Represión Inicial y Aislamiento Internacional

Tras la Guerra Civil, el franquismo impuso una fuerte represión con más de 30.000 ejecuciones y 270.000 presos en 1939.

Franco intentó participar en la Segunda Guerra Mundial junto al Eje manteniendo contactos con Hitler (1940) y Mussolini (1941), pero sus exigencias fueron rechazadas; aun así, envió la División Azul en 1941 para apoyar a Alemania contra la URSS. Ramón Serrano Súñer, ministro de Exteriores, fue clave en esta etapa.

A partir de 1943, ante el avance aliado, Franco se declaró neutral. Tras la guerra, España fue condenada y aislada por la ONU, que en 1946 la calificó de régimen fascista.

Giro Internacional: La Guerra Fría y el Reconocimiento

En respuesta al aislamiento, Franco adoptó medidas para suavizar su imagen, como el Fuero de los Españoles e indultos.

El giro vino con la Guerra Fría: EE. UU. valoró el anticomunismo del régimen y su posición estratégica. En 1950 se levantó el aislamiento, en 1953 se firmaron acuerdos con EE. UU. (bases y ayuda económica) y con el Vaticano (nuevo Concordato), y en 1955 España fue admitida en la ONU, logrando el reconocimiento internacional.

El Exilio y la Oposición Inicial

Tras la Guerra Civil, miles de españoles se exiliaron, algunos acabaron en campos nazis, otros en la resistencia francesa, o huyeron a la URSS, México o Argentina.

La victoria aliada en 1945 animó a los republicanos: José Giral formó un gobierno en el exilio desde México, pero no logró apoyo internacional ni influencia dentro de España.

Solo destacó la guerrilla antifranquista de los maquis, impulsada por el Partido Comunista, que llegó a reunir unos 2.500 combatientes.

Resurgimiento de la Oposición Clandestina

Tras la Guerra Civil, la oposición al franquismo quedó desmantelada y tuvo que reorganizarse en la clandestinidad. A pesar de la propaganda oficial, la falta de libertades y los cambios sociales favorecieron el resurgimiento de la oposición, lo que evidenció que el régimen no sobreviviría a la muerte de Franco.

Principales Focos de Oposición:

  • Movimiento Obrero: Destacó el movimiento obrero, con CCOO como sindicato principal, junto a UGT, USO y ELA-STV.
  • Movimiento Estudiantil: Se intensificó en los años 60, con protestas por la democracia y la expulsión de profesores críticos.
  • Parte de la Iglesia: También se distanció del régimen tras el Concilio Vaticano II, liderada por el cardenal Tarancón, que defendió la reconciliación y la democracia.
  • En el Ejército: Surgió la Unión Militar Democrática (UMD).
  • Partidos Políticos: Políticamente, el PCE (con Santiago Carrillo) fue el más activo dentro del país, mientras que el PSOE (con Felipe González) empezó a crecer. Aparecieron partidos de extrema izquierda como FRAP y GRAPO (algunos con acciones terroristas), partidos moderados como los de Gil Robles o Ruiz Jiménez, y nacionalistas como el PNV o Esquerra. También surgió la ETA, que optó por la vía armada.

Los Últimos Años del Régimen (1973-1975)

En 1973, Franco nombró a Carrero Blanco Presidente del Gobierno, separando este cargo del de Jefe de Estado. Carrero era clave para mantener unido al franquismo, pero fue asesinado por ETA en diciembre, lo que provocó una fuerte crisis interna entre inmovilistas (el “búnker”) y aperturistas.

En 1974, Carlos Arias Navarro asumió el gobierno y propuso una ligera apertura con el “espíritu del 12 de febrero”, pero volvió al inmovilismo ante la presión del búnker.

Aunque se aprobó la Ley de Asociaciones Políticas, aumentaron las protestas, huelgas y la organización de la oposición.

Unidad de la Oposición:

Se crearon la Asamblea de Cataluña (1971), la Junta Democrática (1974, impulsada por el PCE) y la Plataforma de Convergencia Democrática (1975, liderada por el PSOE), que se unieron en la Platajunta.

Aumento de la Violencia y Represión:

La violencia creció con atentados de ETA, FRAP y GRAPO; el régimen respondió con represión, como la ejecución de Salvador Puig Antich (1974) y de cinco activistas en 1975.

La crisis del Sáhara Occidental se resolvió con la Marcha Verde y los Acuerdos de Madrid, cediendo el territorio a Marruecos y Mauritania.

Franco murió el 20 de noviembre de 1975, marcando el final de la dictadura.

Sociedad y Cultura bajo el Franquismo

Tras la Guerra Civil, la mentalidad en España fue autoritaria, basada en el catolicismo y la obediencia.

En los años 60 se abrió a Europa gracias al turismo, el regreso de emigrantes y el acercamiento al continente.

Muchos intelectuales se exiliaron y, dentro del país, la cultura estuvo marcada por el nacionalismo, el clasicismo y la censura. Aun así, autores como Cela (La familia de Pascual Duarte) o Buero Vallejo (Historia de una escalera) reflejaron la dureza social.

Entre 1956 y 1975, el franquismo promovió una cultura de evasión (cine folclórico, fútbol, toros), frente a la cual surgió una generación realista con obras críticas como El Jarama o Las ratas. El cine también adoptó un tono crítico (Bienvenido Mr. Marshall, Muerte de un ciclista).

A finales de los 60 apareció una literatura experimental con autores como Juan Goytisolo y José Ángel Valente, Salvador Dalí y Joan Miró como pintores.

En el exilio destacaron Rafael Alberti, Salvador de Madariaga, Juan Ramón Jiménez (Premio Nobel) y el cineasta Luis Buñuel.