Fomento del Lenguaje y la Comunicación en la Primera Infancia: Estrategias Educativas Esenciales
El Proceso Comunicativo: Fundamentos y Componentes
Para que la comunicación se produzca, es fundamental la interacción de varios elementos clave:
- Parte emisora: Quien codifica la información y la envía.
- Parte receptora: Quien recibe la información y la descodifica.
- Un mensaje: El contenido que se transmite.
- Un código: El conjunto de señales y signos que forman el mensaje.
- Un canal: El medio por donde discurre el mensaje.
Para que esta comunicación sea satisfactoria, es preciso que la parte emisora y receptora cumplan con las siguientes condiciones:
- Tengan suficiente capacidad para codificar y descodificar la información.
- Conozcan y utilicen el mismo código.
- Generen feedback o realimentación entre ellas.
Expresión y Comunicación en la Infancia Temprana
La necesidad de expresión y comunicación surge con la vida misma. Desde que nace, el bebé comienza a expresarse utilizando una gran diversidad de lenguajes y empieza a comunicarse con los adultos. Las primeras manifestaciones del bebé son indicios de sus necesidades fisiológicas y sensitivas, las cuales expresan a través del llanto, el contacto corporal, la gesticulación y la mirada. Estas serán sus primeras formas de expresión.
El papel de las personas adultas será atender estas necesidades y procurarles satisfacción. Es crucial responder a ellas de manera comprensiva, lo que contribuirá a establecer las bases de un sistema primario de comunicación. A medida que el bebé va desarrollando sus posibilidades expresivas, el sistema de comunicación se hará más rico y la comunicación más comprensible. La persona adulta comprenderá con menor esfuerzo las intenciones que la criatura expresa.
Diferencia entre Comunicación y Expresión
Es importante distinguir entre ambos conceptos:
- Comunicación: Persigue un intercambio o bilateralidad; es decir, hay intencionalidad de conseguir una respuesta por parte del emisor.
- Expresión: No cumple necesariamente esta intencionalidad; se refiere básicamente a una exteriorización o manifestación de unas sensaciones, impulsos o deseos.
No obstante, la expresión en la primera infancia acaba teniendo una finalidad comunicativa y forma parte de un proceso que conducirá a la comunicación plena.
Factores Clave en el Desarrollo del Lenguaje Infantil
Factores que Dependen del Desarrollo Individual
La adquisición del lenguaje es una característica universal. Esto es posible porque se dispone de un cerebro con áreas especializadas en el lenguaje que facilitan su aprendizaje de manera natural. Los mecanismos de adquisición del lenguaje vinculados al desarrollo individual son:
- Grado de percepción sensorial: Necesario para captar los estímulos del exterior.
- Desarrollo de la inteligencia: Es necesaria para procesar e interpretar estos estímulos, elaborar respuestas y mandar las órdenes.
- Maduración del sistema nervioso: Necesario para el funcionamiento de los demás sistemas y hace posible la elaboración del lenguaje.
- Capacidad del sistema fonoarticulatorio: Necesario para verbalizar las órdenes a través de gestos, sonidos o palabras.
Un desarrollo armónico será el sustrato que permitirá una adquisición adecuada del lenguaje. Cuando, por alguna causa, estos sistemas sufran una limitación, la adquisición del lenguaje se verá afectada.
Factores que Dependen del Contexto Social
La facultad innata del lenguaje, para desarrollarse, precisa de un contexto social que la potencie. El primer contexto se sitúa en la familia y, un poco más tarde, en otros agentes sociales, especialmente la escuela infantil. Para ello, deberán proporcionarle el máximo número de estímulos, aunque parezca que el niño no es capaz de comprenderlos.
Las personas adultas contribuirán, en su interacción con el niño, al desarrollo del lenguaje a través de los siguientes mecanismos:
- Una estimulación adecuada que propicie la comunicación.
- Una comunicación motivadora que facilite la interacción.
- Una interacción cualitativa mediante la que se sepa escuchar y contestar adecuadamente.
- La animación e invitación a la imitación como elemento de aprendizaje.
Intervención para Favorecer el Desarrollo del Lenguaje
La intervención para el desarrollo del lenguaje puede abordarse de dos maneras:
- De manera informal: A través de la interacción rutinaria y cotidiana con los niños.
- Sistemáticamente: A partir de actividades diseñadas específicamente para favorecer estos aprendizajes.
A continuación, plantearemos dos bloques de actividades: el Baúl del Buf y los juegos del lenguaje.
La Interacción Rutinaria: Oportunidades Cotidianas
Es importante aprovechar cualquier situación de interacción para favorecer el desarrollo del lenguaje, tanto en lo que concierne a la expresión como a la comprensión verbal. Los momentos más importantes son:
- Atención de las necesidades básicas y rutinarias: Durante la hora de la comida, la higiene, el vestido o el descanso. El educador verbaliza lo que va a hacer y el mensaje adquiere sentido.
- Actividades de juegos: Tanto en juego libre como dirigido. La educadora puede preguntarle al niño sobre el juguete que quiere, sobre lo que hace o si se lo pasa bien.
- Actividades más experimentales o específicas: Donde la educadora verbaliza las acciones que deben llevar a cabo y las gestualiza.
- Trato cotidiano: En el que se habla con los niños y estos le cuentan sus vivencias y experiencias.
También en todas las sesiones de conversación en grupo o cuentacuentos. En estas situaciones, para favorecer el aprendizaje, el educador adopta como hábitos propios:
- Favorecer un ambiente relajado.
- Inducir a los niños a que hablen tan a menudo como sea posible.
- Utilizar un lenguaje de estructura sencilla, con enunciados breves y un vocabulario dentro de sus posibilidades comprensivas.
- Hablar despacio, con una buena articulación, un volumen adecuado y con una entonación agradable.
- Acompañar el mensaje verbal con el apoyo de recursos no verbales: expresión de la cara, mirada, sonrisa, gestos de los brazos y las manos.
- Respetar la evolución del niño en la adquisición del lenguaje, dejándole los tiempos de respuesta y silencio que necesita para asimilar lo que ha ido observando, escuchando y percibiendo.
El Baúl del Buf: Actividades de Respiración y Soplo
El Baúl del Buf es un conjunto de actividades de respiración relacionadas con el soplo, diseñadas para trabajar en edades tempranas.
Material Necesario
Se necesitará un baúl o caja en la que se pondrán papeles de diferentes texturas y tamaños, cañas, velas, pelotas de ping-pong, plumas, espantasuegras, silbatos, globos, etc.
Metodología
Es recomendable que, antes de iniciar estas actividades, se hayan realizado algunos ejercicios de respiración abdominal: inspirar por la nariz inflando el estómago y espirar por la boca.
- Se trabajarán con niños a partir de los dos años, en un principio individualmente y más adelante en pequeños grupos.
- Pueden durar como máximo cuatro minutos por sesión.
- Es aconsejable secuenciar las actividades de las más sencillas a las más complejas.
- Es recomendable que se realicen estas actividades de pie y no en el suelo.
Actividades Prácticas
- Soplar papeles: Cortar unos cuantos papeles en cuadraditos y colocarlos amontonados encima de una superficie. Soplar sobre ellos y observar cómo se mueven.
- Soplar una vela: Encender la vela y ponerla enfrente del niño a unos diez o quince centímetros. Pedirle que sople la llama hasta que consiga apagarla. Después, pedirle que sople a la distancia indicada anteriormente, pero sin apagarla.
- Mantener la pronunciación de vocales y consonantes: Hacerle mantener la pronunciación de una vocal delante de la llama el máximo tiempo posible. Observar cómo va aguantando cada vez más tiempo la emisión de un sonido. Hacer lo mismo, pero con consonantes. Primero con oclusivas (p, t, k) y después con fricativas (f, s, x).
- Burbujas en el agua: Llenar una botella de agua y, con una pajita, soplar dentro de ella y disfrutar del burbujeo del agua.
- Pompas de jabón: Hacer pompas de jabón con un dispositivo concebido para tal fin (pompero).
- Pintura con pajita: Con una plantilla que se coloca sobre un papel, se disponen pequeñas manchas de pintura líquida y, con la pajita, el niño va esparciendo la pintura.