Panorama de la Literatura Española del Siglo XX: Teatro y Novela (1900-1970)
Teatro Español hasta 1939: Tendencias y Figuras Clave
El teatro español desde principios del siglo XX hasta 1939 se caracterizó por el predominio de un teatro comercial, creado principalmente para entretener a la burguesía. Este tipo de teatro, con toques de humor, sentimentalismo y una crítica suave, no supo renovarse y, con el tiempo, quedó anticuado.
Principales Tendencias del Teatro Comercial
- Drama Burgués: Con Jacinto Benavente como máximo exponente, quien alcanzó gran éxito con obras como Los intereses creados o La malquerida.
- Teatro Poético Modernista: Cultivado por autores como Eduardo Marquina, Francisco Villaespesa, los hermanos Machado y José María Pemán.
- Teatro Costumbrista: Caracterizado por sainetes y comedias populares de autores como:
- Carlos Arniches (La señorita de Trevélez)
- Los hermanos Álvarez Quintero (Malvaloca)
- Pedro Muñoz Seca (La venganza de don Mendo)
El Teatro Renovador: Innovación y Vanguardia
En contraposición al teatro comercial, surgió un teatro renovador, de mayor valor literario, aunque a menudo marginado por el gran público.
- La Generación del 98 aportó un teatro de carácter reflexivo:
- Unamuno, con obras de corte existencial.
- Azorín, con un teatro estático y simbólico.
- El Grupo del 27 impulsó un teatro poético con claras influencias vanguardistas. Destacan:
- Pedro Salinas
- Rafael Alberti (El hombre deshabitado, Fermín Galán, Noche de guerra en el Museo del Prado)
- Miguel Hernández (El labrador de más aire, Quién te ha visto y quién te ve)
- Max Aub (Narciso, Los transterrados)
- Alejandro Casona, autor de La sirena varada, Nuestra Natacha y La dama del alba, supo combinar lirismo y humor en sus obras.
- El teatro humorístico también se renovó con figuras como Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura.
Figuras Cumbres del Teatro Pre-1939
Dos figuras esenciales culminan esta etapa, marcando un antes y un después en la dramaturgia española:
- Ramón María del Valle-Inclán: Evolucionó desde el modernismo (Comedias bárbaras) hasta la invención del esperpento, un género crítico, grotesco y profundamente original. Sus obras más representativas del esperpento incluyen Luces de bohemia, Los cuernos de don Friolera, Las galas del difunto y La hija del capitán.
- Federico García Lorca: Aportó un teatro poético, trágico y popular, a menudo centrado en mujeres condenadas a la frustración. Su producción abarca desde el teatro surrealista (El maleficio de la mariposa, El público) hasta su célebre trilogía rural: Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba, donde combinó lirismo, crítica social y una prosa poética inigualable.
Teatro Español de 1939 a 1970: Crisis, Realismo y Experimentación
Tras la Guerra Civil Española, el teatro nacional entró en una profunda crisis, marcada por la represión, la censura y el exilio de numerosos autores.
Teatro del Exilio y Teatro Interior
Se estableció una clara distinción entre el teatro del exilio y el teatro interior:
- Teatro del Exilio: Destacaron autores como Max Aub, Alejandro Casona (con obras como La dama del alba), Rafael Alberti y López Rubio.
- Teatro Interior: Inicialmente dominado por un teatro conservador, con figuras como José María Pemán y Joaquín Calvo Sotelo. Durante los años 40, se impuso un teatro burgués, de carácter moralizante y evasivo.
El Teatro Realista y de Crítica Social (Años 50)
A finales de la década de los 40 y durante los años 50, surgió un teatro realista, enfocado en la crítica social y con un marcado carácter testimonial. Sus principales exponentes fueron:
- Antonio Buero Vallejo: Con obras como Historia de una escalera, En la ardiente oscuridad o El concierto de San Ovidio, denunció las injusticias humanas con gran profundidad psicológica y simbolismo.
- Alfonso Sastre: Autor más combativo, con obras como Escuadra hacia la muerte, La mordaza y La sangre y la ceniza.
Renovación Formal y Grupos Independientes (Años 60)
En los años 60, el teatro español experimentó una renovación formal, adoptando un enfoque más experimental y vanguardista. Autores como:
- Lauro Olmo (La camisa)
- Martín Recuerda (Las salvajes en Puente San Gil)
- José Martín Elizondo
- Carlos Muñiz
…innovaron en estilo y en la profundidad de su crítica social.
Además, emergieron grupos independientes que rompieron con el teatro comercial, introduciendo elementos performáticos, políticos y de denuncia simbólica. Entre ellos se encuentran:
- TEI
- Tábano
- La Cuadra de Sevilla
- Els Joglars
También destacó Fernando Arrabal, cofundador del “teatro pánico”, conocido por sus obras absurdas y provocadoras como Picnic o El cementerio de automóviles.
Novela Española hasta 1939: De la Generación del 98 a las Vanguardias
La narrativa española del siglo XX hasta 1939 se caracterizó por la coexistencia de diversas corrientes tras la decadencia del realismo decimonónico. Se distinguieron dos caminos principales:
- Una narrativa más tradicional y comercial (novela histórica, sentimental o de aventuras).
- Una narrativa regeneracionista y reflexiva, de mayor valor literario.
La Novela de la Generación del 98
La Generación del 98 aportó novelas que rompieron con el realismo anterior, centrándose en los problemas de España, la reflexión sobre el tiempo, la identidad y un estilo subjetivo. Sus principales representantes fueron:
- Unamuno (Niebla, San Manuel Bueno, mártir)
- Azorín
- Pío Baroja (El árbol de la ciencia)
- Valle-Inclán (Tirano Banderas)
Modernismo, Vanguardia y Novela Social
En paralelo, surgieron otras corrientes significativas:
- Novela Modernista y Vanguardista: Ramón Gómez de la Serna, con sus célebres greguerías y novelas experimentales (El doctor inverosímil), fue pionero en una narrativa libre y original.
- Novela Intelectual: Impulsada por Ortega y Gasset y otros autores afines.
- Corriente Social y Crítica (Años 20 y 30): Destacó la novela de la guerra de Marruecos y el novelismo político.
Narrativa Popular y el Fin de una Etapa
Por otro lado, la narrativa popular mantuvo su arraigo, con el gusto por el folletín, la novela rosa o el costumbrismo. Autores como Emilia Pardo Bazán, aunque más relevantes en el siglo XIX, aún publicaron en este periodo.
Esta etapa literaria finalizó abruptamente con el estallido de la Guerra Civil Española, conflicto que, a su vez, daría lugar a importantes novelas sobre el mismo, como La forja de un rebelde de Arturo Barea.
Novela Española de 1939 a 1970: Posguerra, Realismo Social y Renovación
Tras la Guerra Civil, la novela española sufrió las consecuencias de la censura, la autocensura y el exilio de muchos de sus escritores.
Novela de Posguerra y del Exilio (1939-1949)
Entre 1939 y 1949, dominó la novela triunfalista, oficialista y propagandística (de tono falangista o católico) en el interior del país. En contraste, la novela del exilio se mostró mucho más rica y comprometida, con obras destacadas como:
- La forja de un rebelde de Arturo Barea
- Las obras de Max Aub
- Las contribuciones de Francisco Ayala
- Ramón J. Sender (Réquiem por un campesino español)
La Novela Social o Realista (Años 50)
A partir de los años 50, surgió la novela social o realista, que buscaba reflejar las injusticias y la dura realidad de la posguerra. Se caracterizó por una narrativa objetiva, un lenguaje sobrio y la presencia de personajes colectivos. Sus representantes clave fueron:
- Camilo José Cela (La colmena)
- Ignacio Aldecoa
- Ana María Matute (Los hijos muertos)
- Jesús Fernández Santos
- Juan Goytisolo (Juegos de manos)
La llamada Generación del 50 combinó la crítica social con una incipiente renovación formal.
Experimentación Narrativa (Años 60)
En los años 60, se produjo un salto significativo hacia la experimentación narrativa, influida en gran medida por el “boom” latinoamericano. Se exploraron nuevas estructuras, técnicas como el monólogo interior, múltiples puntos de vista y la ruptura temporal. Destacaron:
- Luis Martín-Santos (Tiempo de silencio)
- Juan Goytisolo (con una fase más experimental)
- Juan Marsé (Últimas tardes con Teresa), que supo unir la denuncia social con una profunda exploración psicológica.
También continuaron su producción autores como Gonzalo Torrente Ballester y Miguel Delibes, este último con obras como Las ratas o Cinco horas con Mario, que alternaron la crítica, la ternura y un magistral retrato de la España rural.