Una definición de democracia

El ser humano es una animal. Según esto, existe una condición biológica que se debe tener en cuenta para entender la naturaleza y la acción humana. La biología nos muestra que la especie humana es una de las menos capacitadas para la supervivencia de la naturaleza en comparación con otras especies. Con esto se demuestra que el ser humano necesita vivir en comunidad.

Pensadores de la Gracia clásica, como platón, fundamentaron en este hecho la esencia social del hombre. Esto significa que el ser humano necesita a otro ser humano para subsistir. De la unión con otros seres humanos nace la sociedad. Por ellos el ser humano es un animal sociable.

No obstante, definir al ser humano como un ser social no implica que el ser humano sea el único animal social. Existen sociedades no humanas como por ejemplo, los primates o algunos insectos. La sociedad humana natural se diferencia de las sociedades no humanas por el factor característico de los humanos: la racionalidad.

Una sociedad humana es la agrupación sobre un territorio de un grupo de personas que tiene una misma cultura y unas instituciones sociales e interaccionan para conseguir un fin común.

La tendencia que poseen los seres humanos a pertenecer a un grupo organizado estable se llama sociabilidad.

La sociedad está formada por grupos de seres humanos que necesitan un orden para conseguir sus fines. Ferdinand propuso una clasificación de esos grupos:

  • Comunidad o grupo primario: grupo formado por individuos unidos por un lazo de sentimiento, cercanía y afectivo. No buscan un objetivo individual, si no, prevalece la visión del otro como fin en sí mismo. Como por ejemplo la familia.
  • Sociedad o grupo secundario: grupo formado por individuos unidos por un fin utilitarista o racionalista. La pertenencia a este grupo supone la posibilidad de cumplir un fin propio con ayuda de otros.

Aunque siguen existiendo grupos comunitarios, la evolución histórica a provocado un aumento de grupos sociales asociados en el perjuicio de los primarios.

Las sociedades no son estructuras monolíticas inamovibles. Existen diferentes modelos que han ido evolucionando a lo largo de la historia.

Comprender una sociedad supone comprender su manera de organizar las relaciones entre sus miembros, es decir, el sistema político que determina como ha de normalizarse la convivencia.

Hay dos tipos de sociedades:

  • Sociedades cerradas (Popper): son las sociedades que poseen unos sistemas rígidos de control que determinan en gran medida las conductas de los individuos.
  • Sociedades abiertas: son las sociedades tolerantes donde tienes la libertad de pensamiento y acción. Actualmente se llaman democracias liberales que nos dan garantía de los derechos civiles de los individuos

Sociedad civil: lo privado y lo público

El ser social es consustancial al ser humano. Pero la sociedad es una abstracción formada por una multiplicidad de individuos concretos, con formas diferentes de entender las cosas y de valorar la vida. Existe una doble dimensión del despliegue de las libertades e intereses de las personas que se pueden denominar la esfera privada y la esfera pública de la vida.

  • La vida privada: se refiere a la parte íntima y personal de cada individuo libre de interferencias externas.
  • La vida pública: es el escenario de las interacciones personales en el que se encuentran los actores sociales, políticos o culturales que componen la sociedad.

La esfera privada y la pública no están bien delimitadas muchas veces. Para ello surgió la política.

La política es el poder administrativo y coercitivo encargado de hacer posible la convivencia organizada en el seno de la sociedad civil.

Desde Aristóteles, el concepto de sociedad civil se ha referido al conjunto de ciudadanos iguales y libres en el ámbito público. Lo social y lo político no están diferenciados.

La sociedad civil comprende un complejo entramado de relaciones particulares y de asociaciones con fines muy diversos y con objetivos heterogéneos.

Locke fue el primer filósofo que distinguió la sociedad civil independiente de la sociedad política. El estado liberal debe proteger las libertades de los ciudadanos que formen la sociedad civil. Más tarde Hegel  sintetiza el pensamiento liberal y subraya la necesidad del Estado anteponer el bien universal al particular.

Así se puede decir que la sociedad civil se desarrolla en el ámbito privado y el Estado y las instituciones en el público. En las épocas absolutistas la sociedad civil la controlaba el Estado.

En los sistemas democráticos, la sociedad civil fue donde encontró el contexto más adecuado para desarrollar sus libertades.

En la actualidad asistimos a una crisis del Estado de bienestar produciéndose la legitimación del Estado. Por esto ha aumentado la importancia de la sociedad civil que expone sus críticas  ante las limitaciones de los estados democráticos.

Civilidad y virtudes cívicas

Vivir en sociedad supone aceptar unas mínimas normas de convivencia, así como asumir que las conductas de las persona han de regirse por las normas jurídicas establecidas por el derecho. En los estados democráticos se debe salvaguardar los derechos de los ciudadanos. Sin embargo, la existencia de unas normas y leyes de comportamiento que establecen como vivir en sociedad no garantizan la ausencia de conflictos. Aunque el estado cuenta con medios coercitivos para establecer el orden social, la sociedad debe promover la práctica cívica. La civilidad es la virtud del ciudadano por antonomasia. Consiste en vivir con responsabilidad la condición de miembro de la sociedad con objetivos compartidos. El buen ciudadano es consciente de sus derechos pero también de sus obligaciones. Busca el bien particular sin perjudicar el bien común.

Teorías naturalistas

Estas teorías defienden que la sociedad es anterior al individuo en el sentido de que es necesaria la sociedad para que la vida del individuo sea posible. Vivir en sociedad está en la naturaleza del ser humano, forma parte de su definición, su esencia.

  1. Los dos grandes filósofos de la antigüedad defienden esta concepción del hombre:
  2. Platón, en la republica, señala que el hombre no es autosuficiente, porque no puede preocuparse por sí mismo de los bienes materiales necesarios para la supervivencia, tampoco de los morales o espirituales propios de la naturaleza humana. Es necesario unirse con otros seres humanos y que cada uno aporte su trabajo dependiendo de las cualidades naturales que posea.
  3. Aristóteles, en la política, expone que, aunque genéticamente los individuos, las familias y las aldeas son anteriores al Estado, no lo son naturalmente. Esto se debe a que solo la sociedad, la polis, puede darnos la felicidad. Para Aristóteles, un hombre que no viva en sociedad no es un hombre, sino, una fiera o un Dios.
  4. En la Edad Media, la filosofía escolástica, su máximo representante Tomas de Aquino, seguirá las tesis aristotélicas. El hombre tiene que alcanzar su plenitud siguiendo las pautas marcadas por el Estado, la ley natural.
  5. En la Edad Moderna, Hume critica la concepción racionalista que sitúa el origen de la sociedad en un contrato social. Los hombres han nacido para agruparse siguiendo un instinto o impulso natural guiado por el interés y la utilidad.
  6. En la época contemporánea, Marx defendió el carácter natural de la sociedad humana. Lo que el hombre es depende de sus relaciones sociales, se determina por el nivel que ocupa en la estructura de la sociedad.

El neocontractualismo de John Rawls

Rawls igual que Platón quiere crear la sociedad justa. La justicia se convierte en el valor esencial de la vida social. Defiende una concepción distributiva de la justicia basada en la equidad. Rawls subraya la importancia del consenso previo de los individuos a la hora de aceptar las normas que deben regir la acción humana. Esas normas de justicia se basan en dos principios:

  1. El principio de igualdad: todas las personas han de tener un derecho igual, compatible con un sistema similar de libertad para todos.
  2. El principio de diferencia: las desigualdades económicas y sociales han de ser estructuradas de manera que los mayores beneficios sean para los menos aventajados, para tener una justa igualdad de oportunidades.

El neocontractualismo es una teoría que Rawls pensó desde presupuestos ideológicos liberales, para las democracias constitucionales modernas.