir, un juicio es a posteriori si necesita de la experiencia para ser contrastado, siendo así estos juicios particulares y contingentes. Los juicios a posteriori pueden ser, a su vez, analíticos a posteriori, que son imposibles; y sintéticos a posteriori, que aportan nueva información, pero no son universales y necesarios (cuestiones de hecho de Hume). En su obra, Kant distingue los juicios a posteriori de los a priori, que son aquellos que no necesitan de la experiencia para ser contrastados, siendo así universales y necesarios.
- Categoría: Es cada una de las doce formas a priori del Entendimiento, siendo este la capacidad de organizar los fenómenos procedentes de la Sensibilidad a través de dichas Categorías a priori para formar juicios que dan sentido a los fenómenos. Entre dichas Categorías destacan las de causa-efecto y sustancia, nociones criticadas por D. Hume. El Entendimiento hace posible la seguridad en las ciencias naturales como la física. Finalmente, el Entendimiento es estudiado por la analítica trascendental.
- Fenómeno: Conjunto de datos sensibles procedentes del noúmeno que son situados por nuestra Sensibilidad en el espacio y en el tiempo. Kant lo incluye como el resultado de la primera de las facultades del conocimiento: la Sensibilidad, estudiada por la estética trascendental. Esta cuenta con el espacio y el tiempo como formas a priori. El Fenómeno se opone al noúmeno, que es la realidad en sí misma, que sirve de soporte y fundamento a nuestras percepciones.
- Noúmeno: La realidad en sí misma, las cosas tal cual son, que sirven de soporte y fundamento a nuestras percepciones. Kant lo incluye como previo a la primera de las facultades del conocimiento: la Sensibilidad, estudiada por la estética trascendental. Esta cuenta con el espacio y el tiempo como formas a priori. El Noúmeno se opone al Fenómeno, que es el conjunto de datos sensibles procedentes del noúmeno que son situados por nuestra Sensibilidad en el espacio y en el tiempo.
Relación Filosófica entre Descartes y Hume
Descartes y Hume son dos autores que mantienen una estrecha vinculación en su filosofía. Si bien es cierto que entre ellos hay más de un siglo de diferencia y que pertenecen a corrientes filosóficas contrarias (racionalismo y empirismo), resulta indudable la influencia del primero sobre el segundo.
- Metafísica.
- Similitudes: En cuanto a la composición de los universos cartesiano y humeano, existen escasas similitudes: es innegable que hablan de los mismos temas (la sustancia, el mundo, Dios…) pero los conducen a conclusiones manifiestamente distintas.
- Diferencias: Mientras Descartes reconoce la existencia de una sustancia pensante (cogitans), a partir de la cual demuestra la existencia de la sustancia extensa o mundo y de la sustancia infinita o Dios, Hume pone en duda la existencia de todas ellas. Concretamente, Hume, a través de su empirismo radical, niega que podamos tener conocimiento de cualquier clase de sustancia. Todo lo que conocemos por la experiencia son percepciones de cualidades, nada sabemos de ese supuesto soporte que las mantiene.
- Teoría del conocimiento. Epistemología.
- Similitudes: Empirismo y racionalismo son, según se ha dicho, posturas epistemológicas prácticamente antagónicas. Sin embargo, (1) ambas comparten un mismo espíritu y determinación por la búsqueda de la verdad. (2) Además, estos dos autores son en buena medida responsables del giro subjetivista acaecido en la Modernidad: el ser humano no es una parte más del mundo, sino que es el mundo el que es configurado por el ser humano.
- Diferencias:
- Hume niega que exista cualquier conocimiento que no proceda de la experiencia. Así, las ideas innatas de Descartes se enfrentan a la ‘tabla rasa’ de Hume.
- El conocimiento a través de los sentidos, que es del todo inseguro para Descartes, constituye la base de todo conocimiento posible acerca de cuestiones de hecho para Hume.
- Hume niega la distinción entre cualidades primarias y secundarias propuesta por Descartes: todas las cualidades dependen en último término del sujeto.
- El conocimiento cartesiano del ‘yo’ (“pienso, luego existo”) es negado por Hume al no poseer impresión alguna del mismo.
- Hume invalida las tres pruebas cartesianas para demostrar la existencia de Dios:
- La primera (a partir de la idea de perfección) la niega al negar la existencia de ideas innatas.
- La segunda (a partir de la contingencia) a través de la negación de la aplicación del principio de causalidad por falta de impresiones de causas y efectos.
- La tercera (argumento ontológico): incluyéndolo en el conocimiento de relaciones de ideas que no abordan la realidad.
- Finalmente, la certeza cartesiana a través del método es transformada por Hume en un sentimiento de creencia que es puramente probabilista.
- Teoría moral. Existen pocas similitudes entre los planteamientos morales de estos autores. Y es que, mientras que Descartes aporta una moral provisional en su obra pendiente de revisión, Hume lleva a cabo un estudio sistemático de la moralidad basado en las emociones: La moral provisional de Descartes es fruto de sus viajes y del sentido común, mientras que la de Hume es fruto de toda una teoría más amplia acerca de la ‘naturaleza humana’ y se fundamenta en las emociones humanas, no en su racionalidad.
Relación Filosófica entre Kant y Hume
Hume y Kant fueron pensadores coetáneos: habitaron en una misma época, a saber, la época de la Ilustración. Eso hace que los problemas e intereses de ambos sean muy similares. En lo siguiente, nos centraremos en las relaciones existentes entre ambos en tres ramas fundamentales de su filosofía, a saber, la metafísica, la teoría del conocimiento y la ética.
- Metafísica.
- Similitudes: Tanto Kant como Hume niegan que la metafísica y sus asuntos puedan llegar a constituir un auténtico cuerpo de conocimiento para el intelecto humano. Así, Hume niega toda metafísica en tanto que sus objetos no proceden de la experiencia, mientras que Kant, usando similares argumentos, concluye su Crítica de la Razón Pura afirmando que la metafísica no es posible como ciencia.
- Diferencias: Sin embargo, existe una diferencia importante entre ellos en este ámbito metafísico: Hume niega la existencia de toda sustancia y, en especial, de las sustancias primordiales Dios, alma/yo y mundo; para ello, afirma que las sustancias son elaboraciones de nuestra imaginación a partir de las percepciones. Por el contrario, Kant incluye la sustancia entre sus 12 categorías como una forma a priori del Entendimiento que nos sirve para dar sentido a la experiencia. Por otra parte, Kant otorga cierto valor a las ideas de Dios, mundo y alma, como ideas reguladoras de la Razón que buscan unificar los juicios.
- Teoría del conocimiento. Epistemología.
- Similitudes: La obra epistemológica de estos dos autores constituye la parte central de su pensamiento. Además, tanto para Kant como para Hume, la experiencia se encuentra en el origen del conocimiento: no hay conocimiento sin experiencia.
- Diferencias:
- Mientras que para Hume la experiencia va a ser el principio, el final y el fundamento último del conocimiento, para Kant el conocimiento es resultado no solo de la experiencia sino también de las formas a priori de la Sensibilidad y del Entendimiento (espacio, tiempo y categorías).
- La división de los objetos del conocimiento en relaciones de ideas y cuestiones de hecho que planteaba Hume, va a ser matizada por Kant con su estudio de los juicios: analíticos a priori, sintéticos a posteriori, sintéticos a priori.
- Mientras que para Hume no hay conocimiento de cuestiones de hecho futuras, pues este se fundamenta en la costumbre, para Kant el conocimiento científico sí es posible al apoyarse en juicios sintéticos a priori.
- Así, el escepticismo de Hume es transformado en seguridad en la obra de Kant: Newton ha llevado la física al “seguro camino de la ciencia”.
- El principio de causalidad, que es criticado por Hume al basarse únicamente en la costumbre y en la creencia, vuelve a ser reconocido en la obra de Kant: la causalidad es una de las categorías a priori que el sujeto impone sobre el objeto.
- Finalmente, Kant vuelve a fundar en la Razón un conocimiento que en la obra de Hume había sufrido una importante deriva sentimental a través del concepto de creencia.
- Teoría moral.
- Similitudes: Son escasas las similitudes entre los planteamientos morales de Hume y Kant. Quizás una de las pocas sea su interés en describir cómo funciona la moralidad y a qué llamamos bueno, más que en prescribir normas y valores.
- Diferencias:
- La ética de Hume se funda en las emociones. Son las emociones las que determinan lo que me parece bien y lo que me parece mal. En cambio, en el caso de Kant, es la Razón y solo la Razón la que nos ofrece el Imperativo Categórico que gobierna el mundo de la moral.
- La ética de Hume conduce hacia un subjetivismo fuerte: lo bueno y lo malo depende en último término de las emociones que me suscite una cierta acción en un momento dado. En cambio, la ética de Kant es universal (intersubjetiva): el Imperativo Categórico es válido para todos los seres dotados de Razón.
- La libertad, que es negada por Hume para los seres humanos, constituye la “clave de bóveda” sobre la que Kant levanta el edificio de la moralidad.
La Filosofía de Kant: Crítica de la Razón Pura
Kant expone los principios que determinan esa facultad primordial del ser humano para el conocimiento que denominamos ‘razón teórica’.
Introducción y Objetivo de la Obra
La Crítica de la Razón Pura es la obra más importante de teoría del conocimiento de toda la historia de la filosofía. Kant propone un giro en la concepción del conocimiento humano que revolucionará su comprensión. La obra se centra en dos preguntas que Kant tratará de dar solución:
- ¿Qué puedo conocer? ¿Cómo es posible el conocimiento? Se trata de ver cuáles son los requisitos que debe cumplir una idea para ser tomada como conocimiento.
- ¿Es posible la metafísica como ciencia? Una vez que sabemos los requisitos del conocimiento, ¿cumple o podría cumplir la metafísica con ellos?
El Giro Copernicano de Kant en Epistemología
Las dos corrientes de teoría del conocimiento más importantes eran el Racionalismo (Descartes, Leibniz) y el Empirismo (Locke, Hume); sin embargo, tras un periodo en el que Kant se entrega profundamente al Racionalismo, se “despierta de su sueño dogmático”. Kant se da cuenta de que ni Racionalismo ni Empirismo son capaces de ofrecer una postura suficientemente sólida para fundamentar el conocimiento. Y es que ambos centran la teoría del conocimiento en el objeto, y no en el sujeto. Frente a esta postura, Kant va a defender que el sujeto es el que se lanza al conocimiento y el que lo elabora con una serie de hipótesis y principios que él mismo aporta. Kant lo denomina como “giro copernicano de la filosofía”: Kant va a proponer que es el sujeto el que se lanza a conocer y el que elabora el conocimiento y no los objetos. De esta forma, Kant toma como base principios racionalistas y empiristas, pero, bajo una nueva perspectiva: la de un sujeto cognoscente activo.
Aplicación del Giro Copernicano a las Ciencias
Kant emplea como prueba de este giro copernicano el camino que han seguido las distintas ciencias a lo largo de su historia. Las ciencias han ido alcanzando su “seguro camino”:
- Matemáticas: Cuando Tales y los geómetras griegos comenzaron a formular ellos mismos los axiomas y reglas a los que debían someterse, la matemática encontró el “seguro camino de la ciencia”.
- Física: Cuando Galileo dejó de observar la naturaleza y comenzó a proponer hipótesis y experimentos en los que él mismo controlaba las variables, entonces la física encontró el “seguro camino de la ciencia”.
- Metafísica: Kant se plantea si la metafísica puede llevar a cabo una misma revolución para tomar el “seguro camino de la ciencia”. Hasta el momento han existido tantas teorías metafísicas como autores han escrito sobre esta disciplina.
Condiciones del Conocimiento Humano: Criticismo e Idealismo Trascendental
La teoría del conocimiento de Kant busca indagar acerca de las condiciones que hacen posible el conocimiento humano y de si dichas condiciones pueden llegar a ser satisfechas por la metafísica, constituyéndose así en una ciencia más. Estas condiciones que hacen posible el conocimiento son resumidas por Kant en su célebre afirmación: “Todo conocimiento comienza con la experiencia, pero no todo conocimiento se origina en la experiencia”. Kant reconoce dos requisitos para el conocimiento:
- La Experiencia: Kant dirá que la Experiencia constituye la materia del conocimiento.
- Las formas a priori del conocimiento: Sin embargo, Kant hereda del Racionalismo las formas a priori. Si la Experiencia es la materia del conocimiento, las formas puras son su forma. Kant dedicará la mayor parte de su Crítica de la Razón Pura a esto, examinando las distintas facultades del conocimiento, las cuales trascienden la experiencia. De ahí que la teoría del conocimiento de Kant se denomine Idealismo Trascendental.
Las Facultades del Conocimiento: Sensibilidad, Entendimiento y Razón
El Idealismo Trascendental examina cuáles son esas formas a priori que hacen posible el conocimiento, y que Kant divide en función de la facultad cognoscitiva a la que pertenecen.
La Estética Trascendental: La Sensibilidad
La Sensibilidad es la capacidad que tiene el sujeto para recibir representaciones una vez que ha sido afectado por el objeto. De acuerdo con las dos formas a priori de la Sensibilidad: el espacio y el tiempo.
- El espacio es la forma a priori de la Sensibilidad externa.
- El tiempo es la forma a priori de la Sensibilidad interna.
Kant niega que los seres humanos conozcamos los objetos tal cual son, pues, tras haber sido percibidos por los sentidos, estos objetos son situados por nuestra Sensibilidad en el espacio y en el tiempo. La manera en que sean dichos objetos más allá del espacio y el tiempo nos es del todo desconocida. Kant plantea una nueva distinción:
- Noúmeno: La realidad en sí misma, las cosas tal cual son.
- Fenómeno: Conjunto de datos sensibles procedentes del noúmeno que son situados por nuestra Sensibilidad en el espacio y en el tiempo.
Finalmente, Kant afirma que son estas formas a priori de la Sensibilidad las que permiten el conocimiento de dos ciencias como la geometría y la aritmética:
- La geometría es posible gracias a que situamos los objetos en el espacio.
- La aritmética es posible gracias a que situamos los objetos en el tiempo.
La Analítica Trascendental: El Entendimiento
Se puede definir el Entendimiento como la capacidad de organizar los fenómenos procedentes de la Sensibilidad a través de toda una serie de categorías a priori para formar juicios que dan sentido a los mencionados fenómenos. De este modo, la materia del Entendimiento son los fenómenos de la Sensibilidad y la forma son las 12 categorías. Como resultado de la labor del Entendimiento, el sujeto es capaz de formular juicios a través de los cuales interpreta los fenómenos como sustancias. Si la Sensibilidad hacía posible las ciencias de la geometría y las matemáticas, es por el Entendimiento que son posibles las ciencias naturales como la física.
Los Juicios en la Obra de Kant
Se ha dicho que fruto de la acción del Entendimiento resultan juicios. En función de su relación entre sujeto y predicado:
- Juicios sintéticos: Son aquellos en los que el predicado no se encuentra incluido en el sujeto y, por lo tanto, aportan información sobre el sujeto.
- Juicios analíticos: Son aquellos en los que el predicado está incluido en el sujeto y, por lo tanto, no añaden ninguna información sobre el mismo.
En función de su relación con la experiencia:
- Juicios a priori: Son aquellos que son independientes de toda experiencia: no se precisa de la experiencia para contrastarlos.
- Juicios a posteriori: Son aquellos que necesitan de la comprobación de la experiencia.
Ahora bien, ¿son todos estos juicios válidos para una ciencia natural que pensamos al mismo tiempo empírica y necesaria? La respuesta de Kant será negativa. Veamos entonces cuáles son los que sirven. Si se combinan las distintas opciones, se puede comprobar que:
- Los juicios analíticos a priori son universalmente válidos y necesarios.
- Los analíticos a posteriori son imposibles.
- Los sintéticos a posteriori aportan información.
- Los sintéticos a priori son, precisamente, aquellos en los que debe fundarse la ciencia según Kant.
Kant afirma que sí: son sintéticos al depender de ese componente empírico recogido en los fenómenos y son a priori al incorporar unas categorías innatas, universales y necesarias, independientes de toda experiencia.
La Dialéctica Trascendental: La Razón
Existe una tercera facultad cognoscitiva en el ser humano que va más allá de los juicios elaborados por el Entendimiento. Dicha capacidad es lo que se conoce como Razón. La Razón se puede definir como la facultad que permite abstraer y sintetizar los juicios elaborados por el Entendimiento con el objetivo de alcanzar un principio último que sirva de fundamento a todos ellos.
- Yo/Alma: Principio unificador de todos los fenómenos internos.
- Mundo: Principio unificador de todos los fenómenos externos.
- Dios: Principio unificador de todos los fenómenos, internos y externos.
La disciplina cuya actividad se relaciona con esta tarea unificadora de la Razón es la metafísica. El autor prusiano va a contestar con un rotundo no: no existe conocimiento posible dentro del ámbito de la metafísica. No hay experiencia de Dios, del mundo o del yo. Así, la metafísica es el resultado de ese impulso de la Razón por unificar todos los juicios, y en este sentido, nunca desaparecerá del pensamiento humano: todos aspiramos, como seres dotados de Razón, a semejante meta. Sin embargo, los objetos de la Razón no constituyen conocimiento: no se pueden conocer, solo se pueden pensar.
La Filosofía de Kant: Crítica de la Razón Práctica y Ética Formal
En la Crítica de la Razón Pura, Kant expone los principios que determinan esa facultad primordial del ser humano para el conocimiento que denominamos ‘razón teórica’.
La Ética Deontológica Kantiana: Actuar por Deber
Kant comienza su Fundamentación de la metafísica de las costumbres preguntándose por aquello que convierte una determinada acción en moralmente buena, es decir, por aquello que puede ser tenido siempre por bueno. Considera varias posibilidades:
- Los dones de la fortuna: Parece deseable.
- La virtud, el talento: Parece también deseable.
- El placer: Se obtiene a costa del bienestar de otros.
- La utilidad: Puede ser cuestionable.
- La felicidad: Puede depender de circunstancias externas.
Finalmente, Kant aporta la respuesta: lo único auténticamente bueno es una buena voluntad.
- La buena voluntad no depende del resultado.
- La buena voluntad no es interesada.
Así, una buena voluntad es aquella que actúa por deber, sin importar los motivos, los intereses, ni las consecuencias. Dicho esto, de acuerdo con Kant, hay que distinguir:
- Actuar conforme al deber: Mi acción coincide con la que me dicta mi Razón, pero el motivo puede ser la inclinación o el interés.
- Actuar por deber: No solo actúo según lo que me dicta mi Razón, sino que el motivo de mi acción es el respeto al deber mismo.
De este modo, Kant inaugura un planteamiento ético totalmente nuevo:
- Éticas teleológicas o de fines: Son aquellas que basan la bondad o maldad de una acción en la consecución del fin u objeto que se persigue.
- Éticas deontológicas o del deber: Son aquellas que basan la bondad o maldad de una acción en la intención con que esta se realiza.
Los Imperativos: El Imperativo Categórico
Una vez que Kant ha concluido que obrar bien es obrar por deber, la pregunta es: ¿Y quién decide ese deber que tenemos que cumplir por puro respeto al deber?
- Éticas heterónomas: En las que las normas y deberes son dictados por otros (Dios, la naturaleza, la sociedad, etc.).
- Éticas autónomas: En las que las normas y deberes las dicta el propio sujeto (su Razón).
Kant se cuestiona acerca del contenido del deber, pues en las éticas autónomas se corre el riesgo de que cada uno haga lo que le venga en gana. Por este motivo, distingue dos tipos de principios que sirven para formular nuestro deber:
- Las máximas: Principios de acción subjetivos. A través de las máximas expreso lo que es “mi” deber y solamente “mi deber”, pues están elaboradas para mis circunstancias concretas.
- Los imperativos: Son principios de acción universales, válidos para todos los seres racionales. No dependen de mis condiciones particulares sino de mi Razón.
Los imperativos pueden ser:
- Hipotéticos: Propios de las éticas teleológicas. Afirman que si quieres un determinado fin, debes proceder de tal o cual modo.
- Categóricos: No dependen de ningún fin u objeto. Expresan el deber sin condiciones ni fines.
El Imperativo Categórico es, por lo tanto, un principio general de la moralidad válido para todos los seres racionales que afirma, básicamente, lo siguiente: Actúa tal y como te gustaría que actuara el resto de la humanidad y hazlo, simplemente, porque es tu deber como ser racional.
Los Postulados de la Razón Práctica
Kant se da cuenta de que, para que el sistema ético que él mismo ha proyectado sea coherente, es preciso reconocer tres principios básicos, los cuales denomina “postulados de la Razón práctica”: Libertad, alma y Dios. Kant habla sobre postulados porque son indemostrables desde el punto de vista de la Razón teórica.
- Libertad: Como capacidad del ser humano para decidir qué curso de acción elegir, para determinar su voluntad. Es la condición de posibilidad de la moralidad.
- Dios: Es la garantía que ofrece Kant de existencia del sumo bien (la unión de virtud y felicidad).
- Inmortalidad del alma: La moralidad no tendría sentido si nuestra vida acabara con la muerte, ya que el sumo bien no siempre se alcanza en esta vida.
Kant y la Filosofía Política: Hacia la Paz Perpetua
Kant ve la Ilustración como la salida de la humanidad de su minoría de edad, basada en la autonomía y el valor de pensar por sí mismos. En Ideas para una historia universal en clave cosmopolita, sostiene que la historia sigue un plan natural donde la Razón se desarrolla en la especie a través de la educación. La humanidad, aunque conflictiva, necesita una sociedad civil con normas y un Estado que garantice derechos y libertades, evolucionando hacia una Federación de Estados para lograr paz y orden global. En La paz perpetua, Kant aplica estos principios a la política, proponiendo una sociedad donde reine la autonomía, la libertad y la racionalidad, basada en la Razón.
La Ilustración: Razón, Contrato Social y Pensadores Clave
La Ilustración fue un movimiento intelectual y cultural entre los siglos XVII y XIX que buscó iluminar a la humanidad con la Razón. Sus ideales principales fueron la confianza en la Razón para el progreso, el avance de la ciencia inspirado en Newton, transformaciones sociopolíticas como el despotismo ilustrado y la creación de constituciones, y la difusión del saber con proyectos como la Enciclopedia de Diderot y D’Alembert. Kant resumió su espíritu en el lema ¡Sapere aude! (“¡Atrévete a pensar!”).
El contrato social, como fundamento del orden político, fue desarrollado por tres pensadores clave.
- Hobbes sostuvo que en el estado de naturaleza reinaba una “guerra de todos contra todos”, por lo que los individuos cedían su libertad a un soberano absoluto para garantizar la paz.
- Locke, en cambio, defendió que las personas nacen con derechos inalienables (vida, libertad y propiedad) y que el gobierno debía protegerlos; si no lo hacía, el pueblo tenía derecho a rebelarse.
- Rousseau, con su teoría del “buen salvaje”, afirmó que la sociedad impuso restricciones al individuo, pero podía regenerarse mediante un contrato social en el que los ciudadanos ceden su voluntad individual para formar parte de la voluntad general, asegurando así una sociedad de hombres libres e iguales donde la soberanía reside en el pueblo.
El Renacimiento: Antropocentrismo, Reforma y Revolución Científica
El Renacimiento marcó el inicio de una nueva manera de concebir el mundo y al ser humano, sirviendo como puerta de entrada a la Modernidad y consolidándose con la Ilustración. Se desarrolló en Europa occidental entre los siglos XV y XVI y transformó diversos ámbitos de la vida y la cultura.
- En la concepción del hombre, supuso un giro antropocéntrico que dejó atrás el teocentrismo medieval y dio paso al humanismo renacentista, con pensadores como Erasmo de Rotterdam, Luis Vives y Tomás Moro, quienes defendieron la libertad y racionalidad del ser humano. Giovanni Pico della Mirandola destacó por su obra Discurso sobre la dignidad del hombre, en la que enfatizó la libertad y voluntad humanas, aunque su defensa del antropocentrismo le valió la censura eclesiástica.
- En religión, la Reforma protestante impulsada por Lutero, Calvino y Enrique VIII promovió una mayor autonomía en la fe, mientras que la Contrarreforma católica revitalizó las prácticas eclesiásticas. La Escuela de Salamanca, con figuras como Francisco de Vitoria y Francisco Suárez, modernizó la obra de Santo Tomás y defendió el iusnaturalismo y el Derecho Natural.
- En arte, el Renacimiento rescató modelos clásicos, con artistas como Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel y Rafael Sanzio, promoviendo el equilibrio, la armonía y temáticas mitológicas y naturales, mientras que la invención de la imprenta facilitó la difusión de ideas.
- En ciencia, la Revolución Científica transformó el conocimiento con el cambio del geocentrismo medieval, defendido por Ptolomeo, hacia modelos heliocéntricos propuestos por Copérnico y Giordano Bruno, apoyados en las observaciones de Tycho Brahe y Galileo Galilei. En física, Galileo y Newton rompieron con la teleología aristotélica e introdujeron el mecanicismo y la matematización de la física. Francis Bacon impulsó la metodología empírica en su Novum Organum, basado en la experimentación.
- En política, el Renacimiento dio paso al Estado moderno, caracterizado por el monopolio del poder en un monarca absoluto, como en la España de los Reyes Católicos y Carlos I. Nicolás de Maquiavelo, influenciado por la inestabilidad política de Florencia, propuso un modelo de realismo político basado en la separación entre ética y política, el relativismo moral y la subordinación de la religión al gobierno, ejemplificado en El Príncipe.
- En filosofía, se alejaron las preocupaciones teológicas y se confió en la Razón y la experiencia sensible, dando lugar a corrientes como el racionalismo y el empirismo. Guillermo de Ockham, a finales de la Edad Media, fue clave en esta transformación al defender el nominalismo, la separación entre filosofía y teología y el principio de la Navaja de Ockham, que abogaba por la explicación más simple de un fenómeno.