Intervención Psicológica en Crisis: Primeros Auxilios y Manejo del Trauma
Intervención Psicológica en Crisis: Primeros Auxilios y Manejo del Trauma
Primeros Auxilios Psicológicos: Objetivos y Principios Fundamentales
Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) tienen los siguientes objetivos fundamentales:
- Ofrecer protección, seguridad y esperanza.
- Proporcionar o aliviar de forma inmediata los síntomas agudos de estrés.
- Prevenir reacciones diferidas de estrés.
A continuación, se detallan los principios básicos de los Primeros Auxilios Psicológicos:
A. Proteger
Las personas afectadas deben sentirse seguras y protegidas. Para ello, es crucial buscar y organizar:
- Albergues físicos, refugios simbólicos.
- Protección respecto a los medios de comunicación. Siempre será mejor evitar el contacto en estas primeras horas.
B. Dirigir
El interviniente deberá separar a las personas de los lugares peligrosos y dirigirles a otros seguros.
C. Conectar
Conectar a la persona con todos los recursos personales y sociales disponibles y útiles. Esto incluye los siguientes puntos:
- Seres amados.
- Centros de información.
- Lugares o personas que puedan ofrecer apoyo.
D. Tratar
Se centrará en el tratamiento de las reacciones de estrés agudo y duelo.
E. Cuidados Agudos
La asistencia solamente permitirá una atención aguda y difícilmente perdurable en el tiempo. Debe orientarse hacia una intervención rápida y dejar a la persona acompañada.
Protocolo ACERCARSE: Directrices para la Intervención en Crisis
El objetivo principal del Protocolo ACERCARSE es servir para organizar la intervención de los Primeros Auxilios Psicológicos y ofrecer unas directrices de actuación que faciliten el trabajo del profesional en este ámbito. El protocolo consta de 8 etapas:
- Ambiente
- Contacto
- Evaluación
- Restablecimiento emocional
- Comprensión de crisis
- Activar
- Recuperación de funcionamiento
- SEguimiento
1. Ambiente
Esta etapa implica la toma de contacto del interviniente con la situación de crisis, buscando comprender:
Contextualización
Conocer lo ocurrido, la magnitud de los hechos; familiarizarse con la situación antes de tomar contacto con las víctimas (contextualización global); y realizar una primera valoración al llegar.
Evaluación del Ambiente
Determinar las necesidades más inmediatas y las redes de apoyo activadas hasta ese momento, y establecer estrategias individuales y grupales.
Selección del Paciente (o Grupo)
Establecer un orden jerárquico de intervención en base al nivel de vulnerabilidad y/o gravedad más inmediato observado en las víctimas.
Evaluación Previa del Paciente
Una vez seleccionado el paciente, el interviniente debe determinar el grado de afectación o letalidad (física y emocional) del mismo, así como la potencial peligrosidad que presente en relación a sí mismo y a los otros (ataques de pánico, reacciones de agresividad, confusión, desorientación, etc.).
2. Contacto
Al establecer contacto con la persona afectada, se deben considerar los siguientes aspectos:
Tener en Cuenta los Aspectos No Verbales
Las expresiones gestuales deben ser congruentes con la situación. Transmitir cercanía a través del contacto y proximidad física.
Hacer el Contacto y Establecer una Relación
Mostrar respeto a la persona y su situación actual, aceptándola con sus características, sin emitir juicios ni buscar responsabilidades, e intentando consolarla y tranquilizarla.
Distanciamiento Psicológico
Ayudar a la víctima a salir de la situación proponiendo ir a pasear, tomar un café, comer algo… y proporcionar un ambiente adecuado para empezar a abordar lo sucedido.
Primeras Preguntas
Relacionadas con los hechos ocurridos. Deben ser concretas, sencillas y dirigidas a hechos objetivos para conseguir descripciones que lleven al procesamiento cognitivo.
3. Evaluación
Exploración Inicial
Consiste en llevar a cabo un examen del estado mental (orientación espacio-temporal, etc.).
Identificación de Problemas
Identificar el suceso precipitante, el estado emocional actual (crisis convulsivas, ira, embotamiento, ataques de pánico…) y el procesamiento cognitivo de la situación (interpretaciones, atribuciones, negación, culpa…).
Estilo de Afrontamiento
Identificar habilidades de afrontamiento básicas (estilo evitativo vs. activo) y promover y apoyar el estilo de afrontamiento activo.
Identificación de Recursos Personales y Apoyo Social
Reconocer y potenciar los recursos internos y externos de la persona.
4. Restablecimiento Emocional
En esta etapa, el interviniente podría:
Facilitar la Expresión Emocional
A través de preguntas abiertas y empáticas.
Escucha Activa
Estar atento a la posible aparición de una crisis.
Técnicas de Desactivación o Activación Fisiológica
Aplicar según el estado y necesidades de cada caso.
Promover y Facilitar la Recuperación de su Red Social Natural
Incentivar el contacto con seres queridos y grupos de apoyo.
Ofrecer Disponibilidad y Estar Accesible
Para brindar apoyo continuo.
5. Comprensión de la Crisis
Esta fase se centra en la provisión de información:
Información General
Acerca de los problemas y efectos del estrés; de su control y afrontamiento; y de las reacciones normales en situaciones excepcionales.
Información Específica
Sobre el suceso actual: ayudar a entender lo que ha pasado; promover una narración adaptativa; informar acerca de la situación y responder a todo lo que pregunten.
6. Activar
En esta etapa, es conveniente:
Recuperar el Nivel de Procesamiento Cognitivo
Centrar a la persona en actividades y hechos concretos.
Hacer un Plan de Acción
Discutir objetivos y posibles acciones, explotando los propios recursos y estrategias de la persona afectada.
Planificar Contratos Verbales Personales
Para asegurar el cumplimiento del plan.
7. Recuperación del Funcionamiento
Se debe hacer hincapié en los siguientes puntos:
Planificar Tareas y Actividades Próximas y en Compañía
Promover el Funcionamiento Independiente
Dejarle Siempre Acompañado
Bien sea con otros profesionales o voluntarios, bien con familiares, amigos u otras víctimas.
Estudiar la Posible Derivación o Traslado
Informarle de si va a ser Hospitalizado
Planificar el Alojamiento
(Hogar, familiares, hospitales, hoteles, etc.).
Planificar Actividades para el Hogar
8. Seguimiento
Se recomienda un seguimiento a corto y medio plazo (un mes) para que la persona afectada sienta una continuidad en la atención recibida. En esta fase, el interviniente debe ofrecer un apoyo general y ayuda para:
- Garantizar aspectos básicos de mantenimiento.
- Ayudar a dormir.
- Facilitar el espacio personal.
- Facilitar el contacto personal normalizado (conversaciones, etc.).
- Identificar enfermedades físicas.
- Ayudar a reconectar con la familia y amigos.
- Animar a retomar el funcionamiento cotidiano.
- Organizar y hacer planes para resolver problemas prácticos provocados por la situación.
- Ayudar a retomar los roles normales.
- Facilitar el duelo si ha habido pérdidas personales.
- Ayudar a controlar las reacciones de estrés.
- Entrenar a los cuidadores cercanos (familiares) para que puedan continuar las labores de cuidado.
Además, el interviniente debe considerar la oportunidad de emplear distintas técnicas psicológicas:
- Técnicas de desactivación fisiológica: relajación y respiración principalmente.
- Desmovilización.
- Técnicas cognitivas: diluir culpabilidades, desdramatización, relativizar y escalar sentimientos, reestructuración cognitiva.
- Información.
- Descarga (defusing).
- Activación: planes de actuación.
- Apoyo familiar.
Eventos Traumáticos y Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT)
Tipos de Eventos Traumáticos
Los eventos que pueden desencadenar un trauma incluyen, entre otros:
- Accidentes.
- Desastres naturales (huracanes, terremotos, inundaciones, avalanchas, erupciones volcánicas).
- Muertes inesperadas de familiares.
- Asaltos, delitos, violaciones.
- Abusos físicos o sexuales en la infancia.
- Torturas.
- Secuestros.
- Experiencias de combate.
Síntomas del Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT)
Los síntomas del TEPT se agrupan en tres grandes bloques:
A. Re-experimentación del Evento Traumático
- Flashbacks: Sentimientos y sensaciones asociadas por el sujeto a la situación traumática.
- Pesadillas: El evento u otras imágenes asociadas al mismo recurren frecuentemente en sueños.
- Reacciones físicas y emocionales desproporcionadas ante acontecimientos asociados a la situación traumática.
B. Incremento de la Activación
- Dificultades para conciliar el sueño.
- Hipervigilancia.
- Problemas de concentración.
- Irritabilidad, impulsividad, agresividad.
C. Conductas de Evitación y Bloqueo Emocional
- Intensa evitación, huida o rechazo del sujeto a situaciones, lugares, pensamientos, sensaciones o conversaciones relacionadas con el evento traumático.
- Pérdida de interés.
- Bloqueo emocional.
- Aislamiento social.
Trastornos Comúnmente Asociados al TEPT
Entre los trastornos más comúnmente asociados al TEPT, destacan:
Ataques de Pánico
Sensaciones intensas de miedo y angustia acompañadas de síntomas como taquicardias, sudoración, náuseas, temblores, etc.
Depresión
Episodios depresivos posteriores, pérdida de interés, descenso de la autoestima e incluso, en los casos de mayor gravedad, ideaciones suicidas recurrentes.
Ira y Agresividad
Cuando alcanzan límites desproporcionados, interfiere de forma significativa con la posibilidad de éxito terapéutico, así como en el funcionamiento diario del sujeto.
Abuso de Drogas
Para tratar de huir o esconder el dolor asociado. Aleja al sujeto de recibir la ayuda adecuada y no hace más que prolongar la situación de sufrimiento.
Conductas Extremas de Miedo / Evitación
Disminuyen de manera significativa durante el tratamiento; en ocasiones, dada su gravedad, pueden requerir intervenciones adicionales específicas.
Características Generales del Trastorno de Estrés Postraumático
Las características típicas del trastorno de estrés postraumático son: episodios reiterados de volver a vivenciar el trauma en forma de reviviscencias o sueños que tienen lugar sobre un fondo persistente de una sensación de “entumecimiento” y embotamiento emocional, de desapego de los demás, de falta de capacidad de respuesta al medio, y de evitación de actividades y situaciones evocadoras del trauma. Suelen temerse, e incluso evitarse, las situaciones que recuerdan o sugieren el trauma. En raras ocasiones pueden presentarse estallidos dramáticos y agudos de miedo, pánico o agresividad, desencadenados por estímulos que evocan un repentino recuerdo, una actualización del trauma o de la reacción original frente a él, o ambos a la vez. Por lo general, hay un estado de hiperactividad vegetativa con hipervigilancia, un incremento de la reacción de sobresalto e insomnio. Los síntomas se acompañan de ansiedad y de depresión, y no son raras las ideaciones suicidas. El consumo excesivo de sustancias psicotrópicas o alcohol puede ser un factor agravante. El curso es fluctuante, pero se puede esperar la recuperación en la mayoría de los casos. En una pequeña proporción de los enfermos, el trastorno puede tener durante muchos años un curso crónico y evolucionar hacia una transformación persistente de la personalidad.