Alma

Para un griego, el alma (psyché) se caracteriza por la contraposición existente entre lo que el hombre es por lo que ya ha vivido (thymos) —que incluye el cuerpo, su pertenencia a una cultura y grupo social, y su biografía— y lo que, por ser hombre y no animal (es decir, por no estar cerrado de antemano), puede llegar a ser. Esto último es el alma, y es lo genuino del hombre por su carácter ético, de elección y responsabilidad.

Educación

Ejercicio por el que el maestro orienta al alma para que recuerde por sí misma la verdad que ya posee (innatismo). No se trata de una transmisión de contenidos y técnicas, como en los sofistas, sino de dirigir la capacidad de conocer del alma para superar la ignorancia. La educación supone el viaje desde el mundo sensible al mundo inteligible, hasta llegar a la Idea del Bien.

En sí

Ser en sí se opone a ser en otro. Los seres inteligibles son en sí porque son completamente todo lo que su ser les permite ser: la Idea de Belleza es la belleza absoluta, perfecta. En los seres sensibles, sin embargo, las cualidades no aparecen como son en sí, sino limitadas por la materia.

Idea del Bien

Idea suprema. En el terreno onto-epistémico, es la causa última de la existencia y bondad de los seres sensibles, de la esencia y existencia de las Ideas, y de su cognoscibilidad (su ser verdaderas), así como de que nuestra alma pueda conocerlas. El Bien, como el sol que lo representa en el mito de la caverna, no puede mirarse de frente; permanece como un referente nunca alcanzado en vida, como la plena sabiduría y la excelencia del hombre.

Ideas

Seres inmateriales, inmutables, necesarios, universales y absolutos, con existencia independiente. Las Ideas, junto a los objetos matemáticos, pertenecen al mundo inteligible. De ellas deriva, gracias a la participación, lo que hay en el mundo sensible. El conocimiento de las Ideas a través de la Inteligencia es la Dialéctica o Filosofía. Las Ideas están organizadas jerárquicamente, siendo la Idea suprema, la Idea de las Ideas, la Idea del Bien.

Ignorancia

Situación en la que se encuentran los prisioneros. Son ignorantes porque creen conocer la realidad cuando solo conocen sombras. La ignorancia consiste en creer que el mundo sensible es el real. La doxa (opinión), el “camino trillado” que decía Parménides, es el lugar donde nos aparecen las cosas, a diferencia del camino de la verdad. En todo lo que aparece hay algo encubierto, algo supuesto, una tradición. El ignorante no lo sabe; el filósofo sí, pues la filosofía consiste en descubrir esos supuestos.

Imágenes

Reflejo de algo que tiene más realidad. En la línea platónica, son los seres que forman el nivel inferior en el mundo sensible. El conocimiento de estos seres es llamado conjetura y pertenece a la opinión. Son las sombras y reflejos de los seres naturales y artificiales.

Inteligencia

En la línea platónica, es el conocimiento más elevado del alma racional, el conocimiento de las Ideas, pertenecientes al mundo inteligible. Pertenece a la Ciencia o Episteme. Da lugar a la Dialéctica o Filosofía, un saber que siempre está en búsqueda, orientado por la Idea del Bien, a la que nunca llega. A diferencia del pensamiento discursivo, no se sirve de lo sensible y parte de los supuestos para llegar a un principio no supuesto, precisamente la Idea del Bien.

Lo privado

Constituye el ámbito de la ética. Dentro de él, la virtud más importante es la justicia, que se alcanza cuando el alma concupiscible es moderada, la irascible valiente y la racional sabia; es decir, cuando el alma en su conjunto está ordenada y armonizada, pues los deseos que constituyen sus partes han logrado un equilibrio. La ética y la política están estrechamente unidas en Platón, pues el orden político justo es un reflejo de esta armonía del alma.

Lo público

Constituye el ámbito de la política, estrechamente unida en Platón a la ética. El orden político justo es un reflejo de un alma armónica, de modo que la virtud política más importante es la justicia, alcanzada cuando los gobernantes son sabios, los auxiliares valientes y los productores moderados; es decir, cuando cada clase social (a la que el individuo pertenece según su parte de alma dominante) cumple con su tarea. Según Cornford, el orden político ha de reflejar la naturaleza humana y debe, por tanto, poder dar satisfacción legítima a los deseos del alma humana.

Mundo inteligible

Compuesto principalmente por las Ideas (aunque también por los Objetos Matemáticos). Las Ideas permiten conocer los entes, las cosas del mundo, al remitir a ellas su pluralidad. Pero una Idea siempre remite a otra (la Idea de gato a la de animal), de modo que el pensar, que la filosofía, no termina nunca, y por eso es búsqueda. Las Ideas son inmateriales, inmutables y universales, en sí y verdaderas.

Mundo sensible

Compuesto por los entes, que son seres materiales, individuales, múltiples, cambiantes y contingentes. Existen por su participación en las Ideas. El mundo sensible es inferior al inteligible, y su conocimiento es llamado opinión, inferior a la ciencia. Los seres sensibles pueden ser imágenes, que generan la conjetura en el nivel inferior, o cosas (seres naturales y artificiales), que generan la creencia.

Naturaleza

Es lo que define a un ser, lo que explica su identidad, actividades y cambios. “Natural” se opone a “violento”, de modo que lo que ocurre naturalmente es lo que ocurre de acuerdo con la naturaleza de algo.

Opinión (Doxa)

Es el “camino trillado” del que hablaba Parménides, oponiéndolo al camino de la verdad. Para entender cómo se nos muestran los entes en el mundo sensible no hay que atender tanto a los sentidos cuanto a la opinión, es decir, a los supuestos tradicionales e incuestionados que interpretan la información de los sentidos. Por eso los prisioneros son ignorantes y por eso la tarea del filósofo consiste en descubrir esos supuestos.

Prisionero

Es el hombre que vive en el interior de la caverna. Representa al individuo de la opinión, al ignorante. Sus ideas sobre el mundo son el “camino trillado” del que hablaba Parménides, oponiéndolo al camino de la verdad. No conoce los supuestos tradicionales que configuran su interpretación de lo que ve. Por ello, es ignorante, y la tarea del filósofo consiste en descubrir esos supuestos. El filósofo es así quien conoce la opinión y tiene a la vez un pie fuera de ella.

Sabiduría

Por contraposición a la ignorancia, consiste en el saber que ha puesto al descubierto los supuestos que hay en nuestra opinión, las ideas tradicionales que, sin ser cuestionadas, configuran nuestra visión del mundo. La sabiduría se aparta del “camino trillado” (expresión de Parménides) de la opinión para lograr una explicación cada vez más satisfactoria, sin alcanzar la sabiduría plena, la basada, como dice el texto, en la Idea del Bien. Pero a esta Idea del Bien no se llega en vida. Como al sol, no se la puede mirar de frente.

Sombra

En el mito de la caverna, representa lo que ven los prisioneros y toman por real. Simboliza, pues, el mundo de la opinión, de la tradición, de los supuestos que están encubiertos. Por eso las sombras están ligadas a la ignorancia. La filosofía consiste en darse cuenta de que en esas sombras, en esos entes tal como se interpretan, hay unos supuestos encubiertos. De ahí que la verdad sea entendida como des-cubrimiento.

Verdad

Es la propiedad de ser cognoscibles que tienen los seres inteligibles, es decir, principalmente las Ideas. Procede de la Idea del Bien, pero ya sabemos que esta Idea, cuyo conocimiento es la sabiduría perfecta, es incognoscible para el hombre en esta vida. Lo más que podemos hacer es tener un conocimiento cada vez más profundo, un acercamiento cada vez mayor a la verdad, que solo sería completa si conociéramos la Idea del Bien.