Introducción a la Ilustración según Kant

En este texto, el cual pertenece a la obra de Immanuel Kant ¿Qué es la Ilustración?, vemos cómo, en primer lugar, Kant nos ofrece la definición de Ilustración, que no es otra cosa que alcanzar la mayoría de edad, es decir, atreverse a pensar por uno mismo. ¡Sapere Aude! ¡Ten valor para valerte de tu propio entendimiento! Esta es la idea central alrededor de la cual gira toda la obra. Mientras el pensamiento y los individuos continúen sometidos a dogmas y no sigan su propio camino, permanecerán en minoría de edad.

La Minoría de Edad: Causas y Obstáculos

En segundo lugar, Kant atribuye la causa de la minoría de edad a la pereza y la cobardía. Por un lado, no se cuestiona nada del mundo que nos rodea. Por otro lado, se renuncia a los prejuicios y las consignas heredadas. Por ser vagos, preferimos que un profesor nos resuelva una duda sin haberla intentado resolver antes nosotros por nuestra cuenta; que un compañero nos diga la respuesta de un problema, es decir, que piense por nosotros.

En esta misma línea, vemos cómo mediante la ironía Kant denomina a médicos, abogados y sacerdotes como instrumentos del gobierno para manejar a sus administrados. Los peligros inevitables de comenzar a pensar por uno mismo son calificados por estos “instrumentos” como obstáculos insalvables, mientras que Kant les considera necesarios en el camino a esa libertad ilustrada.

Podemos ver cómo Kant compara a los individuos que no alcanzan la mayoría de edad con los personajes encadenados del Mito de la caverna platónico, que no desean abrirse paso hasta la luz, ya que se encuentran cómodos en la oscuridad. Al individuo le resulta muy difícil, por no decir casi imposible, pensar por sí mismo, por haber aceptado como válidos los dogmas durante toda su vida. Ahora bien, si pensamos en un colectivo social en el que existe libertad de expresión, es posible que algunos que hayan alcanzado la mayoría de edad intenten hacer ver la luz al resto. Pero es posible que ese mismo público les obligue a restablecer los antiguos prejuicios porque depende completamente de ellos. Este fragmento nos recuerda de nuevo a Platón y su Mito de la caverna, más concretamente cuando los prisioneros de la caverna persiguen y matan al filósofo que intenta librarles de la oscuridad que les ciega.

La Libertad Ilustrada: Uso Público y Privado de la Razón

A continuación, se trata el tema de que la Ilustración solo requiere de una condición, y esa condición es la libertad ilustrada, entendida como el uso público de la razón en todos los terrenos. Pero esta libertad ilustrada ha de tener límites muy claramente definidos en el caso del uso privado de la razón.

La Distinción entre Uso Público y Privado

Para Kant, la distinción tiene un uso importante: evitar el recurso a la revolución. Tanto en La metafísica de las costumbres como en Teoría y práctica, Kant considera que no hay motivos para desobedecer al soberano. Para Kant, el progreso hacia una constitución republicana no debería realizarse mediante revolución, sino mediante paulatinas reformas constitucionales realizadas por el soberano.

No obstante, Kant se contradice, pues siente entusiasmo por el progreso humano de la Revolución Francesa, pero considera que el uso privado de la razón ha de estar limitado.

Ejemplos de Uso Público y Privado

Posteriormente, vemos cómo Kant pone tres ejemplos en cuanto a la distinción entre uso privado y uso público de la razón. El oficial del ejército que recibe una orden ha de obedecer. El ciudadano no puede negarse a pagar sus impuestos. Y el pastor religioso que habla a su comunidad tiene que atenerse a los dogmas de su religión.

La Ilustración en la Práctica y el Rol del Gobernante

Luego, Kant confirma que no hemos alcanzado la mayoría de edad de la Ilustración. Casi todos los hombres aún no son mayores de edad, es decir, no piensan por sí mismos. Para Kant, el gobierno de Federico II, quien era un déspota ilustrado, era el mejor camino hacia la Ilustración.

El Progreso y la Figura de Federico II

Según Kant, Federico II es un príncipe de la Ilustración al que la humanidad debe estar agradecida, pues está ayudándola a alcanzar la mayoría de edad. Esta libertad no conlleva preocupación alguna por la tranquilidad pública y la unidad de la comunidad.

Kant menciona en el texto que tiene una absoluta confianza en el progreso humano. Esta confianza en el progreso no es una característica exclusiva de Kant, puesto que caracteriza a los ilustrados. Kant propone que la libertad en materia religiosa se extienda también a cuestiones legislativas. Esta propuesta constituye uno de sus ideales políticos.

Conclusión: Libertad, Progreso y Control

Para finalizar, Kant postula que es necesaria la libertad para el progreso humano, pero que esa libertad ha de estar bajo control. Demasiada libertad, como la que se da en las democracias, es perjudicial para el crecimiento social, ya que peligra el orden social. Kant considera que un déspota ilustrado, como es Federico II, es capaz de garantizar esa libertad ilustrada de pensamiento y, al mismo tiempo, de controlarla.