Estrategias Efectivas para Abordar Disortografía y Disgrafía en Niños
Disortografía: Estrategias para Mejorar la Escritura y Ortografía
La Disortografía es un Trastorno Específico del Aprendizaje (DEA) que afecta directamente la escritura, específicamente el uso correcto de las normas ortográficas. Se manifiesta como una dificultad persistente para aplicar las reglas gramaticales y ortográficas, incluyendo errores fonológicos, visuales y arbitrarios. Es crucial destacar que este trastorno no está vinculado a problemas sensoriales ni intelectuales, y requiere una intervención pedagógica específica para mejorar la conversión fonema-grafema y el dominio de las reglas ortográficas.
Factores de Riesgo de la Disortografía:
- Adición, omisión, sustitución o inversión de letras.
- Errores recurrentes en el uso de reglas ortográficas ya aprendidas (ej. b/v, h, g/j).
- Dificultad para separar correctamente sílabas o palabras.
- Sustitución de letras espejo (ej. b-d, p-q).
- Falta de uso de mayúsculas y signos de puntuación.
- No distingue palabras homófonas (ej. “hola” vs. “ola”).
- Escritura fonética sin aplicación de reglas ortográficas.
- Discurso escrito poco estructurado o incoherente.
Actividades para Intervenir en la Disortografía:
1. Dictados Cortos y Progresivos
Descripción: Realizar dictados frecuentes con palabras que contengan fonemas y grafías conflictivas, aumentando progresivamente la complejidad. Se recomienda ofrecer feedback inmediato.
Justificación: Esta actividad permite detectar y corregir errores de forma repetitiva, con refuerzo inmediato. Ayuda a automatizar las reglas ortográficas y a consolidar el aprendizaje.
2. Juegos de Ortografía y Tarjetas Visuales
Descripción: Utilizar tarjetas o juegos interactivos (como dominós, ruletas o juegos de memoria) con palabras escritas de forma correcta e incorrecta, para que el alumno identifique la versión correcta.
Justificación: Aumenta la discriminación visual y la conciencia ortográfica de forma lúdica y motivadora. Refuerza las reglas con ejemplos concretos y visuales.
3. Lectura y Corrección en Voz Alta
Descripción: El alumno lee en voz alta lo que ha escrito y lo compara con la ortografía correcta, utilizando una ficha de apoyo o con la ayuda del docente.
Justificación: Estimula la autocomprobación y la conciencia del error. Ayuda a vincular la oralidad con la grafía, mejorando la percepción de la estructura de las palabras.
4. Copia Modelada de Palabras con Sílabas Destacadas
Descripción: Copiar palabras complejas destacando la sílaba donde el alumno suele cometer el error (ej. “va-ca” con “va” en rojo o negrita).
Justificación: Mejora la conciencia silábica y la segmentación fonológica, facilitando la identificación de patrones y la correcta escritura de las palabras.
Disgrafía: Estrategias para Mejorar la Calidad y Forma de la Escritura
La Disgrafía es un trastorno específico del aprendizaje que afecta la calidad y la forma de la escritura manual. Esta dificultad se manifiesta en la motricidad fina, el trazo, la postura al escribir y la organización espacial del escrito. Es importante señalar que la disgrafía no está relacionada con la falta de inteligencia ni con la ausencia de motivación, sino con una alteración neuromotora que impide desarrollar correctamente las habilidades necesarias para la escritura manual.
En edades tempranas, como en niños de 5 años (Educación Infantil), se observa principalmente en la grafomotricidad, la calidad del trazo, la coordinación visomotora y la fatiga ante tareas escritas.
Factores de Riesgo de la Disgrafía:
- Presión inadecuada sobre el papel o el lápiz.
- Postura corporal incorrecta al escribir.
- Escritura desorganizada o ilegible.
- Lentitud y cansancio excesivo ante tareas gráficas.
- Trazos irregulares y letras mal formadas.
- Baja autoestima por comparación con los compañeros.
- Evita actividades que impliquen escribir, pintar o recortar.
- Problemas en tareas de precisión (ej. recortar, ensartar, punzar).
- Inseguridad motora al trazar formas o letras.
Actividades para Intervenir en la Disgrafía:
1. Pizarra Mágica y Repaso de Letras en Materiales Sensoriales
Descripción: Utilizar pizarras mágicas, bandejas con arena, harina o espuma de afeitar para trazar con el dedo formas básicas, líneas y, posteriormente, letras.
Justificación: El trazo en superficies sensoriales reduce la presión emocional, mejora la coordinación óculo-manual y estimula la motricidad fina de forma lúdica. Permite interiorizar la forma de las letras sin la necesidad inmediata de lápiz y papel.
2. Ejercicios de Motricidad Fina (Pinzas, Ensartados, Plastilina)
Descripción: Realizar actividades como ensartar cuentas, usar pinzas para trasladar objetos pequeños, moldear letras con plastilina o recortar formas simples.
Justificación: Estas actividades refuerzan los músculos necesarios para el control del lápiz. Mejoran la precisión, la fuerza y la coordinación de la mano dominante, lo cual es un paso previo fundamental para una escritura funcional.
3. Papel Cuadriculado y Lápices Adaptados
Descripción: Usar hojas con cuadrículas o líneas resaltadas para orientar la escritura, junto con lápices ergonómicos que faciliten un agarre correcto y cómodo.
Justificación: El apoyo visual de los márgenes o cuadrículas guía al niño y mejora el orden y la organización espacial del escrito. Los lápices adaptados facilitan la postura correcta sin esfuerzo excesivo, reduciendo la fatiga.
4. Reproducción Guiada de Patrones y Trazos Básicos
Descripción: Presentar secuencias de trazos básicos (líneas rectas, curvas, espirales, zigzags) en progresión de dificultad para que el alumno los reproduzca con la guía del adulto.
Justificación: Reforzar la ejecución planificada de trazos permite el desarrollo estructurado de la grafomotricidad, una habilidad esencial previa a la escritura alfabética.