Orígenes del léxico castellano

La mayor parte de la civilización occidental ha heredado del latín toda una tradición léxica, el latín fue, en toda Europa, la lengua de cultura durante muchos siglos.

Palabras patrimoniales

Son las denominadas palabras patrimoniales, hijo < filius; o ajeno < alienus etc. Otras, no experimentaron todos los cambios esperables porque se introdujeron en nuestra lengua, con términos como virgine > virgen; saeculum > siglo, etc.

Semicultismos y cultismos

Se trata de los semicultismos, en los que hay parte de evolución, pero esta no se ha desarrollado plenamente. Junto a ellas encontramos los cultismos, aquellas palabras que no sufrieron ningún proceso de evolución fonética y por tanto se mantuvieron prácticamente igual al término latino: evangelium > evangelium.

Dobletes

En muchas ocasiones podemos encontrar los denominados dobletes, parejas de palabras que provienen de la misma raíz, siendo una de ellas palabra patrimonial que ha sufrido todo el proceso de evolución, y la otra un cultismo o semicultismo, de introducción tardía. Ej: rápido / raudo < rapidus.

Influencia de otras lenguas

Pero no sólo del latín ha bebido el castellano. A lo largo de su historia, las circunstancias han provocado la influencia directa de otros países, y por tanto de otras lenguas, en nuestro idioma. Así, podemos encontrar en él:

  • Arabismos: términos tomados del árabe, como consecuencia de la invasión sufrida por la Península durante casi ocho siglos. Aun así, se conservan bastantes: alfombra, guitarra, etc.
  • Galicismos: palabras adoptadas del francés, como: jardín, menú
  • Anglicismos: club, fútbol, tenis, etc.
  • Germanismos: los términos alemanes llegados al español de dos maneras: o bien por influencia de los pueblos bárbaros invasores de la península tras la caída del Imperio romano, que nos dejaron términos como: guerra, espuela, cerveza…; o bien a través del campo de la filosofía, dejándonos sobre todo calcos semánticos del tipo: visión del mundo, espacio vital, etc.

Integración en la lengua

Hay que destacar las diversas formas que en español tenemos de integrarlos en nuestra lengua:

  • Adaptar el xenismo. Consiste en adaptarlo a la pronunciación y grafía de la lengua que lo recibe, como champú por shampoo
  • Dejar el xenismo tal y como fue creado, como e-mail.
  • Llevar a cabo un calco semántico. Consiste en tomar una expresión y traducirla literalmente al español
  • Sustituir el xenismo, por una palabra o expresión que designe lo mismo, ya existente en la lengua que lo recibe.

Procesos de formación de palabras

El castellano no solo se ha nutrido de palabras procedentes de otras lenguas, ha generado procesos para crear palabras a partir de las ya existentes en el idioma. Los fundamentales en castellano son:

Derivación

La derivación es un proceso que consiste en añadir morfemas derivativos a un lexema, para crear palabras nuevas. Los morfemas derivativos se denominan afijos y pueden ser: prefijos, sufijos e interfijos.

Composición

La composición es un proceso de formación de palabras basado en la unión de dos o más lexemas. Ejem: lavavajillas, baloncesto…

Estabilidad de los compuestos

Un problema que afecta a la composición es la estabilidad de los compuestos. Se trata de palabras en camino de convertirse en compuestos, que todavía no han alcanzado una estabilidad total: hombre-rana, guardia-civil, etc.

Parasíntesis

La parasíntesis podemos definirla como un proceso de formación de palabras en el que se produce prefijación y sufijación a la vez, tal y como ocurre en desalmado, donde sin que exista un sustantivo *desalma, ni un adjetivo *almado, la unión de lexema más prefijo y sufijo produce la creación de un término nuevo.