La Ilustración en la Literatura Española: Prosa y Teatro del Siglo XVIII

Prosa de la Ilustración: Las Cartas Marruecas de Cadalso

Las Cartas Marruecas (1782) de José Cadalso son una obra de carácter fragmentario que narra el intercambio epistolar entre dos marroquíes, Gazel y su tutor Ben Beley, y un español, Nuño. En esta obra se mezclan informes de un viaje, el diálogo pedagógico y profundas reflexiones sobre la historia de España y los defectos nacionales, ofreciendo una visión crítica y reformista de la sociedad de la época.

El Teatro en el Siglo XVIII

Primera Mitad del Siglo XVIII: Imitación y Continuidad

Durante la primera mitad del siglo XVIII, el teatro español se caracterizó por la imitación de los modelos del siglo anterior, manteniendo en gran medida las estructuras y temáticas del Barroco.

Segunda Mitad del Siglo XVIII: Corrientes y Renovación

La segunda mitad del siglo XVIII fue un periodo de efervescencia y debate en el ámbito teatral, con la coexistencia de diversas corrientes:

  • Partidarios del teatro barroco: Defendían la libertad absoluta del creador y rechazaban las normas de la poética neoclásica, buscando mantener la tradición dramática española.
  • Los clasicistas: Se inclinaban por seguir los dictados de los preceptistas, promoviendo un teatro basado en la razón, la moral y el orden.
Principales Corrientes y Géneros Teatrales del Siglo XVIII
  • La Renovación Teatral Neoclásica: Los autores de esta corriente tomaron como valores supremos la razón, la moral pública y el orden social. Buscaron el equilibrio del “enseñar deleitando”, considerando el teatro un mecanismo ideal para inculcar sus ideas reformistas. Separaron claramente los géneros (tragedia y comedia), reforzaron su finalidad didáctica y respetaron la regla de las tres unidades (acción, tiempo y lugar).
  • La Comedia Neoclásica: A finales del siglo, esta corriente se consolidó como una comedia de costumbres burguesas con una discreta sátira social y abundantes toques sentimentales. Buscaba la verosimilitud y el didactismo, siendo su máximo exponente Leandro Fernández de Moratín.
  • El Sainete: Género breve y en verso que trataba de forma burlesca y paródica temas de las comedias de costumbres. Se representaban al comienzo o entre actos de obras mayores. Un ejemplo destacado es La Pradera de San Isidro de Ramón de la Cruz.

Leandro Fernández de Moratín: Maestro del Neoclasicismo Teatral

Leandro Fernández de Moratín fue el principal autor del teatro neoclásico en España. En sus comedias, retrata con buen gusto los problemas de la clase media (matrimonio, familia, relaciones sociales), evitando lo fantástico y lo vulgar. Su estilo combina la comedia de costumbres y la sentimental, con una crítica suave a la hipocresía, la vanidad y los prejuicios de clase.

Sus cinco obras teatrales se dividen en dos tipos:

  • Las que critican los matrimonios concertados: El viejo y la niña, El barón, La mojigata, El sí de las niñas.
  • Una sátira del teatro de su época: La comedia nueva o El café.

La comedia nueva o El café sigue las reglas neoclásicas y transcurre en un café, donde Eleuterio espera con su familia el estreno de su obra heroica El cerco de Viena.

El sí de las niñas transcurre en diez horas en una posada de Alcalá de Henares y critica los matrimonios impuestos sin amor, a través del caso de Francisca. La obra aborda la falsedad de los matrimonios concertados sin la voluntad de las contrayentes.

El Teatro Barroco Español: El Siglo de Oro Dramático

Características de la Comedia Nueva Lopeana

  • Polimetría y adecuación métrico-temática: Las obras se escriben en verso, pero a cada situación dramática corresponde un tipo de estrofa diferente. Por ejemplo, se utilizan romances para monólogos y sonetos para quejas, mezclando así distintas formas métricas según la necesidad dramática.
  • Trucos teatrales para agradar al público:
    • El equívoco: Uso del doble sentido de una palabra o frase.
    • El engaño con la verdad: Ofrecer la realidad de manera que pueda tener una interpretación distinta a la inmediata.
    • El disfraz: Especialmente recurrente es el de mujer vestida de hombre.
  • Temas preferidos: La honra y las acciones virtuosas. Como afirmó Lope de Vega: “los casos de la honra son mejores / porque mueven con fuerza toda la gente”.

Lope de Vega: El Fénix de los Ingenios

Lope de Vega poseía una creatividad extraordinaria, lo que le valió apelativos como “monstruo de la naturaleza” o “fénix de los ingenios”. Se le atribuyen más de 1800 comedias, aunque él mismo afirmó haber escrito unas 1500, algunas en un solo día. Actualmente se conservan unas 400, si bien algunas presentan atribuciones dudosas o han llegado a nosotros con modificaciones.

Su teatro mezcla lo culto y lo popular, y aborda temas muy variados: religiosos, históricos, épicos, mitológicos, etc. Lope se inspiraba en crónicas, leyendas, la Biblia, refranes, entre otras fuentes, lo que dificulta el estudio exhaustivo de toda su obra. Por ello, nos centraremos en dos grupos principales:

  • Comedias de amor y enredo: En todas ellas, el motor escénico es el amor, sentimiento que, pese a los obstáculos a los que debe enfrentarse a lo largo de la obra, finalmente acaba triunfando. El protagonista no es el galán ni la dama, sino la pareja, y el final es feliz. Ejemplos destacados son El perro del hortelano y La dama boba.
  • Dramas del poder injusto: En este grupo se insertan las que la crítica considera algunas de las mejores obras de Lope de Vega, como El mejor alcalde, el rey, Peribáñez y el comendador de Ocaña y Fuenteovejuna. En las tres se repite la misma estructura argumental: el poderoso abusa de su autoridad y se enfrenta al villano (los habitantes de las villas y el pueblo llano), quien, guiado por la honradez, acude al rey en demanda de justicia. El rey actúa como la representación de la justicia absoluta. De este modo, la identificación entre el pueblo (protagonista de estas obras dramáticas) y la monarquía (su defensora) forma una unión armónica e indisoluble.

La Escuela de Lope de Vega: Continuadores del Fénix

Muchos autores siguieron la estela marcada por Lope de Vega, consolidando la Comedia Nueva. Entre ellos, podemos destacar a:

  • Guillén de Castro (Las mocedades del Cid)
  • Juan Ruiz de Alarcón (La verdad sospechosa)

De entre todos ellos, sobresale Tirso de Molina, dramaturgo, poeta y narrador barroco. Su admiración por Lope y su inclinación a escribir comedias profanas le valieron castigos y destierros. Su teatro destaca por:

  • La profundización psicológica de los caracteres.
  • La claridad.
  • El ingenio para la sátira.
  • La riqueza del lenguaje.

Su mayor aportación a la literatura universal consiste en haber dado vida al mito de Don Juan Tenorio en El burlador de Sevilla y convidado de piedra. En su obra cobran mucha importancia los personajes femeninos, independientes y de gran profundidad psicológica. Otros títulos dignos de mención son: El vergonzoso en Palacio y El condenado por desconfiado.

Calderón de la Barca: Culminación del Barroco Dramático

El teatro de Calderón de la Barca se caracteriza por un tono más intelectual y una mayor complejidad, propios de los temas que aborda: de carácter religioso, filosófico y moral. La complejidad de su teatro se acompaña también de una mayor dificultad escenográfica, dado que el teatro a la italiana se acababa de incorporar a la dramaturgia española.

Podemos dividir su producción en dos grandes etapas:

  • Primera etapa: Usó los mismos temas que Lope, como el honor (ej. El pintor de su deshonra, El alcalde de Zalamea) y el amor propio de la comedia de capa y espada (ej. La dama duende).