La Transición Española: Del Franquismo a la Democracia (1975-1978)

Este documento explora el crucial periodo de la Transición Española, que abarca desde la muerte del General Franco en 1975 hasta la aprobación de la Constitución de 1978. Un tiempo de profunda incertidumbre e inquietud que sentó las bases de la España democrática actual.

1. El Periodo Preconstitucional (1975-1978)

El 20 de noviembre de 1975, el General Franco falleció, dejando tras de sí un legado de control y una famosa frase en su testamento político: “todo estaba atado y bien atado”. Sin embargo, la sensación de incertidumbre e inquietud acerca del futuro político de España era generalizada. Dos días después, Juan Carlos I fue proclamado rey, quien decidió mantener a Arias Navarro como Jefe de Gobierno e incorporar a reformistas como Manuel Fraga y José María de Areilza.

Gobierno de Arias Navarro

Durante este periodo, se distinguían tres posiciones políticas esenciales:

  • Inmovilistas: Deseaban mantener el régimen de Franco intacto.
  • Aperturistas: Eran partidarios de una mayor permisividad, como autorizar asociaciones, pero no partidos políticos.
  • Oposición de izquierda: Operando en la clandestinidad, defendía la ruptura democrática. Sus demandas y acciones incluían:
    • Un proceso constituyente mediante un gobierno provisional y elecciones democráticas.
    • Se agruparon en un solo organismo, Coordinación Democrática.
    • Promovieron movilizaciones populares para presionar a favor de un cambio político.
    • Demandaban amnistía y libertades democráticas.
    • Fueron reprimidas con dureza.

    Aunque estas acciones no consiguieron poner fin al régimen de inmediato, fueron un factor de presión determinante para el cambio. En julio de 1976, Arias Navarro presentó su dimisión al comprobar que no tenía el apoyo de Juan Carlos I.

2. El Primer Gobierno de Adolfo Suárez

El rey nombró Presidente de Gobierno a Adolfo Suárez, un hombre joven procedente del sector reformista del Movimiento Nacional. Su nombramiento generó desconfianza en la oposición y la opinión pública por su origen en el aparato franquista.

Entre julio de 1976 y junio de 1977, Suárez, con el apoyo de la monarquía, realizó el proceso conocido como transición política. Su gestión se centró en desmantelar las instituciones franquistas, legalizar los partidos políticos y convocar elecciones democráticas.

  • El proyecto de Suárez: Consistía en una reforma política que permitiera pasar del régimen franquista a uno democrático con prudencia y sin ruptura legal, siguiendo el principio de “de la ley a la ley”.
  • El instrumento legal: Fue la Ley de Reforma Política.
    • Preveía la celebración de elecciones al Congreso y Senado por sufragio universal.
    • Fue redactada por Torcuato Fernández-Miranda, un antiguo falangista y presidente de las Cortes.
    • La ley fue aprobada por las Cortes franquistas y por el Consejo Nacional del Movimiento.
  • Superación de resistencias: Suárez tuvo que vencer las resistencias de los hombres del franquismo. A los procuradores se les garantizó el mantenimiento de su estatus social y económico, la inexistencia de responsabilidades por el régimen anterior, el predominio de la derecha política y, inicialmente, la ilegalización del Partido Comunista.
  • Aprobación popular: La Ley de Reforma Política se sometió a votación popular el 15 de diciembre de 1976, de acuerdo con el procedimiento legal de la Ley de Referéndum de 1945. Tras su aprobación, Suárez decretó la supresión del Tribunal de Orden Público e inició el desmantelamiento de las instituciones del Movimiento Nacional.
  • Momentos críticos: Enero de 1977 fue un mes muy difícil, marcado por la Matanza de Atocha y los secuestros de Antonio María de Oriol y Urquijo y el General Villaescusa.
  • Legalización de partidos: Suárez tuvo que vencer la resistencia de la oposición y convencerla de que abandonara la idea de ruptura. Para conseguir credibilidad, legalizó los partidos políticos.
    • En diciembre de 1976, toleró un Congreso del PSOE y legalizó de hecho a los sindicatos UGT y CCOO.
    • En Semana Santa de 1977, tomó la decisión personal de legalizar al PCE, a pesar de la fuerte oposición del Ejército y de los políticos franquistas.
    • El resto de partidos se legalizaron mediante un sencillo trámite administrativo.
    • Sucesivas amnistías parciales culminaron en la amnistía total de octubre de 1977.
  • Renuncia a la ruptura: A cambio de estas concesiones, la oposición de izquierda acabó por renunciar a la ruptura, aceptando el proceso de reforma encabezado por Suárez, la fórmula monárquica y la bandera bicolor.

3. Las Elecciones Democráticas de 1977 y la Constitución

El proceso de reforma culminó con la celebración de elecciones libres en junio de 1977.

  • Principales formaciones:
    • Centro y derecha:
      • La UCD (Unión de Centro Democrático), creada por Suárez para capitalizar el éxito de la transición, aglutinaba diferentes ideologías: democristianos, azules, liberales, socialdemócratas.
      • Alianza Popular, liderada por Manuel Fraga, representaba el franquismo posibilista.
    • Izquierda:
      • El PSOE, dirigido por Felipe González, que había experimentado un notable aumento desde 1975.
      • El PCE de Santiago Carrillo, la organización antifranquista más sólida y activa.
  • Resultados electorales: Las elecciones mostraron la moderación de la población española.
    • Venció la UCD, seguida de cerca por el PSOE.
    • Muy alejados, el PCE y AP fueron tercera y cuarta fuerza política.
    • Los grupos nacionalistas obtuvieron importantes resultados en Cataluña y País Vasco.
    • La extrema derecha franquista y los grupos de izquierda marxista radical fueron barridos en las urnas.
  • Papel constituyente: Aunque no tuvieran el carácter formal de tales, las Cortes de 1977 adoptaron inmediatamente el papel de Constituyentes. El anteproyecto de Constitución fue redactado por una comisión en la que estaban representados los principales grupos del Congreso. Predominó la actitud de consenso, con cesiones mutuas donde la izquierda renunció a la forma republicana de estado y la derecha aceptó la existencia de autonomías.