Federico García Lorca, poeta, dramaturgo y prosista español. Nació en Granada en 1898 y perteneció a la generación del 27. Fue el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del S.XX. 

El teatro fue su actividad preferente desde 1930, y La casa de Bernarda Alba fue su último trabajo, con el que contribuyó a erradicar las injusticias sociales.
Murió ejecutado tras la sublevación militar de la Guerra Civil Española, por su afinidad al Frente Popular y por ser abiertamente homosexual en 1936.

EJES TEMÁTICOS EN LA CASA DE BERNARDA ALBA.
El tema central de la obra es el enfrentamiento entre una moral autoritaria de Bernarda y el deseo de libertad (Mª Josefa y Adela). Se trata del enfrentamiento entre dos ideologías: la primera basada en apariencias, convenciones sociales, autoritarismo… y la segunda en la libertad del individuo. También aparecen unos temas secundarios: 1. Amor sensual y búsqueda del varón, 2. Hipocresía, mundo de las falsas apariencias, 3. Odio y envidia, 4. Injusticia social, 5. Honra, 6. Marginación de la mujer.
El autoritarismo lo representa Bernarda que intenta de imponer sus normas ya que es cabeza de familia por la muerte de su marido, se puede observar en su primera intervención, y en sus últimas palabras. Les impone un luto de 8 años que provoca una leve protesta de magdalena a lo que su madre le contesto aquí se hace lo que yo mando. Ya no puedes ir con el cuento a tu padre. Además marca el comportamiento de sus hijas con los hombres. La que desobedezca sufrirá las consecuencias. Según Bernarda una hija que desobedece deja de ser hija para convertirse en enemiga
Las demás hijas Agustias, Magdalena, Amelia y Martirio aceptan con resignación lo que les ha tocado, aunque Martirio se enfrenta a su madre en alguna ocasión.
Poncia y la Criada, viven bajo el dominio y la autoridad de Bernarda, la temen, no se atreven a enfrentarse a ella pero murmuran a sus espaldas.
El deseo de libertad y el impulso amoroso de Adela son más fuertes que su temor al autoritarismo de su madre. Desde el principio se muestra su rebeldía con el uso de un abanico de flores rojas y verdes y el vestido verde que luce ante las gallinas. Al final se produce un enfrentamiento directo con su madre, le quita el bastón y lo parte en dos.
Adela acaba suicidándose (último signo de rebelión) y se cierran para sus hermanas las puertas de la libertad. Se vuelve a imponer la autoridad de Bernarda y sus hijas deberán vivir encerradas sin la más mínima esperanza.
Mª Josefa encauza su rebelión a través de la locura, que le da fuerzas para proclamar sus ansias de libertad, para enfrentarse a Bernarda y para denunciar su tiranía, el sufrimiento y el sometimiento de las otras mujeres.
Tanto la postura de Mª Josefa como de Adela resultan estériles, el drama se plasma en la ausencia del amor y la imposibilidad de alcanzarlo mientras dure el luto.

AMOR SENSUAL. BÚSQUEDA DEL VARÓN.
El dominio tiránico de Bernarda impide que sus hijas entablen una relación amorosa. Bernarda alejo a Enrique humanes (prometido de Martirio) y prohibió la entrada de hombres en su casa, por eso las hijas pierden la posibilidad de encontrar marido.
La aparición de Pepe el Romano desencadenará pasiones en estas mujeres solteras. Bernarda aceptó en casamiento con Angustias, que era la mayor y más fea y provoco un enfrentamiento entre ellas:
Angustias estaba feliz por la boda, Martirio se enamora de Pepe y Adela llega a mantener relaciones con él.
La presencia del hombre y la pasión amorosa se concretan por dos caminos:
a)Alusiones a historias amorosas, ocurridas en fuera de escena como por ejemplo cuando Poncia cuenta lo ocurrido a paca la roseta
b)Por medio de vivencias auténticas como por ejemplo la pasión de Adela y Martirio.

HIPOCRESÍA Y MUNDO DE LAS FALSAS APARIENCIAS.
Bernarda se preocupa por la opinión ajena, el temor a la murmuración, el deseo de aparentar lo que no es… Esto se puede ver reflejado en la obsesión por la limpieza y también al ocultar la locura de Mª Josefa y el suicidio de Adela.
La hipocresía también está presente en martirio, y se refleja en el episodio del retrato.
ODIO Y ENVIDIA.
Las relaciones humanas están dominadas por el odio y la envidia. Bernarda es odiada por las criadas y los vecinos. Agustias, al ser heredera de la fortuna familiar, es la requerida por Pepe; de ahí que sea envidiada por sus hermanas y ella, también las odie.

INJUSTICIAS SOCIALES.
Lorca durante el primer acto denuncia las injusticias sociales, el orgullo de clases y la crueldad a estratos inferiores. Plantea una jerarquía social bien definida. En primer lugar, Bernarda y su familia, luego Poncia, después la criada y por último la Mendiga. Cada estrato superior odia a los inferiores.
La desigualdad económica afecta a las hijas de Bernarda, Pepe el romano elije a Angustias por su fortuna. En el segundo acto disminuye las alusiones sociales para centrarse en las relaciones humanas.

LA HONRA.
Está ligada al tema de las apariencias y vinculada al amor. Bernarda se mueve guiada por la tradición, exigiendo un comportamiento público inmaculado. Este sentido de la honra es el mismo que impera en el pueblo, por ejemplo, el linchamiento de la hija de la Librada por tener un hijo con un hombre que no es su marido.

MARGINACIÓN DE LA MUJER.
Lorca quiere denunciar la marginación de la mujer y para ello enfrenta dos modelos de comportamiento femenino:
a)El basado en una moral relajada( paca de la roseta y la hija de la librada) que llevan una vida de aparente libertad, viven al margen de la sociedad y son condenadas moral y físicamente por el pueblo.
b)El basado en la concepción de la decencia que es el que Bernarda impone a sus hijas: Esto implica su misión a las normas sociales que discriminan a la mujer en beneficio del hombre. Bernarda impone a sus hijas un comportamiento basado en concebir y cuidar la casa. A la mujer le está prohibido cualquier impulso amoroso pero al hombre le está permitido mantener relaciones extramatrimoniales. A partir del linchamiento de la hija de la librada, Adela se separa de sus hermanas identificándose con las mujeres del primer grupo.

La casa de Bernarda alba es una lucha entre el autoritarismo de la madre y la ansias de libertad de las hermanas. En la que desde el principio hasta el final vence la tiranía de Bernarda. Silencio es la primera y última palabra de Bernarda en la obra.

PLANO SIMBÓLICO, POÉTICO Y SOCIAL DE LA CASA DE BERNARDA ALBA
Plano simbólico.
Lorca estaba muy influenciado por el simbolismo propio de la Generación del 27. Los símbolos constituyen uno de los pilares creadores en su producción:
En primer lugar destacan las flores: Adela tenía un abanico de flores, Paca la Roseta vuelve con una corona de flores después de mantener relaciones sexuales en el olivar, y en la canción de los segadores ya que pide rosas para adornar su sombrero.
Los colores también tienen valor simbólico: es interesante el contraste entre el blanco y el negro. El blanco simboliza vida, alegría, amor y libertad. Las paredes de la casa, las sábanas que cosen, las enaguas, el caballo, las estrellas y la oveja de Mª Josefa son blancas. El negro simboliza tristeza, odio, muere: Adela muere de noche, los trajes de luto son negros. El verde que aparece en el vestido y abanico de Adela muestran rebeldía, y a veces incluso muerte.
Los animales tienen su propio valor simbólico: El caballo simboliza la pasión sexual, el deseo amoroso, el instinto… y además es la correlación de Pepe el Romano en el mundo animal. La oveja simboliza niñez y fertilidad, y el perro sumisión y animalización.
Los árboles simbolizan fuerza y virilidad; las flores el amor y la pasión; la luna representa la muerte y el erotismo; el sol vida y alegría; la sed es una referencia al deseo sexual, el agua es vida y erotismo; y el pozo significa muerte.
El bastón de Bernarda posee valor simbólico: el poder tiránico. Por eso Adela lo rompe en un intento desesperado por escapar de su realidad.
Los nombres ayudan al lector a reconocer algunos de sus rasgos: Bernarda (con fuerza), Alba (blanco, castidad), Martirio (muerte), Angustias (triste, apagado), Magdalena (con tendencia a llorar), Adela (de carácter noble), Poncia es el personaje femenino asociado a Poncio Pilatos, con tendencia a lavarse las manos y no complicarse la existencia, y por último Prudencia (vieja, prudente y sabia).
Finalmente destaca el juego de relaciones dramáticas entorno a Pepe el Romano (personaje invisible), que le envuelve en un hálito de misterio.
Después de este análisis vemos que el lenguaje poético que crea Lorca tiene dobles significados que convierten las palabras en símbolos dentro de la obra. El realismo de la obra es el marco que esconde un mundo simbólico, interior y poético.

Plano poético.
En La casa de Bernarda Alba se combinan realidad y poesía. No podemos hablar de drama realista porque supera los límites del realismo aunque se tomen datos de la realidad.
Los personajes, la situación dramática y el espacio simbólico están vistos desde una dimensión poética: hipérbole en la descripción, metáfora en el habla de los personajes, antítesis, que nos llevan a la poetización de la realidad.
El mayor mérito de Lorca ha sido integrar su lenguaje poético en el habla de los personajes de manera que parezca natural y espontáneo. Encontramos coloquialismos, vulgarismos, frases hechas y palabra poética.
Parte de los personajes y las anécdotas tienen una base real en Valderrubio (Granada), dónde Lorca vivió de pequeño. Bernarda tiene mucho en común con Frasquita Alba, que vivía frente a su casa. Frasquita se casó dos veces, tuvo 5 hijas y 2 varones, era una mujer dominante. También existía referencia real para Pepe el Romano, Poncia, Enrique Humanes y Maximiliano.
En el primer acto aparecen actos realistas (limpieza de la casa, mendiga pidiendo…). En el segundo disminuyen (mujeres cosiendo) y pierden fuerza en el tercero (mujeres cenando, ladridos de los perros…) y se introducen elementos mágicos (noche estrellada, anciana con la oveja…).
La obra ha ido perdiendo realismo en beneficio del carácter poético.
Lorca se sirve del verso en cuatro ocasiones:
a)En la letanía del primer acto, rezos de Bernarda y las mujeres del pueblo.
b)En la canción de los segadores, que recuerda a las hijas de Bernarda la libertad, la alegría y el amor que existe en el mundo exterior.
c)En un dicho popular al que se da forma estrófica Santa Bárbara bendita, que en el cielo estás escrita, con papel y agua bendita.
d)En la canción de cuna que canta Mª Josefa con la oveja en brazos, canción en la que el mar es símbolo de libertad.

Plano social.
La casa de Bernarda Alba es un drama social que retrata los valores tradicionales de la burguesía rural, la pobreza y la injusticia propias del sistema semifeudal.
En la obra se desarrolla un conflicto entre dos fuerzas mayores: el principio de autoridad encarnado en Bernarda, y el principio de libertad representado por las hijas.
Bernarda actúa como defensora de un código moral condicionado por el qué dirán. Estos valores oprimen a la mujer y así expresan su voluntad de huída, pero contra el orden establecido no se admiten ni protestas ni desviaciones.
Como raíz de este principio de autoridad aparece el instinto de poder, opuesto al instinto del sexo.
El drama expone unos deseos de libertad, corporal e ideológica, que son reprimidos por considerarse escandalosos para el orden social burgués. Casi todo lo que sucede responde a la lucha entre lo natural y lo socialmente conveniente. Lo natural sería que Pepe el Romano pretendiera a una de las hermanas jóvenes, pero elige a Angustias, por ser la única que tiene herencia, por lo que el interés económico se impone sobre la pasión. Igualmente, las hijas de Bernarda deben renunciar a su inclinación natural a acercarse a los hombres para no amenazar la honra de la familia, que se dañaría si alguna de ellas perdiese la virginidad.
Para preservar la honra, Bernarda impide que sus hijas salgan a la calle, y así consigue estimular más la atracción de las hijas hacia los hombres. Pero a Bernarda sólo le interesa que no los exhiban en público, ya que la honra depende de la apariencia. Esto provoca la desestructuración de la familia.
Además se expone un conflicto derivado de las diferencias de clases. Lorca retrata un mundo dominado por las desigualdades entre ricos y pobres, y denuncia el orgullo y la crueldad del odio y la envidia. Bernarda exhibe su poder económico siempre que puede y marca distancias con Poncia. La distribución de los bienes determina la procedencia social, por eso Bernarda no permite el matrimonio de sus hijas con los hombres de la zona porque no son de su clase, de ahí que impida el matrimonio entre Martirio y Enrique Humanes porque su padre era un gañán. Poncia no puede presumir de su posición social, ya que es hija de una prostituta, se ve obligada a obedecer a su ama y así se despierta en ella un profundo resentimiento de clases.
García Lorca denuncia también la marginación de la mujer a través de los dos modelos de comportamiento: el basado en una moral relajada (Paca la Roseta, la prostituta y la hija de la Librada), y el basado en la concepción de la decencia (el que Bernarda impone a sus hijas).
La discriminación de la mujer frente al hombre se observa en el trabajo: los hombres trabajan en el campo y las mujeres se ocupan de la casa; y en la Ley: la mujer debe reprimir el imperio amoroso, pero al hombre se le permite tener relaciones extramatrimoniales.
Por último, Lorca denuncia una situación en la que las personas no valen por lo que son, sino por la clase social en la que han nacido, y los bienes que poseen. Lorca deja ver su visión trágica de la tierra española.


EVOLUCIÓN DEL TEATRO DE LORCA
Lorca es un gran renovador del teatro español de los años 20 y 30. Su teatro es poético, por lo que el verso es un componente esencial que se mezcla con la prosa. No obstante, fue depurando el componente lírico de sus obras. La casa de Bernarda Alba, es la más dramática.
El lenguaje da al teatro una dimensión poética, ya que utiliza los mismos símbolos y connotaciones que en los poemas. Además aparecen canciones y fragmentos en verso.
En sus comienzos hay una raíz modernista, tuvo en cuenta el drama rural de épocas anteriores. Sintió admiración por Lope de Rueda, Lope de Vega, Calderón, Shakespeare… y también mostró interés por el teatro vanguardista. Cultivó la farsa, el teatrillo de guiñol, el drama simbolista, la tragedia, el drama rural…

Constantes en el teatro de Lorca.
a)Gira en torno a temas que se repiten. Su teatro se reduce al choque entre dos principios: autoridad y libertad. También destacan otros temas como el amor imposible, la frustración erótica y la esterilidad.
b)Las auténticas dramatis personae de Lorca son personajes femeninos, Lorca se interesaba por las vivencias de la mujer, apuesta por los oprimidos y la mujer ocupa una primacía indiscutible.
c)Es un teatro experimental y renovador, que le empuja a trabajar con obras de naturaleza diversa.
d)Lorca no buscaba el divertimento, sino que aspiraba a provocar un cambio de la sensibilidad colectiva a través de la crítica a la moral antigua y desfasada.

Trayectoria teatral de Lorca. Clasificación de su obra dramática.
Lorca cultivó el teatro a lo largo de su trayectoria, pero fue la actividad preferente de los últimos 6 años, cuando escribió obras dramáticas de forma universal. La evolución del teatro de Lorca tiene 3 etapas:

1. COMIENZOS O EXPERIENCIAS DE LOS AÑOS 20
Comienza su trayectoria con un ensayo juvenil que fue un fracaso, El maleficio de la mariposa (1919), donde aparece el tema del amor imposible y la frustración. Su primer éxito llega con Mariana Pineda (1925), drama en verso, sobre la heroína que fue ajusticiada en Granada por bordar una bandera liberal.
Lorca dejó atrás el tono idealizante y se metió de lleno en el mundo de las farsas, en el que se distinguen dos grupos: a) para muñecos (Los títeres de Cachiporra (1922-23)) y b) para personas (El amor de Don Perlimplín con Belisa es su jardín (1928)). Todas las farsas tenían un tema en común: el matrimonio entre un viejo y una joven.

2. EXPERIENCIA VARGUANDISTA
Tras el éxito de Romancero gitano (1928), Lorca sufrió una doble crisis: vital, relacionada con su homosexualidad; y estética, se replantea los fundamentos de su creación y busca un nuevo lenguaje. Además le afectan las opiniones de Dalí y Buñuel, ambos surrealistas.
Fruto de esta crisis, Lorca elaboró obras que él llamo comedias imposibles. Era teatro de difícil interpretación simbólica que iba más allá de lo convencional. Algunas de ellas son El público y Así que pasen cinco años (1931), que reiteran algunos de los temas característicos de Lorca: frustración íntima, amor, muerte, amargura existencial…
Son obras interesantes porque nos permiten analizar la psicología del autor y porque son lo más atrevido que podía hacerse en ese momento.


3. ETAPA DE PLENITUD
Tras la etapa experimental, Lorca decidió dar un giro hacia un camino más cercano al público con acciones implicadas en ámbitos rurales y con conflictos cercanos al público. Son los años de La Barraca, y nos encontramos con dos tragedias, dos dramas y una comedia inacabada.
En casi todas ellas, la mujer ocupa un puesto central, revelando la sensibilidad de Lorca ante la condición de la mujer.
Bodas de sangre (1933): basada en un hecho real.
Yerma (1934): drama de una mujer casada, infecunda.
Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (1935)
La casa de Bernarda Alba (1936): Es la culminación de toda su producción dramática. La obra refleja las obsesiones y la personalidad conflictiva de unas mujeres obligadas a vivir en un encierro sofocante. Del primer al último silencio de la madre se desarrolla el conflicto entre dos fuerzas mayores: principio de autoridad y principio de libertad. La Guerra Civil Española impidió el estreno del drama en 1936, aplazando su representación hasta 1964.
A lo largo de este recorrido por las obras teatrales de Lorca, hemos visto la variedad y la unidad de su teatro. Hemos visto también como tras algún fracaso conoció el éxito. Tras su muerte y la guerra, Lorca es admirado, leído y representado en todo el mundo. En España, en cambio, no accede a los escenarios durante años por problemas de censura y por no autorizarlo la familia.
Pero, al fin, el lugar de Lorca es ya el de un clásico, y las abundantes representaciones realizadas por los 50 años de su muerte, en 1986, han mostrado su plena vigencia.