Fundamentos de las Ciencias Sociales: Modernidad, Siglo XX y Sociología Clásica
La Modernidad y el Urbanismo: Baudelaire y Berman
Charles Baudelaire: “Los ojos de los pobres”
Marshall Berman: “La familia de ojos”
El texto de Baudelaire describe características de la modernidad que lo distinguen de escenas anteriores de amor y lucha de clases. La diferencia fundamental reside en el espacio urbano donde se desarrolla la escena: el bulevar. Esta innovación urbanística, la más espectacular del siglo XIX, representó un paso decisivo hacia la modernización.
Estos bulevares permitieron que el tráfico circulara por el centro de la ciudad, derribaron barrios miserables, expandieron el comercio, apaciguaron a las masas al dar empleo a miles de trabajadores y crearon corredores anchos y largos por los que las tropas y la artillería podían desplazarse.
Además, los bulevares sentaron nuevas bases económicas, sociales y estéticas para la congregación de grandes cantidades de personas. Estaban rodeados de pequeños negocios y tiendas de todo tipo, y en cada esquina había zonas acotadas para restaurantes y cafés con terrazas en las aceras. Eran amplios, bordeados de bancos y árboles frondosos, y contaban con isletas peatonales. Se diseñaron grandes panorámicas con monumentos al final de cada bulevar, realzando su impacto visual y funcional.
Eric Hobsbawm: El Siglo XX Corto
Eric Hobsbawm, en su obra “Vista Panorámica del siglo XX” (o más conocida como “Historia del Siglo XX”), denomina al Siglo XX Corto al período transcurrido desde el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914) hasta el hundimiento de la Unión Soviética (URSS) en 1991. Este período se divide en tres fases principales:
La Era de las Catástrofes (1914-1945)
Comprende las dos guerras mundiales. La Primera Guerra Mundial marcó el derrumbe de la sociedad occidental del siglo XIX, que era capitalista desde el punto de vista económico, liberal en su estructura jurídica y constitucional, burguesa por su clase hegemónica y brillante por los avances alcanzados en el ámbito de la ciencia, el conocimiento y la educación.
La Edad de Oro (1945-1973)
Caracterizada por un crecimiento económico y cambios sociales sin precedentes. Para sorpresa de muchos, el capitalismo presentó un crecimiento tal vez anómalo. La escala y el impacto de la transformación económica, social y cultural que se produjo en esos años fue la mayor, la más rápida y decisiva de la que se tiene registro en la historia.
La Etapa de Descomposición e Incertidumbre (1973-1991)
Un período de catástrofes y crisis. En la década de 1980 y principios de los años 90, se presentó un nuevo período de crisis económicas, desempleo masivo, graves depresiones cíclicas y un enfrentamiento cada vez más fuerte de las clases bajas contra las altas. Los países socialistas, con economías frágiles y vulnerables, se vieron abocados a una ruptura que llevaría al hundimiento de la URSS, con lo cual finalizaría el Siglo XX Corto.
Zygmunt Bauman: De lo Sólido a lo Líquido
En su obra, Zygmunt Bauman aborda el concepto de la modernidad líquida, contrastándola con las sociedades que él denomina “sólidas”.
Las sociedades antiguas, como la feudal, eran consideradas sólidas: estructuradas, con instituciones como la Iglesia y la nobleza, y con poca comunicación o movilidad social. La llegada del capitalismo, aunque inicialmente buscó conformar una sociedad también sólida (con educación y leyes), introdujo características cada vez más cambiantes. Esta sociedad, lejos de ser estática, se vuelve más líquida: se expande, fluye y se transforma constantemente.
Bauman observa cómo esta fluidez impacta diversas esferas, incluyendo el arte, que experimenta continuos cambios. En contraste con esta fluidez, pensadores como Friedrich Engels y Karl Marx, en el Manifiesto Comunista, planteaban la necesidad de una revolución para instaurar una sociedad igualitaria, buscando una transformación radical y definitiva, opuesta a la constante mutabilidad de la modernidad líquida.
La Sociología Clásica: Orígenes y Fundadores (Según Juan Carlos Portantiero)
A) El Origen de la Sociología y los Padres Fundadores
La sociología, como campo definido del conocimiento, emerge a mediados del siglo XIX. El punto de ruptura de la tradición anterior se halla en el Renacimiento, con precursores como Niccolò Machiavelli.
En este período, lo social y lo político comienzan a ser concebidos como un proceso de construcción colectiva, donde el hombre precede a la sociedad, la crea y la organiza. Nace la idea del “contrato social”, de la soberanía popular y de las formas de representación de esa soberanía, conceptos que recorren el pensamiento político desde el siglo XVI.
Un segundo movimiento crucial para la sociología es el desarrollo de la economía política, cuyas etapas de fundación siguen los ritmos del desarrollo de la sociedad.
B) La Sociología como Ciencia de la Crisis
La sociología puede definirse como una ciencia de la crisis, ya que nace en el siglo XIX (no en el XIV, como se menciona erróneamente en el texto original) en un momento de profundas transformaciones para dar respuesta a esa situación. Su nacimiento se da cuando el nuevo orden social ha madurado, con la generalización de las relaciones de mercado y el liberalismo representativo.
El principal estímulo para la aparición de la sociología fue la Revolución Industrial y la crisis social y política que esta transformación generó, marcada por la aparición del proletariado de las fábricas. El orden estamental del precapitalismo, en contraste, aseguraba una unificación entre lo social y lo político-jurídico.
C) Los Padres Fundadores y sus Aportes
Los pensadores de la Ilustración del siglo XVIII, como Montesquieu, aparecen como un antecedente directo de la sociología. Para Montesquieu, las instituciones políticas dependen del tipo de Estado, y este, a su vez, del tipo de sociedad. Los principios de la Ilustración encontraron su encarnación política en la Revolución Francesa de 1789.
Saint-Simon propuso que el sistema industrial del futuro sería gobernado por una élite integrada por científicos y productores, agrupando tanto a capitalistas como a asalariados. Esta élite aseguraría la unidad orgánica de la sociedad, perdida tras la destrucción del orden medieval.
El punto de partida metodológico de la sociología clásica postula la independencia de los problemas sociales con respecto a los económicos. La sociedad debía ser considerada como un organismo y estudiada en dos dimensiones:
- Estática social: Posible sobre la base del consenso y la cohesión.
- Dinámica social: Asegura el mantenimiento de la solidaridad y la evolución.
De otro modo, la sociedad se desintegraría.
Para Herbert Spencer, no existían diferencias metodológicas en el estudio de la naturaleza y de la sociedad. Su teoría consagra el predominio del capitalismo libreempresarial y la influencia imperialista británica. Partidario extremo del laissez-faire, propugnaba la desaparición de toda intervención estatal.
Ferdinand Tönnies, por su parte, concibe la sociología como el conocimiento de las relaciones sociales, las cuales solo pueden ser entendidas como producto de la voluntad de los hombres.
Émile Durkheim: Las Reglas del Método Sociológico
Émile Durkheim, considerado uno de los padres fundadores de la sociología, adopta una perspectiva positivista. Su obra Las Reglas del Método Sociológico elabora una teoría sobre cómo la sociología debe intervenir en momentos de crisis, buscando establecer orden en la sociedad a través de esta ciencia.
La Sociología como Ciencia
Para Durkheim, la sociología es una ciencia con las siguientes características:
- Objetiva: No es subjetiva; no estudia las ideas individuales, sino los hechos sociales concretos.
- Específica: Es específica del grupo social, enfocándose en fenómenos colectivos.
- Metodológica: Posee un método riguroso, explicando los fenómenos a partir de la observación y el análisis de los hechos sociales. El sociólogo, al igual que un físico o un anatomista, debe identificar y solucionar los problemas sociales con precisión científica.
La Conciencia Colectiva
La conciencia colectiva se refiere a la capacidad de realizar acciones colectivas que individualmente no haríamos. También dicta las formas de actuar y pensar que se ajustan a lo establecido en la sociedad (por ejemplo, cómo se espera que venga vestido un profesor). La sociología se dedica al estudio de esta conciencia colectiva. No es la suma de las conciencias individuales, sino una mezcla que determina lo aceptado y lo no aceptado en una sociedad.
Las instituciones clave para la formación de la conciencia colectiva incluyen:
- El hogar: A través de la influencia de los padres.
- La escuela: Como recreadora y transmisora de la conciencia colectiva.
- La religión: Que proporciona ideales y valores colectivos.
Actuamos conforme a lo que la conciencia colectiva nos dicta y permite. Todo lo que se desvía de esta norma es considerado anormal y puede ser objeto de sanción o castigo social.
Los Hechos Sociales
Los hechos sociales son instancias que exceden la conciencia individual, como la religión, las instituciones o la familia. Quien no se adapta a la conciencia colectiva es objeto de sanción social.
Los hechos sociales poseen tres características fundamentales:
- Anterioridad: Existen antes de que naciéramos; crecemos en presencia de acontecimientos sociales que operan al margen de nuestra voluntad (ej. Navidad, Año Nuevo).
- Exterioridad: Provienen de fuera del individuo, ejerciendo una presión externa sobre nosotros.
- Coerción: Obligan al individuo a actuar de cierta manera; hay un castigo o sanción si no se cumplen las normas, la sociedad ejerce una fuerza coercitiva.
La discriminación, por ejemplo, puede ser vista como una manifestación de la conciencia colectiva. Dentro de esta conciencia colectiva, existen representaciones colectivas (escudos, banderas, símbolos de grupos, etc.) que refuerzan la identidad y cohesión social.
Hechos Psíquicos
Los hechos psíquicos son fenómenos individuales que no son objeto de estudio de la sociología, ya que cada individuo actúa según su propia voluntad en este ámbito.