Taylorismo: Principios y Evolución de la Gestión Científica del Trabajo

El Taylorismo es un método de organización científica del trabajo, iniciado por Frederick Winslow Taylor. Según este enfoque, cada trabajador debía especializarse en una función específica, y las operaciones debían coordinarse mediante un plan preestablecido con el fin de evitar la “holganza” o ineficiencia de los trabajadores. Se le considera una ciencia de la administración del trabajo, ya que buscaba la mejor manera de controlar la fuerza laboral, que es comprada y vendida en el mercado.

Objetivos del Taylorismo

El principal objetivo de Taylor era aumentar la productividad, lo que resultaría en una mayor acumulación de capital. Esto se lograría obteniendo la mayor cantidad de productos en el menor tiempo posible.

Surgimiento y Contexto Histórico

El Taylorismo surge de la síntesis y la presentación, bajo la forma de ideas razonables y coherentes por parte de Taylor, de iniciativas y experimentos independientes que habían tomado fuerza en Gran Bretaña y Estados Unidos durante el siglo XIX. A diferencia de teorías previas que no consideraban la “holganza del trabajador”, Taylor añadió, a partir de su método, un enfoque en el aumento de la productividad del trabajador, maximizando la producción en la jornada laboral a través de la división de tareas y un mayor control gerencial sobre estas.

La Visión Taylorista del Obrero y la “Holganza”

La administración ordinaria, planteada por teorías anteriores, se caracterizaba por dejar en manos de los obreros la realización de un producto determinado, otorgándoles el monopolio de su producción. Sin embargo, Taylor propone que el capitalista debe poseer el conocimiento sobre el producto. De esta manera, podría gozar de mayores beneficios, por ejemplo, mediante la reducción de tiempos muertos y la eliminación de la ociosidad. Esta última se divide en dos tipos:

  • La holganza natural: No puede ser modificada, ya que se trata de la tendencia humana a realizar el menor esfuerzo posible. Independientemente de la cantidad producida, el sueldo del obrero siempre sería el mismo, beneficiando únicamente al capitalista. El obrero carece de un compromiso moral, afectivo o económico con la empresa.
  • La holganza sistemática: En este caso, el propio grupo de trabajadores obliga al individuo a no realizar un mayor esfuerzo, ya que esto aumentaría el ritmo general del trabajo, reduciéndolo hasta igualarlo al paso de los productores menos eficientes. Por lo tanto, el capitalista, al desconocer el tiempo de elaboración de cada pieza, ignora la rapidez con la que podría ser producida.

Principios de la Administración Científica de Taylor

La aplicación de la administración científica de Taylor se basa en los siguientes principios:

  • 1. Sistematización del Conocimiento Obrero y Disociación de la Pericia

    Según este principio, todos los conocimientos tradicionales de los trabajadores sobre el producto deben ser ajenos a ellos, siendo reglamentados por la gerencia. De esta manera, se contaría con la eficacia de la gerencia para la producción. Por lo tanto, el obrero no requeriría de cualificaciones demasiado elevadas para realizar el trabajo. Además, mediante el uso del cronómetro, se fijaría una cantidad estándar de producción, eliminando los tiempos muertos e intensificando el trabajo.

  • 2. Separación de la Concepción y la Ejecución

    Este principio establece que todo trabajo intelectual debe ser retirado del taller y concentrado en el departamento de planificación o diseño. De esta manera, el cúmulo de conocimiento pasa a la gerencia, y los trabajadores pierden el control de su propio trabajo y la forma de ejecutarlo, disciplinándolos. Al trabajador solo se le asigna una serie de tareas simplificadas de las que desconoce la base técnica o científica que las sustenta.

Fordismo: La Evolución del Taylorismo y la Producción en Cadena

El Fordismo es un método de organización científica del trabajo ideado por Henry Ford, que se desarrolló a partir de la base suministrada por el Taylorismo. Sus características principales incluyen la incorporación de tecnología (en particular, la cinta transportadora), un control más estricto de los movimientos de los trabajadores y la concentración del saber en la gerencia.

Orígenes del Fordismo y la Búsqueda de Productividad

El Fordismo fue ideado por Henry Ford en 1908 en su búsqueda por aumentar la productividad. Inicialmente, había dos variantes:

  1. Una consistía en colocar todos los materiales necesarios para la construcción en una caja que pasaba ante una serie de obreros que montaban una pieza cada uno hasta que el producto estaba terminado (el ritmo de la caja era regulado mecánicamente, aunque lento).
  2. El otro método consistía en que cada obrero ensamblaba una pieza sobre la pieza principal (lo cual era un inconveniente, ya que los obreros controlaban nuevamente el tiempo de producción, a pesar de los tiempos asignados por la gerencia para cada tarea).

El Método Fordista: La Cadena de Montaje

Posteriormente, Ford ideó la inclusión de un transportador de cadena para que el componente pasara de una operación a otra con un ritmo preestablecido, al estar la pieza central fijada al transportador. La ventaja principal de este método era que el tiempo de producción era impuesto por la gerencia a través del ritmo del transportador, no dejando lugar a la iniciativa obrera.