Momentos Clave de la Historia Contemporánea Española: De la Guerra Civil al Desarrollismo Franquista
La Condena de la ONU al Régimen Franquista (1946)
Se trata de un documento político de condena al régimen de Franco. Está escrito por la Organización de Naciones Unidas (ONU), una institución creada al finalizar la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de articular la paz y las relaciones internacionales. Está destinado, en general, a todos los países miembros de las Naciones Unidas, pero también es particular, ya que va dirigido al régimen de Franco. Fue redactado en el año 1946, tras la victoria de la Segunda Guerra Mundial. Es de naturaleza política y constituye una fuente directa y primaria.
El documento comienza catalogando al régimen franquista por sus características y, sobre todo, por la ayuda que había recibido tanto de Italia como de Alemania para su implantación en España. Además, el documento menciona la ayuda que Franco prestó a las potencias vencidas en la Segunda Guerra Mundial: Alemania e Italia. Ante esto, la Asamblea General recomienda el aislamiento del régimen franquista y su no pertenencia a las organizaciones internacionales creadas por la ONU hasta la implantación de un gobierno democrático en España. El documento concluye con un llamamiento de la Asamblea General a la retirada de embajadores y ministros plenipotenciarios. La idea central del documento es el rechazo de la Asamblea General de la ONU al régimen instaurado en España por Franco, así como a su carácter fascista y a la ayuda de las potencias fascistas europeas.
Las consecuencias de este documento fueron significativas para el régimen de Franco. A partir de su publicación, España fue sometida a un aislamiento internacional y a una condena unánime por parte de las Naciones Unidas, lo que incidió en el interior del país desde un punto de vista político, económico y social. Esta resolución inició un periodo de carencias en la España de posguerra. Esta condena supuso el aislamiento del país, que no pudo acogerse a las ayudas norteamericanas de reconstrucción europea, lo que impuso un sistema económico autárquico que resultó un fracaso. Aunque fue un periodo de carencias desde el punto de vista político, no consiguió los objetivos propuestos por la Asamblea General de Naciones Unidas, ya que el inicio de la Guerra Fría puso fin al aislamiento al que se sometió a Franco. Las Naciones Unidas obligaron a un replanteamiento político de Franco, que fue cambiando poco a poco. No significó la liberación del régimen hacia posturas democráticas; por el contrario, Franco llevó a cabo una institucionalización de su sistema político que se basó, sobre todo, en su dictadura. Finalmente, con la Guerra Fría, EE. UU. buscó a España como aliado. En conclusión, en la década de los 50, la firma de los convenios con Estados Unidos y la Santa Sede puso fin a este aislamiento internacional y al reconocimiento del régimen en la ONU.
La Guerra Civil Española (1936-1939)
Causas de la Guerra Civil Española
La Guerra Civil Española puede explicarse como un enfrentamiento de dos concepciones, en cierto modo presentes en los resultados de las elecciones celebradas en febrero de 1936, que supusieron el triunfo, por un corto número de votos, de la coalición de izquierdas agrupada en el Frente Popular. Fue una guerra de propaganda con dos tipos de valoraciones propiciadas desde los dos bandos participantes en el enfrentamiento y que dividió el país en dos. Triunfaron las candidaturas de derechas, mientras que el Frente Popular fracasó.
Los problemas fundamentales de la España que la República intentó resolver para lograr la modernización y democratización real del país fueron la base de los principales conflictos sociales:
- El problema agrario y la resistencia de la oligarquía terrateniente a la reforma agraria.
- El problema educativo.
- El problema social y laboral, para el que la República promulgó leyes protectoras del trabajo.
Entre las causas próximas se encuentran:
- La recesión económica ligada a la crisis mundial que, desde 1929, venía empeorando las condiciones de vida de gran parte de la población.
El comienzo del «Alzamiento Nacional» tuvo lugar en Melilla el día 17 de julio, donde se rebeló con éxito la mayoría de la guarnición. El general Franco, una vez asegurado el control de las Islas Canarias, partió desde allí en una avioneta privada hacia Tetuán el día 18 de julio. Fue en ese momento cuando se sublevaron los mandos militares de otras divisiones peninsulares. Pero esa sublevación fracasó en las principales ciudades del país. Ni el gobierno ni los rebeldes controlaban la totalidad del país, por lo que la incapacidad de ambos bandos para derrotarse mutuamente convirtió el golpe militar en una larga guerra civil.
Ambos bandos tuvieron diferentes apoyos:
- Los militares sublevados contaron con el apoyo de falangistas, carlistas, PNV, etc.
- El gobierno republicano contó con la lealtad de buena parte de los efectivos del ejército de la península, el proletariado urbano, etc.
Por otra parte, a pesar de haberse acordado la no intervención de las potencias europeas en la Guerra Civil Española mediante el Tratado de Londres, ambos bandos contaron con ayuda exterior:
- Hitler se encargó de suministrar a Franco material bélico, aviones capacitados para el ejército y la Legión Cóndor. El motivo era económico. La Italia fascista de Mussolini colaboró con tanques, cañones, aviones, 50.000 hombres y combustible. La finalidad era ganar un aliado en el área mediterránea. Franco contó también con la inestimable simpatía de la dictadura salazarista de Portugal.
- El bando republicano solicitó ayuda a Francia y Gran Bretaña, pero se negaron por miedo a tener un enfrentamiento con Alemania e Italia. El gobierno republicano lo intentó de nuevo comprando armas a la URSS, y Stalin aprobó el envío de cientos de aviones y carros de combate, así como de la Brigada Internacional.
Fases de la Guerra Civil Española
El general Franco se trasladó en avioneta desde las Islas Canarias hasta Marruecos para ponerse al frente de la Legión, el cuerpo mejor preparado y operativo de todo el ejército español. Las tropas se unieron a los sublevados de Andalucía y fueron avanzando hacia Madrid, pero allí fueron detenidos en los alrededores de la capital. La segunda fase no abandonó la marcha sobre Madrid, pero la Batalla de Guadalajara se saldó con el éxito republicano frente a las tropas enviadas por Italia. Los alzados decidieron entonces centrar sus principales operaciones en el norte, donde, con el apoyo decisivo de la aviación integrada en la Legión Cóndor alemana, las tropas rebeldes rompieron el llamado «Cinturón de Hierro de Bilbao».
La fase final del conflicto comenzó con la dura y decisiva Batalla del Ebro, en la que la derrota del Ejército republicano dejó despejada la ruta para el avance de los sublevados hacia Cataluña. En los últimos días de enero de 1939, las tropas franquistas se instalaron en Barcelona para avanzar en fechas sucesivas hacia la frontera francesa y ocupar los pasos desde Puigcerdá hasta Portbou (Girona). La ofensiva final tuvo por objeto quebrantar las posiciones republicanas todavía pendientes, situadas en la zona centro y en el sur peninsular.
Consecuencias de la Guerra Civil Española
La principal consecuencia de la Guerra Civil Española fue la gran cantidad de pérdidas humanas, no todas ellas atribuibles a las acciones propiamente bélicas, sino muchas relacionadas con la violenta represión ejercida. Si bien la represión en el lado franquista era patrocinada por las autoridades, en el lado republicano respondía a la pasión popular mal interpretada. Asimismo, la represión franquista no remitió al final de la guerra y continuó hasta los últimos días de la dictadura.
Además de las consecuencias humanas, hubo una consecuencia política de una magnitud impresionante, puesto que significó el final de un periodo democrático jamás visto antes en este país, para ser sustituido por una dictadura sangrienta y represiva que se prolongaría cerca de medio siglo. Esta dictadura, además, supuso un freno a la cultura y la intelectualidad de este país.
En lo que respecta al aspecto económico, las consecuencias principales fueron la pérdida de reservas, la disminución de la población activa, la destrucción de infraestructuras viarias y fabriles y, en fin, el hundimiento parcial del nivel de renta. La mayoría de la población española hubo de padecer durante la contienda y, tras terminar esta, a lo largo de las décadas de 1940 y 1950, los efectos del racionamiento y la privación de bienes de consumo.
El Desarrollismo Económico y el Cambio de Mentalidad en el Segundo Franquismo
Estamos ante un fragmento de la obra El cambio de mentalidad en el segundo franquismo de Walther L. Bernecker, un historiador experto en la época franquista y en la transición a la democracia.
La primera idea básica, que aparece en el primer párrafo del texto, es el desarrollismo económico que hubo en España, principalmente en la década de los 60, y que trajo consigo el cambio de mentalidad. Este desarrollismo se dio gracias al Plan de Estabilización, ideado por una serie de nuevos políticos del Opus Dei que entraron en el gobierno de Franco. El Plan de Estabilización se basó en la restricción de los créditos, la devaluación de la peseta, la supresión de determinadas organizaciones oficiales intervencionistas y la flexibilización de la legislación que desincentivaba la inversión de capital exterior. Otro factor que favoreció este desarrollismo económico fue la adopción del modelo de planificación indicativa para crear focos de industrialización en zonas poco industrializadas. Gracias a esto y a la inversión de capital exterior atraído por el turismo, España llegó a ser un país industrializado en 1970.
Otra idea básica del texto, que también aparece en el primer párrafo, es el éxodo que llevaron a cabo los campesinos de las zonas rurales hacia zonas españolas más industrializadas (fruto de la planificación indicativa antes mencionada) o a países de Europa occidental para buscar trabajo.
En el último párrafo del fragmento se encuentra la tercera idea básica del texto: la relación entre el desarrollismo económico y el cambio de mentalidad. Estos dos hechos están estrechamente relacionados, ya que sin el desarrollismo económico no habría habido el cambio de mentalidad, pues antes del resurgimiento de la economía española, la postración social del país impedía cualquier avance en la mentalidad.
Esta coyuntura tan favorable para España no vino acompañada de cambios políticos. En 1973, a causa de la crisis del petróleo, el Plan de Estabilización que se había llevado a cabo se vino abajo.