El Teatro Español del Siglo XX: Movimientos, Autores y Obras Clave
El Teatro Español en el Primer Tercio del Siglo XX
Como espectáculo, el teatro tenía un carácter comercial y debía ajustarse a los gustos del público, en su mayoría burgués. Esto trajo consecuencias ideológicas, ya que las posibilidades de un teatro destinado al divertimento y la crítica eran limitadas. El teatro del primer tercio de siglo se dividió en dos frentes principales: el teatro que triunfaba y el teatro innovador.
El Teatro Dominante
En este frente, apreciamos varias tendencias:
La Comedia Benaventina
Jacinto Benavente es la figura más representativa del momento. Su obra El nido ajeno (1894) resultó ser un fracaso. Decidió aceptar los límites, adoptando un tono menos crítico. Sus obras se mantuvieron en la línea de la «comedia de salón». También intentó el drama rural, pero no acertó en encontrar un lenguaje rural y a la vez poético. Destaca por su habilidad escénica, su ingenio y la fluidez de sus diálogos.
El Teatro en Verso
Otra tendencia es el teatro en verso. Destacó Valle-Inclán, que a pesar del Modernismo, no se encuadra dentro del teatro triunfador. Este teatro mezcla restos posrománticos con rasgos del estilo modernista, con una ideología tradicionalista. Destacan autores como Eduard Marquina (En Flandes se ha puesto el sol), Francisco Villaespesa (El alcázar de las perlas) o los hermanos Machado.
El Teatro Cómico y el Sainete
En las primeras décadas del siglo XX, predominó el teatro cómico destinado al entretenimiento, con la aparición de dos géneros: la comedia costumbrista y el sainete. Destacan los hermanos Álvarez Quintero, Serafín y Joaquín, con sainetes como El patio. También sobresale Carlos Arniches, que presentó sainetes de ambiente madrileño como El santo de la Isidra, o Pedro Muñoz Seca, creador del astracán, un género basado en los despropósitos, equívocos y disparates.
El Teatro Innovador
En el frente del teatro renovador, destacan:
- Unamuno: Presentó los conflictos humanos mediante un teatro de ideas enfocado al drama interior de los personajes.
- Azorín: Con un teatro alejado del realismo y basado en la palabra.
- Jacinto Grau: Un caso aparte, cuyo éxito fue europeo pero no español, interesado en los grandes mitos y temas literarios. Interpretó de una manera personal la parábola evangélica en El hijo pródigo.
- Ramón Gómez de la Serna: De la segunda generación de este siglo, que escribió teatro que no se representó, como Los medios seres.
Autores Clave del Teatro Español del Siglo XX
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)
Tras estudiar en Madrid, viajó a América, donde trabajó publicando en periódicos mexicanos. Regresó en 1896 a Madrid, donde conoció a figuras como Azorín en las tertulias. Volvió a México y, a su regreso, protestó contra la dictadura de Primo de Rivera. Fue elegido presidente del Ateneo y director de la Escuela de Bellas Artes de Roma. Su obra evoluciona desde un modernismo nostálgico hacia el «esperpento», con el que ofrece una crítica de la realidad. Su obra se divide en ciclos, no según una cronología:
- Ciclo Decadentista: Introduce un modernismo aplicado al drama, incorporándose al teatro de ensueño con obras como Tragedia de ensueño y Comedia de ensueño.
- Ciclo del Primitivismo: Un nuevo camino del Modernismo que refleja la violencia y la crueldad, desarrollando los rasgos comunes del estilo personal del autor. Destacan Comedias Bárbaras o Divinas palabras.
- Ciclo de Distanciamiento: Artificioso, incluye obras como Farsa infantil de la cabeza del dragón o Tablado de marionetas para educación de príncipes, siendo esta última la única no escrita en verso.
- Ciclo del Esperpento: Definido en Luces de Bohemia, el esperpento muestra la realidad en sus aspectos más grotescos y brutales; deforma la realidad produciendo una visión caricaturizada, macabra y cómica, destruyendo la realidad para revelarla tal como es. Su intención es transmitir las intimidades de un mundo plagado de desgracias e injusticias, mostrando a un Valle-Inclán comprometido con la transformación social.
El Teatro de la Generación del 27
Durante la II República española, se produjeron hechos relevantes que alteraron la escena. La compañía de Margarita Xirgu se hizo cargo del Teatro Español de Madrid entre 1930 y 1935. Desde los años 20, se produjo además un movimiento de compañías independientes que buscaban acercar la cultura al pueblo. Confiaban en que en la sensibilidad incontaminada del pueblo español estaba el depósito profundo del teatro clásico español. Algunos autores que destacan son: Max Aub, vanguardista que resaltó los puntos agudos de la realidad mediante un lenguaje simbolista y la abstracción (Narciso y las farsas); y Alejandro Casona, que se consagró con La sirena varada, mostrando el conflicto entre realidad y fantasía.
Federico García Lorca
Junto a la de Valle-Inclán, su obra supone una aportación fundamental de las letras españolas al teatro universal contemporáneo. Se consolidó en lo dramático en dos sentidos: un teatro experimental (vanguardista) y un teatro trágico más convencional, centrado en los problemas de personajes siempre femeninos, con elementos como el drama rural o el neopopularismo del momento. Su trayectoria sigue distintas fases:
- Primeras Experiencias (años 20): Se estrenó con un fracaso, El maleficio de la mariposa. Los personajes son cucarachas, donde el amor del poeta no puede corresponderse con la mariposa. Su primer éxito llega con Mariana Pineda, donde María borda una bandera liberal, Pedrosa disuelve a los liberales y se enamora de María, presionándola, pero ella no acepta sus exigencias amorosas y es condenada en Granada.
- La Experiencia Vanguardista: Durante su estancia en Nueva York, fue testigo de una doble crisis: por su homosexualidad y por las críticas que le hicieron buscar un nuevo lenguaje. Todo ello dio lugar a la «comedia imposible», si bien no serán absolutamente surrealistas. Destacan dos obras: El público, que acusa a la sociedad que condena la homosexualidad; y Comedia sin título.
- Época de Plenitud: Dio un giro decisivo, adoptando un rigor estético y un alcance popular. Son los años de la compañía teatral de «La Barraca». Defiende sobre todo a las personas marginadas. A esta etapa corresponden:
- Bodas de sangre: Tragedia de una pasión irrefrenable donde se desatan el amor, el odio y la muerte. La prometida escapa con Leonardo, primo de su prometido, y ambos se baten en un duelo en el que acaban muertos.
- Yerma: Drama de una mujer que se enfrenta al problema de la esterilidad. El marido, celoso, admite que nunca había querido tener descendencia, lo que lleva a Yerma a estrangularlo.
- La casa de Bernarda Alba: Tras el funeral del segundo marido de Bernarda, se determina un luto de ocho años. Angustias, la hija mayor, es prometida de Pepe el Romano, pero surgen rivalidades entre las hermanas por hacerse con Pepe, desatándose la locura. Esta es la cumbre del teatro trágico de Lorca, protagonizada por mujeres con un fuerte verismo y riqueza personal.
- Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores: Un drama urbano que trata de señoritas condenadas a la espera inútil del amor en un medio burgués.
Alejandro Casona
Sigue una línea conservadora existente en el teatro anterior a la Guerra Civil. Triunfó en la II República. En 1937 se exilió a diversos países de Hispanoamérica y ya en los años setenta volvió a triunfar en España. Era republicano, por ello el público de izquierdas le exigía un teatro ideológico (contra el franquismo), pero su obra no cumplía con esas expectativas. Su obra tiene un gran espíritu didáctico. Inventó las misiones pedagógicas y, dentro de ellas, el teatro ambulante. Su teatro no es una fuga, se aprecia su afán pedagógico y la difusión de un mensaje de filantropía. Lo más normal es que el evasionismo sea una medida terapéutica. Destacan algunas obras:
- La sirena varada: Una sirena causa amores entre los habitantes de una casa, lo que genera una dicotomía entre lo real y lo fantástico.
- Nuestra Natacha: Su cariz izquierdista se lo dio esta obra, historia de una niña rusa adoptada, que cumplió con la expectativa de ese teatro de izquierdas.
- La dama del alba: Perífrasis de la muerte que llega a un pueblo encarnada en una mujer.
- La tercera palabra: Es una especie de realización del mito del buen salvaje.
- Prohibido suicidarse en primavera: Un hotel donde todo el mundo se suicida. No hay personajes secundarios y todos arrastran un conflicto humano. La pedagogía que se quiere mostrar es el intercambio de experiencias entre personas, que les lleva a darse cuenta de que nada es tan grave como para suicidarse, por lo que lo inteligente es seguir viviendo.
- Los árboles mueren de pie: En la obra, una familia cuyo nieto delincuente fue echado de casa. El abuelo le pegó y vive con un gran arrepentimiento. La abuela no reprocha al marido y este la engaña, contándole que recibe cartas del nieto donde cuenta que se hizo de derechas, arquitecto y hace mucho dinero.
- El caballero de las espuelas de oro: Última obra que escribió, con la que contestó a los críticos de izquierdas que lo acusaban de no comprometerse ideológicamente. El caballero es el escritor Quevedo y hace referencia a una de las anécdotas de Quevedo.