Explorando la Cognición: Reduccionismo, Conducta y Categorización en Psicología
El Reduccionismo en Psicología: Un Desafío Epistemológico
¿Qué es el Reduccionismo en Psicología?
El reduccionismo en psicología se refiere a la tendencia de explicar fenómenos propios de este campo desde niveles inferiores, como la biología, la química o la física. Aunque en la ciencia existen distintos niveles de estudio, abordar un objeto propio de la psicología con herramientas de otro nivel (por ejemplo, el fisiológico) se considera un error epistemológico.
En particular, el reduccionismo biologista intenta explicar la conducta o los estados mentales únicamente a partir del cerebro, los neurotransmisores o los genes, dejando de lado factores clave como el contexto y la historia del sujeto.
Causas del Reduccionismo en la Práctica Psicológica
Las causas de esta tendencia son diversas:
- Prestigio del modelo médico: Algunos psicólogos intentan imitarlo debido a su reconocimiento social.
- Concepción de “lo científico”: Existe una idea extendida de que lo verdaderamente científico es lo biológico, generando presión por parecer “más científicos”.
- Dificultad de unificación interna: La complejidad para unificar enfoques dentro de la psicología lleva a algunos a buscar respuestas en explicaciones más simples y deterministas.
- Peso histórico del modelo internalista: La influencia de este modelo de la conducta.
- Bombardeo mediático: Los avances en neurociencia o genética, ampliamente difundidos, refuerzan esta visión reduccionista.
Consecuencias del Enfoque Reduccionista
Las consecuencias de adoptar un enfoque reduccionista son significativas:
- Herramientas inadecuadas: Se aplican métodos inapropiados para problemas psicológicos, perdiendo de vista la interacción del sujeto con su entorno.
- Riesgo de relegación profesional: Al asumir funciones propias de otros profesionales (médicos o neurólogos), los psicólogos corren el riesgo de quedar relegados y no destacar en su campo específico.
- Pérdida de la especificidad psicológica: Si los psicólogos no desarrollan su labor particular, se pierde una herramienta clave para comprender y abordar la conducta humana en toda su complejidad.
En conclusión, aunque todos los niveles de estudio son válidos dentro del enfoque científico, es fundamental que la psicología mantenga su propia perspectiva para ofrecer predicciones y soluciones efectivas desde su objeto de estudio: la conducta en relación con su contexto.
La Discriminación de la Propia Conducta y las Clases de Equivalencia
El Rol de la Discriminación de la Conducta en la Cognición
La discriminación de la propia conducta es un prerrequisito ontogenético clave para la formación de clases de equivalencia, especialmente relevante en el debate sobre las diferencias cognitivas entre especies. Desde esta perspectiva, no se considera una capacidad exclusivamente humana heredada filogenéticamente, sino que depende del desarrollo ontogenético y del entrenamiento en ciertas habilidades conductuales básicas.
El Concepto de Naming (Nombramiento de Estímulos)
Una de estas habilidades fundamentales es el naming (nombramiento de estímulos). Este proceso implica que el sujeto añade una respuesta verbal al estímulo, transformando parcialmente la discriminación de un evento externo en una tarea de discriminación de su propia conducta. Se ha observado que sujetos (como animales no humanos o personas con trastornos del lenguaje) que no realizan naming tampoco muestran evidencia clara de formar clases de equivalencia.
Bi-funcionalidad de la Conducta y Simetría
La importancia del naming radica en la bi-funcionalidad de la conducta, es decir, la capacidad de una conducta para actuar tanto como respuesta (nombrar algo) como estímulo (responder a una etiqueta). Esta dualidad podría ser clave para la simetría, una relación fundamental dentro de las clases de equivalencia, ya que facilita el aprendizaje de relaciones bidireccionales no entrenadas.
Evidencia Empírica: Estudios con Palomas
Estudios con palomas han demostrado que, tras un entrenamiento específico en discriminación condicional de su propia conducta, pueden llegar a mostrar simetría derivada. Esto apoya la idea de que la discriminación de la propia conducta puede ser un prerrequisito crucial para la emergencia de relaciones de equivalencia. Sugiere que el entrenamiento en esta habilidad podría ser lo que falta en otras especies para alcanzar capacidades simbólicas similares a las humanas.
Conceptos Polimórficos y Categorización en Especies No Humanas
Definición de Conceptos Polimórficos
Los conceptos polimórficos son categorías cuyos ejemplares pueden adoptar una gran variedad de formas. No existe un rasgo único o un conjunto fijo de características que esté presente en todos los miembros de la categoría. En cambio, cada ejemplar posee algunas de las propiedades relevantes, pero no necesariamente todas ellas.
Metodología para el Estudio de Conceptos Polimórficos
Para estudiar la adquisición de estos conceptos en animales no humanos, se utiliza frecuentemente un procedimiento de discriminación simple. Se presentan dos conjuntos de estímulos:
- El conjunto SD (estímulo discriminativo), que contiene ejemplares del concepto objetivo (por ejemplo, fotos con una persona) y cuya selección es reforzada.
- El conjunto SΔ (estímulo delta), que contiene estímulos que no pertenecen a la categoría (por ejemplo, fotos sin persona), y responder ante ellos no se refuerza.
Una vez que el animal aprende a discriminar entre ambos conjuntos, se le presentan nuevos estímulos que nunca ha visto. Si responde adecuadamente a los nuevos estímulos que sí contienen la propiedad relevante, y no a los que no la contienen, se considera que ha adquirido el concepto polimórfico.
Ejemplo Clásico: El Estudio de Cerella con Palomas
Un ejemplo clásico es el estudio de Cerella, donde palomas aprendieron a discriminar entre hojas de roble y otras hojas. Posteriormente, fueron capaces de aplicar esta discriminación a nuevas fotografías, demostrando así la formación del concepto polimórfico, a pesar de la gran variabilidad formal de los estímulos.
Este tipo de investigación muestra que algunas especies animales pueden aprender a categorizar con base en múltiples características no fijas, lo que desafía la idea de que la conceptualización compleja es exclusivamente humana.
Tipos de Categorización y Habilidades Conceptuales en Psicología
La categorización es el proceso fundamental mediante el cual los organismos responden de forma similar a estímulos distintos, agrupándolos en clases. Esto permite organizar la conducta de manera eficiente frente a la diversidad del entorno. La conducta conceptual se caracteriza por:
- Responder de forma semejante a estímulos diferentes con alguna propiedad común.
- Generalizar la respuesta a nuevos miembros no entrenados, mostrando adaptación.
Estudiar estos procesos en otras especies permite controlar variables y descubrir los aprendizajes necesarios para desarrollar estas habilidades, con un valor aplicado significativo para la comprensión de la cognición humana.
Principales Habilidades y Tipos de Categorización
- Generalización
- Capacidad de responder a estímulos similares a los entrenados, aunque no hayan sido reforzados directamente.
- Abstracción
- Discriminación basada en una única propiedad común, ignorando otras características. El sujeto responde exclusivamente a esa propiedad.
- Conceptos Polimórficos
- Categorías sin rasgos fijos presentes en todos sus miembros. Los ejemplares comparten algunas características, pero no necesariamente todas. Se estudian con procedimientos de discriminación simple y pruebas de transferencia (ejemplo: palomas que discriminan hojas de roble y generalizan a nuevas).
- Clases Funcionales
- Conjuntos de estímulos que adquieren la misma función discriminativa. Se demuestran con inversiones de función: al cambiar la función de un estímulo, el cambio se transfiere a los demás miembros de la clase.
- Clases de Equivalencia
- Estímulos que cumplen las propiedades de reflexividad, simetría y transitividad, sin depender de propiedades físicas directas. Se derivan mediante discriminaciones condicionales y requieren prerrequisitos como la discriminación de la propia conducta (naming).
En resumen, la categorización permite responder eficazmente ante estímulos diversos. Mientras que la generalización y la abstracción se basan en propiedades físicas, los conceptos polimórficos, las clases funcionales y las clases de equivalencia implican niveles de abstracción superiores, siendo fundamentales para entender fenómenos complejos como el lenguaje o la creatividad.