La Guerra Civil Española: Fases Militares y Transformaciones Políticas
El Desarrollo de la Guerra Civil Española: Etapas y Evolución en Ambas Zonas
Los Bandos Enfrentados
Los Nacionales (Sublevados)
Los Nacionales (sublevados) controlaban las zonas de predominio agrícola y ganadero, y contaban con la mayor parte del ejército. Sus apoyos sociales eran los sectores tradicionalmente más conservadores, contrarios a las reformas republicanas.
Los Republicanos
Los Republicanos controlaban la mayor parte del territorio urbanizado e industrializado. La organización militar quedó casi desmantelada, y el poder fue sustituido por el de las milicias populares, creadas por los partidos de izquierda y sindicatos. Sus apoyos sociales eran los obreros, campesinos y la mediana burguesía.
Evolución Militar del Conflicto: Etapas de la Guerra
Primera Etapa: Julio de 1936 a Marzo de 1937
La Guerra de Columnas y la Marcha hacia Madrid
De julio a noviembre de 1936, hubo un rápido avance de los sublevados sin reacción del gobierno republicano. Los rebeldes querían ocupar Madrid, pero fueron detenidos en la Cordillera Central. Las tropas de Marruecos, dirigidas por Franco y Yagüe, consiguieron unir las dos zonas de la península bajo dominio rebelde. Mola ocupó Irún y San Sebastián en septiembre, cortando la comunicación de las zonas republicanas a través de Francia. Galicia conectó con Oviedo, aislada en medio del sector republicano.
La Batalla de Madrid (de noviembre de 1936 a marzo de 1937)
Franco no consiguió tomar Madrid debido a la resistencia dirigida por la Junta de Defensa, provocando una guerra de desgaste. Los frentes se estabilizaron, aumentó la intervención extranjera y se creó un nuevo Ejército Popular.
Ocupación Franquista de la Costa Mediterránea Andaluza hasta Motril
Utilizaron la aviación y barcos para bombardear poblaciones y bloquear puertos. La pérdida de Málaga fue un fracaso para los republicanos por su desorganización y la necesidad de un ejército disciplinado.
Segunda Etapa: Abril a Noviembre de 1937
Los militares se concentraron en la franja cantábrica, una zona con mucha industria y minería. Hubo una ofensiva nacionalista con la colaboración de la Legión Cóndor, tomando primero Vizcaya, después Santander y por último Asturias. Los republicanos iniciaron ofensivas militares para calmar la presión del norte con la Batalla de Brunete en Madrid y la de Belchite en Zaragoza, pero no consiguieron impedir la caída del norte de España y la pérdida de la industria metalúrgica.
Tercera Etapa: Diciembre de 1937 a Noviembre de 1938
Batalla de Teruel
En el invierno de 1937-1938, los republicanos ocuparon la ciudad de Teruel y al mes fue reconquistada por los franquistas en febrero. Esto supuso un fuerte desgaste para los republicanos y la zona republicana quedó dividida en dos.
Batalla del Ebro (de julio a noviembre de 1938)
Fue la batalla decisiva y la más dura de la guerra. Ganó el ejército franquista con ayuda italiana y alemana, lo que supuso el final del Ejército Popular.
Cuarta Etapa: Diciembre de 1938 a Abril de 1939
Ocupación de Cataluña y el Fin de la República
Las tropas de Franco ocuparon Cataluña en febrero de 1939. El gobierno de Franco fue reconocido oficialmente por Francia e Inglaterra. Azaña renunció a su cargo (presidente de la República) y cruzó la frontera, al igual que el presidente de la Generalitat. Hubo una salida masiva de tropas y civiles hacia la frontera.
El Final de la Guerra
Con Cataluña ocupada, los republicanos quedaron aislados del resto del continente. Había diferencias entre los republicanos: Negrín y los comunistas querían resistir y alargar la situación, pero los altos cargos militares y otros políticos querían llegar a un acuerdo con Franco para finalizar la guerra. El Coronel Casado entregó a Franco toda la zona republicana de forma tan rápida que algunos no pudieron escapar de la represión franquista. El Ejército Nacional entró en Madrid en marzo de 1939 y enseguida ocupó el resto del territorio hasta la costa levantina. El 1 de abril de 1939, Franco firmó el fin de la guerra.
Evolución Política en Ambas Zonas: Un Contraste Marcado
En la Zona Republicana: Diversidad de Objetivos
En la zona republicana, había diversidad de objetivos. Para los anarquistas, había que hacer la guerra y la revolución social al mismo tiempo, pero para los socialistas moderados y comunistas, primero era ganar la guerra y después la revolución.
La Revolución Social y el Desmantelamiento del Estado
En los primeros meses, se hizo la guerra y la revolución social al mismo tiempo. El poder del Estado estuvo casi desaparecido en las primeras semanas del conflicto. El gobierno de la República se desmanteló, su legalidad fue cuestionada y no consiguió controlar e imponer autoridad sobre su propio territorio. Se puso en marcha de manera espontánea una revolución social liderada por los sindicatos UGT y CNT. Se hicieron incautaciones y colectivizaciones de propiedades privadas y del clero. La propiedad privada de los medios de producción se transformó en propiedad colectiva. Se colectivizaron las grandes empresas industriales y comerciales, y los obreros controlaron las pequeñas.
Esta revolución fue acompañada de una durísima e indiscriminada represión. Los grupos de milicianos persiguieron a sus enemigos, quemaron y saquearon iglesias, y asaltaron cárceles. Fue un fenómeno descontrolado y espontáneo, que el gobierno republicano cortó cuando consiguió dominar la situación inicial.
La Recuperación del Poder Estatal y los Conflictos Internos
Desde el otoño de 1936 a mayo de 1937, Largo Caballero fue el presidente de un gobierno de coalición en el que colaboraron sindicatos y partidos obreros, legalizando las incautaciones de tierras hechas por campesinos. Se inició la recuperación del poder y la centralización del Estado.
Los enfrentamientos internos dieron lugar a los Sucesos de Mayo de 1937 en Barcelona, una batalla entre anarquistas y el POUM frente a la Generalitat, UGT y el PSUC. Tras estos incidentes, el POUM desapareció, Largo Caballero dimitió y su gobierno se derrumbó; fue el triunfo de los partidos políticos frente a las organizaciones sindicales.
El Gobierno de Negrín y el Fin de la Resistencia
Desde mayo de 1937 a febrero de 1939, gobernó un equipo presidido por Negrín (PSOE) que recuperó el control del Estado. El gobierno se trasladó de Valencia a Barcelona y su objetivo fue ganar la guerra y resistir contra Franco hasta el final. Después de la caída de Cataluña, el Coronel Casado, con apoyo de socialistas y sindicatos, negoció con Franco una rendición con condiciones. Hubo una rendición final sin lucha y fue el fin del gobierno republicano.
En la Zona Franquista: Un Único Objetivo
La Organización Provisional de la Sublevación
Entre julio y noviembre de 1936, la sublevación quería derrocar al gobierno. Se creó una Junta de Defensa Nacional (JDN) el 24 de julio, compuesta por los generales golpistas, presidida por Cabanellas y controlada por Mola. Junto al ejército, estaban las milicias carlistas y falangistas. Su único objetivo era ganar la guerra, y para ello era necesario un mando militar y político único. La JDN dio a Franco el mando militar y todos los poderes del Estado, nombrándole jefe del gobierno. La Iglesia apoyó a los golpistas.
La Construcción del Nuevo Estado Franquista
Franco quería un Estado con carácter fascista. La derecha política de la República se identificó con el bando nacional. Las milicias estaban armadas y Franco las veía como un peligro para su poder. Franco fue la única fuente de poder; en febrero de 1938 se formó el primer gobierno fascista, cuya labor fue elaborar una nueva legislación reaccionaria. La Falange tuvo influencia en la política sociolaboral, destacando el Fuero del Trabajo. Se crearon sindicatos verticales, los únicos autorizados. Los principios básicos del nuevo Estado fueron propiedad, religión y orden. Se devolvieron los bienes a los antiguos propietarios, se suprimieron los partidos políticos y los sindicatos, se prohibió la libertad de expresión, se controló la educación y la cultura, se anuló la legislación laica de la República y se llenó toda la vida social de elementos religiosos.
Represión y Violencia
En la zona nacional, la represión fue una estrategia diseñada por los sublevados. Se dirigió contra las personas, instituciones u organizaciones vinculadas al Frente Popular. Abundaron las ejecuciones masivas según iban avanzando las tropas, y actuaban sin contemplaciones para eliminar cualquier forma de resistencia que pudiera entorpecer la construcción del nuevo Estado. Se decretó el estado de guerra, y se realizaron juicios contra civiles con sentencias de muerte por haberse opuesto a la rebelión militar o ser de izquierda.