Psicomotricidad Infantil: Conceptos Fundamentales y Aplicaciones

Psicomotricidad: Método Terapéutico vs. Práctica Educativa

La función de la psicomotricidad se contempla desde dos finalidades:

• Como método terapéutico: La psicomotricidad en sus inicios formaba parte de un tratamiento terapéutico y reeducativo, utilizado en la práctica clínica para tratar a niños con retrasos y alteraciones en su desarrollo. Actualmente continúa formando parte de los métodos de estimulación temprana y reeducativa, incluyendo también un enfoque más preventivo, orientado a detectar y prevenir la posible existencia de trastornos psicomotrices o emocionales.
• Como práctica educativa: La concepción restringida anterior ha dejado paso actualmente a la utilización de la psicomotricidad como una metodología educativa a aplicar a todos los niños y niñas durante la educación infantil. Esta práctica contribuye a estimular el desarrollo físico y psíquico de los niños y contribuye a prevenir o evitar problemas por los cuales algún niño podría necesitar la atención reeducativa posterior.

Significado de la Frase: “La actividad corporal en las niñas y los niños es consecuencia de su desarrollo, pero a la vez es propulsora de este”

La psicomotricidad parte de una concepción del desarrollo infantil en la que hay una identidad inicial entre las funciones neuromotrices y las funciones psíquicas de los niños y niñas.

En este contexto, esta frase significa que la actividad sensoriomotriz y el estado psíquico se realimentan continuamente. Así, todas las experiencias sensoriomotrices que se ofrecen a las niñas y a los niños contribuirán a la adquisición de nuevas habilidades y al perfeccionamiento de las ya adquiridas.

Conceptos de H. Wallon y su Relación con la Práctica Psicomotriz

a) Vector Biológico y Vector Social

Según Wallon, la mente o psique sería el resultado del entrecruzamiento entre su propio organismo biológico y el mundo social en el que se encuentra cuando nace. Esta teoría se representa mediante dos vectores:

• El vector biológico: Representa un organismo humano que, al igual que cualquier otro ser vivo, tiene desde el momento de su concepción, la previsión de un ciclo biológico, con una organización y un calendario madurativo.
• La línea social: Representa las influencias moldeadoras de la familia o entorno próximo que, a través de sus propias expectativas y de los cuidados hacia el recién nacido, marcan e intentan plasmar unos ritmos y unos hábitos (que luego serán conductas) en el nuevo ser.

b) La Persona como Unidad Bio-Psico-Social

Wallon considera al individuo humano como una unidad biopsicosocial, en cuyo desarrollo también participa la propia psique o mente, que puede representarse como la intersección entre el ámbito social y el ámbito biológico.

El punto inicial de esta intersección es el entrecruzamiento en el recién nacido entre el vector social (normalmente la madre) y el vector biológico. Y, a partir de las primeras interacciones entre ambos, se irá constituyendo el núcleo de la mente o psique. Un núcleo con una sólida base afectiva/motora o motora/afectiva, que se irá ampliando y acabará constituyendo la parte intelectiva y emocional de la persona.

Desde la perspectiva de la persona como una unidad biopsicosocial, la educación se debe dirigir a niños y niñas desde la globalidad, y la psicomotricidad se plantea como el instrumento más adecuado para trabajar esta integralidad.

Manifestaciones del Control Tónico

a) En el Aspecto Motor

El tono asegura el equilibrio del cuerpo y de cada una de sus partes, adoptando una actitud apropiada. Además, aporta elasticidad, estabilidad, fuerza y precisión.

b) En la Sensibilidad

Las estructuras neurológicas que regulan la función tónica reciben estimulaciones, tanto internas como externas (exteroceptivas, propioceptivas e interoceptivas), y mantienen una constante tensión latente que las une entre sí.

c) En las Emociones

El tono está en la base de la manifestación de las emociones. Por ejemplo, cuando tenemos un sobresalto, un impacto emocional o un gran disgusto, suele generar una caída de la tensión tónica: el movimiento queda entonces sin base, sin sostén y aparece una confusión o un desorden de la función tónica.

d) En la Relajación

La disminución voluntaria del control tónico da lugar a la relajación muscular que tiene un efecto sobre la relación corporal. Por esta razón, se pueden programar actividades de relajación para ejercitar el control tónico.

Diferencia entre Relajación Consciente y Relajación Automática

Básicamente se diferencian en la intencionalidad de la actividad:

• La relajación consciente: Necesita, para ser practicada, un buen conocimiento del propio cuerpo, con cierto dominio del esquema corporal (dominio que solo logran niños y niñas a partir de los 6 o 7 años). Se lleva a cabo con una metodología directiva.
• La relajación automática: Se pone en práctica después de que los niños y niñas hayan realizado actividades que les hayan provocado mucha fatiga. Los educadores y educadoras casi no intervienen y dejan que los niños y niñas descansen de la manera más tranquila en un ambiente adecuado (clima apropiado, sin ruidos, con iluminación suave, sin interferencias espaciales, etc.), tal vez con una música suave de fondo.

Procesos de Inspiración y Espiración

En la Respiración Espontánea

• La inspiración: Es un proceso activo, en el que el diafragma y otros músculos se contraen para ensanchar la caja torácica y permitir la expansión de los pulmones.
• La espiración: O salida del aire, es un proceso pasivo de relajación de los músculos respiratorios para expulsar el aire.

En la Respiración Profunda

• Inspiración: Se llena de aire primero la base de los pulmones (distendiendo el diafragma hacia abajo y empujándolo contra el abdomen) y, después, el resto de los pulmones. Así, los pulmones se expanden y alcanzan su máxima dilatación.
• Espiración: Se expulsa el aire, presionando con el diafragma hacia arriba contra el tórax. Los pulmones se comprimirán al máximo para expeler todo el aire.

Importancia de la Dominancia Lateral

Importancia de la Lateralidad

La lateralidad o dominancia de una parte del cuerpo sobre la otra es necesaria en la educación psicomotriz porque:

• Facilita la representación del esquema corporal: Al tener un lado más significativo, este se convierte en una referencia clara. Al ser vivida y experimentada, se tiene conciencia tanto de la misma parte como de la parte del lado contrapuesto.
• Sirve para especializarse en el dominio de cualquier acción: Las personas ambidextras no consiguen el mismo dominio que las personas zurdas o diestras porque, al parecer, no han alcanzado el mismo nivel de especialización.
• Favorece la orientación y organización espacial: Como un lado del cuerpo es predominante y significativo, esta vivencia organizativa se proyecta hacia fuera, hacia el espacio, traduciéndose en una mejor orientación espacial.

Edad de Definición de la Lateralidad

La preferencia instrumental por uno u otro lado se produce, para la mayoría de los niños o niñas, entre los 4 y 7 años. De hecho, hacia los 6 años, pueden representarse su propia derecha e izquierda, adquiriendo su propia noción conceptual.

A los 8 o 9 años pueden representar la derecha e izquierda desde la posición de la persona que tienen enfrente.

Cómo Actuar si este Proceso no se Desarrolla Espontáneamente

Los educadores y educadoras deben facilitar el predominio lateral natural de niños y niñas, que se irá manifestando espontáneamente, sin forzarles ni en un sentido ni en el otro.

Según J. Palacios, como norma general con la lateralidad, si no se presenta ningún problema, lo mejor es no intervenir, pero si espontáneamente no se ha producido una definición, conviene lateralizar al niño a uno u otro lado. Esta intervención deberá realizarse en torno a los 5 años, nunca antes de los 4 años y, desde luego, antes de que se vea inmerso en el aprendizaje de la escritura.

Hacia Dónde Lateralizar

En caso de que parezca dar igual, porque el niño tiene buenas posibilidades con uno y otro lado, el mismo autor considera más aconsejable lateralizar hacia la derecha, pues hay muchos aspectos instrumentales que en nuestra cultura están organizados en función del uso de la diestra, entre ellos la misma escritura y su orientación de izquierda a derecha.

Proceso de Interiorización del Tiempo en Niñas y Niños

El proceso de interiorización del tiempo se inicia en niñas y niños a partir de la vivencia de las rutinas y los hábitos diarios. Estos establecen un ritmo, una sucesión de acontecimientos (despertar, ruido, iluminación, voz de la madre, cambios de posición, baño, cambio de pañales, alimento, abrazo, sueño, oscuridad, silencio, etc.), que son el núcleo de su estructuración temporal.

A partir de este núcleo, irán adquiriendo gradualmente las nociones de día-noche, mañana-tarde, organizando su propia percepción temporal hasta llegar a alcanzar el hoy-ayer-mañana.

L. Picq y P. Vayer establecen tres etapas en la organización progresiva de las relaciones en el tiempo:

• ETAPA 1: Vivencia de la continuidad y sucesión de los acontecimientos, basada en la percepción de la duración y el ritmo.
• ETAPA 2: Toma de conciencia de las relaciones en el tiempo, en la que se aprenden diversos momentos temporales (el instante, el momento justo, antes, durante, después) así como sus relaciones recíprocas. También se llega a las nociones de simultaneidad y sucesión.
• ETAPA 3: Alcance del nivel simbólico a partir de la coordinación de los diferentes elementos y la capacidad de abstracción.

Trastornos Psicomotores

Debido a que las áreas psicomotrices están muy relacionadas entre ellas y a la gran diversidad de trastornos posibles, no es fácil establecer una clasificación integradora de los diferentes trastornos.

En el texto identificamos dos propuestas: la de H. Bucher y la de J. Ajuriaguerra.

Clasificación de H. Bucher

H. Bucher propone una clasificación en tres grupos de trastornos psicomotores a partir de una posible etiología:

• Trastornos del esquema corporal.
• Retrasos de maduración.
• Disarmonías tonicomotoras.

Clasificación de J. de Ajuriaguerra

J. de Ajuriaguerra propone esta clasificación de trastornos psicomotores:

• Desórdenes en la realización psicomotora.
• Inestabilidad psicomotriz.
• Debilidad motora.
• Problemas de lateralización.
• Trastornos tonicoemocionales o de relación.

Principios del Enfoque Pedagógico de la Educación Vivenciada de A. Lapierre y B. Aucouturier

A. Lapierre y B. Aucouturier definen la educación psicomotriz como «el proceso basado en la actividad motriz, en la que la acción corporal, espontáneamente vivenciada, se dirige al descubrimiento de las nociones fundamentales, que aparecen en sus inicios como contrastes y conducen a la organización y estructuración del yo y del mundo».

El enfoque pedagógico de esta propuesta se basa en los principios siguientes:

• Una educación vivenciada: Enfocada desde una metodología no directiva, y que parte del aprovechamiento de situaciones espontáneas y de las motivaciones del momento.
• Basada en la observación, la exploración y la escucha: Evitando condicionamientos intelectuales. Se plantea como una pedagogía de observación y escucha respecto a los niños y niñas y respecto al grupo.
• Dirigida a la adquisición de nociones primitivas y fundamentales: (intensidad, tamaño, velocidad, dirección, situación, orientación y relación), a partir de las cuales se derivan otras muchas nociones.
• Que permitan una educación sin compartimentos estancos: En que las materias no se presenten como trozos separados de un rompecabezas, del cual él no comprende el sentido, sino como las diversas ramas de un conocimiento diversificado que parte de un tronco común.
• En la que educadoras y educadores ejerzan de facilitadores: Favoreciendo el deseo que las niñas y niños muestran de expresarse y de comprender, lo cual favorece la interacción con los demás.