Concepto y Evolución de los Modelos de Intervención en Trabajo Social

El Concepto de Modelo

Un modelo es el intento de sistematización y descripción de lo real en función de presupuestos teóricos. Es una construcción racional que interpreta, explica y dirige una realidad. El modelo cumpliría, pues, el papel de puente que posibilita a la teoría la función interpretativa de los hechos. De aquí que los modelos hayan de ser valorados en función de su utilidad; la teoría, en cambio, se valora en función de su veracidad y comprobabilidad.

Funciones de los Modelos

  • La utilización de un modelo supone la conjunción de aspectos teóricos, metodológicos, funcionales y también filosóficos que enmarcan la acción, posibilitando la interrelación entre teoría y práctica (Ricardo Hill).
  • El hecho de que el profesional de Trabajo Social trabaje en base a modelos de acción implica, sin lugar a dudas, el trazado de un camino crítico, donde la realidad nos daría permanentemente elementos para enriquecerlos, modificarlos o cambiarlos en pro de una mayor profesionalidad (N. Kisnerman).
  • A la hora de identificarnos con un modelo conceptual concreto, es preciso adecuarlo al objeto de intervención, para que nos facilite la observación, el estudio, la interpretación de datos y la intervención, enriqueciéndolo continuamente con los aportes de la práctica profesional.
  • El quehacer profesional requiere de una reflexión y evaluación constante; en caso contrario, podemos caer en el puro activismo, como una rutina de la práctica que, en muchas ocasiones, nos lleva a realizar un trabajo donde la aplicación de recursos y las tareas burocráticas parecen constituirse en funciones prioritarias de la intervención.

Evolución de los Modelos de Intervención Profesional

Dentro de la evolución de los modelos de actuación profesional, encontramos las siguientes categorías:

  • Modelos Tradicionales (años 40-50)

    • Psicodinámicos: Incluyen el casework y la intervención en crisis.
    • Conductistas.
  • Modelos Críticos (años 60-70)

    • Radicales: Se dividen en potenciación y defensa, y concientización.
  • Modelos Contemporáneos (años 80-90)

    • Cognitivo.
    • Sistémico.
    • Comunicación.
    • Construccionista.
  • Modelos de Convergencia

    Incluyen los modelos holísticos y complejos, ambos en proceso de desarrollo.

Modelo Conductista: Un Enfoque Tradicional

El modelo conductista es uno de los que más implantación ha tenido en el Trabajo Social. Se fundamenta en el reforzamiento de la conducta.

  • Claves: Toda conducta es aprendida, y la intervención debe averiguar qué favorece la conducta del individuo.
  • Idea Central: Somos lo que aprendemos y lo que hacemos.
  • Objetivo: Ayudar a controlar la conducta y a alcanzar la autorrealización.
  • Lo agradable constituye un refuerzo que puede ser material o social.
  • Los refuerzos pueden ser:
    • Intrínsecos: Aquellos que se autoaplica el sujeto, como la satisfacción, el orgullo, etc.
    • Extrínsecos:
      • Primarios: Necesidades básicas como la alimentación o evitar el dolor.
      • Secundarios: Aquellos que la gente ha aprendido a valorar, que pueden ser materiales (el dinero), sociales (el amor) o actividades (hobbies).
  • Es crucial aplicar correctamente los refuerzos.
  • Fenómenos como la violencia, la falta de atención en tareas, la ausencia de roles, la conducta antisocial o los problemas de relación entre padres e hijos pueden ser tratados desde este modelo.
  • Los refuerzos deben ser ajustados a la conducta. Las conductas positivas son las que hay que potenciar o reforzar, mientras que las negativas o inadecuadas son las que hay que minimizar, reducir o extinguir.

Modelo Radical: Un Enfoque Crítico

  • Es un modelo que se basa en las teorías críticas.
  • Incluye planteamientos de influencia marxista y anarquista.
  • Tuvo su etapa de mayor vigencia en los años setenta.
  • Gran parte de los problemas individuales tienen una traducción social y obedecen a causas estructurales.
  • Las soluciones no están en la individualización, sino en la transformación de las condiciones sociales:
    • Los problemas radican en el modo de producción y distribución, y en los procesos de globalización.
    • En este modelo, los problemas no se ven desde la perspectiva individual, sino social.
  • El trabajador social interpreta las condiciones individuales como una extensión de factores estructurales de la sociedad. Considera que existe una desigual distribución del poder, de la riqueza y de las oportunidades, que generan graves injusticias y problemas sociales.
  • Aunque, inicialmente, el Trabajo Social radical tuvo un epicentro en Europa, es en América Latina donde se produce el mayor impacto en la profesión con proyectos de alfabetización y emancipación social.

El Empoderamiento en el Modelo Radical

  • En los años sesenta, en Europa y Norteamérica, con la lucha pacifista, ecologista y feminista, se produce un renacer de los planteamientos radicales.
  • A finales del siglo XX y a principios del presente, el enfoque radical adquiere de nuevo fuerza a través de movimientos sociales como los de la antiglobalización, el respeto de los derechos humanos (Amnistía Internacional) y el ecopacifismo (Greenpeace).
  • Otra corriente dentro del Trabajo Social radical es el feminista y no sexista.
  • Tiene por objeto paliar los efectos opresivos del sexismo en la sociedad y, fundamentalmente, en las mujeres, a las que se intenta proporcionar mayor libertad y control sobre sus vidas.