Las migraciones, los saldos migratorios y el crecimiento natural son factores clave en la demografía. En España, las migraciones interiores y exteriores han sido un hecho decisivo que sigue condicionando las características actuales de la población. A ellas se suma, desde 1990, una creciente inmigración extranjera.

Migraciones Interiores: Tradicionales y Actuales

El Éxodo Rural (1900-1975)

El éxodo rural fue un fenómeno migratorio tradicional de gran relevancia en España entre 1900 y 1975. Destacó el desplazamiento de población desde zonas como Galicia interior peninsular y Andalucía hacia áreas más avanzadas como Madrid o el País Vasco, y también a zonas turísticas.

El periodo de mayor volumen de este éxodo se dio entre 1950 y 1975. Sus principales causas fueron:

  • El fuerte crecimiento demográfico.
  • La crisis de la agricultura tradicional y su mecanización.
  • El auge industrial y la creación de nuevos puestos de trabajo.
  • El boom del turismo mediterráneo.

A partir de 1975, el éxodo rural decayó con la crisis económica. Las antiguas áreas emigratorias redujeron sus salidas y sus saldos migratorios. Tras la crisis, varios factores contribuyeron a esta reducción. Actualmente, el éxodo rural alcanza valores muy bajos. Los emigrantes proceden de áreas agrarias aisladas y deprimidas, y se dirigen a centros de actividad de su propia provincia o comunidad.

Migraciones Interiores Actuales (Desde 1975)

Desde 1975, España ha experimentado un nuevo ciclo migratorio con características muy distintas, dando lugar a diversas corrientes migratorias:

Migraciones Laborales:
Motivadas por el trabajo y protagonizadas principalmente por jóvenes. Proceden de antiguas áreas emigratorias y ciudades en declive. Las zonas receptoras tienen saldos positivos o negativos dependiendo de las coyunturas económicas. Se observan saldos negativos en algunas provincias inmigratorias que han invertido su tendencia (como Madrid, Barcelona o Zaragoza) y en otras tradicionalmente emigratorias (como Ávila, Teruel o Asturias).
Migraciones Residenciales:
Realizadas por jóvenes y clases medias que buscan viviendas más asequibles y una mejor calidad medioambiental.
Migraciones de Retorno:
Protagonizadas por jubilados, jóvenes o personas que buscan un cambio de vida, regresando a sus lugares de origen o a nuevas zonas.
Movimientos Pendulares:
Desplazamientos de corta duración, frecuentes por motivos de ocio o trabajo (por ejemplo, desplazamientos diarios al lugar de empleo).

Migraciones Exteriores: Historia y Evolución

Las migraciones exteriores son los movimientos de población fuera de las fronteras del propio país. Hasta la crisis económica de 1975, los emigrantes españoles tenían como destino tradicional ultramar y Europa occidental. A partir de entonces, la emigración al exterior se paralizó y España se ha convertido en un país de inmigración.

Migración Transoceánica (Hasta 1960)

Entre 1945 y 1960, la migración transoceánica experimentó una segunda etapa de auge, aunque sin alcanzar las cifras de principios de siglo. Las causas principales fueron:

  • La autorización para salir libremente de España (1946).
  • El levantamiento del aislamiento internacional por parte de la ONU (1950).
  • El cambio de actitud de Estados Unidos respecto al régimen de Franco (1951).

La procedencia de los emigrantes era principalmente gallega y canaria. Los destinos prioritarios fueron:

  • Venezuela (por la explotación de petróleo).
  • Argentina (por reagrupación familiar).
  • Brasil (por la industria).

Respecto al perfil del migrante, la emigración familiar adquirió más peso y los emigrantes tuvieron un mayor nivel de cualificación, predominando los obreros técnicos industriales y los agricultores preparados. El motivo de que se exigiera una mayor cualificación en los migrantes fue que, tras la crisis de los años treinta, los países receptores necesitaban inmigrantes no tanto para poblarse como para desarrollar su economía y su industria.

Desde 1960, la emigración transoceánica descendió al iniciarse el declive de la economía latinoamericana y al entrar en competencia con la emigración a Europa.

Migración a Europa (Desde 1960)

Desde 1960, la emigración a Europa tuvo dos etapas bien diferenciadas:

1. Primera Etapa: Auge de la Emigración (1950-1973)

Este fue el periodo de mayor auge de la emigración a Europa, con un único descenso entre 1964 y 1968, motivado por el inicio del Plan de Desarrollo Español, que elevó la oferta de puestos de trabajo, y por la crisis económica europea de esos años, que incrementó los retornos. Se trató, en buena parte, de una emigración permanente (con contrato de un año o más de duración) debida a variadas causas:

  • Por parte europea: La rápida reconstrucción económica tras la Segunda Guerra Mundial favoreció una amplia oferta de empleo que no podía cubrirse con los trabajadores propios, escasos por el débil crecimiento de la población europea durante las décadas de 1930 y 1940 (entreguerras), y por las muertes provocadas por la guerra.
  • Por parte española: La emigración se vio estimulada por el fuerte crecimiento demográfico, el excedente de población agraria a causa de la mecanización del campo, la insuficiencia de la industrialización para absorberla, el aumento del paro causado por el Plan de Estabilización, la desaparición de las ventajas anteriores para la emigración ultramarina y los elevados salarios europeos.

La procedencia de los emigrantes se extendió a todas las regiones, aunque las más afectadas fueron Andalucía y Galicia. Sus destinos prioritarios fueron Francia, la República Federal de Alemania y Suiza.

El perfil de estos emigrantes era de adultos jóvenes, poco preparados (agricultores, peones de la construcción y obreros industriales), que desempeñaron los trabajos menos cualificados y peor retribuidos en la minería, la construcción, la industria y el servicio doméstico.

2. Segunda Etapa: Decadencia y Repunte Reciente (Desde 1973)

A partir de 1973, la emigración permanente a Europa decayó. La crisis económica provocó paro en los países de Europa occidental y muchos emigrantes regresaron. Desde entonces, la emigración española a Europa se mantuvo en cifras bajas.

Actualmente, hay un repunte de la emigración a Europa debido a la última crisis económica, sobre todo, de población joven con un alto nivel de cualificación, que ante la falta de expectativas laborales decide emigrar buscando alternativas.

La Emigración Exterior en la Actualidad

España ha dejado de ser un país de emigración, aunque este fenómeno se haya reactivado puntualmente por la crisis económica reciente, especialmente entre la población joven y cualificada.