La Transición Española a la Democracia: Hitos Clave y Protagonistas (1975-1982)
La Transición Española a la Democracia (1975-1982)
Cuando muere Franco el 20 de noviembre de 1975, su sucesor, Juan Carlos I, es proclamado Rey el 22 de noviembre de 1975 ante las Cortes franquistas. Fue el dictador quien decidió que Don Juan Carlos fuera su sucesor.
Como Rey, continuó con el gobierno de Carlos Arias Navarro, un inmovilista que pronto demostró no ser el adecuado para los cambios que el Monarca tenía previstos. Desde sus primeros discursos, el Rey daba a entender que quería democratizar el sistema.
Para sorpresa de muchos, al provocar la dimisión de Arias Navarro, el Rey eligió como jefe de gobierno a Adolfo Suárez en vez de personas más conocidas y aperturistas como Manuel Fraga o José María de Areilza. Adolfo Suárez había sido ministro del Movimiento en el gobierno de Arias y había ocupado numerosos cargos en el régimen de Franco, como el de Director General de RTVE. Su nombramiento provocaba desconfianza en los partidos políticos de la oposición.
Protagonistas Clave de la Transición
La transición a la democracia fue principalmente impulsada por tres personas: el Rey, Adolfo Suárez y Torcuato Fernández-Miranda, presidente de las Cortes y hombre de confianza del Rey.
Un Proceso de Legalidad a Legalidad
El mayor mérito de la transición a la democracia fue pasar de una dictadura, donde el Rey heredaba plenos poderes, a una democracia, transitando de la legalidad a la legalidad. Esto significa que las instituciones franquistas, como las Cortes, llevaron a cabo los cambios. Fue un cambio, no una ruptura como pedía la oposición en la clandestinidad. Fue un cambio pacífico, salvo la actividad terrorista, realizado en tiempos de crisis económica (crisis del petróleo) y con gran agitación social (por ejemplo, la petición de amnistía para los presos políticos).
La Ley para la Reforma Política (LRP)
Esta ley fue la pieza esencial para el logro de la reforma. En esencia, la ley acababa con el franquismo a partir de su propia legalidad y establecía un sistema bicameral (un Congreso y un Senado) elegido por sufragio universal. Suárez la llevó a las Cortes en octubre de 1976. El gobierno y Torcuato Fernández-Miranda, como presidente de las Cortes, hicieron grandes esfuerzos para asegurarse una votación favorable. En noviembre fue aprobada por 425 votos a favor, 59 en contra y 13 abstenciones. Sometida a referéndum el 15 de diciembre, los votos afirmativos fueron el 94,4%.
Esta ley suponía la amnistía para los presos políticos (entre 1976 y 1977) y la legalización de todos los partidos políticos. La legalización del Partido Comunista de España (PCE) fue particularmente problemática. Su legalización encontraba resistencias en el seno de las fuerzas armadas y dentro del propio gobierno. Suárez solucionó la crisis legalizando por decreto-ley al PCE el 9 de abril, Sábado Santo.
Este acto clave brindó seguridad a los partidos políticos para participar plenamente en el proceso democrático. El PCE aceptó la monarquía y la bandera. Fue una transición basada en el consenso entre la mayoría de las fuerzas políticas, donde todas realizaron concesiones significativas.
Las Primeras Elecciones Democráticas y Constituyentes (1977)
Los resultados fueron:
- UCD (Unión de Centro Democrático), partido creado por Adolfo Suárez: 165 diputados.
- PSOE con Felipe González: 118 diputados.
- PCE (Partido Comunista de España) con Santiago Carrillo: 20 diputados.
- AP (Alianza Popular, hoy Partido Popular) de Manuel Fraga: 16 diputados.
Formación del Gobierno de Adolfo Suárez
El objetivo fundamental era la redacción de la Constitución. En el ámbito económico, el fin primordial era combatir la grave crisis económica (crisis del petróleo). Para esto último se firmaron los Pactos de la Moncloa, donde se pusieron de acuerdo partidos políticos, sindicatos y patronales (la gran patronal, CEOE, y la pequeña y mediana empresa, CEPYME) para realizar reformas económicas que obtuvieron resultados positivos.
La Constitución Española de 1978
Elaboración y Consenso
Fueron designados siete ponentes o “Padres de la Constitución”: tres de UCD, un socialista, un conservador (Manuel Fraga), un comunista y un nacionalista catalán (Miquel Roca). Fue fruto de un amplio consenso, con un carácter progresista y social, y fue aceptada por los principales partidos políticos.
Tras ser largamente debatida en las Cortes, ambas cámaras, el Congreso de los Diputados y el Senado, en sesión conjunta, aprobaron el texto constitucional el 31 de octubre de 1978. A continuación, fue aprobada en referéndum por el pueblo español el 6 de diciembre, con un 88% de votos afirmativos.
Principios Fundamentales de la Constitución de 1978
- Título Preliminar: un conjunto de principios y valores que vienen a definir a España como un “Estado social y democrático de Derecho“.
- Soberanía nacional.
- Monarquía parlamentaria como forma de Estado.
- Indisoluble unidad de la Nación española.
- Derecho a la autonomía de “nacionalidades” y regiones (Título VIII). La Constitución habla de las “comunidades históricas” (Cataluña, País Vasco, Galicia), pero no detalla cuántas podía haber. Esto pasó en el llamado “proceso autonómico” entre 1979 y 1995, que acabó con 17 comunidades, más los casos especiales de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
- Amplios derechos y libertades.
- Estado aconfesional. Otras leyes, como el Concordato de 1979, establecen ciertos privilegios a la Iglesia Católica.
- División de poderes. Los tribunales más importantes del poder judicial son el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo.
Algunos artículos generan hoy día descontento, como el artículo 57, que establece la preferencia del varón en la sucesión a la Corona. Asimismo, desde los nacionalismos se critican algunas competencias que, según la Constitución, son de exclusiva titularidad estatal (Título VIII).
Periodización de la Transición: ¿1978 o 1982?
Para unos, la transición acaba en 1978 con la aprobación de la Constitución. Para otros, acaba en 1982 con la llegada del PSOE (Felipe González) al gobierno.
Los Primeros Gobiernos Democráticos (1979-2004)
Los Gobiernos de la UCD (1979-1982)
El Gobierno de Adolfo Suárez (1979-1981)
Una vez aprobada la Constitución, se convocaron nuevas elecciones para el 1 de marzo de 1979. La UCD, con 168 escaños, volvió a ganar y Adolfo Suárez siguió al frente del gobierno, ya de manera democrática. El PSOE quedó en segundo lugar; el PCE se convirtió en la tercera fuerza política.
Las Cortes aprobaron los Estatutos de Autonomía del País Vasco y Cataluña en 1979. En marzo de 1980 se celebraron elecciones autonómicas en el País Vasco y en Cataluña, que dieron el triunfo a los nacionalistas en los dos casos: Convergència i Unió (CiU), con Jordi Pujol a la cabeza en Cataluña, y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el País Vasco.
Sin embargo, los problemas principales de Suárez no provenían de la oposición o de los fracasos electorales, sino del interior de su propio partido. Mientras tanto, el PSOE ganaba en aceptación y decidió practicar una política firme y dura contra el gobierno. Con la crisis interna en su partido y el cuestionamiento de su liderazgo, harto de esta situación, Adolfo Suárez presentó su dimisión el 29 de enero de 1981. El Rey designó a Leopoldo Calvo-Sotelo como candidato a la presidencia.
El Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo (1981-1982)
El Intento de Golpe de Estado del 23-F
El 23 de febrero de 1981, mientras se realizaba en el Congreso de los Diputados la votación de investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como sucesor de Suárez en la presidencia del Gobierno, guardias civiles armados al mando del teniente coronel Antonio Tejero se apoderaron del Congreso de los Diputados y del Gobierno.
El golpe militar fracasó. El Rey Juan Carlos I, como jefe supremo de las Fuerzas Armadas, actuó con decisión para aplastar el golpe.
Gobiernos Posteriores
- Gobiernos del PSOE con Felipe González (1982-1996)
- Gobiernos del PP con José María Aznar (1996-2004)