Novecentismo o Generación del 14

En 1914 surge un movimiento cultural y artístico al que pertenecen pensadores y filósofos, profesores e historiadores que renuevan, sobre todo, el género del ensayo (Ortega y Gasset) pero también la novela y la prosa literaria (Ramón Gómez de la Serna, Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró…). Todos ellos tienen una sólida formación cultural, publican en los mismos periódicos y revistas y quieren modernizar la vida española tanto desde el punto de vista cultural como político.

Ideario estético y literario

  • El objetivo de estos artistas es el conocimiento profundo y la esencia de las cosas.
  • Al contrario que sus predecesores, tienen una actitud optimista hacia el siglo XX.
  • En la poesía, se suprime la rima a favor del verso libre, se desprecia la adjetivación colorista y ornamental y adquieren mayor importancia sus sustantivos y los verbos. Se usa un léxico culto elitista, dirigido a la ‘minoría’.

El racionalismo se marca como objetivo por cumplir, un mayor rigor intelectual y una claridad y una precisión expositivas.

Antirromanticismo: rechazo de lo sentimental, de la concepción del arte puro desprovisto de emociones personales. Ortega y Gasset lo llamó ‘deshumanización del arte’.

La narrativa destaca por su lirismo e intelectualismo debido a que los autores trataron de superar los patrones narrativos del realismo, a la vez que se alejaron del tono de angustia propio de la Generación del 98.

Vanguardias: aprovechando y tomando como modelo la renovación del modernismo llegaron a una ruptura con la literatura tradicional en los años veinte.

Todas estas vanguardias afectaron también al resto de las artes, pero hay una diferencia, en la literatura no tienen éxito y en la pintura sí.

Desde 1905 se sucede una serie de movimientos artísticos, las denominadas vanguardias, que se proponen concepciones creativas renovadas, tanto en pintura como en arquitectura o literatura: futurismo, expresionismo, dadaísmo, cubismo, surrealismo… A partir del manifiesto futurista de Marinetti se sucederán los denominados ‘ismos’ que, en ocasiones, tendrán su reflejo en la literatura. En la literatura española, podemos destacar el creacionismo del chileno Vicente Huidobro, que rechaza la relación de la literatura con la realidad; el ultraísmo de Borges y Gerardo Diego; o el surrealismo, con autores tan significativos como los de la Generación del 27, Lorca, Cernuda y Aleixandre. Dentro del ámbito de las vanguardias podemos incluir igualmente a Ramón Gómez de la Serna. De todas estas vanguardias la lírica que ha tenido una gran influencia en la literatura y sigue teniéndola es el surrealismo. El objetivo de toda vanguardia es el afán de originalidad, la voluntad de hacer un arte nuevo. En la literatura presentan unos rasgos comunes como la intención de romper con todo lo anterior (con violencia) y el afán de originalidad, la publicación de manifiestos, la incitación al escándalo, un sentido lúdico del arte, el antitradicionalismo, el internacionalismo y la libertad absoluta del autor.

La Generación del 27

Se dedicaron principalmente a la poesía. Se les llama así por el homenaje realizado en Sevilla con motivo del 3er centenario de la muerte de Góngora en 1927. Al grupo de poetas asistentes (Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Lorca, Alberti, Bergamín…) se unieron posteriormente Luis Cernuda, Pedro Salinas, Altoaguirre, Emilio Prados, Vicente Aleixandre… Características comunes: intentan la renovación estética de nuestra poesía. Toman las innovaciones que aportan las vanguardias, aunque sin olvidar la importancia de la tradición literaria española. Su entusiasmo por las novedades vanguardistas no les impidió valorar y asimilar la rica tradición española: desde el Romancero hasta Góngora o Bécquer.

En sus poemas cuidan y renuevan la forma a través de la utilización de léxico culto, palabras coloquiales, términos alejados hasta entonces de la poesía, etc.

La metáfora se convierte en el recurso literario más importante.

Alternancia de formas métricas tradicionales con el verso libre. Utilizaron estrofas clásicas como el soneto, el romance o el villancico, pero también innovaron con la utilización de versos blancos y versos libres. La libertad métrica es uno de los rasgos característicos de este grupo.

Al principio la preocupación principal era la forma del poema, el arte por el arte, poco a poco (bajo la influencia del surrealismo) desarrollan una poesía humanizada, más preocupada por el dolor, la alegría o los recuerdos. La Guerra Civil acentúa esta visión humanizada de la poesía, hasta el punto de que muchos autores se decantan por los temas comprometidos.

Juán Ramón Jiménez

Nació en 1881 en Moguer. Al estallar la Guerra Civil defendió la República y se exilió.

Su trayectoria poética arranca desde el modernismo y se va orientando hacia una progresiva desnudez expresiva (poesía pura). Ha sido el poeta que más influencia ha ejercido en los poetas del siglo XX, sobre todo los de la Generación del 27. La crítica literaria lo sitúa hoy dentro de la llamada ‘Generación del 14’. El fin último es hallar la verdad, la esencia, lo perdurable de las cosas a través del tiempo.

Abre el camino hacia una nueva forma de entender la poesía, desnuda de cualquier sentimentalismo e imperfección. Renovó el panorama poético de principios de siglo y se convirtió en el maestro de la Generación del 27. Su trayectoria poética se suele dividir en tres etapas: sensitiva, intelectual y última o verdadera.

Etapa sensitiva (1898-1915) marcada por la influencia de Bécquer, el simbolismo y el modernismo, predominan las descripciones del paisaje como reflejo del alma del poeta, los parques otoñales y los jardines al atardecer, los sentimientos vagos, la tristeza, la melancolía, la música y el color, los recuerdos y ensueños amorosos. Se trata de la poesía emotiva y sentimental en la que se trasluce la sensibilidad del poeta a través de una estructura formal perfecta. Dos obras fundamentales de esta etapa son ‘Arias tristes’ y ‘La soledad sonora’.

Etapa intelectual (1916-1936) El primer viaje a América de Juan Ramón (1916) marca esta segunda etapa, en la que se produce el descubrimiento del mar como motivo central. El mar simboliza la vida, la soledad, el gozo, el eterno tiempo presente. Se inicia una evolución espiritual que lleva al poeta a buscar la trascendencia. Es su deseo de salvarse ante la muerte, se esfuerza por alcanzar la eternidad, y eso solo puede conseguirlo la belleza y la depuración poética. Suprime la musicalidad y la aparat…