MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98

MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98 A finales del siglo XIX España estuvo sometida…/En este momento histórico se ponen en duda los valores de la civilización burguesa (confianza en la razón, la ciencia y el progreso). Por ello, los rasgos que le dan forma son: el sentimiento antiburgués, que se traduce en la aparición de 2 nuevos tipos sociales (bohemio y dandi); el culto a la belleza aparece como protesta contra la vulgaridad y el prosaísmo del mundo contemporáneo; el irracionalismo y el antipositivismo, relacionados con la influencia de corrientes filosóficas irracionalistas y vitalistas; el hastío, que aparece ante la imposibilidad de encontrarle un sentido a la vida; y el deseo de evasión de la realidad y las actitudes decadentes, que son consecuencias de vivir en una sociedad en descomposición./Con este espíritu finisecular de Fin de Siglo, surgen en la literatura española 2 movimientos artísticos y literarios: la Generación del 98 y el Modernismo./La

GENERACIÓN DEL 98

se trata de un término histórico-social, creado por Azorín. Los escritores del 98 recogen las 2 tendencias del momento: la herencia simbolista francesa y la herencia ideológica alemana. Pero su lenguaje elimina, de modo progresivo la brillantez retórica del Modernismo. Sus obras indagan en las preocupaciones existenciales y sociales, y en una crítica a la situación de España./El Desastre del 98 es ese hecho en torno al cual se reúnen estos autores, al – desde un punto de vista temático e ideológico; tienen una estética, un lenguaje y un estilo común que se oponen a la prosa inflada y retórica de finales del siglo XIX. Se puede considerar a Miguel de Unamuno como el guía del grupo./La angustia existencial, el tema de Dios, el problema en España, el primitivismo, el subjetivismo y la voluntad de renovación formal; son algunos de los temas que comparten. En cuanto a la preocupación por la decadencia del país existen 2 enfoques: la reflexión sobre la identidad de España, mediante la recuperación de valores encarnados en el paisaje castellano; la crítica social ha100do mención especial: al caciquismo, el poder de la Iglesia, el subdesarrollo económico… En general comparten un estilo sobrio y directo porque lo que más importa es el contenido e intentar que éste llegue al lector de la manera más clara posible.

NOVECENTISMO Y VANGUARDIAS

NOVECENTISMO Y VANGUARDIAS Como herederos del 98, surge un nuevo grupo de autores que conformarían la Generación del 14 y que plantearían una nueva actitud frente al problema de España, caracterizado por: la apertura al mundo exterior, concretamente a Europa; las propuestas constructivas, para modernizar la sociedad española; la figura intelectual del escritor, que colaboraría con la prensa diaria y plantearía la necesidad de unas élites rectoras; y la institucionalización de la vida cultural, de manera que sean diversas instituciones las que promuevan la cultura. Entre 1914 y el comienzo de la Guerra Civil alcanza su esplendor./ Asimismo, surge el

NOVECENTISMO

. El ensayo era el género preferido por el grupo y en él que destaca José Ortega y Gasset, que con el fin de modernizar y racionalizar la sociedad escribió obras como La rebelión de las masas o La España invertebrada. Otros ensayistas para destacar son: Eugenio D’Ors, creador del subgénero glosas y autor de Lo barroco; Gregorio Marañón, autor de ensayos sobre personajes históricos como El Greco y Toledo; Manuel Azaña, con obras como El jardín de los frailes; y Salvador de Madariaga, cuyas obras se centra en la historia de España como por ejemplo Hernán Cortés./En cuanto a la novela, destaca la figura de: Ramón Pérez de Ayala autor de El tigre; o de Gabriel Miró con obras cargadas de detalladas descripciones como El obispo leproso. En el terreno de la novela, los novecentistas llevan a cabo una renovación basada en la fusión de lo narrativo y lo ensayístico, la originalidad en el tratamiento de las estructuras y el lenguaje y la preferencia por la vida urbana y moderna./En poesía, los posmodernistas inician el camino hacia una poesía pura, desprovista de anécdota y de sentimentalismo y centrada en la perfección formal. Destaca Juan Ramón Jiménez. El hilo conductor de su obra será la búsqueda de la belleza y lo esencial a través de la poesía. Diario de un poeta recién casado, será un ejemplo de su poesía desnuda, en la que nos presenta la realidad material y la invisible; y Espacio, una de sus obras más importantes, será un monólogo interior en el que yo experimenta una sensación de plenitud.

POESÍA DE LA GENERACIÓN DEL 27 La Generación del 27 está formada por una serie de autores, fundamentalmente poetas, que publican sus obras en la tercera década del S. XX. Dámaso Alonso (Hijos de la ira), Emilio Prados (Jardín cerrado) o Manuel Altolaguirre (Las islas invitadas); son algunos de ellos./Estos poetas tenían en común el hecho de que provenían de familias burguesas de tradición liberal, tenían una sólida formación literaria y buscaban modificar la poesía haciendo una síntesis entre tradición y vanguardia, Así, emplean estructuras métricas o recrean temas característicos de la tradición literaria española, pero también reciben influencia de Gomez de la Serna, el ultraísmo, el creacionismo y el surrealismo. Además de la síntesis entre tradición y vanguardia, también fusionaron lo culto con lo popular y lo español con lo universal./Además de esto, la mayoría publicaba en las mismas revistas como Litoral. La correspondencia conservadora, las elegías que escribían tras la muerte de alguno y las reuniones que hacían en la Residencia de Estudiantes de Madrid y el hecho de que publicaban sus poemas en las mismas revistas literarias como Litoral o Verso y Prosa; reflejan la fuerte amistad que forjaron. Por último, su gran admiración por Góngora, los llevo a reunirse en el Atento de Sevilla para celebrar el tercer centenario de la muerte de este./La Generación del 27, pasa por dos etapas. En la primera, se combinan tres líneas poéticas: el creacionismo, presente en los primeros títulos de Gerardo Diego como Manual de espumas; el neopopularismo, que constituye la encarnación del primitivismo propio de las vanguardias, en obras como Romancero Gitano, de Lorca, y Marinero en tierra, de Alberti; y la poesía pura, que busca la realidad que se esconde tras las apariencias. Los poemarios que más destacan en esta última corriente son La voz a ti debida, de Salinas, y Cántico, de Guillén. En la segunda etapa, comienza la influencia del surrealismo, marcada por una expresión más directa y angustiada de los conflictos íntimos, por el empleo de imágenes o metáforas irracionales. Los principales títulos de esta etapa son La realidad y el deseo, de Cernuda; Sobre los ángeles, de Alberti; Poeta en Nueva York, de Lorca o La destrucción o el amor, de Aleixandre.


La Generación del 98 está formada por una serie de autores que publicarán sus obras en el cambio de siglo. Algunos de estos autores son: Ángel Ganivet (Idearium español), Ramiro Maeztu (Defensa de la Hispanidad), Azorín (La ruta de Don Quijote), Pío Baroja, con un estilo especialmente sobrio, (El árbol de la ciencia y Camino de perfección), Miguel de Unamuno, indaga sobre el problema de España y la búsqueda del sentido de la vida, (Niebla y Abel Sánchez), Antonio Machado (Campos de Castilla) que, en cuanto a su prosa, parte de la identidad individual como algo multiforme e inaprensible (nació en Sevilla y se crió en Madrid) y Mª. del Valle-Inclán, evolucionó desde el Modernismo al esperpento, es decir, desde la exaltación de la belleza y los ambientes bucólicos a la expresión de lo feo, lo repugnante, lo deforme de una España empobrecida y miserable (Sonata de primavera)./La Novela de Fin de Siglo destaca por la superación del Realismo (Amor y pedagogía/Camino de perfección/La voluntad/Sonata de Otoño. 1902) Comparten la introspección, el simbolismo, la reflexión y la voluntad de renovación estilística./Por otro lado, el MODERNISMO fue un movimiento de origen hispanoamericano de ruptura con la estética anterior (el Realismo). Éste busca un nuevo lenguaje basado en una nueva sensibilidad. Para ello, vuelve sus ojos hacia 2 corrientes literarias francesas de la segunda mitad del siglo XIX: el parnasianismo y el simbolismo./Temáticamente podemos distinguir 2 polos en el Modernismo: el mundo externo (insatisfacción hacia el mundo que les envuelve, y, de ahí, ese afán por escapar y evadirse mediante la poesía hacia mundos más bellos) y la intimidad del poeta (enlaza con el posromanticismo de Bécquer y Rosalía de Castro). Este sentimiento es a veces vitalista y alegre, otras, triste y melancólico./Presentan como temas recurrentes: el escapismo, la creencia de una armonía universal, la melancolía, la sacralización del arte como refugio frente al mundo y el erotismo. Además, pretendían renovar el lenguaje poético con el uso de un léxico inusual y con la búsqueda de la musicalidad, y la métrica, extendiendo el uso del verso alejandrino./En esta corriente se inscriben: la poesía hispanoamericana, con precursores como Rubén Darío, principal representante del Modernismo hispanoamericano, (Azul y Cantos de vida y esperanza), la poesía española cultivada por Salvador Rueda (La cópula) o Manuel Machado, que recibe la influencia del Romanticismo y el simbolismo(La Lola se va a los puertos y Soledades, galerías y otros poemas), y la narrativa y el teatro, con obras como Sonatas de Mº del Valle-Ínclan.


Las características del nuevo movimiento son: el intelectualismo, el europeísmo (rechazo del catolicismo y reflexión serena), presencia en la vida cultural y política (convicción de que las minorías mejor preparadas deben orientar la marcha de la sociedad), ideal universalista, cosmopolita y urbanita, el esteticismo y la preocupación formal. Practican una literatura orientada a la serenidad clásica, con un lenguaje depurado y selectivo y un público minoritario. Se inclinan preferentemente por la prosa poética, la poesía y el ensayo./El S.XX en Occidente viene marcado por sucesos como: la primera y segunda Guerra Mundial, la Revolución Rusa, el desarrollo del comunismo y el anarquismo o el movimiento fascista. En esta época se desarrollan un conjunto de movimientos artísticos y literarios en Europa y en América, las vanguardias, que buscaban una respuesta a la crisis espiritual de Occidente. El primitivismo, antirrealismo, irracionalismo, afán de experimentación… son algunos de sus rasgos. Entre sus movimientos destacan: el futurismo, a manos de Filippo Marinetti, busca la exaltación de la velocidad, el deporte o la fuerza; el dadaísmo, liderado por Tristan Tzara y Marcel Duchamp, protesta contra el sistema burgués imperante; y el surrealismo, fundado por Andrés Bretón, defiende el azar y la liberación de los impulsos del subconsciente. /En España, las VANGUARDIAS serán introducidas por Ramón Gómez de la Serna (Greguerías), creador de las greguerías: enunciados breves que reflejan la realidad mediante el humor y la metáfora. Además, en España, se creó una vanguardia específica de la poesía española, el ultraísmo. Esta estará caracterizada por la supresión de signos de puntuación y la importancia de la disposición visual de las palabras, entre otras. En este movimiento se inscribirán autores como Guillermo de Torre (La aventura y el orden) y Rafael Casinos Assens (La nueva literatura)./En Hispanoamérica, la poesía de vanguardias estará en manos de 3 autores: Vicente Huidobro (Altazor), fundador del creacionismo, que pretendía, por medio del lenguaje, crear una nueva realidad; César Vallejo, que distorsionaba el lenguaje y se solidarizaba con los desfavorecidos en obras como Poemas Humanos; y Pablo Neruda, autor de 20 poemas de amor y una canción desesperada.