La Posibilidad de la Metafísica como Ciencia en Kant
Introducción: El Problema de la Metafísica en Kant
En este fragmento, Kant nos presenta a la metafísica como un tipo de conocimiento incierto, frente a la ciencia que sí es verdadero conocimiento. El errático proceder de la metafísica se rige exclusivamente a través de conceptos, nos dice. Comienza este fragmento Kant comentando la imposibilidad de que la metafísica se haya constituido como ciencia y ello, nos dice, pese a ser la más antigua y radical disciplina. Esto es así, según el de Königsberg, por estar alejada de los datos de la experiencia.
De tal manera que intentará dar respuesta a la pregunta: ¿qué podemos saber? Kant considera que los intentos hechos hasta el momento habían fracasado. Las dos soluciones de su época, el racionalismo (dogmatismo) y el empirismo (escepticismo) no habían sido suficientes. El racionalismo no hacía una crítica de la razón, sino que admitía ideas innatas y se dedicaba a analizarlas; pero se trataba de análisis y deducciones en vacío, que no alcanzaban la realidad. Por otro lado, el empirismo de Hume era insuficiente, pues al negar la causalidad impedía la construcción de toda la ciencia empírica; es decir, negaba el factum de la ciencia. Por el contrario, Kant pensaba que la física de Newton ya estaba constituida en ciencia y, por tanto, hacía juicios de causalidad, universales y necesarios.
Se hace necesario, según el autor, un tipo de conocimiento que, partiendo de los a priori, refleje el dato empírico proveniente de la experiencia. Este fragmento que comentamos sobre el problema de la metafísica y la cuestión de si es posible convertirla en ciencia, pertenece a su obra fundamental Crítica de la razón pura, publicada en 1787 su segunda edición, tras 17 años de intensa investigación y una vez publicada en 1783 un resumen de esta: Prolegómenos a toda metafísica futura.
El Método Científico como Modelo
En este fragmento, Kant afirma que en lo referente a la metafísica no tenemos un conocimiento seguro, a diferencia de la ciencia en la que sí alcanzamos certezas. Pues bien, según el autor, la única manera de proceder en esta disciplina tan importante es intentar un cambio en el método, a saber: siguiendo el camino de las matemáticas y las ciencias naturales que son para el de Königsberg verdadero conocimiento.
La relación entre metafísica y ciencia es un punto central de la Crítica de la razón pura: la metafísica aún no es ciencia y la gran tarea es conseguir constituirla, si fuera posible, en ciencia. La metafísica, como estudio de realidades últimas, es tan antigua como la propia filosofía; además, el interés por su objeto de estudio está intrínsecamente unido a la condición humana. Sin embargo, no encontramos nada seguro ni estable en su naturaleza. Según Kant, ese continuo error en el estudio de la metafísica es el resultado de su método. Así, propone Kant un cambio de método, para ello utilizará la ciencia de su época que tan buenos resultados ha dado, como conocimiento cierto y seguro.
Para Kant, ni la matemática ni la física son cuestionables, sino que constituyen ambas ciencias históricamente reconocidas como tales. Kant toma como modelo de ciencia la física experimental que se acaba de constituir en su época, especialmente con Newton y su obra sobre los Principios matemáticos de la filosofía natural. Así, el método científico le servirá como modelo para estudiar la posibilidad de la metafísica como ciencia. Mediante esta comparación entre la ciencia y la metafísica intentará encontrar la posibilidad de un conocimiento cierto también para ella.
El Giro Copernicano en el Conocimiento
La cuestión que se plantea en este fragmento es la posibilidad de una nueva forma de alcanzar el conocimiento. Se trata de invertir el proceso mismo del conocimiento; ahora el sujeto que conoce tiene la centralidad. Kant intenta desarrollar una nueva forma de proceder con respecto al conocimiento y, más concretamente, a la metafísica. Plantea la posibilidad de una inversión en la estructura misma del conocer. Así, ahora debe ser el sujeto el que ocupe la centralidad, de tal manera que los objetos dados en la experiencia giren en torno a los a priori del conocimiento, previos a cualquier dato sensible.
El filósofo ilustra ese pretendido cambio en el proceso del conocimiento con la revolución astronómica que supuso el salto al heliocentrismo frente a la tradicional visión geocéntrica. Así, el llamado “giro copernicano” viene a expresar esa inversión en el desarrollo del proceso cognitivo: ahora las categorías ocupan la centralidad, girando en torno a ellas las intuiciones propias de la experiencia.
Así pues, para Kant, la única forma de alcanzar un conocimiento seguro en metafísica es proceder de esta manera. Como se ha dicho, los objetos giran en torno a los a priori o conceptos puros del entendimiento, los cuales posibilitan que esas intuiciones de la experiencia sean conocidas. Ahora bien, Kant, al estudiar la metafísica, resalta que la única forma de conocimiento parte de la experiencia. El problema para la metafísica es que de su objeto de estudio (mundo, alma, Dios) no tenemos intuición sensible; por tanto, se plantea la imposibilidad de la metafísica como ciencia.
Conceptos Clave
Ciencia
Kant reconoce que disciplinas como la geometría, la lógica y la física son ciencias porque avanzan con rigor y consenso. En cambio, la metafísica no ha logrado ese estatus, lo que plantea el gran problema de si puede convertirse en una ciencia verdadera.
Metafísica
Para Kant, la metafísica es un conocimiento especulativo y teórico, alejado de la experiencia y centrado en conceptos abstractos. Su objeto de estudio incluye el mundo, el alma y Dios, temas trascendentales que la hacen clave para la humanidad.
Revolución Científica
La Revolución Científica de los siglos XVI y XVII transformó el pensamiento occidental, promoviendo la observación y experimentación sobre la tradición y la religión. Este cambio dio paso a una visión matemática y mecánica del universo, culminada en las leyes de Newton.
Giro Copernicano
El “giro copernicano” de Kant refleja un cambio radical en la filosofía: mientras antes el conocimiento se regulaba por los objetos, ahora son los objetos los que se regulan por el conocimiento. Esta inversión, similar a la de Copérnico, coloca al sujeto cognoscente en el centro del proceso de conocimiento.
A Priori
Para Kant, aunque todo conocimiento comienza con la experiencia, no todo procede de ella. La parte a priori es lo que el sujeto aporta, estructurando y ordenando la materia bruta recibida de la intuición empírica.