Transformaciones Económicas y Sociales Clave: Siglos XIX y XX
La Evolución Monetaria del Oro y la Plata
Este gráfico ilustra la evolución de la plata y el oro en función de su importancia monetaria. Para su elaboración, se consideran cuatro curvas: la producción de oro, la producción de plata, el cociente de valor oro/plata y las acuñaciones de plata.
Tendencias de Producción
Primeramente, nos centramos en las producciones. Hasta 1840, se observa un cierto equilibrio, con una ligera superioridad de la plata sobre el oro. Hacia 1850, la producción de oro se eleva debido a los descubrimientos de minas en California y Australia. Hacia 1880, la plata vuelve a superar al oro en producción. La situación se mantiene paralela, pero con un crecimiento constante.
Relación de Valor y Acuñaciones
La relación del valor oro/plata mantiene una tendencia constante, con pocas oscilaciones hasta 1870. Pero desde esa fecha, este cociente comienza a incrementarse: una subida hasta 1890 y, posteriormente, un aumento significativo hasta 1910. En contraste, las acuñaciones de plata experimentan una subida hasta 1890, seguida de un descenso continuo hasta un mínimo en 1910.
Causas de la Evolución Monetaria
La causa de esta diferente evolución del oro y la plata radica en la distinta importancia que cada uno ejerce en el sistema monetario nacional e internacional. La mayor importancia del oro se debe a que, por diversas razones, el sistema monometálico basado en oro fue adoptado progresivamente por los países, hasta convertirse en el patrón monetario internacional. En consecuencia, los países deben basar sus reservas en este metal, ya sea por su volumen o por el valor total de su oferta monetaria.
Otra causa es la existencia de un periodo de expansión de la producción y el comercio que requiere una expansión de los medios de pago, pero esta expansión debe realizarse sin introducir perturbaciones en los valores de las divisas y en los tipos de cambio.
En contraste, la plata, que solo interviene en los patrones bimetálicos (tendentes a desaparecer) o en los monometálicos de plata (presentes en pocos países), pierde progresivamente protagonismo monetario. Tiende a no utilizarse en las transacciones importantes.
Consecuencias de la Primacía del Oro
La principal consecuencia es que el sistema basado en el valor del oro se convierte en un instrumento eficiente para respaldar el crecimiento económico de esos años, aportando estabilidad, es decir, impidiendo perturbaciones. Este sistema, aun con limitaciones, garantizó un funcionamiento muy estable hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial.
La Transición Demográfica
Descripción del Fenómeno
Podemos decir que la transición demográfica es el paso de un sistema antiguo de crecimiento lento o estancado a un régimen demográfico moderno de crecimiento equilibrado y sostenido. Esta revolución demográfica debe preceder a la revolución económica, ya que sin la adecuación poblacional no es posible la modernización económica; es un requisito.
El fenómeno se da en tres etapas que varían o modifican las variables:
En la Mortalidad:
- En una primera etapa, se da una reducción importante de esta. Esto ocurre porque se corrigen dos desequilibrios: disminuye la mortalidad infantil, que era muy alta, y la mortalidad llamada catastrófica (epidemias, crisis de subsistencia y otras catástrofes) va desapareciendo.
- En la segunda etapa, se vuelve a dar una nueva reducción de la mortalidad, ahora con menos muertes a causa de motivos ordinarios, por lo que mejora la esperanza de vida.
- En una tercera, llega al mínimo actual donde se mantiene.
En la Natalidad:
El perfil es semejante: desde un nivel de máximo biológico, se desciende hasta un nivel mínimo, es decir, sustituir y aumentar mínimamente la población. Queda entonces un saldo vegetativo o crecimiento natural equilibrado sin dientes de sierra.
Causas de la Transición Demográfica
En cuanto a las causas, podemos mencionar las siguientes:
- De tipo demográfico: la adecuación de las variables.
- De tipo económico: la mejora en la alimentación y el mejor nivel de vida.
- De tipo social: mejoras sanitarias e higiénicas.
Consecuencias de la Transición Demográfica
La adecuación de la población influye en la economía tanto para precios, demanda, salarios, mercado de trabajo, nivel de vida y distribución de riquezas. El primer país que logra esos resultados es Inglaterra, consiguiendo con ello una sociedad más equilibrada, que influye en una mejora del nivel de vida.
La Evolución de la Empresa: De Tradicional a Moderna
La historia de la empresa distingue dos momentos clave en su evolución y relevancia:
- La empresa tradicional, que se caracteriza por:
- Una única unidad operativa.
- Una única función económica, con una sola línea de productos.
- Gestión por los propios propietarios.
- Centrada en una única área geográfica.
- La empresa multiunitaria, que surge cuando la coordinación administrativa se vuelve más productiva y rentable que la coordinación del mercado.
Sin embargo, una escuela de historia empresarial niega el papel preponderante de la gran empresa, argumentando que la producción debería ser realizada por pequeñas empresas reguladas por la mano invisible del mercado. Desde este enfoque, solo las pequeñas empresas alcanzan una competencia perfecta y son las más eficientes para coordinar actividades y asignar recursos. Por el contrario, la empresa multiunitaria, al ser coordinada administrativamente, genera una competencia imperfecta y una deficiente asignación de recursos. Además, tiende a alcanzar una situación de monopolio que obstaculiza la competencia.
El Surgimiento de la Empresa Moderna
La aparición de la empresa moderna se sitúa en el momento en que los mecanismos de mercado y de precios, que coordinaban las actividades de las pequeñas empresas, son sustituidos por la coordinación gerencial. Esta situación ocurre cuando la coordinación administrativa permite una mayor productividad, costes más bajos y beneficios más elevados que la coordinación a través de los mecanismos del mercado. Esto sucede cuando el volumen de actividades económicas alcanza un nivel que hizo más eficiente la coordinación gerencial.
Esta renovación en la dirección de empresas no tuvo lugar en Europa, sino en Estados Unidos en la segunda mitad del siglo XIX, y no en el sector de la producción, sino en el del transporte. Específicamente, las grandes empresas de ferrocarriles fueron las primeras en requerir un gran número de directivos a tiempo completo para coordinar, controlar y evaluar las actividades dispersas de un conjunto de unidades operativas.
En este sector surgieron los incentivos para innovar, y podemos diferenciar dos grupos de renovaciones:
Innovación en la Estructura Organizativa
En Estados Unidos, hacia 1860, los directivos y expertos en empresas tenían dos métodos entre los que elegir:
- Una dirección centralizada extendida a toda la organización (la estructura de las delegaciones y centros).
- Una estructura descentralizada, consistente en establecer una serie de organizaciones de trabajo, unidades de gestión, cada una completa en sí misma.
En la práctica, se fue imponiendo el segundo método, a pesar de su mayor coste, que se compensaba con una mayor eficiencia. Aquí, todos los elementos (instalaciones, material móvil, estructuras, etc.) quedaban integrados, y las ventajas de esta nueva dirección de empresas fueron reconocidas incluso por los mayores empresarios europeos: británicos y alemanes. De todas formas, la difusión del modelo descentralizado tardó tiempo, debido a que requería modificaciones inicialmente complejas.
La compañía de ferrocarriles Pennsylvania lo aplicó por primera vez. Entre sus logros estaba la clarificación de las relaciones entre las oficinas funcionales de las divisiones y la oficina central. Surgía así, por primera vez, la llamada estructura de “línea y staff”, un concepto por el cual los directivos de línea eran responsables de dirigir a los empleados relacionados con las funciones prácticas de la empresa. En cambio, otros directivos, el personal de staff o ejecutivo, era responsable de establecer las directrices (normas) por las que debía regirse toda la compañía.
Innovación Contable y Estadística
A esta renovación organizativa acompaña una innovación contable y estadística. Para el funcionamiento eficiente de los nuevos conglomerados empresariales, se comprendió que era fundamental obtener un flujo constante de información contable y estadística. Esto requería nuevos métodos para recoger, analizar y verificar la amplia cantidad de datos generados por la actividad diaria de la empresa, ya que el sistema tradicional de “partida doble” (conocido como teneduría de libros, con diario, borrador y mayor) no era suficiente.
Las técnicas contables existentes eran insuficientes; ahora se requerían datos en mucha mayor cantidad y variedad, que se sometían a una sistemática de nuevos análisis. Así, entre 1860 y 1870, aparecen tres nuevas prácticas contables que reúnen la mayoría de las técnicas básicas de la contabilidad actual:
Contabilidad Financiera
Esta contabilidad supone el registro, verificación y auditoría de cientos de transacciones financieras realizadas diariamente en los grandes ferrocarriles. Si la mayor empresa de producción realizaba en 1860 cuatro o cinco grupos de cuentas, el ferrocarril necesitaba más de 140 grupos de anotaciones contables. Por ello, se fundan grandes departamentos de intervención y se contratan auditores a tiempo completo. Y si las empresas productivas realizaban los informes contables semestralmente, ahora se hacen mensualmente, agrupándose en una memoria anual. Además, se introducen nuevos análisis: el principal, usar el ratio de ingresos a gastos como un estándar para juzgar los estados financieros, ya que el método de Pérdidas y Ganancias ya no era suficiente por sí mismo. Un mejor indicador era el ratio entre los ingresos y los gastos, más exactamente, el porcentaje de ingresos necesarios para cubrir los gastos de explotación.
Contabilidad de Capital
También se producen novedades que nunca antes se habían utilizado, porque ningún tipo de empresa había realizado antes inversiones tan grandes en capital, instalación y equipo. El objetivo era establecer con claridad la distinción entre cuentas de construcción o de capital y cuentas de explotación, ya que los directivos podían hacer aparecer gastos de explotación en cuentas de construcción. Para clarificar este problema, surge la cuestión de cómo determinar la depreciación e incluso la obsolescencia, dado que estos activos no solo tenían más valor que los de las fábricas, sino que se deprecian a mayor velocidad. Provisionalmente, se calcula como un gasto de explotación, cargando las reparaciones y renovaciones en las cuentas de explotación.
Lo que se buscaba era reflejar el verdadero valor de los activos de capital, pero esta solución no garantizaba la disponibilidad de fondos para renovaciones y reparaciones extensas. Por ello, se crearon las cuentas de imprevistos. Al cargar reparaciones y renovaciones en gastos de explotación, el valor de la propiedad se mantenía teóricamente inalterado.
Contabilidad de Costes
Se introduce con más lentitud. El objetivo es determinar con precisión el coste unitario de la medida básica: la unidad de peso por unidad de distancia. Para obtener ese cociente, había que reorganizar datos financieros y estadísticos, clasificando las cuentas según la naturaleza de los costes y no según el departamento que realiza las funciones. Conociendo estos datos, se podían diferenciar con precisión los motivos de las diferencias de costes. Estos datos permiten evaluar el rendimiento de las divisiones y de sus directivos. Además, este análisis de costes era fundamental para confeccionar las tarifas y los precios. Si las tarifas debían basarse en los costes, había que clasificar las mercancías según las circunstancias que afectaban a cada una en el transporte. Sin embargo, los costes eran solo un factor más en los complejos cálculos para determinar las tarifas. De este modo, mientras que las cuentas financieras y de capital concernían principalmente a los directivos financieros, la contabilidad de costes era de la incumbencia del departamento de transporte y llegó a utilizarse más como un control operativo que como un control financiero.
La Crisis Finisecular (Siglo XIX)
La economía europea, hasta 1870-72, experimentó un periodo de indudable prosperidad. Fue un periodo optimista de expansión y enriquecimiento, pero a partir de entonces surgieron circunstancias que invirtieron esa realidad positiva.
Orígenes de la Crisis: El Sector Agrario
El problema surge en el sector agrario, ya que en esas fechas habían entrado en explotación las grandes extensiones de los “países nuevos”, obteniendo grandes excedentes. Esos excedentes agrícolas y ganaderos se dirigieron sobre todo al mercado europeo y entraron en competencia con el sector agrario de Europa. La coyuntura positiva en la que el valor de la tierra era alto, la renta de la tierra subía y los alquileres se encarecían, se invierte como efecto de esa competencia: el valor de la tierra desciende, la renta agraria disminuye y los alquileres se reducen. Y sobreviene la desocupación en el sector.
La llegada masiva de artículos agrarios y ganaderos se facilitó con la mejora del transporte, que abarató los precios. En consecuencia, se enfrentaron dos tipos opuestos de sistema agrario: un sistema intensivo y de elevado coste en Europa, frente a un sistema extensivo y de bajo coste en los países de ultramar. Europa no podía competir con los precios de esas importaciones. Ello modificó a la baja los precios, lo que significó la ruina de muchos propietarios. Siguiendo el ciclo, esas dificultades agrarias se transmitieron al sector industrial debido a la caída de la demanda, y esas dificultades se contagiaron a la situación financiera debido a las dificultades económicas de agricultores e industriales.
Medidas Adoptadas y Proteccionismo
Ante este panorama de dificultad, los países tuvieron que adoptar una serie de medidas para remediar o solucionar ese impacto. La mayoría de los países europeos adoptó la solución más fácil: la vuelta al proteccionismo para proteger a sus agricultores y reservar sus mercados. Frente a esta alternativa, surgieron otras dos más especiales:
- Por un lado, Inglaterra no abandonó su política librecambista, aun con el coste del hundimiento de su sector agrario.
- Por otro lado, los países escandinavos optaron por una solución basada en mejorar la competencia sin recurrir al proteccionismo. Se especializaron y elaboraron productos agrarios, creando la industria agroalimentaria. Esto significó una especialización.
De cualquier modo, las tensiones proteccionistas a finales de siglo se intensificaron y la mayoría de los tratados comerciales fueron denunciados. Alemania lo denunció en 1879, Francia impuso un elevado arancel en 1881, e Italia inició una guerra de aranceles entre 1887 y 1898. Con serias dificultades para el comercio francés e italiano, Rusia y Alemania entraron en fuertes disputas arancelarias entre 1892 y 1894. En resumen, todos los países autorizaron tasas arancelarias prohibitivas y fuertes restricciones al comercio.
Comercio Internacional a Finales del Siglo XIX
Distribución y Dirección del Comercio Mundial
La distribución del comercio mundial en el siglo XIX es fundamental. Se observa una relación de intercambios con Europa como región principal, siendo el comercio intraeuropeo y el de Europa con ultramar los de mayor porcentaje. Esta hegemonía se mantuvo hasta 1913, a pesar de la disminución de la participación de Inglaterra y del aumento de la proporción norteamericana.
- En 1913: Europa tenía un 65% de exportaciones y el 59% de importaciones.
- EE. UU. tenía un 12% en exportaciones y el 15% de importaciones.
Entre el tráfico de las regiones, destaca el comercio de Europa con ultramar (Norteamérica); dos tercios del comercio norteamericano se dirigían a Europa. El comercio africano y asiático era más dependiente de Europa, sobre todo de Inglaterra, que era el principal suministrador de manufacturas y comprador de sus productos.
Composición del Comercio
El comercio internacional sufrió un cambio en la segunda mitad del siglo XIX. Si antes se basaba en textiles, productos siderúrgicos y otras manufacturas, a partir de 1850 los textiles se reducen y, en cambio, se intercambian productos de nuevos sectores como el eléctrico, químico, maquinaria de ingeniería y bienes de equipo. Ello obedece a que algunos países convergieron o adelantaron a Inglaterra como mayores exportadores.
Balance Comercial
El balance del comercio fue favorable a Europa porque vendía manufacturas de mayor valor y compraba alimentos y materias primas a un menor precio. Esta tendencia, para algunos autores, llevó a un empeoramiento de los países no industrializados y a una mejora de los industriales. De forma que los precios siguieron tendencias opuestas: los productos agrícolas bajaron sus precios y los industriales tendieron a subir los suyos. De aquí que el concepto de Relación Real de Intercambio (RRI) fuera favorable para los industriales.
Los Costes Financieros de la Primera Guerra Mundial
La primera necesidad que requirió el conflicto fue su coste financiero. Este requisito elevó los gastos del Estado, de forma que sus presupuestos, al aumentar los capítulos de gasto y, en menor medida, al mantenerse o aumentar poco los ingresos, generaron un déficit. El aumento de los ingresos se llevó a cabo mediante dos métodos:
- Mediante una mayor fiscalidad recaudatoria.
- Consolidando el déficit sufragado con una mayor circulación monetaria.
Políticas Fiscales y Endeudamiento
El estudio del comportamiento de este gasto indica que hubo una conducta o política distinta según los países. Por una parte, EE. UU. e Inglaterra recurrieron a una fuerte presión fiscal durante el tiempo que durase la guerra. Esta era una salida equitativa, de forma que llegó a cubrir casi un 30% de los gastos. En Inglaterra, además, se estableció un impuesto sobre los beneficios excepcionales debidos a la guerra; incluso el Ministerio de Hacienda rompió la tradición del librecambio e impuso ciertas tasas aduaneras para economizar divisas. Estos gobiernos aplicaron una fuerte legislación fiscal directa, todo con una visión racional y justa.
Por el contrario, Francia y Alemania renunciaron a financiar la guerra mediante contribuciones y se hicieron pocos esfuerzos para repartir el gasto de forma racional entre la población, representando así solo algo más del 10% del gasto de la guerra. Sin embargo, el déficit presupuestario aumentó en todos los países, y cada año estos gastos públicos se incrementaban. Inicialmente, se cubrieron reconociendo una deuda a corto plazo, pero cuando llegaba el vencimiento, estas deudas flotantes debían consolidarse, y para ello se lanzaban empréstitos a largo plazo; pese a ello, el aumento de la masa monetaria provocaba un alza irreversible de los precios.
Inflación Monetaria y Precios
Las inflaciones tenían lugar cuando las emisiones de billetes superaban la tasa legal de cobertura; esta fue una solución a la que tuvieron que recurrir los participantes en la guerra. Esta inflación monetaria tomó formas diversas según los países:
- El gobierno inglés emitió bonos o billetes avalados por rentas del Estado, llamados currency notes. Después, se trataba de limitar su circulación lanzando regularmente bonos del Estado o del Tesoro.
- En Alemania, el Banco Imperial (Reichsbank) tenía el mismo propósito con una modalidad distinta: la masa monetaria dependía en gran parte de la deuda flotante, que aumentaba e iba perdiendo la relación con el volumen de reservas de metales.
- EE. UU. fue, en cierta manera, una excepción a ese comportamiento porque experimentó una afluencia de oro sin precedentes como consecuencia de convertirse en el mayor acreedor mundial. Esas entradas garantizaban las emisiones crecientes de moneda y servían para cubrir una parte de los reconocimientos de la deuda del gobierno federal.
De este modo, los distintos países se atribuyeron una moneda paralela que, a fin de cuentas, provocaba el aumento de las emisiones de billetes de banco. La inflación monetaria se ha cuantificado, fijando un índice 100 para 1914. La circulación fiduciaria alcanzó en 1918 los siguientes índices (base 100 en 1914): Alemania 1141, Inglaterra 1154, Francia 530, Italia 504 y EE. UU. 175. Incluso los países neutrales no lograron escapar a esa tendencia: Países Bajos 330, Suecia 298 y Dinamarca 296.
Para evitar salidas excesivas, o “hemorragias de oro”, las autoridades públicas europeas tuvieron que decidir el cambio forzado de los billetes y la prohibición absoluta de exportar oro sin previa autorización. El deterioro no fue rápido, pero en Francia, en 1919, las reservas no cubrían más que el 21% de la moneda circulante, en lugar del 69% de preguerra. En Alemania, esas reservas no representaban más del 10%.
Otro punto clave fue el alza de los precios. Tanto el aumento de la demanda como la fuerte inflación monetaria interior explican el alza de los precios en cada país. Esta subida fue relativamente moderada durante los dos primeros años de conflicto, se acentuó a lo largo de los dos últimos años y se mantuvo en el bienio posterior a la guerra, a una tasa más elevada. El fenómeno fue general, pero de diferente amplitud según los países.
- Los precios se multiplicaron por dos en EE. UU. entre 1914 y 1919. El alza fue del 98% para los artículos manufacturados y del 106% para los productos agrícolas.
- En Europa, se multiplicaron por tres e incluso por cuatro. En Francia, el índice subió hasta el 340% en 1918.
Paradójicamente, fue Alemania, al menos hasta el final de la contienda, donde menos se deterioraron los precios, con un índice al por mayor de 217%, a pesar de que la inflación monetaria había sido mucho más fuerte que en Francia. En consecuencia, el poder adquisitivo del franco quedó rebajado a un tercio, su valor en oro se redujo en algo más de un tercio y el número y el volumen de billetes en circulación se multiplicó por 5. En cuanto al marco, su poder adquisitivo, inicialmente, disminuyó solamente a la mitad, mientras que la multiplicación de los billetes redujo su valor en oro a, prácticamente, nada.
Impacto Social y Financiación Externa
El endeudamiento público fue, en este período de inflación, una manera encubierta de hacer pagar o de hacer recaer el mayor esfuerzo en los grupos sociales con ingresos o rentas fijas, acreedores y todos aquellos para quienes era inviable el aumento de ingresos. La parte de los gastos que no se cubrió mediante el esfuerzo fiscal se satisfizo, bien por empréstitos interiores, o desde el exterior. Cabe plantearse de dónde o quiénes prestaban al Estado. En parte, por el ahorro interior; y en caso de solicitudes mayores, hubo que acudir al mercado exterior, cada vez más débil en Europa, por lo que se recurrió a EE. UU.
Modelos de Banca Comercial: Desarrollo Lento vs. Acelerado
El modelo de la banca comercial no dominante o no tradicional corresponde a un modelo de desarrollo lento, que prospera sin precipitación en el tiempo y que no intenta superar atrasos ni responder a rivalidades o competencias con otros países. En estas estructuras financieras, la evolución hacia la concentración capitalista es relativamente lenta, sin impulsos acelerados de inversión.
Una serie de operaciones entre el banquero y el industrial son:
- Descuentos de ventas.
- Créditos a corto plazo en sus diversas modalidades.
- Adelantos en cuenta corriente.
- Adelantos sobre garantías de tipo personal o económico.
- Aceptaciones bancarias, utilizadas sobre todo en negocio internacional.
- Servicios bancarios de todo tipo.
- Órdenes de bolsa.
- Informes comerciales.
- Colección de títulos industriales a comisión.
- Servicios en los que el banquero actúa simplemente como un mero comisionista.
Existe otro modelo de banca que responde a una situación de desarrollo económico acelerado, con intervenciones exteriores, cuyo objetivo es superar un atraso en relación con otros países. En este caso, las estructuras económicas, al contrario que en el modelo anterior, están siempre en vías de rápida transformación, caracterizándose por fenómenos de gigantismo en la concentración empresarial y financiera, y, por tanto, por grandes demandas financieras a largo plazo y de capital fijo.
En estas ocasiones, el sistema bancario es requerido intensamente, utilizando todos sus recursos para responder a la amplitud y urgencia de las necesidades. Ejecuta lo que los observadores externos denominan una política imprudente o no ortodoxa, ya que transforma el corto plazo en largo plazo, estimula el mercado financiero y establece políticas industriales concentradas. Parece, entonces, jugar un papel más activo que en el desarrollo lento.