Deshumanización y Crítica Social en Walking Around de Pablo Neruda

Deshumanización y Crítica Social en «Walking Around» de Pablo Neruda

Se observa una estructura que combina lo tradicional con el encabalgamiento:

El primer verso es tradicional.
Del segundo al cuarto verso se presenta un encabalgamiento, donde la idea se extiende a lo largo de varios versos, creando una sensación de continuidad y fluidez.

Análisis detallado:

El uso del presente en «Sucede» sitúa la acción en el ahora.
La expresión «me canso de ser hombre» refleja un agotamiento existencial, un cansancio de la propia humanidad del yo lírico.
La anáfora «Sucede que» enfatiza la situación actual del yo lírico, una pérdida de humanidad causada por una sociedad asfixiante.
Las «sastrerías» y los «cines» representan la ciudad moderna. Las sastrerías, anacrónicas para nuestro tiempo, simbolizan la uniformidad y la pérdida de individualidad.
Los cines, en la época de Neruda, eran sinónimo de producciones extranjeras y caras. El público asistía masivamente, consumiendo una cultura ajena que no reflejaba la realidad latinoamericana.
La sastrería representa el trabajo alienante, y el cine, el ocio vacío.
El yo lírico se siente «marchito» e «impenetrable» al entrar en estos lugares, una metáfora de su deterioro y su incapacidad para conectar con el mundo.
La comparación «como un cisne de fieltro» introduce una metáfora compleja.

Primera interpretación:

El cisne, un animal de tela, es una farsa, una apariencia de vida sin vida real. Es artificial e impenetrable.

Segunda interpretación:

El cisne es un símbolo del modernismo latinoamericano, asociado a la belleza.
Se critica al modernismo, considerándolo un arte muerto, incapaz de conmover.
«Origen y ceniza» sugiere un ciclo de vida y muerte, un tránsito donde se pierde la humanidad.

Se mantiene la estructura mixta:

Análisis detallado:

«El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos»: Las peluquerías, espacios asociados a la transformación estética, generan angustia en el yo lírico. El olor a químicos representa la artificialidad y la deshumanización.
Se critica la masificación y la pérdida de la individualidad en la búsqueda de ideales de belleza.
«Solo quiero un descanso de piedras o de lana»: Un anhelo de conexión con la naturaleza, un respiro del ahogo urbano. La lana, en particular, es una metonimia de lo campestre.
«Solo quiero no ver establecimientos ni jardines / ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores»: Una anáfora que contrapone el deseo positivo de descanso con el rechazo a los elementos de la sociedad moderna.
Se rechazan los «establecimientos», «jardines» artificiales, «mercaderías», «anteojos» (símbolo de la intervención humana en lo natural) y «ascensores» (símbolo del progreso y la verticalidad de la ciudad moderna).
El polisíndeton negativo «no-ni» refuerza el rechazo.

«Sucede que me canso de mis pies y mis uñas / y mi pelo y mi sombra.»

Reaparece la anáfora «Sucede que», enfatizando el presente angustiante del yo lírico.
Se describe una fragmentación del ser, una disociación entre el cuerpo y el yo. «Pies» y «manos» representan la rutina laboral; «pelo», la artificialidad; «sombra», el vestigio de una humanidad perdida.
El polisíndeton positivo «y» acumula elementos, intensificando la sensación de cansancio.

Se observa una continuidad entre los versos, con la idea fluyendo de uno a otro.
«Sin embargo» introduce un giro, una contraposición a la idea de muerte inminente.
Aparecen las figuras del «notario» (burócrata) y la «monja» (moralidad).
«Asustar a un notario con un lirio cortado»: El lirio, flor asociada a los funerales, representa la muerte. Se busca sacudir al notario, símbolo de la rigidez y la artificialidad.
«O dar muerte a una monja con un golpe de oreja»: La monja representa el dogma. Se busca eliminar lo que coarta la libertad humana.
Estas imágenes violentas y oníricas, propias del surrealismo, son las únicas que conmueven al yo lírico.
El surrealismo busca liberar al ser humano de las ataduras de la razón.
«Morir de frío por gritar» es una imagen irracional, una provocación que busca generar shock y despertar sensaciones.
El «cuchillo verde» es una posible referencia a Federico García Lorca, quien asociaba este color con la homosexualidad y la muerte.