Trayectorias Poéticas de Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez

Ambos poetas tienen en común sus inicios en el Modernismo y su evolución hacia tendencias estéticas diferentes: Machado se acercará a la Generación del 98 y Juan Ramón Jiménez se convertirá en el poeta del Novecentismo o Generación del 14.

Antonio Machado

Machado concibe la poesía como un medio para captar la esencia de las cosas y el fluir temporal. Se caracteriza por la profundidad con la que trata temas como la intimidad, los recuerdos, el paisaje castellano, el paso del tiempo y la llegada de la muerte. El amor también aparece, pero despojado del erotismo propio del Modernismo, al igual que los sueños, a los que considera una forma de conocimiento. Su trayectoria poética aparece marcada por el itinerario «del yo al nosotros», o lo que es igual, «del individualismo a la solidaridad».

Soledades, galerías y otros poemas

Su primer poemario, Soledades, se ampliará con otros poemas y publicará Soledades, galerías y otros poemas unos años más tarde. Aparecen temas como la meditación sobre el paso del tiempo, la memoria de la juventud y la infancia perdidas, los sueños y el amor ausente.

Está influenciado por el Modernismo simbolista y en él se encuentran ya los símbolos que caracterizan toda su poesía, siguiendo la tradición simbolista que le llega a través del Modernismo, como el paso del tiempo (simbolizado en el reloj, la tarde, el agua y el camino); la muerte (simbolizada en las campanas, cementerios, cipreses, agua estancada); la infancia (huerto, jardín); la monotonía (noria); o la melancolía, que se refleja en jardines otoñales.

Campos de Castilla (1912/1917)

En Campos de Castilla (1912/1917) se aprecia un alejamiento de la propia melancolía hacia tres realidades que configuran los temas principales del poemario: el paisaje castellano (soriano, descrito con imágenes memorables); el amor y el dolor por la pérdida de la esposa, cuyo recuerdo se asocia en ocasiones al paisaje; y el interés en la regeneración de España.

Aparecen también en este libro, en los poemas escritos en Baeza, evocaciones nostálgicas de Soria y emocionados recuerdos a Leonor, ya fallecida, junto con descripciones del paisaje andaluz. Hay, además, una serie de breves poemas, «Proverbios y cantares», que recogen reflexiones y sentencias de carácter filosófico sobre los grandes temas de la existencia humana. Se completa con los «Elogios» a distintos poetas e intelectuales amigos como Rubén Darío o Unamuno. También aparece un largo romance, La tierra de Alvargonzález, que relata una dramática historia familiar de codicia y envidia.

La métrica es muy variada, aunque utiliza en muchas composiciones la silva arromanzada, una combinación de versos de 7 y 11 sílabas con la estructura del romance.

Nuevas canciones

Un paso más se alcanza con Nuevas canciones, donde la personalidad del poeta parece diluirse para expresar saberes objetivos en composiciones muy breves, de estructura cercana a la copla, que sirve para proclamar sentencias o pensamientos filosóficos.

Poesías completas

En las sucesivas ediciones de sus Poesías completas aparecen poemas añadidos, como las Canciones a Guiomar, textos inspirados en su relación con Pilar Valderrama, un amor de madurez.

Poesías de la guerra

Por último, durante la Guerra Civil escribe poemas de exaltación patriótica republicana, llamadas Poesías de la guerra, entre las que destaca El crimen fue en Granada, elegía a Lorca.

Juan Ramón Jiménez

Es el poeta del Novecentismo o Generación del 14, una generación científica y literaria caracterizada por su rigor intelectual, su deseo de reformar la sociedad, la defensa de lo europeo y urbano y la búsqueda del placer estético con un lenguaje pulcro y exacto.

En su trayectoria poética se observa una profunda evolución. Es el prototipo de poeta puro. Ante todo, para él, la poesía es belleza, un modo de conocimiento y la expresión de un anhelo de eternidad, y se caracteriza por un deseo de perfección que le llevaba a no quedar nunca satisfecho con sus poemas. Así pues, dentro de su obra en verso, cabe distinguir tres etapas principales:

  • Etapa Sensitiva (1898-1915)

    Viene marcada por la inspiración romántica y modernista. Esos motivos románticos se encuentran en el paisaje (expresión de su estado de ánimo), la obsesión por el paso del tiempo, el amor, la belleza de la mujer inalcanzable, la despedida que suscita melancolía, etc. Entre las obras de esta inspiración romántica destacan: Arias tristes y Jardines lejanos. La influencia del modernismo le lleva a tratar estos mismos temas, pero con mayor color, elementos sensoriales, uso del alejandrino, etc., en obras como Baladas de primavera, Poemas mágicos y dolientes, La soledad sonora.

  • Etapa Intelectual (1916-1936)

    En 1916, durante su viaje a Nueva York, la contemplación de la inmensidad del mar y del cielo frente a la pequeñez de su ser le produce una gran exaltación, fruto de la cual surge Diario de un poeta recién casado. En él, junto a la meditación sobre la eternidad y el instante, se incluyen textos amorosos y reflexiones sobre la civilización norteamericana. El autor se decanta por la poesía desnuda, que podría definirse por el deseo de expresar exactamente lo sentido, de forma sencilla, breve y prescindiendo de la ornamentación. En esta etapa va publicando una serie de títulos como Eternidades o Piedra y cielo, en los que busca recrear, mediante el verso, aquellos instantes en los que el poeta se ha sentido en comunicación con la eternidad y la belleza.

  • Etapa Suficiente o Verdadera (1936-1958)

    Al estallar la Guerra Civil, Juan Ramón y Zenobia marchan a EE. UU.; allí residen varios años hasta que fija su residencia definitiva en Puerto Rico. Destacan dos libros: En el otro costado y Dios deseado y deseante. Los tres elementos que se conjugan siempre son: Dios, la belleza y la poesía. Esta se va haciendo más hermética y llega a su culminación con Animal de fondo, en el que culmina su misticismo poético al producirse el encuentro con su dios, que está dentro del poeta. En este libro encuentra respuesta a sus interrogantes y a su ansia de eternidad.

Evolución y Características del Grupo Poético del 27

A través de sus principales autores: Salinas, Lorca, Alberti, Cernuda y Las Sinsombrero

La generación o Grupo del 27 está formada por un grupo de escritores que publican sus obras más representativas entre 1920 y 1935 y comparten rasgos comunes (nacimiento en fechas próximas, amistad y relaciones personales entre ellos, gran cultura y curiosidad intelectual, afinidades estéticas e ideológicas, etc.). Sus miembros más destacados son: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Dámaso Alonso, Rafael Alberti y Federico García Lorca, a los que se les debe añadir a sus compañeras de generación: «Las Sinsombrero», poetas, escultoras, pintoras, etc., olvidadas e incluso excluidas por algunos de sus compañeros de generación.

Aunque cada uno de los poetas cultiva la poesía con una voz personal, sin embargo, todos ellos comparten rasgos comunes:

  • Mezcla de tradición y modernidad: la pasión por la literatura clásica española, tanto culta como popular (posterior al siglo XV), se percibe en Lorca, Diego y Alberti. También Góngora y sus audaces metáforas, así como el romanticismo de Bécquer, están presentes en estos poetas. Por otro lado, J. R. Jiménez y los movimientos vanguardistas, especialmente el surrealismo, influyen en estos autores.

  • Variedad de temas: los grandes temas de la literatura: el amor, el universo, el destino y la muerte están presentes en las obras de todos los autores, aunque relacionados con la apreciación de los avances científicos, el desarrollo urbano y el sentido de la libertad.

  • Cultivo intenso de la imagen y la metáfora: cultivaron tanto la metáfora como la imagen visionaria, que relaciona los objetos no por su semejanza física, sino por las emociones que despiertan.

  • Innovación métrica: combinaron, además, las formas métricas tradicionales (soneto, romance, etc.) con el verso libre (sin medida ni rima) y el verso blanco (sujeto a medida, pero no a rima).

En la evolución poética del grupo se puede hablar de tres etapas:

  1. 1922 hasta 1929: Esta etapa de juventud, en la que el grupo se formó como tal, coincidió con el esplendor de las vanguardias; aunque no rechazaron el pasado literario, lograron el equilibrio entre vanguardia y tradición. Se caracterizó por la supresión del sentimentalismo, el rigor en la construcción poética y la depuración del lenguaje.

  2. 1929-1936: la influencia del surrealismo les llevó a una rehumanización de su poesía, con la exploración del yo y las emociones humanas. Se sintió, además, la influencia de Neruda, quien reclamaba una poesía impura y comprometida.

  3. Desde 1939: la generación se desintegró, aunque en todos ellos siguió presente el tema del compromiso. La evolución personal les encaminó a estéticas muy diferentes; sin embargo, todos coincidieron en retomar los temas humanos, agudizados por el sufrimiento de la Guerra Civil y sus consecuencias.

Pedro Salinas

Salinas ha sido considerado siempre el poeta del amor. En sus composiciones trata este tema en todas sus variantes: amor doloroso, confidencial, íntimo, reflexivo, etc.

  • Etapa inicial

    Influido por la obra de J. R. Jiménez, cultiva la poesía pura. Al igual que él, busca la esencia oculta de las cosas a través de un lenguaje intelectualizado, aparentemente sencillo, a veces contradictorio. En esta etapa también se aprecia la influencia del futurismo. Hay poemas dedicados a la máquina de escribir, al teléfono o a la bombilla eléctrica.

    Son obras de este periodo: Presagios, Seguro azar y Fábula y signo.

  • Etapa de plenitud

    Está formada por la trilogía amorosa: La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento. En La voz a ti debida presenta la historia de una pasión amorosa desde su nacimiento hasta el final.

  • Etapa del exilio

    En el exilio escribe El contemplado, sobre el mar de Puerto Rico, y Confianza, donde reflexiona sobre el futuro de la humanidad.

Federico García Lorca (1898-1936)

Su poesía está cargada de contrastes, ya que, al tiempo que recoge su lado más vital, plasma sus frustraciones y un eterno sentimiento de destino trágico. Es el poeta español más conocido internacionalmente, no solo por la calidad de su obra, sino también por otros factores como la musicalidad y el acento popular de su obra, que conectan con cualquier lector; la mitificación del mundo gitano; su temprana y violenta muerte; y su triunfo masivo como dramaturgo.

Su obra se divide en varias etapas:

  1. Hasta 1921: Escribe Libro de poemas, su primera obra poética con influjos de Bécquer, del Modernismo y de Machado.

  2. 1921-1929: Es su etapa de poesía neopopularista. En estas obras conviven elementos tradicionales y vanguardistas. Aparecen temas como el destino trágico, el tema gitano, el erotismo o la pérdida de la infancia, en obras como Canciones, Poema del cante Jondo y Romancero gitano.

  3. 1929-1930: Una crisis personal da lugar a Poeta en Nueva York, libro surrealista en el que ataca la ciudad con su desarrollo tecnológico y el materialismo, y ensalza la raza negra.

  4. 1930-1936:

    • Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, en el que hace una elegía al amigo que murió en la plaza.
    • Diván del Tamarit, donde incorpora elementos de la tradición lírica árabe.
    • Sonetos del amor oscuro, poemas sobre la pasión y el placer.
    • Seis poemas galegos, homenaje a Santiago, Rosalía y el paisaje gallego que lo impresionó profundamente.

Rafael Alberti (1902-1999)

Su lírica es muy variada y cultivará varias tendencias:

  • Poesía neopopularista: en Marinero en tierra intenta revalorizar la poesía tradicional, en la que introduce imágenes creacionistas y surrealistas en versos luminosos, donde recuerda con nostalgia su mar gaditano.

  • Poesía surrealista: en Sobre los ángeles expresa su angustia existencial ante los problemas humanos.

  • Poesía civil y política: El poeta en la calle es un libro de poesía combativa y social, en la que importa más el verso comprometido que la estética del lenguaje.

  • Poesía nostálgica: escrita en el exilio, predomina el tono de evocación de la juventud y de los paisajes de su niñez en obras como Retorno de lo vivo lejano.

Luis Cernuda (1902-1963)

Toda su poesía está reunida en el volumen titulado La realidad y el deseo, donde el autor condensa el sentimiento de desencanto ante la vida, la tristeza, el pesimismo y la eterna oposición entre la realidad y el deseo. Las etapas en su poesía son:

  1. Etapa de aprendizaje: pertenecen a esta etapa Égloga, elegía y oda, que supone el descubrimiento del amor insatisfecho. La naturaleza le acompaña en su largo lamento y se ve la influencia de Salinas y Bécquer.

  2. Etapa de juventud: Cernuda se adhiere al surrealismo y reivindica su homosexualidad en Los placeres prohibidos. Después abandona el surrealismo en Donde habite el olvido, obra en la que canta el olvido de un amor y el vacío que deja.

  3. Etapa de madurez: son los años de la guerra y Cernuda siente los problemas personales y del exilio político. A esta etapa pertenecen Como quien espera el alba, obra de temática variada: recuerdos de su vida y de su tierra natal, amores juveniles, la naturaleza, etc.; y Vivir sin estar viviendo, en el que evoca al amigo perdido y expresa su obsesión por la muerte y el olvido.

Las Sinsombrero

Las artistas de la Generación del 27 fueron silenciadas durante la España de la Transición, aunque, al igual que sus compañeros, contribuyeron a enriquecer el panorama artístico y literario español y, además, a defender los derechos de la mujer en una sociedad patriarcal y machista.

El nombre de «Las Sinsombrero» parte de una anécdota en la que, según cuenta Maruja Mallo, al pasar por la Puerta del Sol se quitaron el sombrero Maruja, Dalí, Lorca y Margarita Manso. El gesto originó los insultos de la gente en un momento en que llevar sombrero era un signo de jerarquía social.

Las mujeres del 27 se reunían, compartían ideas y llevaban a cabo sus proyectos en el Lyceum Club Femenino, que puede considerarse la primera asociación feminista del país. Allí se organizaron exposiciones y se reunieron intelectuales, científicas, escritoras y escritores, etc., convirtiéndose en la plataforma cultural más importante y activa del país. Allí se hicieron seminarios de Derecho para analizar la situación de la mujer en los Códigos Civil y Penal, y se impartieron múltiples conferencias sobre temas muy diversos. En 1929 tenía más de 500 socias, que recibieron múltiples ataques, calificándolas de «excéntricas y desequilibradas». Sus instalaciones fueron clausuradas en 1939 por la Falange.

Figuras destacadas de Las Sinsombrero

Entre las mujeres de este grupo se puede destacar a:

Concha Méndez: Fue campeona de natación, escritora, editora, etc. Junto con su marido, Manuel Altolaguirre, fundó la imprenta La Verónica, donde se publicaron revistas importantes de la época como Caballo verde para la poesía.

Marga Gil Roësset: Ilustradora y escultora desde muy joven, con gran talento para el arte, mantuvo una estrecha relación creativa y personal con Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí.

Josefina de la Torre: Artista multidisciplinar, escritora, poeta, concertista y actriz. Es considerada como uno de los iconos de la vanguardia española del siglo XX. Con veinte años escribió Poemas de la isla, libro que la sitúa en la órbita literaria española. Aparece también en la antología de Gerardo Diego de 1934 y es conocida como la voz insular de esta generación.

Maruja Mallo: Pintora y amiga de Salvador Dalí, se codeó más tarde en el exilio con Picasso, Magritte o Miró y fue referente del surrealismo en Argentina y Nueva York. Murió en España sin reconocimiento.

Ernestina de Champourcín: Olvidada durante mucho tiempo a pesar de que sus poemas fueron incluidos en la antología de Poesía española contemporánea de Gerardo Diego (1934). Moderna para su época, escribió libros sobre jazz y baile, fue columnista en periódicos de la época y trabajó como enfermera, lo cual también influyó en su obra y actividad durante la Guerra Civil.

María Teresa León: Escritora de primera línea y activista, secretaria de la «Alianza de Escritores Antifascistas» y una de las principales artífices del lanzamiento del II Congreso de Intelectuales en Defensa de la Cultura, quedó relegada a un segundo plano y ensombrecida por la fama de su pareja, Rafael Alberti.

María Zambrano: Filósofa. Fue alumna de Ortega y Gasset. Este la consideraba como una de sus discípulas más inteligentes. Perteneció al movimiento filosófico llamado Vitalismo, en el cual se busca la utilización de la filosofía como método de vida.

De todas «Las Sinsombrero», María Zambrano ha sido la única plenamente reconocida dentro de la intelectualidad española. Recibió el Premio Príncipe de Asturias en 1981 y el Premio Cervantes en 1989.

A ellas se pueden añadir los nombres de las pintoras Margarita Manso y Ángeles Santos, o la escritora Rosa Chacel.