I. El Reinado de Carlos II (1665-1700)

El reinado de **Carlos II** es uno de los periodos menos conocidos de la historia de España, extenso en el tiempo: diez años de regencia y veinticinco de gobierno efectivo. Visto desde la Corte, el espectáculo era deprimente; no había personajes destacados, sino luchas por el poder y la consiguiente sensación de **desgobierno**. La reina viuda, **Mariana de Austria**, gobernó aconsejada por su confesor, el padre Nithard.

La población había descendido a su nivel más bajo, artesanos e industriales estaban arruinados, el comercio de Indias en manos de extranjeros y las rentas reales enajenadas en gran parte. La inoperancia de la Corona y la decadencia de las instituciones políticas habían creado un **vacío de poder** que fue llenado por la burocracia, que seguía funcionando, y la alta aristocracia.

La mayoría de edad del rey no cambió las cosas. Carlos II, sin capacidad ni voluntad propias, enfermizo, vivió entregado a su madre, Mariana de Austria; después a **Don Juan José de Austria**, el duque de Medinaceli, el conde de Oropesa, entre otros, quienes ostentaron el cargo de **primer ministro**.

El problema de la **sucesión al trono de España** se convirtió en el eje de la política europea. **Luis XIV de Francia** estaba dispuesto a aprovechar la oportunidad para su nieto, **Felipe, duque de Anjou**. Frente a las pretensiones de Francia estaban las de Austria. Un Borbón en Madrid hubiera significado el fin de la secular alianza entre las dos ramas de los Habsburgo y la consagración de la supremacía de los Borbones. Una tercera solución: el reparto de la inmensa herencia. En este sentido, se hicieron varios planes e incluso tratados secretos. Carlos II, en su lecho de muerte, prefirió designar sucesor, aunque fuera a **Felipe de Anjou**, nieto de Luis XIV pero también de Felipe IV, quizás pensando que era el único que, con la ayuda de Francia, podría evitar el desmembramiento de la monarquía hispánica.

II. Guerra de Sucesión, Cambio Dinástico y Reformas Internas: Los Borbones

II.1. La Guerra de Sucesión Española

En 1700, España era una monarquía en busca de rey. **Carlos II** (Austria, Habsburgo), sin descendencia y próximo a la muerte, buscaba un heredero. Ante esta situación, las potencias europeas calibraron meticulosamente sus derechos e intereses. Los principales pretendientes eran el francés, **Felipe de Anjou** (Borbón), sobrino nieto de Carlos II y nieto de Luis XIV de Francia, y **Carlos de Habsburgo**, sobrino nieto de Carlos II y de la misma dinastía.

En Europa se barajaba incluso la idea de un tratado de partición, rechazado en España. Carlos II dejó toda su herencia a Felipe de Anjou, segundo nieto de Luis XIV, exhortándole a “no permitir el más pequeño desmembramiento ni disminución de la monarquía establecida por mis antepasados para su mayor gloria”. España se encontraba en una posición en la que necesitaba un sucesor, pero también un protector para su imperio. Rápidamente se alinearon los contendientes: los **Borbones** frente a los **Austrias**.

**Felipe de Anjou** entró en Madrid y fue coronado como **Felipe V** (Borbón), comenzando su reinado sin una oposición abierta, al declarar su voluntad continuista y convocar Cortes en Aragón y Cataluña (jurando leyes y fueros). Pero la sucesión del trono de España era una cuestión que afectaba a toda Europa, y las posibles intenciones de **Luis XIV** al anunciar que su nieto podría unir los tronos de Francia y España, desencadenaron una guerra continental que se generalizó en 1702 ante el miedo del resto de monarquías a una superpotencia Francia-España: la **Guerra de Sucesión**.

Los enemigos del monarca francés reconocieron en Viena al **Archiduque Carlos de Austria** como rey de España. A partir de ese momento, la alianza antiborbónica se propuso abrir un frente en la propia España, explotando los viejos recelos antifranceses, fundamentalmente en Cataluña. Tras la toma de **Gibraltar** (1704) y el control del Mediterráneo, ahogando la actividad comercial, los diputados catalanes negociaron el reconocimiento de **Carlos de Austria**, quien fue jurado como rey en Barcelona; seis meses después sería reconocido en Aragón, Valencia y Mallorca.

En 1706, el autoproclamado **Carlos III** entraba en Madrid, provocando como reacción un levantamiento general a favor del rey Borbón, apareciendo la imagen de una **Castilla borbónica** y una **Corona de Aragón austracista**; aunque ninguno de los reinos de la Corona aragonesa estuvo por completo en el bando antiborbónico. La **Guerra de Sucesión** tuvo también parte de **guerra civil** y de **levantamiento social**, además de **guerra europea**.

Un hecho decisivo para el desarrollo posterior fue la derrota de los aliados en la **Batalla de Almansa**, derrota que comportó la ocupación borbónica del reino de Aragón. La sumisión de los reinos de Valencia y Aragón significó el principio del fin del sistema constitucional de la Corona de Aragón con la promulgación de los **Decretos de Nueva Planta** (junio de 1707). Se sucedieron nuevas ofensivas saldadas con diferente fortuna, triunfos y derrotas.

En 1711, el **Archiduque Carlos** se convertía en el heredero del Imperio Austriaco tras la muerte del emperador Leopoldo. Holanda e Inglaterra dejaron de apoyar su causa y se forzó la firma de la paz negociada. Solo Cataluña se resistía a las tropas de Felipe V durante más de tres años. El archiduque abandonó Barcelona para ser coronado emperador y, aunque su esposa se quedó en la ciudad condal, la suerte de Cataluña estaba echada. Se firmaron los **Tratados de Paz de Utrecht y Rastadt** (1713-1714) que implicaban:

  • La imposición del **equilibrio de potencias** en las relaciones internacionales.
  • El reconocimiento de **Felipe V** como rey, a cambio de su renuncia al trono francés.
  • España perdió sus posesiones fuera de la Península; los **Países Bajos** y **territorios italianos** pasaron a los Austria.
  • **Gibraltar** y **Menorca** fueron cedidas a los ingleses.
  • Reconocimiento a Inglaterra de derechos comerciales con América, a través del derecho de “**asiento de negros**” y el denominado “**Navío de permiso**”.
  • En el interior, los reinos que se habían opuesto a Felipe V perdieron sus leyes particulares en aras del **centralismo borbónico** (**Decretos de Nueva Planta**).