El Bienio Progresista (1854 – 1856)

La Revolución de 1854

La deriva autoritaria del régimen moderado precipitó el levantamiento de progresistas, demócratas y republicanos, e incorporó algunos sectores del moderantismo. En Vicálvaro, con el pronunciamiento del general O’Donnell, un moderado descontento se unió a los progresistas, quienes publicaron el Manifiesto de Manzanares, de contenido reformista, lo que desencadenó la revuelta popular.

Isabel II se vio obligada a aceptar la ley electoral de 1837.

La emergente alianza entre progresistas tibios y moderados llevó a la formación de la Unión Liberal, un acuerdo entre O’Donnell y Espartero. Las nuevas Cortes redactaron una constitución en 1856 que no llegó a publicarse.

La Acción de los Gobiernos (Nivel Político)

El gobierno progresista impulsó importantes reformas que dieron lugar a una expansión económica hasta 1866, cuando se produjo una grave crisis económica.

Las Cortes aprobaron la nueva ley de Desamortización civil y eclesiástica en 1855, obra de Pascual Madoz, que afectó a los bienes del Estado, de la Iglesia, de las órdenes militares y, sobre todo, de los ayuntamientos. Con su venta, se desarrolló la agricultura de mercado.

Se aprobó la Ley General de Ferrocarriles en 1855, que se completó con nuevas iniciativas, como la puesta en marcha del sistema de telégrafo, la ampliación de la red de carreteras, el fomento de las sociedades por acciones, la actividad bancaria y el desarrollo de la minería.

Los Problemas Sociales (Nivel Económico)

Hubo una crisis de subsistencia unida a una epidemia de cólera.

El descontento social provocó una conflictividad obrera en Cataluña. Los trabajadores pedían la reducción de los impuestos de consumos, la abolición de las quintas, la mejora de salarios y la reducción de la jornada laboral.

Se produjeron huelgas obreras entre los años 1854 y 1855. Los obreros formalizaron la petición de una ley que regulase las relaciones de trabajo y la libertad sindical.

La Crisis del Bienio Progresista

Ante la conflictividad social, algunos jefes militares promovieron duras medidas represivas amparadas por O’Donnell, lo que provocó enfrentamientos con el gobierno de Espartero. La intervención de la reina en favor de O’Donnell llevó a la proclamación del estado de guerra. Finalmente, se impuso la fracción del Ejército afectada a O’Donnell, que puso fin al bienio: cerró las Cortes, suprimió la Milicia, destituyó ayuntamientos y diputaciones, y anuló la libertad de prensa.

Definiciones Clave

  • Carlismo: Ideología que defendía la religión del absolutismo monárquico, el foralismo y los privilegios del Antiguo Régimen. Sus bases sociales estaban formadas por el clero, el campesinado pobre, gran parte de la nobleza y sectores de las clases medias defensoras del foralismo.
  • Foralismo: Doctrina política opuesta a políticas centralizadoras, exaltando antiguas leyes o fueros de los distintos territorios de España.
  • Milicia Nacional: Milicias civiles reclutadas por los ayuntamientos, que actuaban en defensa de la revolución liberal.
  • Moderados: Liberales conservadores, partidarios de conceder amplios poderes a la Corona y del sufragio censitario muy reducido.
  • Progresistas: Liberales partidarios de la ley legislativa desempeñada por las Cortes de Cádiz y de una profunda reforma social que limitara el poder del rey a favor del parlamento.
  • Pronunciamiento: Rebelión militar cuyo objetivo es derrocar el gobierno en funciones.
  • Oligarquía: Forma de gobierno en la que el poder político está en manos de unas pocas personas, generalmente de la misma clase social.
  • Bienes Comunales: Propiedades que pertenecen a una comunidad vecinal (municipio) y son aprovechadas por todos. Su origen está en la Edad Media y se termina a mediados del siglo XIX.
  • Bienes de Propios: Bienes comunales propiedad de los municipios, cuyos beneficios servían para cubrir los gastos municipales.
  • Bienio Progresista (1854-1856): Período de dos años en que gobernaron los progresistas en tiempos de Isabel II en España. Fue consecuencia del triunfo de la Vicalvarada, que supuso la llamada de Espartero para hacerse cargo del gobierno.
  • Estatuto Real: Carta otorgada en 1834 por la regente María Cristina, bajo el ministerio de Martínez de la Rosa. Se fundamenta en las leyes tradicionales de la monarquía, imponiendo un régimen basado en la soberanía conjunta del rey y de las Cortes. Su carácter conservador provocó el rechazo de la mayor parte de los liberales y tampoco satisfizo a los absolutistas, que siguieron apoyando la causa carlista.
  • Sufragio Censitario: Sistema electoral en el que pueden votar quienes poseen cierta cantidad de bienes o perciben ciertas rentas.
  • Cacique: Persona que, haciendo uso de su influencia o riqueza, interviene en la política y administración de una comunidad.
  • Caciquismo: Influencia excesiva de los caciques en la vida política.
  • Soberanía: Autoridad en la que reside el poder político.
  • Desamortización Mendizábal: Proceso por el que se ponía en el mercado, mediante subasta pública, las tierras y bienes que no se podían comprar ni vender y que estaban en manos de la Iglesia.
  • Desamortización Madoz: Similar a la de Mendizábal, pero poniendo en subasta también los bienes y las tierras de la Iglesia, de las órdenes militares, instituciones benéficas y, sobre todo, de ayuntamientos.
  • Ley Electoral: Ley (1846) que establecía el sufragio censitario restringido a solo el 1% de la población, es decir, los grandes contribuyentes y personalidades.
  • Leyes de AYTOS: En 1840 se aplicó esta ley que le daba el poder a la Corona de nombrar a los alcaldes de las capitales de provincia, reforzando así el control de gobierno en los municipios.
  • Pronunciamientos: Rebelión militar que pretende derribar a un gobierno.

En 1854, el general O’Donnell hizo un pronunciamiento con el fin de hacerse con el poder, ya que la década moderada dirigida por el general Narváez estaba inmersa en una crisis. Con este pronunciamiento, el moderado O’Donnell y el liberal Espartero se unieron para formar la Unión Liberal y gobernar el país.