Perspectivas Filosóficas sobre el Sujeto, el Cuerpo y el Conocimiento
Introducción: El Sujeto Cognoscente y la Relación Cuerpo-Sujeto
El objeto de estudio central en diversas corrientes filosóficas aborda la naturaleza del sujeto cognoscente y la compleja relación entre el cuerpo y el sujeto.
Filosofía Idealista
René Descartes
Descartes distingue la esencia (el alma, que no es visible) de la apariencia (el cuerpo, que es visible). Anticipa cuestiones que posteriormente se desarrollarían en el pensamiento científico (como los ejes cartesianos). Fue un pensador fundamental, un filósofo que privilegiaba las ideas racionales y la razón, buscando demostrar la superioridad de la filosofía sobre la religión.
Su célebre frase «Pienso, luego existo» (Cogito, ergo sum) resume su pensamiento: para él, la existencia se fundamenta en el pensamiento racional. Nuestra conexión con el mundo se establece a través de los sentidos, la conciencia y la razón. En esta visión, el sujeto, identificado con el alma, se manifiesta en su relación con el cuerpo.
El Alma (Mente)
Se refiere a la mente. Comprende los pensamientos y acciones voluntarios y racionales, así como las pasiones, sentimientos y emociones, considerados irracionales.
Descartes encuentra una contradicción: la coexistencia de lo racional y lo irracional en el alma. Defensor de la racionalidad, busca explicar por qué, a pesar de esta dualidad, el ser humano tiende a ser más racional que pasional. Su explicación recurre al cuerpo.
El Cuerpo
Concibe el cuerpo como algo natural y observable, una máquina que realiza movimientos repetitivos involuntarios, impulsados por el alma, que actúa como su ‘motor’ o ‘cuerda’.
Sostiene que el cuerpo también cumple la función de reprimir las pasiones debido a su movimiento ‘ordinario’ o mecánico, lo que contribuye a que seamos más racionales.
Filosofía Positivista
El Positivismo, que también anticipa desarrollos científicos, se caracteriza por eliminar al sujeto del proceso de conocimiento.
Leszek Kołakowski y los Principios del Positivismo
Leszek Kołakowski fue un sociólogo y filósofo polaco contemporáneo que estudió a fondo el positivismo, aunque no era positivista. Analizó y comparó textos positivistas, identificando sus características comunes. Identificó cuatro reglas o principios fundamentales:
Cuatro Reglas Fundamentales
- Fenomenalismo: Solo considera válidos los fenómenos observables; predominan los hechos. Por lo tanto, no contempla el alma ni la esencia, ya que no son observables, validando únicamente lo físico, el cuerpo.
- Nominalismo: Buscan nombrar los hechos del mundo de la manera más exacta, precisa y objetiva posible, recurriendo al lenguaje matemático, que es objetivo y exacto. La matemática supone universalidad y precisión. Los científicos la emplean para describir el mundo; por ejemplo, Newton describió los fenómenos de la gravedad matemáticamente.
- Neutralidad Valorativa: Buscan una objetividad absoluta, intentando eliminar todo tipo de subjetividad. Intentan explicar el mundo mediante la matemática por su universalidad y precisión, lo que, según ellos, elimina la subjetividad. Suponen que la realidad es independiente del sujeto, aunque esto es cuestionable, ya que toda observación implica cierta subjetividad. Eliminan todo juicio de valor, interés, subjetividad. Al eliminar todo juicio de valor, interés y subjetividad, el positivismo también descarta conceptos como la libertad, que es un valor. Esta postura, al no reconocer la libertad, puede ser interpretada como un apoyo implícito a regímenes autoritarios, lo cual representa un problema ético y social, especialmente para los sociólogos.
- Unidad Fundamental del Método Científico: Postula que solo existe un método científico válido: el empírico. Esto unifica las ciencias sociales y naturales en una única ciencia, donde el conocimiento es acumulativo y genera progreso. Se progresa desde las disciplinas más generales, como la matemática, hasta las más concretas, como la sociología. Ejemplo: El Darwinismo social, que fusiona biología y sociología, plantea que la sociedad se adapta al medio ambiente y explica el origen de la vida como un proceso de adaptación. El Big Bang se relaciona con la física y la química, permitiendo explicar los desplazamientos de la materia mediante la matemática. Según esta visión, la vida solo es posible donde el ser humano puede adaptarse, ilustrando cómo se enlazan las disciplinas, se acumula el conocimiento y se progresa. Sin embargo, esta aplicación (el Darwinismo social) ha sido criticada por sus implicaciones racistas, al sugerir que solo ‘el fuerte’ sobrevive o se adapta.
Crítica al Positivismo
Los positivistas aspiraban a ser puramente científicos, pero su enfoque fue criticado por eliminar al sujeto cognoscente. Su principal problema radicó en la búsqueda de una objetividad absoluta, la eliminación de valores (como la libertad) y las posibles derivaciones problemáticas, como las interpretaciones racistas del Darwinismo social.
El Alma y el Cuerpo en el Positivismo
- El Alma: Es eliminada por no ser observable; el positivismo rechaza la metafísica.
- El Cuerpo: Deja de ser concebido como una máquina impulsada por el alma. Para el positivismo, el cuerpo es simplemente un objeto de estudio natural y observable.
La Ciencia y el Materialismo
La ciencia, al igual que el positivismo, no contempla el alma ni la metafísica y elimina lo no observable. Sin embargo, a diferencia del positivismo, sí incorpora al sujeto cognoscente (el científico) como parte fundamental del proceso. Dentro del ámbito científico coexisten el método empírico y el método interpretativo (asociado al materialismo).
Karl Marx y el Materialismo Práctico-Crítico
Marx critica explícitamente a Feuerbach en sus tesis, calificándolo de materialista contemplativo. Lo acusa de ser un ‘materialista falso’ porque, aunque reconoce la realidad material, la aborda como un objeto de mera contemplación o intuición, no de práctica transformadora.
Posteriormente, tanto Marx como Feuerbach critican a Hegel por su idealismo.
Marx postula que el verdadero materialismo reconoce que el objeto de estudio es producto de la actividad humana, de la práctica. Para conocer el objeto, es necesario interactuar con él; el sujeto es un sujeto-práctico.
Finalmente, plantea que el conocimiento del objeto de estudio es práctico-crítico: práctico porque implica la interacción y el involucramiento con el objeto (con el fin de transformarlo), y crítico porque busca precisamente esa transformación.
Comparativa: Empirismo vs. Materialismo
El Empirismo
En el Empirismo, la relación sujeto-objeto se concibe de la siguiente manera:
- Cuerpo: Es visto como un objeto de estudio natural y observable.
- Sujeto: Es un mero observador.
El sujeto observa desde afuera, sin una interacción transformadora con el cuerpo. Ejemplo: La aproximación de un psicólogo conductista.
El Materialismo (Marxista)
En contraste, el Materialismo propuesto por Marx plantea una relación diferente:
- Cuerpo: Es concebido como un objeto de estudio práctico y un cuerpo actuante. Es, al mismo tiempo, cuerpo y sujeto, considerando incluso aspectos como el inconsciente.
- Sujeto: Es un sujeto-práctico que se involucra activamente con el cuerpo (objeto de estudio).
Ejemplo: La interacción en el Psicoanálisis, donde se ‘habla con el cuerpo’ y se busca un cambio en el paciente.