Evaluación Psicológica Infantil: Pruebas Proyectivas y Desarrollo
Fases del Psicodiagnóstico Infantil
El proceso de psicodiagnóstico se compone de las siguientes fases:
- Contacto inicial
- Entrevista
- Aplicación de pruebas
- Elaboración del informe
- Devolución de resultados
Pruebas Psicológicas Comunes en Niños (7-12 años)
Las pruebas más utilizadas entre los 7 y 12 años de edad, clasificadas según su tipo, son las siguientes:
Pruebas Perceptivo-Estructurales
Aquí se encuentra el test de Rorschach, cuya tarea consiste en organizar una percepción visual basándose en estímulos perceptivos visuales muy inestructurados. A través de este test se obtiene tanto la descripción de la personalidad por áreas como el diagnóstico de la personalidad.
Pruebas Temáticas
El test más utilizado es el CAT (Children’s Apperception Test), cuyo fin es que la persona invente una historia coherente sobre la base de un estímulo un poco más estructurado que la prueba anterior, pero suficientemente ambiguo. La información que se obtiene mediante esta prueba se relaciona con la dinámica de la personalidad, las relaciones de objeto, las líneas temáticas relevantes y los conflictos del sujeto.
Pruebas Gráficas
El test de la figura humana, el test de la familia y el test de la casa, árbol, persona (HTP) se enmarcan dentro de las pruebas gráficas de utilización más frecuente. Su aplicación corresponde al uso de papel y lápiz y tiene por objetivo crear dibujos libres en función de variaciones de la consigna. A través de estas pruebas se obtienen datos acerca de la personalidad y de conflictos específicos del individuo.
El Test de la Figura Humana (DFH) según Elizabeth Koppitz
Elizabeth Koppitz utiliza como consigna: “Dibuja una persona entera, cualquier clase de persona que quieras dibujar, siempre que sea una persona completa, y no una caricatura o una figura hecha con palotes” (p. 23). Así, cada niño decide el sexo y la edad del dibujo a representar, mostrando de esta manera, a través de su figura, una estructura básica y un estilo peculiar de cada niño, determinada la primera por su edad y nivel de maduración, y la segunda por sus actitudes y preocupaciones del momento.
Para esta investigación, Elizabeth Koppitz se basó en la teoría de las relaciones interpersonales de H. Sullivan, tomando como hipótesis básica que los DFH reflejan tanto el nivel evolutivo del niño (actitudes hacia sí mismo) como sus relaciones interpersonales (actitudes hacia personas significativas).
También se postula que a través de los DFH los niños pueden revelar sus actitudes hacia tensiones y exigencias de la vida y su modo de enfrentarlas, así como miedos y ansiedades que los afectan consciente o inconscientemente en un momento dado. Esto significa que se toma a los DFH como reflejos del estadio actual del desarrollo mental y de las actitudes y preocupaciones en un momento dado, pudiendo estas cambiar con el tiempo y cuyos cambios, evolutivos y/o emocionales, el DFH es sensible de detectar.
Valores Simbólicos y Proyección en los Dibujos
La autora también rescata los valores simbólicos proyectados en los dibujos de la figura humana como otra fuente de datos, los que variarán según cada sujeto. Resultaría complejo acceder a su significancia entonces, pues en la producción de los dibujos influye no solo el bagaje experiencial total del individuo, sino también los procesos individuales de selección.
Estos procesos se realizarían con distintos grados de conciencia del sujeto, pudiendo expresarse en el dibujo incluso a nivel inconsciente, por lo que la verificación de los aspectos inconscientes puede obtenerse a través de estudios de la historia clínica del individuo, patrones de personalidad reflejados en otros tests e incluso desde las propias asociaciones del sujeto.
La Perspectiva de Machover (1957)
Machover (1957) plantea que no existe explicación alguna, desde la teoría, para comprender cómo esto se realiza a partir del aparato psíquico. Sin embargo, postula que es posible explicarlo desde un marco empírico válido para todas las edades, habilidades y culturas. Desde ahí entonces, el significado social otorgado a la relación entre ciertos atributos físicos y determinado carácter, adquiere gran relevancia en la actitud que tienen unos individuos hacia otros, siendo imposible desligar la construcción social de los deseos, conflictos, actos compensatorios y actitudes sociales observadas en la autoproyección realizada a través del DFH. Además de la influencia social, el sujeto significa su cuerpo a partir de su propia experiencia, proyectando ciertas emociones en determinadas partes del cuerpo.
El Lenguaje Simbólico en los Dibujos Proyectivos
En los dibujos proyectivos se puede observar con mucha facilidad el lenguaje simbólico de los conflictos inconscientes, al apreciarse en ellos elementos transmitidos por el niño que nunca sería capaz de verbalizar. Todo dibujo es acompañado de una realidad psíquica existente en el espíritu de quien lo dibuja, realidad llamada por Luquet (1981) “modelo interno”.
Acercamiento a la Psicología Infantil
Para tener un mejor acercamiento a la psicología del niño, es necesario saber cómo escucharlo y cómo dialogar: si bien se debe hablar como un ser experimentado, no se debe olvidar que se está dirigiendo a un niño dotado de una personalidad única y no a un embrión de adulto, ya que de lo contrario se puede caer en la burla hacia el niño, o al revés, se puede olvidar a quién se está dirigiendo.