La Transformación Mediática en los Nuevos Estados Miembros de la Unión Europea
Introducción: La Paradoja de la Transición en los Nuevos Estados Miembros de la UE
Los nuevos Estados miembros de la Unión Europea presentan un comportamiento paradójico: la homogeneización comunitaria frente a las reivindicaciones y apuestas nacionales. Todo esto debe gestionarse de manera simultánea, sin que un aspecto entorpezca al otro. Los ciudadanos transitan de ser soviéticos a tener que cumplir los objetivos marcados por la UE, sin dejar de reivindicar su estatus de ciudadano estonio, letón, etc. Los países exsoviéticos/excomunistas experimentaron un proceso distinto al de Chipre y Malta, que vivieron una evolución casi por inercia. Sin embargo, en los países exsoviéticos/excomunistas fue necesario afrontar una transición política, económica y mediática.
Las Transiciones Fundamentales: Política, Economía y Medios
Con respecto a la transición política, se pasó de un modelo de partido único comunista a un modelo pluripartidista democrático. La transición económica evolucionó del comunismo y la economía estatal a un sistema de libre mercado y capitalismo. Por su parte, la transición mediática implicó el cambio de unos medios controlados por el Estado (prensa programática y partidaria, sujeta a censura) a la libertad de prensa. Esto supuso un escenario donde se pusieron en marcha multitud de medios de comunicación, muchas veces en manos de inversores extranjeros, pero se priorizó la cuestión económica sobre la democratización de la sociedad y el fin social de los medios. Esta liberalización, si bien implicó mucha inversión y el objetivo de instalar un modelo plural, al mismo tiempo generó ciertos déficits, ya que, a través de los contenidos, se narraba una realidad nueva que los ciudadanos no habían experimentado antes, lo que se aprovechó para influir política y económicamente.
La Prensa Escrita: Comercialización y Agentes de Mercado
La Progresiva Comercialización y el Formato Tabloide
La característica común de los periódicos en estos países es la progresiva comercialización: interesa la audiencia y la compraventa del producto. En paralelo a la comercialización, el formato periodístico también evolucionó, pues empezó a triunfar el formato tabloide, lo que implicó sensacionalismo; es decir, se narraba todo aquello que no se podía contar durante el comunismo, a veces de forma exagerada (la llamada “prensa de revancha”), lo que generó un éxito de ventas brutal. A pesar de todo, resistió cierta prensa de calidad, muy reducida y con menos éxito, pero donde escribían los mejores autores y no se seguía la línea sensacionalista.
Agentes de Mercado: Inversores Foráneos y Editores Nacionales
En cuanto a los agentes de mercado, se observaron dos tendencias: la presencia de grupos foráneos, ya que, al existir un nuevo modelo, los grandes inversores (Bertelsmann, Axel Springer) vieron un mercado nuevo y decidieron posicionarse (estrategia centroeuropea). En los países bálticos, son los medios suecos y noruegos los que controlan la zona. Estos grupos extranjeros vieron que el mercado se estaba reduciendo, ya que son países poco poblados (salvo Polonia), y en plena crisis decidieron marcharse, dejando más espacio a los editores nacionales. En muchos países, fueron los propios periodistas quienes se hicieron cargo del medio tras la marcha del inversor extranjero. El único grupo que sigue perviviendo con cierto éxito es Axel Springer, en una joint venture con Ringier, que controla los medios en República Checa, Hungría y Polonia, entre otros. En el caso de Chipre, en la parte grecochipriota existe una sinergia clara con los medios griegos, con una relación casi de dependencia. Existe una gran polarización en los medios con respecto a la política. En Malta, todo funciona a base de editores nacionales, impregnándose también en la prensa el bipartidismo político.
El Sector Audiovisual Público: Desafíos y Objetivos
El audiovisual público es más complejo, puesto que existen tantos modelos como países. En los países exsoviéticos/excomunistas hubo que asumir una amplia remodelación, ya que, al desaparecer toda la estructura estatal habitual en el comunismo, fue necesario reorganizar los medios que antiguamente eran considerados estatales. Uno de los grandes problemas para estos medios ha sido la subsistencia, buscando un sistema de financiación que haga el servicio sostenible. En este sentido, los medios que mejor han funcionado han sido los bálticos y el de Polonia.
La Búsqueda de Viabilidad y Despolitización
Sin embargo, la viabilidad sigue siendo un riesgo para países como Hungría, Rumanía o Bulgaria, ya que a la crisis financiera se le une una crisis de fiabilidad, pues la población presupone que las dosis de manipulación son altas. Eslovenia y Croacia, por su parte, no tienen unos medios boyantes en materia económica, pero su objetivo es la viabilidad y la despolitización de los medios, habiendo logrado grandes avances, aunque sin conseguirlo del todo.
El Componente Identitario y la Experiencia Báltica
En todos ellos, uno de los principales objetivos es convertir el componente identitario (la idea de crear país, identidad nacional) en un pilar fundamental de la información. El mejor ejemplo es el de los bálticos, pues mientras pertenecieron a la URSS, el folclore y las costumbres propias estaban prohibidas. Las características clave de estos medios son:
- La batalla por la viabilidad financiera.
- El escape de la influencia política.
- La proyección de la identidad nacional.
Casos Específicos: Malta y Chipre
Con respecto a Malta y Chipre, las pautas son similares a las del resto de países europeos. En Chipre, contando con la particularidad de su territorio, ofrece contenidos en lengua turca, inglés y armenio (aunque de manera muy marginal), además de en griego, para tener en cuenta a todas las minorías presentes en el país. En el modelo maltés, el audiovisual público es el más importante, muy protegido para evitar que el partido gobernante tenga doble poder con los medios públicos y su propio medio privado.
El Sector Audiovisual Privado: Competencia y Polarización
Con respecto al audiovisual privado, en todos estos países el mercado está muy tensionado. Existe una competencia feroz, provocada por las pequeñas audiencias existentes (salvo Polonia). Todavía hoy, en los medios privados de estos países, existe un gran peso político, lo que dificulta encontrar prensa liberada de la influencia política. Existe una homogeneización de contenidos; es decir, en todos estos países se encuentran programas similares. En Malta, existe una particularidad: los dos partidos políticos con representación en el parlamento son dueños de los medios privados.