Al-Ándalus y la Formación de los Reinos Cristianos: Un Viaje Histórico
La Organización del Estado Andalusí y la Formación de los Primeros Reinos Cristianos
La Conquista y Organización de Al-Ándalus
En el año 711, un ejército bajo el mando de Tariq, compuesto por bereberes del norte de África, inició la conquista de la Península Ibérica. Hacia 718, casi todo el territorio había sido ocupado. Este proceso fue facilitado por la colaboración de la nobleza visigoda, que pactó su sumisión y el pago de tributos a cambio de la conservación de sus tierras.
Etapas de Al-Ándalus:
- Emirato Dependiente: Inicialmente, Al-Ándalus fue un emirato dependiente de Damasco.
- Emirato Independiente: Abd al-Rahmán I, de la dinastía Omeya, convirtió el estado en uno independiente.
- Califato de Córdoba: Posteriormente, Abd al-Rahmán III proclamó el califato de Córdoba, marcando el máximo esplendor andalusí.
- Reinos de Taifas: A principios del siglo XI, el califato se descompuso, dividiéndose en más de 25 reinos de taifas.
- Reino Nazarí de Granada: A finales del siglo XIII, solo quedaba el Reino de Granada, que mantuvo la presencia islámica hasta 1492.
Organización del Estado Andalusí:
El estado andalusí se organizaba de manera centralizada. El territorio estaba dividido en tres provincias principales: Badajoz, alrededor de Toledo y Zaragoza.
Desarrollo Agrícola y Urbano:
Al-Ándalus impulsó el desarrollo de la agricultura, el comercio y las ciudades. Se introdujo el regadío y nuevas prácticas hortícolas. Las ciudades se convirtieron en centros de vida económica, social y cultural. Se desarrolló la artesanía, se fomentó un importante comercio exterior, se importaban esclavos y la circulación de la moneda fue abundante. Córdoba fue una ciudad de gran relevancia.
Pluralidad Étnica y Cultural:
En Al-Ándalus coexistían diferentes etnias, consideradas iguales ante la ley pero con distintas posiciones sociales:
- Baladíes: Privilegiados, con antepasados árabes.
- Bereberes y Muladíes: Hispanos convertidos al islam.
- Minorías: Mozárabes y judíos, que soportaban la carga fiscal.
Esta España experimentó un elevado desarrollo cultural y científico. En el arte, destacó la arquitectura, con ejemplos como la Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada, dando lugar a un arte hispanoárabe.
La Creación de los Primeros Reinos Cristianos
El Reino Astur-Leonés:
Los musulmanes nunca llegaron a controlar la zona de la cordillera Cantábrica, donde se refugiaron nobles hispanovisigodos huidos. Uno de ellos, Pelayo, derrotó a los musulmanes en Covadonga (722). Sus sucesores, Alfonso I y Alfonso II, crearon el Reino de Asturias, manifestando su independencia del Emirato al negarse a pagar tributos. En la segunda mitad del siglo IX, Alfonso III ocupó un territorio despoblado para controlar mejor las nuevas tierras. Ordoño II trasladó la capital a León, dando lugar al Reino de León. Para fortificar estas tierras, se creó el Condado de Castilla, cuyo conde Fernán se declaró independiente en la segunda mitad del siglo X, encomendando la repoblación.
Los Condados Pirenaicos:
Carlomagno, emperador franco, estableció la Marca Hispánica como una franja fortificada para proteger su imperio. Los hispanos de Jaca crearon el Condado de Aragón. Posteriormente, se expulsó a los gobernadores francos de las tierras navarras, creándose el Reino de Pamplona. El dominio carolingio en tierras catalanas fue duradero. El conde Vifredo el Velloso convirtió sus cargos en hereditarios. El conde Borell II se negó a renovar el juramento de fidelidad al rey franco, dando origen a los condados catalanes, siendo Barcelona el más extenso y poderoso.
Consolidación de los Reinos:
En el siglo XI, bajo el reinado de Sancho III el Mayor, el Reino de Pamplona alcanzó su máxima expansión al anexionarse territorios. A su muerte, el reino se dividió entre sus hijos: Ramiro I (Aragón), Fernando I (Castilla) y García Sánchez III (Navarra). Más tarde, Portugal se independizó en 1128. El matrimonio de Petronila dio lugar a la Corona de Aragón, uniendo el reino aragonés y los condados catalanes. Tras la batalla de Muret (1213), los reyes de Aragón perdieron la mayoría de sus dominios, conservando solo el norte de los Pirineos.
Expansión Territorial hacia el Sur:
A partir de la descomposición del Califato, los reinos del norte atacaron tierras andalusíes. Para frenar su avance, los reinos andalusíes les proporcionaron anualmente oro y objetos preciosos, mejorando así sus ejércitos y fortificaciones. Durante los siglos XI y XII, los reinos cristianos conquistaron los valles del Tajo y del Ebro. La conquista militar de Al-Ándalus se acompañó de la repoblación de las tierras ocupadas, extendiéndose la repoblación concejil mediante la concesión de privilegios (fueros y cartas de poblamiento).
Sociedad Rural y el Camino de Santiago:
La base de la riqueza, aparte de los botines, era la producción agrícola y la ganadería. La sociedad era eminentemente rural, con mercados locales, a excepción de las ciudades del Camino de Santiago, que actuaba como vía de entrada de ideas, costumbres y mercancías de distintos puntos de Europa.
Expansión y Crisis de los Reinos Cristianos (Las Conquistas del Siglo XIII):
La primera mitad del siglo XIII fue un periodo de gran expansión para los reinos cristianos. Tras la derrota en las Navas de Tolosa (1212), los reinos peninsulares se lanzaron a la conquista:
- Jaime I de Aragón: Conquistó Mallorca, Valencia y Murcia.
- Fernando III: Conquistó Córdoba, Jaén y Sevilla en Andalucía.
- Portugal: Completó su avance hacia el sur con la conquista del Algarve.
A finales del siglo XIII, solo el reino nazarí de Granada mantenía testimonio musulmán. La expansión mediterránea de la Corona de Aragón fue completada por Pedro el Grande, quien conquistó Sicilia, y posteriormente por Jaime II.