La Ilíada de Homero: Recorrido Completo por sus Cantos y la Guerra de Troya
La Ilíada, atribuida al poeta griego Homero, es una de las obras fundamentales de la literatura occidental. Este poema épico narra un episodio crucial de la legendaria Guerra de Troya: la cólera de Aquiles y sus consecuencias devastadoras. A continuación, se presenta un resumen detallado de cada uno de sus veinticuatro cantos, ofreciendo una visión clara de los eventos, personajes y conflictos que definen esta inmortal epopeya.
Canto I: La Peste y la Cólera
Tras nueve años de conflicto entre aqueos y troyanos, una devastadora peste asola el campamento aqueo. El adivino Calcante, consultado, vaticina que la plaga no cesará hasta que Criseida, esclava de Agamenón, sea devuelta a su padre, el sacerdote Crises. La cólera de Aquiles se desata cuando Agamenón, al verse forzado a devolver a Criseida, le arrebata a Aquiles su parte del botín: la joven sacerdotisa Briseida. Ante esta afrenta, Aquiles se retira de la batalla, jurando que solo regresará cuando las llamas troyanas amenacen sus propias naves. Pide a su madre, la nereida Tetis, que convenza a Zeus para que favorezca a los troyanos. El rey de los dioses accede, recordando la ayuda que Tetis le brindó durante la rebelión de sus hermanos divinos.
Canto II: El Sueño de Agamenón y la Beocia
Zeus, preocupado por la promesa hecha a Tetis, envía un sueño a Agamenón instándole a armar a sus tropas para el asalto a Troya. No obstante, Agamenón, con la intención de probar la lealtad de su ejército, propone a los aqueos regresar a sus hogares; una propuesta que es rotundamente rechazada. A continuación, se presenta el célebre Catálogo de Naves del contingente aqueo y el de las fuerzas troyanas.
Canto III: Los Juramentos y Helena en la Muralla
El caudillo troyano, Héctor, increpa a su hermano Paris por su cobardía ante la presencia de Menelao. Ante esto, Paris decide desafiar a Menelao en un combate singular. Helena, el rey Príamo y otros nobles troyanos observan la batalla desde la muralla, en la famosa Teichoscopía, donde Helena identifica a algunos de los principales jefes aqueos. La batalla se detiene para la celebración de este duelo singular, con la promesa de que el vencedor se quedaría con Helena y sus tesoros. Menelao está a punto de dar muerte a Paris, pero este es salvado milagrosamente por Afrodita, quien lo transporta junto a Helena.
Canto IV: Violación de los Juramentos y Revista de las Tropas
Tras una asamblea divina, los dioses deciden reanudar las hostilidades. Atenea, disfrazada, incita a Pándaro a romper la tregua lanzando una flecha que hiere a Menelao. Tras la arenga de Agamenón a sus tropas, la lucha se reanuda con la intervención de las divinidades: Ares y Apolo apoyan a los troyanos, mientras Atenea, Hera y otras deidades auxilian a los aqueos.
Canto V: Gesta de Diomedes
Entre los aqueos, destaca en la batalla Diomedes, asistido por Atenea. Este héroe está a punto de matar a Eneas y logra herir a la propia Afrodita. Mientras tanto, Ares y Héctor comandan a las tropas troyanas. También sobresale Sarpedón, caudillo de los licios, quien da muerte, entre otros, al rey de Rodas, Tlepólemo. Finalmente, Diomedes, nuevamente amparado por Atenea, hiere a Ares.
Canto VI: Coloquio de Héctor y Andrómaca
Ante el empuje de los aqueos, Héleno, hijo de Príamo y adivino, insta a Héctor a regresar a Troya para encargar a las mujeres troyanas que realicen ofrendas en el templo de Atenea. Mientras tanto, en la batalla, Diomedes y el licio Glauco reconocen sus lazos de hospitalidad (xenia) y se intercambian las armas amistosamente. Héctor, tras cumplir el encargo de su hermano Héleno, busca a Paris para increparle y que regrese a la batalla, y se despide emotivamente de su esposa Andrómaca.
Canto VII: Combate Singular de Héctor y Áyax
Tras un debate entre Atenea y Apolo, interpretado por Héleno, Héctor desafía en duelo singular a cualquier héroe aqueo destacado. Los principales jefes aqueos, arengados por Néstor, aceptan el desafío y, tras echar suertes, Áyax Telamonio es el elegido. El duelo singular tiene lugar, pero la llegada de la noche pone fin a la contienda entre ambos, quienes se intercambian regalos como muestra de respeto (el concepto de don y contradon). Héctor entrega una espada (con la que Áyax se suicidaría más tarde) y Áyax un cinturón púrpura. Néstor insta a los aqueos a construir una muralla y una fosa para defender su campamento. Los troyanos, en asamblea, debaten si deben entregar a Helena y su tesoro (postura defendida por Anténor), o solo su tesoro (postura defendida por Paris). Príamo ordena que se traslade a los aqueos la propuesta de Paris. La propuesta es rotundamente rechazada, pero se acuerda una tregua para incinerar los cadáveres.
Canto VIII: Batalla Interrumpida
Zeus ordena al resto de los dioses que se abstengan de intervenir en la contienda. Los troyanos, animados por Zeus, avanzan en la batalla y hacen retroceder a los aqueos. Por parte de los aqueos, Teucro causa graves daños en las filas troyanas con sus flechas. Atenea y Hera intentan ayudar a los aqueos, pero Iris les transmite la orden de Zeus de no intervenir. Al caer la noche, los troyanos acampan cerca del campamento aqueo.
Canto IX: Embajada a Aquiles
Fénix, Áyax Telamonio, Odiseo y dos heraldos son enviados como embajada, por consejo de Néstor, para ofrecer a Aquiles las disculpas de Agamenón. Le ofrecen valiosos regalos, la devolución de Briseida y la promesa de cualquiera de sus hijas como esposa. Sin embargo, Aquiles se niega rotundamente a regresar a la lucha, a pesar del emotivo consejo de Fénix.
Canto X: Gesta de Dolón
Diomedes y Odiseo, nuevamente por consejo de Néstor, emprenden una misión de espionaje nocturna. En ella, dan muerte al troyano Dolón, quien también había sido enviado en una misión similar por Héctor. Posteriormente, con la información obtenida de Dolón, asesinan a soldados tracios y a su rey Reso mientras duermen, apoderándose de sus valiosos caballos.
Canto XI: Gesta de Agamenón
Al amanecer, la batalla se reanuda y los aqueos toman la iniciativa. Destaca entre ellos Agamenón, hasta que es herido por Coón y debe retirarse. Entonces, los troyanos toman la iniciativa. Los aqueos contraatacan, pero Diomedes, Eurípilo y el médico Macaón son heridos por flechas de Paris. Mientras el troyano Soco muere a manos de Odiseo (quien también resulta herido), Patroclo es enviado por Aquiles a la tienda de Néstor para informarse sobre el desarrollo de la batalla.
Canto XII: Combate en la Muralla
Los troyanos, siguiendo inicialmente los consejos de Polidamante, atraviesan el foso que precede al muro aqueo, pero luego desoyen su advertencia de no asaltar la fortificación. El licio Sarpedón abre una brecha en el muro, que es atravesada por las tropas troyanas con Héctor a la cabeza, a pesar de la feroz resistencia de Áyax y Teucro.
Canto XIII: Batalla junto a las Naves
Poseidón se indigna al percibir el favoritismo de Zeus hacia los troyanos y, tomando la forma de Calcas, anima a los aqueos a resistir las cargas de los troyanos. Se desata un combate encarnizado donde Poseidón ayuda a los aqueos y Zeus a los troyanos. Entre los aqueos, destaca Idomeneo, rey de Creta. Héleno y Deífobo deben retirarse tras ser heridos por Menelao y Meríones. Pero Héctor prosigue en su avance imparable hasta que se le opone Áyax.
Canto XIV: Engaño de Zeus
Hera concibe un plan para engañar a Zeus: con la ayuda del cinturón de Afrodita, lo seduce y, con la de Hipnos, lo sume en un profundo sueño. Luego, encarga a Poseidón que intervenga en favor de los aqueos. Áyax Telamonio hiere de gravedad a Héctor, quien es retirado del combate por sus compañeros y llevado cerca de la ciudad. A pesar de la resistencia de Polidamante y su hermano Acamante, los aqueos logran tomar una breve iniciativa en la batalla.
Canto XV: Nueva Ofensiva desde las Naves
Zeus descubre el engaño del que ha sido objeto y ordena a Poseidón, a través de Iris, que deje de ayudar a los aqueos. Luego, insta a Apolo a infundir nuevas fuerzas a los troyanos. Ares tiene el propósito de ir a combatir al lado de los aqueos para vengar la muerte de su hijo Ascálafo, pero Atenea le advierte que será objeto de la ira de Zeus. Héctor recobra las fuerzas y los troyanos llegan combatiendo hasta las naves de los aqueos. Incluso Áyax Telamonio se ve forzado a retroceder.
Canto XVI: Gesta de Patroclo
Héctor logra prender fuego a una de las naves de los aqueos. Patroclo pide permiso a Aquiles para tomar sus armas y repeler el ataque. Al mando de los Mirmidones, hace huir a los troyanos, quienes creen que en realidad se trata de Aquiles. Mata, entre otros, a Sarpedón, rey de Licia e hijo de Zeus. Pero Apolo acude en ayuda de los troyanos y golpea a Patroclo, quien después es herido por Euforbo y rematado por Héctor.
Canto XVII: Gesta de Menelao
Menelao consigue matar a Euforbo y defiende el cuerpo sin vida de Patroclo, en torno al cual se entabla un encarnizado combate. Los troyanos lo hacen retroceder y Héctor despoja a Patroclo de sus armas. Posteriormente, acuden refuerzos aqueos al combate y consiguen llevar el cuerpo de Patroclo a las naves.
Canto XVIII: Fabricación de Armas

Antíloco da a Aquiles la devastadora noticia de la muerte de Patroclo, y este decide regresar a la lucha para vengar su muerte. Cae la noche y los troyanos se reúnen en asamblea. Polidamante es partidario de regresar a Troya para refugiarse tras sus muros, pero prevalece la opinión de Héctor de seguir peleando en campo abierto. La nereida Tetis consigue que Hefesto fabrique armas nuevas y divinas para su hijo Aquiles.
Canto XIX: Aquiles Depone la Ira
Aquiles se reconcilia con Agamenón. Este le devuelve a Briseida junto con valiosos regalos, y además, jura solemnemente que nunca estuvo con Briseida de forma íntima, como es costumbre entre hombres y mujeres.
Canto XX: Combate de los Dioses
Zeus da permiso al resto de los dioses para que intervengan en la batalla y ayuden a quien prefieran. Aquiles inicia un furioso ataque en el cual lucha con Eneas, quien finalmente es salvado por Poseidón. Mata a Polidoro, hijo de Príamo, y se le enfrenta Héctor, pero Atenea ayuda a Aquiles y Apolo aleja a Héctor del combate.
Canto XXI: Batalla junto al Río
Aquiles mata, entre otros, a Licaón, hijo de Príamo, y a Asteropeo, quien consigue herirlo levemente. El dios del río Escamandro lo rodea con sus aguas y está a punto de ahogarlo, pero Hera acude a su hijo Hefesto para que aleje las aguas del río con las llamas. El resto de los dioses pelean entre ellos, unos a favor de los aqueos y otros de los troyanos. El rey Príamo ordena abrir las puertas de Troya para que sus tropas se refugien tras sus muros. Apolo consigue, mediante un ardid, alejar momentáneamente a Aquiles de los muros de Troya.
Canto XXII: Muerte de Héctor
Las fuerzas troyanas se refugian en la ciudad, pero Héctor permanece fuera, con el ánimo de pelear contra Aquiles. Una vez los dos guerreros están frente a frente, Héctor huye y da varias vueltas alrededor de la ciudad. Pero luego aparece Atenea y se hace pasar por Deífobo, engañando así a Héctor. Este, al creer que será una batalla de dos contra uno, se enfrenta por fin cara a cara a Aquiles, quien lo mata, ata su cadáver a su carro de combate y, subido en él, regresa a su campamento.
Canto XXIII: Juegos en Honor de Patroclo
Se celebran los Juegos Fúnebres en honor de Patroclo con las siguientes pruebas: carrera de carros, pugilato, lucha, carrera a pie, combate con armas, lanzamiento de peso, tiro con arco y lanzamiento de jabalina.
Canto XXIV: Rescate de Héctor
Príamo y un viejo heraldo se dirigen hacia el campamento aqueo. En el camino, encuentran a Hermes (enviado por Zeus), quien los ayuda a pasar inadvertidos hasta la tienda de Aquiles. Príamo ruega a Aquiles que le entregue el cadáver de Héctor y le ofrece valiosos regalos, que Aquiles, conmovido, acepta. Luego, Príamo pide a Aquiles un lecho para descansar, y el hijo de Peleo ordena que se dispongan dos lechos: uno para Príamo y otro para su heraldo. Después de esto, Aquiles concede, a petición del anciano Príamo, once días para los funerales de Héctor, de modo que al duodécimo día los troyanos volverían a la batalla.