Asentamientos y Sociedades en la Europa Antigua: Fortificaciones, Aldeas y Economías Regionales (Siglos VII-V a.C.)

Este documento explora las características geográficas, sociales y económicas de tres grandes zonas de Europa durante los siglos VII al V a.C., centrándose en los asentamientos fortificados y las estructuras asociadas.

1. La Zona Templada

Esta vasta región se extiende desde el sur de las Islas Británicas y el norte de Francia hasta Eslovaquia. Se caracteriza por una gran variedad de comunidades, muchas de ellas dedicadas a la creación y mantenimiento de asentamientos fortificados y sus estructuras asociadas.

1.1. Islas Británicas y Sur de Alemania

  • Los asentamientos fortificados se desarrollan a finales del Bronce.
  • Ocupan de 1 a 6 hectáreas, producto de un esfuerzo colectivo organizado bajo un poder coercitivo.
  • Presentan un grado de centralización del poder y de los sistemas socioeconómicos que articulan y unen a la comunidad.

Excavaciones en el sur de las Islas Británicas han revelado fortificaciones y comunidades importantes. En Danebury, por ejemplo, se encontraron casas circulares de madera en la periferia del yacimiento, detrás de la muralla. Estas estaban alineadas y separadas por calzadas de grava en la parte sur, con almacenes de grano en estructuras de madera y pozos.

En el Centro-Sur, durante los siglos VI y V a.C., las fortificaciones comenzaron a abandonarse a partir del 400 a.C. Las que sobrevivieron alcanzaron una posición de dominio, siendo denominadas fortificaciones evolucionadas. Los sistemas sociales responsables de las primeras fortalezas perduraron por 500 años.

1.2. Norte de Francia y Sur de Bélgica

En esta área, se han encontrado menos fortalezas y pocas han sido excavadas. Ejemplos notables incluyen Fort Harrouard en Francia y Buzenol-Hastedon en Bélgica. Parecen haber sido abandonadas entre el 400 y el 350 a.C.

1.3. Luxemburgo

Se han identificado dos fortalezas, Otzenhausen y Altburg, con un uso muy intensivo. El desarrollo del fenómeno de fortificación en Luxemburgo es muy localizado, comparable al de las Islas Británicas.

1.4. Alemania y Chequia

Esta zona de asentamientos se extiende por Alemania hasta Chequia. En Smolenice, Eslovaquia, se encuentra una fortificación del siglo VI a.C. similar a las de las Marcas de Gales.

1.5. Polonia

Las fortificaciones comunales estuvieron muy desarrolladas en Polonia, especialmente en Gran Polonia y Silesia, entre los siglos VII y V a.C. A diferencia de otras regiones, no se emplazaban en promontorios, sino que algunas se ubicaban en islas lacustres. La planta de estos asentamientos insulares incluía empalizadas de madera. El área interior de las defensas estaba estructurada en trece hileras paralelas de casas agrupadas y separadas por calles cubiertas por troncos y ramas. Cada hilera estaba formada por un número de casas individuales alineadas en terrazas con un único techo. La planificación evidencia un orden colectivo, gracias a un poder coercitivo, aunque no hay evidencia de diferencias sociales. Se estima una población de 400 o 500 personas.

A pesar de la variedad regional, existe una gran similitud entre los asentamientos fortificados de la Europa templada, con una organización social y económica parecida.

1.6. Características Generales de las Fortificaciones Templadas

  • Concentración poblacional y servicios comunes en el interior de los fuertes.
  • Organización bajo un líder local.
  • Su origen se remonta al Bronce Final, intensificándose en los siglos VI-V a.C.

Las fortificaciones surgieron a menudo debido a agresiones. Es difícil determinar las causas de estas tensiones, pero el deterioro climático y el aumento demográfico pudieron provocar inestabilidad. Las tensiones entre las culturas Hallstatt y La Tène (Marne) por parte de las élites locales pudieron suponer otro factor adicional. La obtención de esclavos mediante incursiones armadas para abastecer al mercado mediterráneo también pudo ser un factor.

1.7. Sistemas Económicos y Sociales

Los sistemas económicos variaban en función de los recursos de cada región. Las fortificaciones y su permanencia denotan la importancia de la propiedad y de la explotación de la tierra. El almacenamiento de excedentes constituía una de sus prioridades, aunque es difícil determinar si existía redistribución o si era solo para momentos de escasez. En toda la zona, el papel de los bienes de lujo no era relevante. Las fortificaciones eran el centro de sistemas regionales autosuficientes. El intercambio regional solo afectaba a materias esenciales como hierro, bronce, piedra y lujos menores como vidrio, ámbar y coral, a través de sistemas de intercambio de dones.

1.8. Necrópolis y Élites

Es raro encontrar tumbas ricas, pero se reconocen élites, como en Court-Saint-Étienne, en el Haine belga, cuya necrópolis estuvo en uso desde el siglo VIII al V a.C. Ocasionalmente, se han encontrado ricas sepulturas guerreras. La presencia de élites locales es lógica, ya que existía la posibilidad de acumular riqueza gracias al control de rutas o materias primas.

2. La Zona Septentrional

Esta amplia región se extiende desde el Rin hasta el Vístula, abarcando la llanura del norte hasta Dinamarca y el sur de Suecia. Se caracteriza por una serie de poblados con densidad y grado de concentración variable de una generación a otra.

2.1. La Economía Aldeana

La economía aldeana fue un fenómeno persistente, con orígenes en el Neolítico. Aunque hubo cambios tecnológicos y modificaciones en los regímenes agrícolas, se observa una profunda continuidad social en la región. El poblado típico estaba formado por:

  • Agrupación de casas alargadas.
  • Dependencias auxiliares para almacenamiento.
  • Cada complejo era una unidad familiar sin diferenciación social, con variaciones regionales en la arquitectura.

En el poblado de Haps, en los Países Bajos, las aristas del tejado se apoyan sobre una hilera de vigas de madera colocadas en el centro, mientras que el peso lateral descansa sobre postes de pared. En el asentamiento de Grøntoft, se opta por una construcción a tres naves. Una característica común es la división de la casa en dos zonas separadas por un pasillo central de lado a lado, con dos entradas opuestas. El sector más pequeño era para habitación, con un hogar central, y el otro sector para el ganado. En Grøntoft, los establos estaban divididos en cuadras individuales.

La economía se basaba en la ganadería de vacuno y la agricultura de cereales, con sistemas de delimitación de campos de cultivo y aperos de labranza de madera en zonas pantanosas. La economía aldeana constituyó el sistema social y económico más estable de toda Europa en el primer milenio a.C. Sus habitantes vivían en un mundo de escasa movilidad social.

3. El Frente Atlántico

Desde el norte al sur, esta región aparece unida por una serie de sistemas de comercio e intercambios, gracias al fácil acceso al mar. El movimiento se debía a la riqueza metalífera atlántica.

3.1. Riqueza Metalífera y Redes de Intercambio

  • La región de la pirita del oeste de Iberia producía oro, plata, cobre y hierro.
  • Galicia, con minas de estaño; Cantabria, con oro.
  • La península Armoricana, fuente de estaño, con poca plata y cobre.
  • Cornualles, con estaño, cobre, plata y algo de oro.
  • Gales y el sur de Irlanda, con cobre y oro.

Las comunidades locales explotaban esta riqueza, transportada por mar a través del Frente Atlántico. La distribución de artefactos en la zona atlántica indica la existencia de extensas redes de intercambios. En el siglo VI a.C., en las Islas Británicas, se transformaban grandes cantidades de bronce de calidad en lingotes con forma de hacha. Estos se distribuían al norte y oeste de Francia, y al sur y norte de las propias islas. Documentos de autores antiguos dan cuenta de la importancia del estaño. Fondeaderos se transformaron en puertos de comercio en sitios favorables para el intercambio.

3.2. Estructuras Socioeconómicas Regionales

Estas comunidades de la zona atlántica presentaban diferencias en sus estructuras socioeconómicas:

  • Galicia: Abundancia de asentamientos fortificados (castros), con un sistema social complejo y centralizado.
  • Norte (Bretaña, Cornualles, Gales, Irlanda): Los asentamientos eran complejos residenciales con defensas (Rath), generalmente de una única unidad familiar. En la segunda mitad del primer milenio a.C., se observa una evolución en su tamaño y refinamientos. El estatus se veía reforzado por la presencia de alhajas de élite, cuentas y brazaletes de vidrio. La economía dependía más de la explotación de cultivos y pastoreo que de la manipulación de bienes comerciales. Los bienes de lujo mediterráneos eran muy escasos y raros.