La Consolidación y las Limitaciones de la Industria Textil Española

La industria textil, pilar de la industrialización, enfrentó dos limitaciones principales:

  • La escasez de carbón de la minería catalana y las dificultades del transporte para proveerse de hulla asturiana. Esto estimuló la proliferación de colonias industriales situadas a orillas de los ríos para aprovechar la energía hidráulica.
  • La debilidad del mercado español (clases campesinas), que suponía una demanda estrechamente ligada a la producción agraria.

Las industrias textiles se convirtieron en un sector que exigía constantemente al gobierno la promulgación de medidas proteccionistas para afrontar la competencia de los tejidos extranjeros.

La fase de crecimiento de la industria textil se vio afectada solo por la Guerra de Sucesión, a causa de la escasez de algodón, debido a la imposibilidad de importar materias primas a España. A partir del año 1874 se inició una nueva fase expansiva, gracias a la mecanización del tejido, la renovación de la estructura industrial y el surgimiento de colonias industriales. El crecimiento de la industria algodonera logró desplazar la producción textil algodonera tradicional en España, al ser de mayor calidad y más barata. Las dimensiones del sector algodonero catalán fueron suficientes para industrializar Cataluña, pero no para arrastrar el conjunto de la industria española.

La Industria Siderúrgica en España

La siderurgia fue el sector que, en la segunda mitad del siglo XIX, acompañó al sector textil en el desarrollo industrial. Estaba muy ligado al desarrollo de la minería de hierro y del carbón, ya que las altas temperaturas requeridas en los altos hornos necesitaban este combustible.

La primera siderurgia moderna se estableció en Andalucía, concretamente en Málaga. La producción siderúrgica andaluza fue hegemónica en la península durante treinta años. Fracasó por el uso de carbones vegetales ante la dificultad para adquirir carbón de coque. Los costes elevados de la producción hicieron insostenible la competencia con zonas que se podían abastecer de este mineral más fácilmente.

Asturias se consolidó como centro siderúrgico en España. La producción del hierro creció rápidamente. A pesar de que el volumen absoluto de la producción era reducido, la siderurgia de Asturias mantuvo su primacía hasta las últimas décadas del siglo XIX.

La Hegemonía de Vizcaya

A partir de 1876, con la llegada del carbón de coque galés a Bilbao, se consolidó la industria siderúrgica en el País Vasco. La consolidación del eje comercial entre Bilbao y Cardiff, basado en la exportación de mineral de hierro a Gran Bretaña y la importación del carbón galés para el País Vasco, tuvo un gran papel en la industrialización del País Vasco. Se constituyeron las grandes empresas siderúrgicas vascas: Altos Hornos de Vizcaya, S.A. y la Fábrica de Hierro y Acero de Bilbao. Más adelante, se introdujo nueva maquinaria.

La Lenta Expansión Industrial en España

Durante el último tercio del siglo XIX, Cataluña y el País Vasco ya habían desarrollado una estructura industrial moderna, asentada en la producción textil y siderúrgica. El predominio agrícola hizo que la industria agroalimentaria tuviera un papel relevante, alcanzando un gran volumen.

En Valencia, los beneficios originados por el desarrollo de una agricultura de exportación estimularon la creación de industrias. En Aragón, el descenso del textil tradicional abrió paso a la creación de una industria harinera. Madrid también inició un cierto dinamismo industrial con la industria tipográfica y editorial como sector líder. Los sectores nuevos, como el metalúrgico y el químico, fueron ganando terreno. En relación con el proceso de urbanización, cabe mencionar la industria del gas. También creció la industria química.

La Producción Minera Española

Entre los años 1874 y 1914, tuvo lugar la explotación masiva de los yacimientos mineros del subsuelo español. El aumento de la demanda de carbón fue favorecido por la máquina de vapor y el desarrollo de la siderurgia. En Asturias, la minería del carbón alcanzó un notable desarrollo debido a la abundancia de recursos y la facilidad de acceso al transporte marítimo.

La minería del hierro fue un sector que tuvo una expansión importante, sobre todo a partir de la difusión del convertidor Bessemer, que requería un mineral sin fósforo, característica que poseía el hierro vasco. El mineral vasco también contaba con la ventaja de abaratar el transporte. El auge de las exportaciones hizo de España el principal proveedor de mineral de hierro de Europa.

La Desamortización del Subsuelo Minero

La Ley de Minas de 1868 supuso el fin de una rígida reglamentación de las concesiones mineras y la liberalización del sector, que inició la explotación masiva de los yacimientos españoles. La expansión de la producción minera se explica por tres factores: el aumento de la demanda